Esteban Lamothe lee poesía todos los días: al despertarse y antes de dormir

Acaba de empezar la primavera y la ciudad está llena de sol. Se filtra a media tarde por los amplios ventanales del departamento de Esteban Lamothe en el barrio de Colegiales, junto con los brotes verdes de las copas de los árboles que asoman por el balcón. Llegamos a la casa de este actor argentino de cine, teatro y televisión para hablar de libros y lecturas, porque lo sabemos apasionado por la poesía y queríamos averiguar un poco más sobre sus gustos y preferencias. Nos recibe después de terminar las grabaciones de la tercera temporada de Envidiosa, justo antes de volver a ocuparse en otros proyectos que lo tendrán viajando mucho. Su biblioteca es alta y ancha, y ocupa toda una pared de su living, enmarcando la sala. Está dividida en diversas secciones que iremos revisando y sobre ella reposan también adornos y fotografías, objetos y plantas. Perdí muchos libros a lo largo de mi vida. Me mudé muchas veces, tuve muchas convivencias, y así los libros se fueron quedando en otras casas, confiesa apenas encendemos el grabador.

–¿No pudiste negociar qué dejar y con qué quedarte?

De una convivencia me fui muy rápido y no me quise llevar nada ni volver a buscarlos. De la otra no me fui rápido, pero preferí dejarlos ahí. No me gusta guardar cosas, no comulgo con eso. Tenía como ciento cincuenta CDs y se los regalé a mi hermano. Lo único que guardo son libros. Y también me pasó en otra época que tuve una novia que era muy celosa y me arrancó todas las dedicatorias. Terrible. Me dejó varios libros rotos. Me acuerdo perfecto del día que llegué a casa y estaban todas las dedicatorias arrancadas, como diciéndome: “Voy a borrar tu pasado…”. 

–¡No! ¡Qué tremendo! Pero empecemos por el principio. ¿Cómo te fuiste formando como lector?

En mi casa no había libros. Mi mamá tenía uno de Leo Buscaglia, que me parece que era de enseñanzas motivacionales, y mi papá otro que tenía también mucha gente que no lee, que se llama Las nueve revelaciones. Un best-seller descomunal, porque por algo le llegó a mi papá a Florentino Ameghino, el pueblo donde nací en la provincia de Buenos Aires. No había libros, pero sí me contaban cuentos, y también lo oral aparecía en los relatos, en las mentiras, el chusmerío de pueblo estaba muy presente. Años después, cuando leí a Manuel Puig, dije: “¡Ah, claro! Mi infancia era así”. De hecho mi pueblo queda pegado a General Villegas, de donde era Puig. La película Boquitas pintadas no se estrenó en Villegas porque él era persona non grata. Se proyectó en Ameghino y todos vinieron a verla. De Manuel Puig tenía varios libros y perdí muchos. De todos los autores que leo, es el que mejor envejeció, me parece: sigue siendo tremendamente moderno. El que más me gusta es el de las dos viejas: Cae la noche tropical. 

Esteban Lamothe en su casa de Colegiales. Foto: Cristina Sille.

–¿Y entonces cuándo te encontraste con la lectura?

En la secundaria. Nos dieron de leer a Horacio Quiroga y a Lorca. Fueron lecturas importantes, era buena la profesora de literatura. Era mala de temperamento, pero nos hacía apasionar bastante por la lectura. ¿Te imaginás lo que éramos nosotros en la escuela? ¡Re simios! El primer cuento que leí de Quiroga fue “A la deriva”, que narra lo que le pasa a un tipo cuando lo pica una víbora. Los síntomas lo van invadiendo, está a la deriva en su balsa yendo hacia un hospital y pensás que se va a salvar, pero no. Yo hasta ese momento no sabía que en la narración podía existir la crueldad. Pensaba que las cosas empezaban de una forma y que después terminaban en general bien, y si terminaban mal no era con esa crueldad. Acá el tipo empieza a tener todos los síntomas de alguien que está envenenado y no puede respirar y es muy minuciosa la descripción. De hecho la última oración del cuento es: “Y cesó de respirar”. Tremendo. Me partió la cabeza. Se me reveló algo. Y por Horacio Quiroga llegué al cuento de Jack London que es muy parecido [“Encender una hoguera”] y quizás se lo robó. Ahí el tipo se muere de frío y va contando cómo se va quedando congelado. Empecé a leer por mi cuenta recién a los veintipico. Mi primer libro me lo debo haber comprado en el 96.

Foto: Cris Sille

–¿Y en ese momento cómo elegías qué leer?

Me enseñó a leer un compañero que tuve en una parrilla en la que trabajé diez años por Puerto Madero. Yo tenía 20, 22 años, y él siempre nos traía a mí y a un montón de mozos distintos libros, y nos presentó películas. Nos trajo cosas de Carver, por ejemplo. La conjura de los necios de John Kennedy Toole, que no sé cómo habrá envejecido, pero si lo leías en ese momento eras parte de algo… Tremenda data nos tiró ese chabón, a mí y a otros pibes que después se dedicaron a otras cosas. Él se llama Juan Ameijeiras, y no lo vi más, pero cada tanto lo nombro en alguna nota porque también me ayudó a estudiar teatro. Me hizo ir a ver las obras de Bartís en su momento, de Federico León. Para esa época fue el primer Bafici, y fui con él a una retrospectiva de Cassavetes en fílmico. Fue una época muy buena, de mucha excitación y también de ir leyendo en el colectivo y no poder parar. Fascinación total.

–¿Y ahora cómo pasás de un libro a otro?

