Elecciones en Neuquén: ¿y si el MPN pierde?

La tierra de Vaca Muerta, gobernada desde 1958 por el partido provincial creado por la familia Sapag, se encuentra ante una situación histórica: la posibilidad de perder la Gobernación.

Hola, ¿cómo estás?

Venimos bien con las entregas. Y primero que nada te quiero agradecer a vos, que estás leyendo. La recepción de los primeros panoramas fueron muy positivos. Hay amor electoral, lo siento. Sobre todo para la entrega de hoy: #LaGenteVota cumple 50 e-mails con vos. Preparate que se viene un super mayo electoral. Para cuando terminemos el próximo mes, casi la mitad del país habrá renovado sus autoridades provinciales. Seguramente habrá lecturas nacionales. Pero esas tienen que llegar a partir de agosto. Antes, es de gusto.

Hoy sí se viene un cambio. Un giro drástico. Un volantazo. Hasta ahora te hablé de escenarios relativamente cómodos para los oficialismos que gobiernan. Las dos provincias sobre las que hice foco no tendrán -salvo que ocurra un milagro electoral- mayores cambios. Pero la de hoy por ahí sí. Uno que no se ve desde 1958: la victoria de otro partido que no sea el Movimiento Popular Neuquino (MPN).

La provincia de la Vaca Muerta, un juego totalmente abierto.

Un partido-Estado

Uno no puede entender Neuquén como distrito político sin el MPN. Hay una simbiosis demasiado fuerte. Como te conté en la entrega pasada sobre Río Negro, la provincia petrolera entró en el grupo de provincias que se reconocieron por ley en 1955. Eso implicó que las primeras elecciones a la gobernación fueran en 1958. Igualito que sus vecinos del este. Y de la misma manera, con el peronismo proscripto ganó la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) en la figura de Ángel Edelman con el 53,97% de los votos. Edelman fue el primer gobernador electo de la provincia, pero renunció en marzo de 1961 y lo sucedió el vice, Alfredo Asmar. Las elecciones, como en casi todo el país, resaltaron por el voto en blanco: poco más de 10.000 neuquinos (27% sobre el total del padrón). Otro dato proscriptivo.

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Y esta historia arranca desde tan atrás porque acá aparece el MPN en todo su esplendor. El partido fue fundado por dirigentes políticos peronistas locales que fueron destituidos de sus cargos por el golpe de Estado de 1955. Se juntaron distintos referentes de la capital, de San Martín de los Andes, Zapala, Junín de los Andes, Chos Malal y Cutral-Co, los principales distritos por peso electoral y actividad económica. Varios de ellos vinculados a la explotación de hidrocarburos en la provincia. Entre todos ellos resaltó una familia política que también está profundamente conectada al distrito: los Sapag. Felipe, Elías y Amado, los tres hermanos, fueron el pilar político sobre el cual se armó el partido. Con roles bien repartidos. Felipe, para las gobernaciones. Elías, al Senado de la Nación a negociar. Amado, para la Intendencia de Zapala. Fueron sus caras y su liderazgo. Una familia, un partido, una provincia. Y una empresa, porque juntos fundaron Sapag Hnos, una prestadora de servicios petroleros clave para el desarrollo del centro de la provincia.

El MPN, de entrada, se presentó como parte de los partidos neoperonistas que querían competir y dejar de votar en blanco, además de oficiar como un refugio para quienes quisieran ejercer la política sin proscripción. Lo cual, claro, no dejó de tener un debate interno. Se fundó oficialmente el 4 de junio de 1961 en la casa de Amado en Zapala y su primer presidente fue Elías. Felipe, el del medio, fue la cara para el sillón provincial. Ganó la provincia en las elecciones del 18 de marzo de 1962, las que no pudo asumir por el golpe de Estado del 28 de marzo. La misma dinámica de elecciones, gobiernos democráticos e interrupciones militares afectó a la provincia, pero no al MPN. Las elecciones de 1963 y 1973 los vieron ganar, en ambas instancias con don Felipe liderando. Las últimas fueron tal vez las más simbólicas. Los Sapag tuvieron que ir a un ballotage contra el candidato del FREJULI, Ángel Nicanor Romero. Ganaron por 20 puntos, pero quedó consumado un hecho: el MPN ya no era neoperonista, era provincialista y neuquino. No sin algunos cruces. Juan Domingo Perón dio la orden de disolver el MPN antes de las elecciones. “Los neuquinos nos hemos puesto los pantalones largos”, respondió la familia. Corta la bocha.

