La madre de todas las batallas

Desmenuzamos el déficit fiscal para entender por qué es tan relevante para el FMI.

Hola, ¿cómo andás? Viendo los últimos #Rollovers y #OffTheRecords, te podrás imaginar cuál va a ser el tema que domine la agenda económica de los próximos meses (y, quien dice, de los próximos años). Por eso, mientras la coyuntura lo disponga -es decir, mientras no se hable de otra cosa- vamos a aprovechar para dedicarle algunas entregas a la cuestión central del acuerdo: el déficit fiscal. Y digo “algunas” porque es un tema que contiene diferentes aristas (el vínculo con la famosa “emisión” de dinero, el impacto en el dólar, el nivel del gasto público y de los impuestos) que necesitan ser desarrolladas y explicadas para poder entender cabalmente la dimensión del asunto y de lo que se está discutiendo.

Seguramente, la primera pregunta que nos viene a la cabeza es por qué el FMI le da tanta importancia al déficit fiscal. La respuesta fácil (y una de las más escuchadas) es que como el Gobierno le debe plata, lo que el organismo quiere es que se la devuelva y para eso tiene que generar dichos recursos por medio de la reducción del déficit fiscal. Pero eso, que suena tan sencillo, en realidad es mucho más complejo. Con solo detenernos a pensar un poco, nos damos cuenta de que ya hay algo que no cierra: la deuda es en dólares y el déficit fiscal es en pesos. Si bien vamos a ver que ambas cuestiones están conectadas, eso no significa que exista una relación directa o unívoca entre ambas.

Esto podemos corroborarlo al examinar la evolución del déficit fiscal y de la deuda pública en moneda extranjera durante los últimos años. Como se puede apreciar, entre 2007 y 2011 el resultado fiscal se deterioró, pero aun así se redujo la deuda pública, mientras que entre 2018 y 2019 esta última se incrementó significativamente, a pesar de que se redujo el déficit fiscal.

Evolución del resultado fiscal y la deuda pública en moneda extranjera (en % del PBI)

Fuente: Elaboración propia en base al Ministerio de Economía

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Si profundizamos un poco más, siguen apareciendo las dudas. Hace dos semanas, cuando analizamos el principio de acuerdo al que se llegó, vimos que el ajuste más fuerte no está en el nivel del déficit fiscal ni en el endeudamiento en dólares, sino en la asistencia por parte del Banco Central, es decir, el mecanismo de financiamiento por medio del cual el gobierno inyecta pesos en la economía que son directamente emitidos por la autoridad monetaria. ¿En qué quedamos entonces? ¿El problema es el déficit fiscal, el endeudamiento en moneda extranjera o la emisión?

Si prestamos atención, veremos que hay un elemento que conecta con todas las variables mencionadas: el dinero. Esto es algo bastante lógico, dado que toda economía funciona a base de transacciones: compras y ventas de productos, como así también de activos financieros. Y para todos estos intercambios lo que se utiliza es dinero. Entonces, vemos que hay un vínculo entre la cantidad de dinero en circulación y el nivel de la actividad económica (cuantas más transacciones, mayores son las ventas), aunque también podría ser que eso provoque el aumento de los precios. En realidad, el motivo más frecuente por el cual aumentan los precios es la devaluación del tipo de cambio. Pero, si advertimos que para comprar dólares se necesita -primero- tener pesos, entonces vemos que si hay muchos pesos en circulación, eso podría llevar a que se incremente la demanda de dólares, provocando la devaluación del tipo de cambio y el aumento de la inflación.

Recién ahora, entonces, podemos responder de una manera más seria y elaborada la pregunta que nos hicimos al principio: ¿por qué tiene tanta centralidad el déficit fiscal en el acuerdo? En realidad, acá creo que hay que hacer una distinción (y esto ya es una opinión personal). No es tanto la centralidad del déficit, sino del financiamiento monetario. La visión del FMI es que esa es la variable a corregir, dado que es la raíz de los desequilibrios macroeconómicos. El tema es que no es tan fácil de solucionar, porque, como veremos en la próxima edición, hay obstáculos económicos, operativos y políticos.

Bonus track

El podcast recomendado de esta semana es Otros ojos: Economía sin vendas. En este episodio explican cómo se mide la pobreza, cuál es la relación con la canasta de ingresos y el impacto que tuvo la pandemia, entre otras cuestiones.

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Juanma 

Me dedico a estudiar la macroeconomía argentina, algo que en este país debe ser similar a tener un doctorado en física molecular. Soy magister en Desarrollo Económico en la UNSAM y estoy haciendo el Doctorado homónimo en la UNQUI. Padre de gemelas y docente universitario.