No sé cuál es la lógica. Siempre que me gusta un autor, trato de seguir leyéndolo. Por ejemplo ahora leí a Alice Munro y me gustó, así que me compré dos libros suyos más. Pero al tercero ya me canso, o ya entiendo la dinámica, o ya la voz me satura. Soy un lector bastante inconstante, no como Rafa Ferro o Gonzalo Heredia. Ellos leen compulsivamente; si estás en el camarín y tienen un libro, ni te hablan. Yo no. Poesía sí leo siempre, desde hace unos seis o siete años. Leo todos los días algunos poemas a la mañana y antes de dormir. Siento que leer poesía es una cosa pura, soy muy fanático. A veces pienso que dejaría la narrativa para siempre. Pero me impongo leer narrativa también. Ahora estoy leyendo una novela de Jacqueline Golbert que se llama No me importa que me ames, que transcurre en un restaurante. Es simpática y divertida. Me gustan los cuentos familiares situados en los pueblitos, en el campo con las gallinas, que me cuentan lo que le pasa a los matrimonios, la infidelidad. Una especie de drama familiar. 

–¿Sos de marcar los libros?

A veces subrayo mucho. Depende. Subrayar es cortar, como poner pausa en una película. A veces me relajo y trato de dejarlo de lado y no hacerlo, pero de repente me doy cuenta de que sí quiero marcar algo puntual. Y otras veces me gusta tanto el libro que lo marco todo. Eso es lo más lindo. Ahí tiro la lapicera y digo: este libro es genial.  

Foto: Cris Sille.

Actores que leen y escriben 

Nos sentamos un rato en la mesa a tomar café y soda, y la conversación continúa a partir de la relación que hay o que deja de haber entre la actuación y la escritura, con todas sus aristas desplegadas.

–¿Leés teatro?

No, no me gusta mucho leer teatro, de hecho. Ahora tengo 48, quizás después de los 50 me ponga a leer obras de teatro. Es un género que debe estar bueno, pero yo lo abordé desde otro lugar. Me parecía mejor leer un libro de Carver o de cualquier autor y después trabajar con eso. Encontraba aburridas las obras de teatro, las didascalias, pero de a poco me llaman más la atención. Los profesores de teatro que tuve te iban diciendo qué leer, pero no para repetir un texto sino para ir fogueando la imaginación. Bartís por ejemplo nos daba de leer a Lamborghini, a Perlongher, y los trabajábamos en la clase. 

–Vos estás hace muchos años en un grupo de teatro con el que hacen obras de Romina Paula, que escribe tanto narrativa como dramaturgia. ¿Te llega por ahí algo de su trabajo literario?

En el grupo con Romina trabajamos de una manera muy extraña. Muchas veces en los grupos de actores se trabaja a partir de la improvisación. Nosotros improvisamos un poco al comienzo del proceso, pero después la verdad es que Romina escribe unas obras que son súper literarias. No están escritas como hablamos nosotros, y nuestro trabajo es apropiárnoslas. Eso es lo más interesante de trabajar con ella: que hay un texto adelante siempre. Ella trabaja muy bien con la oralidad. Las voces que construye son muy verosímiles, tiene una voz propia. Y escribe de una forma muy correcta en el buen sentido. No nos deja de hecho modificar mucho los textos. Y eso que somos amigos, nos reímos de las mismas cosas. 

–Estaba rastreando tu trayectoria y vi que trabajaste en varias adaptaciones de libros a la pantalla: Abzurdah de Cielo Latini y El cuaderno de Tomy, basado en El cuaderno de Nippur, un libro muy conmovedor de María Vázquez. Y ahora se supo que vas a tener un papel en la adaptación de la novela Glaxo de Hernán Ronsino a cargo de Benjamín Naishtat. Son interpretaciones que parten de materiales más o menos literarios. En estos casos, ¿vas a las fuentes y las leés?

Sí y no. Es que las películas a veces se distancian mucho de los libros originales, así que no es tan lineal la adaptación. En el caso de El cuaderno de Tomy fue intenso porque me junté con el marido de ella, que era la persona a la que tenía que interpretar. Estuvimos toda una tarde en su casa charlando y tomando mil mates. Me contó con detalles la historia del cáncer de María y de su muerte, y estaba la biblioteca de ella ahí presente. Eso me impresionó mucho. Ahí de verdad se me puso la piel de gallina y se me aceleró el corazón. Me acuerdo que tenía muchos libros de Banana Yoshimoto. Cuando me acerqué a la biblioteca, me pareció que ella estaba ahí, pude sentir su presencia. Y eso no me servía nada para mi personaje, pero me generó algo en el cuerpo. En algún lugar se filtra eso. 

Esteban Lamothe, en su casa. Foto Cris Sille.

–¿Y vos escribís? ¿Fuiste a algún taller literario?

Sí, empecé a escribir. Tengo muchos cuadernos. Ya escribía cuando era chiquito unos poemas que después tiré porque me daban vergüenza. Me había comprado unos libros con las letras traducidas de The Cure y copiaba por completo el estilo en un español de Anagrama malísimo. De hecho tenía una banda de rock y, como en mi pueblo nadie conocía a The Cure, el primer tema que compuse se llamaba “Cinco chicos imaginarios” como el disco, igual (bueno, le cambié la cantidad de chicos, porque el original es “Three Imaginary Boys”). Mis poemas de juventud eran así, medio tristes, hablaban del amor de la infancia que se fue, como las canciones de The Cure, porque soy fanático. Y en esta nueva etapa más adulta me puse a escribir porque me dieron ganas. Hace un tiempo que estoy más conectado con mi infancia y mi adolescencia, con una etapa que después olvidé y que ahora me está apareciendo en el cuerpo, y los poemas vienen por ahí. Y también por el lado de los animales, que me gustan mucho, y todo el vínculo que tuve con ellos.

–¿Y das a leer esos poemas? ¿Los trabajás con alguien?