Esas tres elecciones vieron un MPN potente, sólido, pero que no podía cumplir ni terminar sus mandatos por las interrupciones militares, salvo la intervención a cargo de Felipe Sapag con el golpe de 1966. La normalización democrática recién llegó en 1983 y, como decimos todos al unísono, un equipo que gana no se toca. El MPN volvió a ganar con el mismo candidato que 21 años atrás, y lo hizo con el 55% de los votos. Segundo quedó el candidato del Partido Justicialista (PJ), Oscar Massei, con el 22%. El oficialismo eterno se llevó también 15 de las 25 bancas de la Legislatura provincial, mientras que las 10 restantes fueron para el peronismo. Y acá un dato que me pareció sensacional. Desde 1958 regía en Neuquén un sistema electoral que establecía la mayoría automática al partido más votado (15) y representación a la primera minoría (10). Regla que funcionó así hasta las elecciones de 1991 inclusive.

Los siguientes comicios vieron la misma secuencia con algunas salvedades que bien sirven para plantear el escenario actual, el que se viene para el 16 de abril de 2023. El MPN se mantuvo siempre como el principal partido del distrito y el único que pudo acceder a lo que parece un castillo del siglo XVIII. Símbolos.

Sin embargo, la llegada en las últimas dos oportunidades ha sido con menos apoyo popular. Tal como te muestra el gráfico a continuación.

Fuente: Fuente: Centro de Investigación para la Calidad Democrática (CICaD). Base de datos elaborada junto a Sebastián Parnes. La categoría “otros” agrupa el % de votos de terceros partidos que no lograron romper el dominio de los actores principales ni que pudieron consolidarse en el tiempo. El objetivo es simplificar la distribución de las preferencias en categorías sencillas de interpretar.

Salvo las elecciones de 1999 donde alcanzó el 44% de los votos y una ventaja de solo 7 puntos respecto de su inmediato competidor, en las restantes desde 1983 hasta 2011 inclusive ha estado por encima o muy cerca de que la mitad de los votantes neuquinos sean azules. Justamente, las de 2015 y 2019, con un MPN alrededor del 40%, prendieron las alarmas y generaron los incentivos para lo que está pasando hoy. Algo que, también, se puede ver en la distribución del poder legislativo.

Fuente: Centro de Investigación para la Calidad Democrática (CICaD). Base de datos elaborada junto a Sebastián Parnes. La categoría “otros” agrupa la cantidad de bancas de terceros partidos que no lograron romper el dominio de los actores principales ni que pudieron consolidarse en el tiempo. El objetivo es simplificar la distribución de las preferencias en categorías sencillas de interpretar.

Como ves, las primeras elecciones muestran esa regla institucional de mayoría sólida y una minoría representada. Con el cambio institucional de 1995 que elevó la cantidad de bancas a 35 y ajustó el mecanismo representativo, pasó de un hermoso y cómodo 60% del recinto a estar por debajo del 50%. Lo que se necesita para aprobar legislación en cualquier parte del mundo. Hoy tiene el 26% (9 bancas) y empata con el PJ. Gobierna con sus aliados de las colectoras. El MPN ya no es lo que era.

