¡¡¡¡¡¡ARGENTINA EN SEMIFINALES!!!!!!

Todavía estamos gritando. A la Scaloneta le quedan dos partidos. Ojalá el segundo sea el que todos esperamos. Hoy juegan: Portugal-Marruecos (12 hs) e Inglaterra-Francia (16 hs).

¿Título en mayúsculas? ¿Quince signos de admiración? ¡Que sean doscientos, que sean mil! No tengo más voz, y supongo que vos tampoco; estoy bañado en transpiración, tuve el dolor de panza más intenso de mi vida cuando nos empataron. Fue demasiado sufrimiento, fue demasiada emoción, fue demasiada tensión… ¡fue demasiado todo!
Te pido disculpas por anticipado: no sé cómo saldrá este newsletter. A veces, uno escribe con las manos. Otras, con el corazón.
Vuelvo a las mayúsculas y, si querés, leelo gritando:

¡VAMOS ARGENTINA CARAJO! ¡A UN PASO DE LA FINAL!

LAS CLAVES DEL DÍA

Nadie en Argentina lo pudo disfrutar por razones lógicas, pero lo cierto es que, con la cabeza un poco más fría y el corazón calmado, podemos decir algo: vimos ayer uno de los mejores partidos de toda la historia de los Mundiales, desde 1930 hasta acá. Lo que sucedió fue histórico (y te hablo no desde la pertenencia albiceleste, sino desde mi fanatismo por el fútbol): el encuentro tuvo absolutamente todo. Golazos, penales, peleas, un pésimo arbitraje, un gol en el minuto once de descuento, oportunidades desperdiciadas, palos. Repito: absolutamente TODO. En muchos años, sea lo que sea que suceda en esta Copa, todos y todas nos acordaremos dónde vimos Argentina-Países Bajos en 2022. Qué día, amigos y amigas, por D10S, ¡qué día! ¡Y qué victoria maravillosa!

El trámite del juego arrancó parejo. Pero desde el primer minuto, ya con la primera que tocó, se vio algo: Lionel Messi estaba en modo 2012. No se la podían sacar. Cerca del área rival, en mitad de cancha, incluso en nuestro propio campo… ¡cada vez que el genio agarraba la pelota, el estadio se electrizaba! Uno, dos, tres, cuatro neerlandeses que corrían atrás de él. Y así, gracias al número uno del fútbol mundial, llegó el primer tanto. Un pase que sólo vio él, entre líneas, para Nahuel Molina que definió de forma magistral. De pie para el partido que jugó el de Embalse, Córdoba, siempre de los más discutidos: un gol en una instancia tan importante, la consolidación en el puesto; un nombre inesperado que apareció el día que tenía que aparecer. ¡Grande, Nahuel!

Y así como Molina había convertido el primero, un gran desborde del Huevo Acuña provocó el penal que el enorme Messi convirtió en gol -con ese tanto, el rosarino se convirtió en el mayor goleador de la historia de la Selección Argentina en Mundiales, con 10, junto con Gabriel Omar Batistuta-. Era el 2–0 y faltaban quince minutos. Fue un bálsamo. Pero Argentina no sabe ganar sin sufrir…

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Completamente jugado al ataque, el DT neerlandés Louis Van Gaal arriesgó el todo por el todo y le salió bien. Aprovechando la altura de sus jugadores, empezó a llenar de centros el área argentina, que inevitablemente se fue metiendo atrás. Wout Weghorst, de 1,97 metros, metió un gran cabezazo en el minuto 83 y puso el 2–1. Había que aguantar: con las piernas, la cabeza, el alma y el corazón. El árbitro español Antonio Mateu Lahoz, que tuvo un desempeño entre pésimo y espantoso y quiso ser protagonista desde el pitazo inicial, adicionó diez minutos, una verdadera exageración. Y en el minuto once del agregado, tras una jugada preparada que -hay que reconocerlo- fue brillante (y parecida a esta), otra vez Weghorst anotó. Dos a dos, cuando el duelo parecía definido. Minuto 56 del segundo tiempo. Nadie lo podía creer. No sé qué les habrá pasado a ustedes: en ese momento, a mí me bajó la presión.

Tras haber asestado el durísimo golpe, el primer tiempo suplementario sirvió para acomodarse. Y en el segundo, la selección lo fue a buscar y debió haberlo ganado: en el último segundo, incluso, Enzo Fernández estrelló un remate en el palo. Hasta que el juez español pitó el fin del encuentro. El ganador se definiría desde el punto del penal. Un escenario terrible, la cercanía a la desazón y las pesadillas. Tan cerca que habíamos estado de la felicidad…

Pero en ese momento, cuando las dudas ensombrecían el panorama, apareció el gigantesco Dibu Martínez. Le tapó el primero a Virgil Van Dijk y el segundo a Steven Berghuis, dos atajadas espectaculares, dignas de un arquero de primer nivel mundial. Messi y Leandro Paredes marcaron los suyos. Un 2–0 importantísimo para arrancar la tanda. Luego, descontó Teun Koopmeiners y Gonzalo Montiel puso el 3–1. Para Países Bajos, Weghorst marcó de nuevo y Fernández, que si metía aseguraba el avance, lo tiró afuera. Todos y todas temblamos. Con el tanto de Luuk De Jong, la decisión quedó en los pies de Lautaro Martínez. Si lo metía, pasábamos. Si lo erraba, íríamos a serie de uno. Y el Toro la clavó y todos y todas soltamos el grito que estaba atragantado, una verdadera locura total. Un partido como pocas veces se vio. Una clasificación histórica y una emoción difícil de describir.