Tengo muchos amigos poetas, pero no quería meterlos en ese berenjenal y que me opinen los poemas, porque me hacen eso a mí todo el tiempo con la actuación y no funciona. No es que yo te digo: “Vení que te presento a (Adrián) Suar” y listo. Con el tiempo fui aprendiendo a no mezclar las cosas. Hace 20 años fui compañero de teatro de Clara Muschietti y no la vi nunca más, pero leí sus libros y me encantaron. Y me dieron ganas de trabajar mis textos con ella porque sabía que era alguien lejano y cercano en sensibilidad a la vez. Trabajamos unos cuantos meses juntándonos y viendo si aparecía mi voz. Yo sabía que estaba re entregado y con muchas ganas de escribir y exponerme… incluso dispuesto a pasar vergüenza. Y voy a seguir pasando vergüenza cuando publique el libro el año que viene por la editorial Caleta Olivia. El otro día leí en público con Fabián Casas, Virginia Cosin y Romina…

–¿Y te sentís diferente leyendo poesía en público que en un escenario? ¿Cómo te llevás con el hecho de ser un actor que escribe? 

Es otra cosa. Es como ir a trabajar a un banco, o ir a robar un banco. No tiene nada que ver, hay otros nervios. A la vez sé que escribir poemas me expone y cualquiera puede ser capaz de burlarme. Me imagino que en un programa de chimentos pueden agarrar mi libro y decir “¿a ver qué escribió Lamothe?”. Ya sé hasta de qué poema se reirían, y yo me reiría de esos poemas también si un actor de Polka o de las novelas que hice los escribiera. Al mismo tiempo, me tengo que ir ganando mi lugar si quiero escribir poesía como lo deseo. Me la re banco en ese sentido. Si no le gusta el libro a alguien, bueno, no importa. Es re grasa lo que voy a decir, pero ya dejé de no hacer cosas por la vergüenza que me puede dar. Si tengo ganas de hacerlas, las hago igual. En el verano por ejemplo llevé boxeadores a leer poesía en Blender y no se enteró nadie y para mí estuvo buenísimo. Maravilla Martínez se re copó y leyó bastante [Si quieren ver ese programa, está por acá y esto sucede sobre el final]. 

Malena Rey revisa la biblioteca de Esteban Lamothe. Foto: Cris Sille.

Los libros de poesía como protagonistas

Volvemos a pararnos ante los estantes porque se acuerda de un poema de Daniel Durand que cita de memoria y sale a buscarlo: Hay recuerdo podrido en todas partes./ Hay futuro podrido en todas las fotos que nacen diariamente./ Las fotos consumen toda la energía/ para su almacenamiento y existencia./ Nuestras fotos nos están aniquilando, incluido en el libro Lupa de la inmersión. Llama la atención que convivan en sus estantes las obras completas de Francisco Madariaga con el poemario del vietnamita Ocean Vuong, los poemas de Anne Carson y Luise Glück junto a los libros de Cecilia Pavón. 

–¿Podemos hacer un punteo por los libros de poesía que más te hayan gustado? 

Dale, sí. Estos libros de Durand me gustan mucho. Llegué a él por Fabián Casas, porque somos muy amigos, y él me lo mostró. Tengo ese libro y El Estado y él se amaron. De Fabián también me encantan sus poemas. Otro de los que más me gustan es el poemario de José Watanabe Animal de invierno, uno de sus libros más breves e iniciáticos. Cecilia Pavón me encanta también: es cero grandilocuente. Me flashea que haga poemas sobre los cafés de Balvanera. Pensé que no se podía escribir poesía sobre esos lugares… Luis Chaves es otro autor que me interesa. Leí Falso documental, su poesía completa. Además lo conozco personalmente y vino a verme al teatro, porque Esteban Bigliardi lo había conocido en un viaje en los 90 y se reencontraron y nos vemos a veces. También me gusta su libro Vamos a tocar el agua, sobre su estancia en Berlín con sus dos hijas, escrito en forma de diario. Y la poeta norteamericana Sharon Olds es una de mis favoritas. Su libro La materia de este mundo lo regalo mucho. Me encanta lo doméstico que tiene su obra, y cómo habla del sexo, de las relaciones familiares. Tiene un nivel de libertad y belleza que me conmueve. Es tremenda. 

Foto: Cris Sille.

Igual, de quien soy más fanático es de Sara Gallardo. Me compré hasta uno infantil de ella, y el volumen que reúne su obra periodística. Mis preferidos son Eisejuaz y Los galgos, los galgos. Y son tan distintos los dos… Enero es una gran novela también, para ser la primera que publicó. Tiene tensión, parece una película independiente del Bafici pero bien hecha. Estaría bueno que adaptaran Enero al cine. Y Los galgos, los galgos también me la imagino filmada, pero hay que hacerla con mucha plata.  

Foto: Cris Sille.

Debilidades: la sección de boxeo y los libros infantiles

El boxeo es de lo que más me gusta. Miro mucho boxeo, y a nivel literario podría haber leído más, porque me interesa puntualmente. A mí me asesora Osvaldo Príncipi, que tiene una biblioteca genial con más de cien libros de boxeo. Es que es el deporte más dramático de todos, y el más narrativo. Hay un cuento de Jack London, otro de Cortázar, es infinito, dice Lamothe con bastante pasión, y señala El combate, de Norman Mailer como uno de sus títulos predilectos, junto a algunas biografías de pugilistas y un libro sobre la historia del Luna Park.

–¿Qué es esto de Joyce Carol Oates? ¡Nunca lo había visto! No sabía que ella había escrito sobre el tema.