Hay, si, una figura que surge en los ’90 y que sirve de espejo para la realidad actual. Su nombre es Jorge Sobisch y fue, tal vez, la mayor amenaza interna para el control del partido y de la provincia para los Sapag. «Bigote” fue electo gobernador en 1991 llevando de vice al sobrino de don Felipe, «Pipe» Sapag. Después volvió don Felipe a hacerse de su quinta gobernación entre 1991 y 1999.Y ya en 1999 volvió Sobisch de la mano de otro sobrino del viejo y hermano de Pipe, Jorge Sapag. En el período 2003-2007 «Bigote» reeligió, ya sin acompañamiento de Sapag. Pintaba que alguien se iba a quedar con el partido.

Sobisch y los Sapag tensionaron, disputaron y compitieron por el poder del partido, de la provincia y del Estado. La tríada. Fue el primero el que intentó imprimir al partido un carácter más neoliberal y con una visión más dura de la seguridad interna que la que tenía el MPN, viejo partido desarrollista y estatista por sus raíces fundacionales. Las vueltas de la vida, fue el mismo cambio que se imprimió al PJ nacional en los ’90 lo que quiso replicar Sobisch en el distrito. Una década y media de tensiones que retrata muy bien Gabriel Rafart en este libro. Sobisch nunca pudo sacarse de encima a los Sapag, a pesar de haber ganado la presidencia del partido en un momento clave como fue la interna de 1997. Ganó por pocos votos a Silvia, hija de don Felipe. Recuperó el castillo hasta 2007, desde donde decidió saltar a la Casa Rosada. El brutal asesinato de Carlos Fuentealba lo tuvo como responsable político y así terminó la carrera de la primera amenaza del MPN: en tragedia y en un cómodo 7° lugar en la elección presidencial.

Las reglas y los cargos

En total están habilitados para concurrir el 16 de abril 546.166 neuquinos y neuquinas. Para la Gobernación, Neuquén tiene el ABC de la mayoría de las provincias argentinas. Llega al cargo quien saca mayoría simple de votos y pueden aspirar a una reelección. Si quieren aspirar a un nuevo mandato, deben dejar pasar uno intermedio. Algo que, como te conté más arriba, Felipe Sapag y Jorge Sobisch supieron sortear muy bien. El distrito sí es uno de los cuales interviene la Legislatura en caso de empate, como ocurre con Río Negro y Santa Fe. En estos casos, se desempata con los 2/3 de la Legislatura.

Por eso es importante lograr una mayoría y contar con aliados. Los 35 cargos legislativos se eligen a distrito único en toda la provincia, como en La Pampa pero no como en Río Negro. Estas bancas se reparten desde las elecciones de 1995 por representación proporcional, fórmula D’Hondt y un 3% del umbral electoral sobre los votos válidos. Esto no es menor. Se cuenta como voto válido el voto en blanco. Sin embargo, una decisión de la Junta Electoral de la provincia del año 2003 determinó que no deberían entrar en la suma para dividir, lo cual dejó al MPN con 17 y no con 18. Matemáticas electorales que importan.

En cuanto a la boleta, esta será la primera vez en que Neuquén votará con boleta única electrónica en toda la provincia. Acá podés jugar un poquito si andás abstemio. Es la primera vez que se utiliza este sistema en toda la provincia, uno que ya se había utilizado en las desdobladas elecciones a la intendencia de Neuquén en 2015. El instrumento de votación por sí solo no necesariamente tiene algún contratiempo, pero sí lo es la combinación con una práctica común de años recientes en la provincia: las listas espejo y colectoras.