Todo lo que vimos después fue festejo, celebración, alegría: los jugadores cantando con la gente, el aliento argentino en el estadio Lusail. Lo que tanto deseábamos, lo tan esquivo. El partido había sido demasiado caliente (para lo cual colaboró el arbitraje horrible) y, tras la victoria, varios futbolistas argentinos hicieron gestos al banco neerlandés. Incluso, el propio Messi, al marcar el segundo tanto, había imitado el famoso Topo Gigio de Riquelme de cara al banco europeo. En las declaraciones, escuchamos al mejor del mundo bastante desatado, algo raro en él: “Van Gaal dice que juega al fútbol pero tira pelotazos”. Lionel Scaloni, por su parte, dijo: “Siempre confiamos en nuestro fútbol: este equipo se adapta a lo que pide el partido. El espíritu de saber lo que hay que hacer en cada momento”.

Señoras y señores, Argentina está en las semifinales después de ganar un partido histórico e inolvidable. El martes a las 16 ante Croacia. Ahora, a relajarse un poquito y gozar. Países Bajos fue un rival muy digno, bravísimo, pero pasamos nosotros. Qué hermoso es el Mundial.

Croacia histórico: ¡eliminó a Brasil!

Impresionante el inicio que tuvimos de cuartos de final. En un partido espectacular, que también será recordado durante mucho tiempo, Croacia venció a Brasil por penales, luego de haber empatado 1–1 en el tiempo reglamentario, y le arruinó el sueño de llegar al hexacampeonato. La “verdeamarela”, así, rubrica una nueva decepción mundialista: desde el título de 2002, sólamente una vez llegó a semifinales… y fue en 2014, cuando perdió 7–1 contra Alemania.

Los croatas plantearon un duelo muy disputado desde el primer minuto y Brasil, a puro toque, apeló al desgaste rival, aunque sin crear muchas chances de gol. En las pocas que tuvo, el arquero Dominik Livakovic respondió muy bien y así el partido se fue al tiempo extra. En ese momento, apareció Neymar, con un golazo que parecía poner a la “Canarinha” en semifinales. A los balcánicos les quedaban sólo quince minutos para dar vuelta la historia, lo que parecía imposible ya que habían atacado muy poco en el transcurso del juego. Sin embargo, a sólo tres minutos del final, el increíble Luka Modric arrancó un contraataque, abrió para Mislav Orsic y este mandó un centro al área, que Bruno Petkovic remató al gol. El mundo se quedó boquiabierto ante semejante sorpresa. El ganador se definiría desde el punto del penal.

A la hora de la verdad, los croatas metieron todos: Nikola Vlasic, Lovro Majer, Modric y Orsic. Para los brasileños, anotaron Pedro y Casemiro. Sin embargo, debido a los fallos de Rodrygo en el primer remate y Marquinhos en el cuarto, avanzó el conjunto europeo, ante la conmoción general, en uno de los mayores asombros del torneo. Neymar ni siquiera llegó a patear su penal. Los brasileños, que llegaban a la Copa como el candidato número uno, se despidieron muy tempranamente. Tite no seguirá siendo el DT del equipo: en los dos Mundiales que disputó, se fue en cuartos de final. El propio Ney también puso en duda su continuidad en la selección.

Lo de los croatas, por su parte, es impresionante. Un país de menos de cuatro millones de habitantes, recién independizado en 1991, que avanza a su segunda semifinal consecutiva de Mundial, y la tercera de su historia (llegaron también en 1998). El nivel que muestra Modric, de 37 años, es sencillamente extraordinario: una máquina de jugar al fútbol. Ivan Perisic es otro de esos que, al ponerse la camiseta ajedrezada, se convierte en un futbolista de clase mundial. Pero, además, el arquero Livakovic (nuevo héroe nacional luego de los penales ante Japón), el defensor Josko Gvardiol y el delantero Andrej Kramaric son baluartes de un conjunto que solamente le ganó a Canadá, pero que ya está -otra vez- entre las cuatro mejores selecciones del planeta. El martes, contra nosotros.

Inglaterra y Francia: una final anticipada

Para cerrar los cuartos de final, uno de esos choques que también promete dejar su marca en la historia del fútbol. A las 16, con el arbitraje de Wilton Sampaio, Francia enfrentará a Inglaterra. Los galos buscan dar un paso más en su objetivo de convertirse en el primer bicampeón del mundo desde que Brasil lo logró en 1958 y 1962. Los ingleses, en tanto, anhelan volver a levantar la Copa, como lo hicieron en 1966. Promesa de muy buen partido en el estadio Al Bayt.