Este es espectacular. Sí, ella iba a ver boxeo con el papá, que era fanático, y entonces cuenta las anécdotas de lo que le provocaba cuando era chiquita y agarra toda la época de “Los cuatro fantásticos” que son Marvin Hagler, Ray ‘Sugar’ Leonard, Tomas Hearns, y Mano de Piedra Durán.

Foto: Cris Sille.

–¿Y todos estos libros infantiles?

Uy, ¡esta es la mejor sección de todas! Me encantan los libros ilustrados. Investigué bastante de literatura infantil para leerle a mi hijo. Soy muy manija con esto. Hay una ilustradora coreana fascinante que se llama Susy Lee. Sus libros son silenciosos y casi poemas. Me los recomendaron en una librería y me impactó mucho. Y este que se llama La ola es hermoso también. De Anthony Browne tengo un montón, como este que se llama Voces en el parque. Y de Oliver Jeffers también, él es medio best-seller pero de muy buena calidad. ¡Mirá lo que es esto! [Dice mientras pasa todas las páginas del libro álbum El bosque dentro de mí de Adolfo Serra y nos lo muestra completo].

–¿Y eras de sentarte con tu hijo a leer?

Todos los días. Todas las noches durante años. De hecho es un bajón que ya no lo hagamos. Pero bueno, él ahora está leyendo sus cosas para el colegio, va a séptimo grado. Antes le daban buenas cosas, ahora viene con mucha ciencia ficción. Su generación no sé si tiene tanto el hábito de la lectura… Mucha pantalla. Lo que sí veo es que hay muchos amigos suyos que leen manga. 

Foto: Cris Sille.

Creo que este de Los viajes de Gulliver es mi libro más viejo. Me lo compré cero kilómetro y mirá lo que es la edición. ¡Qué gran momento cuando uno lee estas cosas por primera vez! Y este es espectacular: Las fieras cebadas de Kumaon. Llegué porque Borges lo recomendó: es el diario de un cazador de tigres inglés. Es muy común que en la India un tigre cebado empiece a acechar las aldeas y mate a la gente. En general no lo hacen, pero cuando se lastiman y no pueden cazar, o cuando la mamá les da carne humana, una fiera se puede cebar, y en este libro se cuenta un poco todo eso. Es bastante masculino ahora que lo pienso.

–Si tuvieras que recomendarle libros a alguien que no lee mucho, ¿qué le darías? 

Depende a quién. A mi suegro que no lee le regalé Open, la biografía de André Agassi, que está re buena. Si no lee eso, es que no quiere leer para nada… Pero recomendaría El informe de Brodie de Borges, uno de los más accesibles. Tengo la edición de La Nación. Lo leí en otra época y me encantaba, pero como con otros autores que leí a los 20, sería re caradura ponerme a hablar de él porque no me acuerdo mucho. Leí varios de Borges y entendía lo que podía. También leí a Sábato: El túnel y Sobre héroes y tumbas. Una novia me regaló una entrada para verlo en el teatro Cervantes que tocaba la guitarra Juan Falú y él recitaba el Romance de la muerte de Juan Lavalle. Un plan re virgo… 

Esteban Lamothe y Jorge Luis Borges. Foto: Cris Sille.

–Bueno, como hago siempre en esta sección, te traje de regalo algo para tu biblioteca. Son dos libros bien breves de la editorial Periférica. Uno es de Arthur Cravan, que fue justamente boxeador y poeta. Son las Cartas de amor a Mina Loy, que le escribió a su novia justo antes de desaparecer para siempre en una barca en el mar en 1918. Y el otro se llama Nada más, y es el último libro que escribió Marguerite Duras. Está dedicado a su amante Yann, que era más joven que ella, a quien le dedica sus últimas palabras de amor. Es muy conmovedor.

¡Qué bueno! ¡Gracias! A él no lo conocía, y de ella no leí nada. Me encanta la literatura del amor. 

Foto: Cris Sille.

Gracias, Esteban, por recibirnos.

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Lewis Mumford y las ciudades ideales, ¿existen?

Lewis Mumford tiene mucho que decir sobre las ciudades. A menudo se lo cita como uno de los grandes pensadores del siglo XX, pero es particularmente en el campo del urbanismo donde su mirada, rebosante de erudición y curiosidad, mantiene intacta su relevancia.

Nacido en 1895 en el barrio de Queens, en Nueva York, el joven Mumford estudió literatura e ingeniería, aunque nunca obtuvo un título universitario. Fue, más bien, un autodidacta influido por su mentor Patrick Geddes, biólogo y urbanista escocés que desarrolló una serie de conceptos clave sobre la planificación urbana.

En 1922 Mumford publicó su primer libro, Historia de las utopías, que Ediciones Godot acaba de reeditar como parte de su Biblioteca dedicada al autor (en coedición con la editorial española Pepitas de calabaza) y que en tiempos como los que corren es de lectura obligatoria para quienes amamos la vida en la ciudad.

Sueños europeos

En Historia de las utopías, el autor repasa las grandes promesas de ciudades ideales, de Platón a Tomas Moro, pero se detiene especialmente en la del filósofo francés Charles Fourier, que se imaginaba un contingente de 1.500 o 1.600 personas viviendo en un dominio compuesto por campos, huertos y viñedos (de acuerdo a la naturaleza del suelo y a los requisitos industriales). Según su programa, el principio de la asociación se materializa en un vasto edificio en el centro del dominio dividido en tres alas. En un ala están los talleres; en otra, la biblioteca, los museos y los estudios de los artistas; en el centro, los salones de banquetes y los grandes salones. Hay, sí, guarderías comunitarias y cocinas públicas donde los niños aprenden a cocinar desde una edad temprana.