Separemos, dijo el vasco. Las espejo son aquellas boletas que tienen los mismos nombres ordenados de la misma manera para los mismos cargos en juego pero con distinto nombre de partido y distinto número de lista. Es, literal, un espejo de otra. Las colectoras son las que tienen distintas candidaturas para cargos legislativos (provinciales o municipales) pero que llevan el mismo candidato a intendente o gobernador. Por ejemplo, la lista Azul y la Colorada de cargos legislativos con diferentes caras van pegadas ambas a una misma lista para gobernador. El modelo de boleta electrónica que implementaron permite votar por lista completa, lo cual hace que el efecto arrastre de las colectoras tenga sentido. Sin embargo, también permite votar categoría por categoría, lo cual alienta la sobreutilización de listas espejo. En definitiva, las reglas electorales permiten prácticas políticas que solo confunden al electorado. La vida sería más simple con menos y más ordenado. Volvé a ver los gráficos que vas a encontrar datos que ofician de incentivos para eso y que son, al mismo tiempo, consecuencia de esta decisión estratégica de supervivencia política.

La Casa de Gobierno neuquina.

En esta elección los votantes neuquinos y las votantes neuquinas se van a encontrar en la pantalla con 27 listas para la gobernación. De ellas, 10 llevan la cara de Marcos Koopmann, actual vicegobernador y el candidato del MPN. Otras 9 de Rolando Ceferino Figueroa, diputado nacional disidente del MPN que armó juego propio. Hay 5 que tienen la de Ramón Rioseco, parlamentario del Mercosur, ex intendente de Cutral-Có y la figura del Frente de Todos en la provincia. Si sumás, 24 sobre 27 se reparten entre 3 fórmulas. Acá la cosa se pone espesa: puede haber listas colectoras espejadas. En total hay 26 listas a diputados provinciales, de las cuales cuatro son espejo. Los partidos Comunidad (190) y Desarrollo Ciudadano (191), entre ellas; y el PRO (64) y Nuevo Compromiso Neuquino (180), entre sí. Todas ellas son, al mismo tiempo, colectoras para la candidatura a la gobernación de “Rolo”. Qué decirte.

Esto es algo que se pone peor en la ciudad de Neuquén, la que concentra el 41% del padrón electoral. Acá me tomé la libertad de armar el cruce de listas espejo y colectoras entre las candidaturas ejecutivas provinciales y locales. Vas a ver que algunos números y nombres partidarios que compiten para la Gobernación tienen su mismo correlato para la capital, pero otros que no. Además, hay algunos candidatos, como Rioseco, que llevan distintas candidaturas a la intendencia además de un par de espejos. A esto se suman las 13 listas de Mariano Gaido, actual titular municipal por el MPN, y las 12 que llevan a Juan Peláez, el que juega con Figueroa. “Un manicomio”, lo definió una amiga muy conocedora del territorio, que escribe para la Rolling Stone y que me pidió anonimato porque es famosa.

En todo este berenjenal, hay una cara, la de “Rolo” Figueroa. La de la amenaza.

Provincialismo vs. provincialismo

La elección del 16 de abril va a ser palo a palo, minuto a minuto y hasta el conteo de la última urna electrónica. Es, posiblemente, la elección más peleada que pueda tener Neuquén desde que tiene memoria de provincia. Mucho en parte gracias a lo que representa “Rolo” Figueroa, la cara opositora al MPN más sólida que ve el distrito desde Horacio “Pechi” Quiroga, según me cuenta mi amiga famosa. El fallecido intendente de la Ciudad de Neuquén (1999–2007 y 2011–2019) supo construir un espacio amplio llamado Nuevo Compromiso Neuquino a partir de su vieja militancia radical. Lo que fue Sobisch desde adentro lo fue “Pechi” después desde afuera.