Francia llega con muchísima confianza, tras el 3–1 a Polonia en octavos. Tiene, además, al jugador más desequilibrante del torneo, Kylian Mbappé, que ya anotó cinco goles, es el goleador del Mundial y, cada vez que acelera, saca una diferencia descomunal. El otro delantero es Oliver Giroud, que llegó ya a 52 goles con la selección y se convirtió en el máximo anotador histórico de “Les Bleus”. Por el lado de los británicos, luego del 3–0 a Senegal, la expectativa también es gigantesca. Son el conjunto que más festejó en el torneo (12 tantos en 4 partidos) y sorprenden por la aceitadísima conexión entre el mediocampo y los delanteros, con nombres como Jude Bellingham, Harry Kane, Marcus Rashford, Buyako Saka y Jordan Henderson que están realizando un gran torneo.

Si te gusta el fútbol, preparate para un choque memorable. El que gane, jugará con el triunfador de Portugal-Marruecos en la semifinal.

La sorpresa marroquí ante el poderío portugués.

Unos días después de eliminar a España, Marruecos buscará causar un nuevo impacto frente a Portugal. Los africanos, gran sensación del torneo, intentarán entrar en la historia: nunca jamás un conjunto de ese continente llegó a semifinales del Mundial. Los portugueses vienen de celebrar una ostentosa victoria ante Suiza, mostrando un fútbol de altísimo nivel, pero llegan en un ambiente enrarecido debido a la situación de Cristiano Ronaldo.

Uno de los mejores futbolistas de la historia arrancó, para sorpresa del mundo, en el banco de suplentes en el choque ante Suiza. Fue una decisión del DT Fernando Santos, debido a los gestos de desaprobación del crack cuando salió reemplazado en el juego ante Corea del Sur. El “problema” es que el jugador que entró en lugar de CR7, Gonçalo Ramos, marcó tres goles y se ganó su lugar. Por eso, empezaron los rumores en la concentración lusa: se llegó a decir, incluso, que Cristiano no aceptaba volver a ser suplente y estaba pensando en abandonar el plantel.

Sobre la decisión tomada, Santos contó: “Me reuní con él, le di a conocer que sería suplente, no iba a escribirlo en la pizarra. Le expliqué: ‘No cuento contigo para el inicio, cuento contigo para el juego, creo. Vas a ser muy importante. Pensé que el partido iba a ser muy complicado’. Cristiano no estaba muy contento, obviamente”. Muy probablemente, CR7 volverá a estar en el banco hoy.

Los marroquíes, en tanto, continúan en éxtasis tras el avance a cuartos. El país entró en delirio y los festejos desbordaron las calles de la nación. Walid Regragui, el DT artífice de la clasificación, dijo: “Nadie esperaba vernos aquí y tenemos otro partido para meternos aún más en los libros de historia. Estamos 100 por ciento listos para enfrentar el desafío. Respetamos a Portugal y está jugando bien, tiene buenos delanteros pero también ellos saben que somos un buen equipo: los pequeños detalles serán decisivos”.

PC FÚTBOL

Te soy sincero, es muy difícil hacer esta sección hoy porque hay miles, millones de fotos, videos, GIFs y memes dando vuelta en la red. Elijo sólo algunas, pero podrían ser otras. En todo caso, recordá que siempre podés actualizarte con todo lo que sucede en Catar por medio del Twitter de Cenital.

La llegada de los hinchas argentinos al estadio Lusail en Metro es sensacional.

El “¿Qué miras, bobo?” de Messi quedará para siempre en la historia de Internet. Desde hoy, incorporado al glorioso acervo de frases inolvidables argentinas. Icónico.

LA FOTO DE DIBU (así en mayúsculas). Y esta imagen espectacular luego del penal de Lautaro es para analizarla detalle a detalle (o ponerla de fondo de pantalla).

El abrazo de Messi, Franco Armani y el Dibu, luego del penal de Lautaro.

Los festejos en Bangladesh ya son una marca registrada. Y también la hermosísima locura de India, con esta mujer ofrendando sus plegarias al Dios del deporte.

La desazón brasileña en su máxima expresión.

Hay quienes vemos cualquier partido del Mundial y lo vivimos como locxs. Sin embargo, hay otrxs que se lo toman más tranqui.

Para terminar, el Dibu y su vínculo con la terapia.

A QUIEN SEGUIR

Casi nadie lo conocía, pero Gonçalo Ramos entró por CR7 en el juego ante Suiza y se despachó con el único hattrick del Mundial. Hoy, los ojos del mundo estarán posados en él, y en lo que pueda hacer frente a Marruecos.

Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar…

Fer

Conocido en las redes por su alter ego, Periodistán, viajó por países muy poco visitados, como Iraq, Afganistán, Burundi y Somalía. Fanático del fútbol, cree fervientemente que, en muchos casos, a través de una pelota se puede explicar el mundo y todas sus complejidades.