El autor también repasa el proyecto de ciudad modelo del escritor y viajero inglés James Silk Buckingham, quien planteaba la construcción de una nueva ciudad llamada Victoria, con un máximo de 10 mil habitantes. Rodeada de 4 mil hectáreas de tierra cultivable, todas las tierras, casas y fábricas son –según este diseño– propiedades de la Compañía, la cual debe explotarse en beneficio de todos en proporción a la participación de cada uno. En su concepción, sólo puede ser miembro de la Compañía (o habitante de la ciudad, que es lo mismo) quien posea acciones por un valor mínimo de 20 libras y que adhiera a una serie de leyes restrictivas.

“Lo interesante de esta utopía son sus planes y especificaciones detalladas, que Buckingham acompaña además de dibujos. Se trata ciertamente de uno de los primeros intentos de plantear un problema de ingeniería social en términos a partir de los cuales cualquier ingeniero o arquitecto podrían trabajar”, resume Mumford.

La utopía de Victoria, escrita a mediados del siglo XIX, terminaría inspirando a otra que sí llegó a concretarse, al menos en algunos lugares. En 1989, el urbanista británico Ebenezer Howard retomaría los conceptos de Buckingham para su influyente libro Garden Cities of To-Morrow, que daría inicio al movimiento de la “Ciudad Jardín”.

El modelo original de ciudad jardín suponía comunidades urbanas de mediana escala rodeadas por un cinturón verde exterior. Fuente: Wikimedia Commons

Para Howard, el ideal está en un jardín al centro rodeado por edificios públicos y envuelto por un bulevar cubierto; luego, dos anillos de viviendas y algunas zonas comerciales. Más lejos del centro, las actividades industriales y, por último, un cinturón verde exterior.

De estos últimos dos autores, Mumford rescata la importancia de transformar este ideal utópico en planes, diseños y proyectos detallados. “Deberíamos sospechar que una utopía que no pueda convertirse en planes específicos seguirá, como suele decirse, flotando en el aire”.

Seamos realistas, pidamos lo urbanamente posible

El contexto en el que se publica Historia de las utopías tiene que ver mucho con el desencanto intelectual que sigue a la Gran Guerra. “Como muchos de mis contemporáneos, ya era consciente de que el ímpetu del gran siglo XIX, con su caudal de boyante idealismo y de robustas iniciativas sociales había llegado a su final”, cuenta Mumford en el prefacio, escrito varios años después.

A pesar de haber investigado varios modelos ideales, el autor reconoce que no tiene una utopía privada propia. “Al contrario que la mayoría de los utopistas, en cualquier plan tengo que dejar un lugar para los desafíos, la oposición y el conflicto, para el mal y la corrupción, pues resultan visibles en la historia natural de todas las sociedades; y si apunto hacia fines más trascendentales, es porque los momentos negativos de la vida se las apañan bien por sí solos, y no necesitan de mayores estímulos. Uno no tiene que planear el caos y la degradación, pues estos se producen cuando el espíritu cesa de estar al mando”, escribe. 

Lewis Mumford murió en 1990 pero su producción intelectual se extendió por varias décadas. Fuente: Ediciones Godot.

Encanto medieval

Cuatro décadas más tarde, Mumford publicaría lo que muchos consideran su obra maestra: The City in History

A lo largo de más de 600 páginas, el autor se zambulle en los orígenes de las ciudades, sus transformaciones a lo largo del tiempo y sus perspectivas futuras. Y si bien ya tiene un tiempo –fue publicado en 1961– muchas de sus observaciones conservan su agudeza. 

Sería imposible hacerle justicia a semejante obra en algunos párrafos, por lo que podemos concentrarnos en un aspecto puntual de su recorrido erudito: su elogio de la ciudad medieval.

Cuenta Mumford que las calles estrechas y sinuosas de las ciudades medievales, pensadas tanto para la defensa como para resguardar a sus habitantes del clima, terminaban funcionando como algo más que meros caminos para el tránsito.

“Con frecuencia, la calle estaba bordeada a cada lado por una arcada, que formaba el extremo abierto de una tienda. Esto proporcionaba un mejor refugio que una calle estrecha y abierta”, dice Mumford. “En general, la calle era una línea de comunicación para peatones, mientras que su utilidad para el transporte sobre ruedas era secundaria. Las calles no solo eran angostas y a menudo irregulares, sino que también eran frecuentes las curvas abruptas y las calles sin salida”.

Estas características dotaban a cada espacio de la ciudad de una fisionomía particular, creaban un ambiente acogedor –donde las personas podían caminar, detenerse y relacionarse– y, sobre todo, sumaban sorpresa y variedad al recorrido.

Para Mumford, la ciudad de Innsbruck, en Austria, es un buen ejemplo medieval de calles angostas, arcadas y tiendas a la calle. Foto: Wikimedia Commons

En términos de acceso a la salud, explica Mumford que en la Edad Media los hospitales aparecen por primera vez en gran número. “El centro de salud ya no era un resort alejado de la ciudad y orientado principalmente a aquellos que podían costearse el viaje sino un lugar en el centro, a mano, abierto a todos aquellos que lo necesitaban”, dice el autor. También destaca el rol de los asilos (“ningún tipo anterior de ciudad había desarrollado este servicio para los menos afortunados”) y de la hospedería monástica, donde aquellos incapaces de pagar una posada podían alimentarse y pasar la noche.

Por momentos, Mumford corre el riesgo de romantizar una era que, en otros aspectos, fue difícil para las grandes mayorías (no hay que olvidar que la vida en la ciudad medieval estaba atravesada por olores y epidemias). Pero la mirada histórica del autor ayuda a entender cómo momentos posteriores terminaron siendo peores en otros aspectos. Por ejemplo, Mumford compara –positivamente– las condiciones higiénicas de la Edad Media con las de la Revolución Industrial: en el medioevo, dice, había menos hacinamiento y los desechos eran todos orgánicos.