“Rolo” comenzó por adentro y ahora apunta para afuera. El suyo se llama Comunidad, y la construcción huele bastante a Juntos Somos Río Negro, con quienes hay vasos comunicantes. Alejo “Colo” Pasetto, politólogo neuquino, consultor asociado en EPyCA Consultores y amigo de años, me cuenta que es una construcción electoral que se logró replicar como consecuencia de la estrategia del MPN. “Como no los sumaban al armado electoral, Figueroa pudo quedarse con porciones de los partidos y de las coaliciones de la oposición que el partido atomizó. Hay un sector del PJ que va con Figueroa, lo mismo con Juntos por el Cambio y algunas otras agrupaciones menores que logró unir sus pedazos”, dice. La querida María Esperanza Casullo (aka MEC) agrega que esa parte del MPN es “lo que quedaba del sobischismo. Esto más algunos dirigentes evangélicos. O sea, un cóctel”. El armado tiene hasta partidos locales que jugaron en su momento a favor del partido provincial y que el propio Jorge Sapag, el actual hombre fuerte del MPN, gobernador en dos oportunidades, hijo de Elías y sobrino de Felipe, alentó. Gloria Ruiz, candidata a vicegobernadora de “Rolo”, viene de uno de esos, el Partido SiemPre de la localidad de Plottier.

Esto, claro, tiene una estrategia para capturar votantes. “En primera instancia Figueroa ganó en el 2021 las PASO dentro del MPN, con lo cual hay un núcleo de votantes del partido que lo apoya. Probablemente no estén en condiciones de manifestar sus intenciones porque son parte de la planta de empleados públicos del Estado. Hay un voto castigo interno contra la gestión de Omar Gutiérrez, con mucho desgaste de hace muchos años de una parte muy importante del partido. Están muy enojados con cómo gestionó él”, agudiza Pasetto.

“Rolo”, ex intendente de Chos Malal, tiene qué ofrecerles. “Hay un cariño hacia él y una capacidad de liderazgo frente a lo que significan Omar y el candidato del MPN, Marcos Koopman”. Esto es algo que conecta muy bien también con el antiemepeista. “Es el votante que ve que en esta oportunidad sí hay chances de ganar con alguien que es del partido, pero que está por afuera, que logró hacer esta construcción, y que logró sumar estas fuerzas y voluntades para romper con la hegemonía de los azules”, cierra.

Con esta visión coincide María Esperanza, quien vive en Neuquén, y que entiende que “Figueroa, por lo que se ve, parece llevarse bastantes votos del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio”. Lo cual no deja de ser sorprendente, hasta raro. “(Mauricio) Macri favoreció a Rolando y él incorporó muchos dirigentes del quiroguismo, pero el votante del Frente de Todos mira eso y dice ‘creo que igual le puedo dar mi voto’”, plantea entre pregunta y respuesta al mismo tiempo.

Si volvés a ver el archivo que armé vas a ver que hay colectoras y espejo que llevan siglas que conoces. Aparece el PS, el Frente Grande (que supo ser fuerte en los ’90 en el distrito), Nuevo Compromiso Neuquino (el de “Pechi”) y hasta el PRO. Macri lo ungió como candidato propio hace tiempo, lo que motivó a Horacio Rodríguez Larreta a soltarle la mano a Pablo Cervi, Diputado Nacional. Esto dejó a Juntos por el Cambio medio trunco en el distrito, donde Cervi sólo cuenta con el apoyo de una parte de la UCR, la que responde a Martín Lousteau. El resto, también juega para “Rolo”. Esto llevó a peleas por el sello, obvio. Es uno de los puntos que me marca María Esperanza dado que, “más allá de que ‘Rolo’ esté cerca de ganar, lo que me sorprende es que Juntos por el Cambio implotó cuando venían bien aspectados, con un buen candidato ya rodado y con fondos propios”. La fiscalía descansa.

¿Cómo quedó el Frente de Todos Neuquino? Algo parecido al rionegrino. Lo que quedó de estructura está jugando con Ramón Rioseco, quien va por su tercer intento para llegar al castillo con apoyos nacionales varios. Logró retener dentro a Darío Martínez, ex secretario de Energía y hoy cabeza de lista de diputados provinciales. Pero enfrente tiene la historia de un peronismo provincial referenciado con el movimiento nacional que nunca pudo ser competitivo localmente. Solamente ha podido colar diputados y senadores nacionales acompañando la fórmula presidencial, y lograr un bloque decente en la legislatura neuquina.