¿No existe, entonces, la ciudad ideal? “Mi utopía es la vida real, aquí o en cualquier parte, llevada hasta los límites de sus posibilidades ideales”, dice el autor.

Coda

Mumford nunca se definió como un técnico o un académico. En The City in History, su estilo ensayístico le permitió indagar cada tipo de organización urbana de manera amplia pero sin perder rigor, articulando sus hipótesis urbanas con una evocación poética.

Una de las grandes enseñanzas de su obra es que las ciudades son artefactos que construimos para nosotros mismos (“tanto una herramienta física para la vida colectiva como un símbolo de esos propósitos colectivos”) y que por lo tanto no hay que olvidar que deben satisfacer necesidades humanas. Su mirada crítica nos ayuda a identificar aquellos momentos de peligro en los que la máquina de crecimiento, la tecnocracia y el consumo irreflexivo han tomado el control. Visto lo visto, es un buen momento para sentarse a leer uno de sus libros.

Otras lecturas:

Quita de retenciones, una medida frágil y cara

Hay medidas que, en lugar de resolver un problema, terminan agravándolo más. Las eliminación temporal de las retenciones es una de esas. Una medida con un costo fiscal sumamente elevado que solo generó un efecto efímero en el mercado cambiario y que, en los próximos días se va a transformar en un dolor de cabeza para el Gobierno.

Los anuncios

El mismo lunes en que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, publicó su tuit diciendo que “haría lo que sea necesario” para ayudar a la economía argentina, el gobierno anunció la eliminación temporal de las retenciones al agro por un tope de hasta USD 7.000 millones (de los cuales, el 90% debería ser liquidado como máximo 3 días después de su declaración).

La combinación de estos dos elementos tuvo un efecto inmediato en la fuerte presión cambiaria que había hasta el viernes de la semana anterior. Por un lado, la eliminación temporal de las retenciones provocó un aluvión de liquidaciones de las exportaciones, que en 3 días completaron el cupo e inundaron de dólares el mercado cambiario. Para tomar dimensión de la magnitud, en todo julio (mes de mayor liquidación del 2025) se liquidaron USD 4.100 millones. O sea, en pocos días se liquidó un 50% más. Lo otro importante a destacar es que el costo fiscal de esta medida –las retenciones que dejó de cobrar el Estado– se estima que fue de USD 1.500 millones.

Por otro lado, el mensaje de Bessent operó sobre las expectativas de devaluación y sobre el riesgo país (el apoyo contundente de Estados Unidos fortalecía la capacidad de repago de la deuda). O sea, una medida apuntó a traer dólares de inmediato, mientras que la otra promete traer –mucho más– en el futuro cercano.

No obstante, su efecto fue bastante menor al esperado. En primer lugar, a lo largo de toda esa semana (lapso en el que se vendieron todos los dólares liquidados por el agro), el Tesoro sólo logró acumular unos USD 2.160 millones, lo que representa aproximadamente el 35% del total. Por otro lado, el tipo de cambio bajó 10%.

Este magro resultado se explica por el hecho de que, pese a los anuncios, la demanda de dólares no aflojó. Dicho de otra manera, es evidente que el tuit de Bessent no convenció al mercado, que ya se acostumbró a que este gobierno haga anuncios que tardan mucho en concretarse (sin ir más lejos, Milei anunció el acuerdo con el FMI el primero de marzo en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, pero después de muchas idas y vueltas, recién el 11 de abril se conocieron los detalles del préstamo).

El regreso de las regulaciones cambiarias

Su efecto hubiera sido todavía menor, de no ser por las restricciones cruzadas que introdujo a las personas “físicas” para frenar el arbitraje que había entre el tipo de cambio oficial y el financiero (si una persona compra dólares en el mercado oficial no puede vender en el mercado financiero por 90 días). Rebobinemos un poco para explicar esto, porque en realidad este problema del arbitraje está presente desde el día 1 en el que se eliminaron las restricciones cambiarias.

Recordemos que, en ese entonces, se eliminaron todas las restricciones para las personas físicas, pero se mantuvo la restricción cruzada para las personas “jurídicas” (las empresas) junto con la prohibición de comprar dólares en el mercado oficial para remitir utilidades (eso recién se podría hacer en 2026), con el objetivo de contener esa demanda de dólares, que debía canalizarse al mercado financiero. Eso debía hacer que el tipo de cambio MEP/CCL operase en un nivel más elevado que el oficial, es decir, debía llevar a que exista una brecha cambiaria (cuya magnitud dependía de dicha demanda).

Sin embargo, había un problema. Al permitir a las personas físicas operar en ambos mercados con total libertad, eso abrió la posibilidad de arbitrar dichos mercados. Es decir, comprar dólares (más baratos) en el mercado oficial y venderlos (a un valor más elevado) en el mercado financiero, lo que en definitiva hizo que la brecha fuera mínima. O sea, esto hizo que en la práctica la regulación no funcionara. La demanda de dólares de las empresas no solo se terminó “filtrando” al mercado oficial a través de los arbitrajistas, sino que además les permitió hacerlo a un tipo de cambio prácticamente idéntico al oficial.

La Gerencia de estudios económicos del Banco Provincia estima que más de la mitad de la compra de dólares de la formación de activos externos estuvo explicada por este mecanismo (unos USD 9.500 millones sobre un total de USD 18.100 millones entre abril y agosto de este año).

Descomposición de la formación de activos externos (FAE) neta (en M USD)

Fuente: Gerencia de estudios económicos del BAPRO.

Volvamos entonces a la actualidad. La restauración de la restricción cruzada para las personas físicas fue justamente para frenar este arbitraje, lo que obviamente provocó que el precio del dólar MEP y el contado con liquidación (CCL) se incrementaran y que la brecha supere el 10%. Ahora bien, el motivo puntual no fue frenar esta sangría de dólares (lo cual, ya de por sí hubiese sido un motivo suficiente), sino desincentivar a las cerealeras a que, luego de vender sus dólares, buscaran dolarizarse nuevamente (a un precio similar). En el extremo, eso hubiera provocado que el Tesoro no acumulara ni un solo dólar.

Liquidaciones del sector agropecuario y compras del Tesoro (en millones USD)

Fuente: Consultora 1816

En suma, no hay dudas de que el resultado no fue el esperado. Aun con el costo económico, pero sobre todo simbólico, de volver a tener que poner restricciones cambiarias, sólo lograron acumular el 35% de todo lo liquidado.

Pan para hoy, hambre para mañana

Pero ahí no terminan las malas noticias, porque lógicamente una vez finalizada la medida, se redujo drásticamente la venta de dólares por parte del sector en el mercado. Pero la demanda no aflojó, con lo cual, el tipo de cambio volvió a retomar una tendencia alcista.

En una maniobra difícil de comprender, el tesoro empezó a vender dólares para contenerlo en 1.425, por debajo del techo de la banda. Dada la fuerte presión de la demanda, que estimamos se va a mantener como mínimo hasta las elecciones, lo lógico sería dejar que aumente hasta el techo de la banda y ahí vender (no venderlos ahora “baratos” a un precio más bajo).

La respuesta del mercado no fue buena. Cada dólar que vende el Tesoro es un dólar menos que tiene para pagar la deuda, por ende, eso provocó el aumento del riesgo país (que mide la probabilidad de pago, que dicho sea de paso fue el tema de la última edición de #Rollover), lo que a su vez elevó las expectativas de devaluación y arrastró consigo la demanda de dólares. El resultado fue un costo cada vez más elevado para sostener el tipo de cambio. En las últimas 6 jornadas que tenemos datos, el BCRA habría vendido unos USD 2.000 millones, es decir, prácticamente la totalidad de lo que había acumulado gracias a la eliminación temporal de las retenciones al agro.

Para que se entienda: el Gobierno se “gastó” (dejó de recaudar) USD 1.500 millones para tener 2 semanas de estabilidad cambiaria; que, en realidad, ni siquiera, porque de no haber existido la medida las liquidaciones del sector se hubieran hecho de manera repartida en el tiempo y, en las próximas semanas, el mercado cambiario hubiese tenido una oferta constante de divisas por parte del sector. Ahora esa oferta prácticamente desapareció, haciendo que el Gobierno (y el Banco Central, cuando llegue al techo de la banda) sean los únicos oferentes de dólares en el mercado cambiario.

En definitiva, el Gobierno apeló a una medida sumamente costosa y cortoplacista para tratar de mantener el dólar estable de cara a las elecciones. Al final, populistas somos todos.

Otras lecturas:

Scott Bessent confirmó apoyo a Argentina: “Solo Estados Unidos puede actuar con rapidez, y actuaremos”

Buenas, ¿cómo va?

Esto es algo de lo que pasó hoy: Bessent confirmó el apoyo al Gobierno argentino (te lo explica Emiliano Libman), Israel y Hamas firmaron el acuerdo de paz, allanaron a Espert y sigue el conflicto en Chicago.

Leer este mail te va a llevar cuatro minutos.

La frase del día

Estamos cerca de tirar a la basura todo lo que hemos logrado.

—Javier Milei

F5

Economía. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, ratificó el fuerte apoyo al Gobierno argentino: confirmó el swap por 20 mil millones de dólares y anunció que, por el “grave momento de iliquidez” de nuestro país, el Tesoro estadounidense intervino comprando pesos. El universo es muy confuso realmente. “Solo Estados Unidos puede actuar con rapidez, y actuaremos”, escribió y elogió el funcionamiento de las bandas cambiarias. Pedí prestado a uno de los autores del newsletter #Rollover para explicar qué implica todo esto. Escribe, acá abajo, Emiliano Libman.

Análisis. Si bien ya hemos acordado líneas de swap con otros países y este tipo de declaraciones afirmando disposición a intervenir son habituales, este apoyo no tiene precedentes. Es cierto que el Fondo de Estabilización del Tesoro Americano (de donde salen los recursos) se creó para operaciones de esta naturaleza, pero es muy anormal para un país como Argentina (que no presenta riesgo sistémico) recibir este tipo de ayuda. Sólo una relación cercana y el interés de Donald Trump parecen explicar la movida. Aún resta ver si hay condiciones como contrapartida. Pero, de materializarse, podría significar un alivio para las tensiones cambiarias, al menos hasta las elecciones.

Paz. Israel y Hamas acordaron la primera fase del acuerdo de paz en Gaza. El Ejército israelí deberá replegarse hasta controlar cerca del 53% de la Franja. En las 72 horas posteriores al cese al fuego, Hamas tendrá que liberar a todos los rehenes, vivos y muertos. Por su parte, Benjamin Netanyahu se comprometió a liberar a 250 prisioneros palestinos condenados a cadena perpetua y 1.700 detenidos en Gaza después del atentado del 7 de octubre de 2023.

Espert. Por orden de la Justicia, allanaron el despacho de José Luis Espert en Diputados y su casa en Beccar, San Isidro. El diputado –hoy con licencia– recibió a la Policía junto a sus abogados y entregó un celular, al que le harán una copia y será peritado. En la puerta, el abogado Alejandro Freeland, a quien no dejaron entrar, dijo: “Me voy afuera porque acá me aburro y estoy parado con el perro”. Ayer, en la casa de Federico Machado, encontraron un contrato con Espert por un millón de dólares. La fecha es del 7 de junio de 2019.