La nueva amenaza no es entonces de Star Wars, sino que es transversal al propio sistema de partidos neuquino. Como te vengo contando con la ayuda del Colo y María Esperanza, hay pedazos de partidos opositores históricos que quieren ganar de una santa vez. Pero también hay votantes internos tradicionales del emepeísmo que no se sienten a gusto con los liderazgos actuales. “Rolo” como síntesis de Sobisch y “Pechi”. La tercera, ¿la vencida? “Sí, creo que hay chances de que el MPN pueda perder la provincia por primera vez, sin dejar de señalar que hay un núcleo del electorado de Figueroa que es del MPN. Que es el electorado que nunca se identificó con la lista azul (Sapag). No nos olvidemos que Figueroa cuando fue candidato en todo el proceso electoral 2021 fue lista violeta”, ahonda el amigo Pasetto. María Esperanza mantiene un escenario abierto. “Es difícil saber desde afuera si el MPN es solo partido de gobierno o partido de masas, pero sigue teniendo cierta base territorial. En este sentido, va a ser muy importante lo que traccione o no traccione la figura de Mariano Gaido en la Capital”. Un emepeismo que siempre fue fuerte en el interior del distrito hoy depende mucho de la ciudad cabecera.

Quiero cerrar con un tema de agenda: Vaca Muerta. Sin dudas, uno de los temas más debatidos en términos de política pública provincial y nacional. Pregunté si había diferencias sustanciales entre los candidatos sobre qué hace la región hidrocarburífera premium de la Argentina. MEC considera que solo la izquierda “plantea algo diferente con Vaca Muerta, pero ni siquiera”. En Neuquén somos todos ‘vacamuertistas’ a lo loco”. El “Colo” Pasetto coincide en que “no veo diferencias sustanciales entre los que compiten al considerarlo un pilar y eje central para el desarrollo de la provincia. Quizás sí la diferencia más radical, salvo Koopman, es que el resto de los candidatos hacen mucha referencia a que siendo la provincia donde está Vaca Muerta el índice de personas debajo de la línea de pobreza sea de casi el 40%. Por fuera de eso, no hay muchas propuestas diferentes sobre qué hacer distinto”, cierra.

Es, entonces, una elección rara. Tomo la misma palabra que la María Esperanza usó como propia. Va a ser muy cerrada, “no más de 5/7 puntos de diferencia” me dice Alejo Pasetto. Para cualquiera de los dos, claro. ¿Y si el MPN pierde? Entonces habrá uno de los propios, que tiene sangre azul, que se pintó de violeta, que armó una transversalidad y que amenaza más de 60 años de hegemonía. Pero que si es el primero que lo logra, el primero que gana en la cancha, muy probablemente sea otro provincialismo que tendrá que gobernar sus retazos. Uno de cada pueblo.

Algunas random

Hasta acá llega el tercer panorama provincial del calendario 2023. No quería dejar de agradecer a Joco Dappello, conocedor del territorio y lector de LGV y con quien cruzamos e-mails hablando del panorama provincial. Su aporte fue de gran ayuda. Preparate que se vienen los platos fuertes. Como siempre, si te llegó por WhatsApp, Twitter o Ig y querés seguir recibiéndolo, es por acá. Si te copó y querés aportar, es por acá.

Un abrazo electoral y nos leemos en unas semanas.

Facu

Aclaración: Este texto fue modificado de su versión original porque tenía un dato equivocado, una confusión entre Felipe Sapag y su sobrino Felipe «Pipe» Sapag.

Politólogo, consultor e investigador independiente. Hoy me encuentran dando clases en UBA y UTDT. Me encantan las elecciones y me sacan menos canas verdes que Racing. Un hobby que tengo es aprenderme la historia de los partidos políticos. Creo que la política marida muy bien con un tinto.