Chicago. La ciudad se volvió el epicentro de la lucha de Trump contra los migrantes. En las últimas semanas, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas arrestó a cientos de personas en distintas redadas, algo que generó protestas en la sede del organismo. El mandatario estadounidense pidió que metan presos al alcalde de Chicago, Brandon Johnson, y al gobernador de Illinois, J. B. Pritzker –ambos demócratas–, porque “no están garantizando las protecciones a los agentes de inmigración”.

¿Algo más?

Por si te lo perdiste, en #RecetaParaElDesastre, Valentín Muro escribe sobre los monos y se mete con la historia de la evolución. Además, Pablo Ibáñez dice que la renuncia de Espert no alcanza para paliar el daño.

Y no te olvides de sintonizar, desde las 20, #ElFinDeLaMetáfora. Iván, Manu, Jairo y Déborah reciben a los legisladores Itaí Hagman y Facundo Manes, y al intendente de Esteban Echeverría y candidato a diputado, Fernando Gray.

Un dato random

En algunas regiones de Alemania creen que cuando un gato negro se te cruza de derecha a izquierda puede traerte buena suerte. Ahora, agarrate si va en el sentido opuesto.

Una recomendación

En esta página podés hacer un tour en 360° por Tasmania.

Y te dejo una para el finde largo: cebado con Paul Thomas Anderson, la semana pasada volví a ver There will be blood. Y si todavía no viste su última película, la recomendación es esa.

Ayer falleció el entrenador de Boca, Miguel Ángel Russo, un tipo que vivía por el fútbol. Eligió irse haciendo lo que más le gustaba, porque estaba muy comprometido con su propia vida. Cierro el news de hoy con un mensaje que dejó en su vuelta a Boca, a fines de 2019: después de superar en Colombia la primera etapa de su enfermedad, le preguntaron por qué no elegía un lugar más tranquilo. Russo contestó con una sonrisa. “Porque no sería yo. ¿Sabés lo que es no ser vos?”. Hasta siempre, Miguel. Te vamos a extrañar.

Que tengas un lindo fin de semana. Nos leemos el lunes.

Pedro

El simio arrogante, o por qué no somos tan especiales

No sé qué habrás escuchado pero acá nadie desciende de los monos. Nuestra especie es la única que usa corbata —y, en algunos casos, aplaude cuando aterriza un avión— por lo que puede resultar entendible que nos cueste escaparle a cierto complejo de superioridad. Pero los monos, simios o cualquier primate es tan “evolucionado”, por así decir, como los seres humanos. La diferencia está en que nos comportamos como si fuéramos más especiales. Esta observación es la que inspira el libro The Arrogant Ape (2025, “El simio arrogante”), de la primatóloga Christine Webb.

Incluso si no nos jactamos de ello, solemos ordenar al mundo en humanos y luego el resto. Tan es así que hablamos con soltura de “la naturaleza” como si no fuéramos parte de ella. Esta prolija separación de los tantos nos resulta tan obvia que no es necesariamente explícita en nuestra relación con el mundo. La humanidad posee la razón, la cultura, la conciencia, mientras que el instinto salvaje le queda al resto. A esto Webb lo llama el excepcionalismo humano: la creencia de que poseemos diferencias fundamentales, y superiores, al resto de la vida en la Tierra.

Esta cosmovisión —las gafas que nos colocamos cada mañana al encarar al mundo— no es solo origen de la arrogancia que inspira nuestra convicción de ser la medida de todas las cosas o una mera digresión. Según Webb, esta es la raíz de nuestra crisis ecológica, y un rasgo que adquirimos culturalmente.

El libro de Christine Webb.

La trampa de la adultez

En uno de los estudios que cita en el libro, la autora comenta que los niños no priorizan la vida humana sobre la de otros animales del mismo modo que los adultos: en ciertos dilemas morales muchos prefieren salvar a varios perros antes que a un solo humano. Los autores del estudio sugieren que la opinión de que la vida humana carga con mayor importancia moral que la de los animales aparece tarde en el desarrollo y probablemente se adquiere socialmente, por ejemplo a partir del modo en que nuestra sociedad usa, valora y descarta al resto de las formas de vida.

Este excepcionalismo humano también es evidente en el modo en que se estudia y mide la inteligencia animal, por ejemplo en el caso de la autoconciencia. Un experimento clásico, el test del espejo —desarrollado en 1970— se utilizó durante décadas para determinar si un animal posee la capacidad de autoconsciencia. Los chimpancés, delfines, cuervos y elefantes, entre otros, lo pasan mientras que la gran mayoría de las otras especies no pertenece a tan exclusivo club.

Pero esto no le olía bien a la investigadora de la cognición canina Alexandra Horowitz, quien se preguntó qué pasaría si intentáramos adecuar este experimento —sesgado hacia especies visuales como la nuestra— hacia un universo principalmente olfativo como el de los perros. Luego de diseñar un “test del espejo olfativo”, descubrió que estos sí se reconocen a sí mismos a través de su propio olor, algo que luego fue observado también en dos especies de serpientes. Solo había que intentar probar con su propio idioma.

Un umwelt propio

Cada especie habita un universo sensorial distinto, un Umwelt, como lo llamó el biólogo Jakob von Uexküll. Las aves ven colores en el espectro ultravioleta que ni podemos imaginar, los murciélagos construyen mapas tridimensionales con el sonido y las serpientes perciben el calor de sus presas en la oscuridad. Se nos presenta una inescapable incomodidad fundamental al reconocer que por más astucia que dediquemos no podremos alguna vez saber qué se siente ser un murciélago.

Esta insalvable dificultad afecta el diseño de muchos experimentos. “Las líneas que creemos que separan a los humanos de otras especies son artificiales”, escribe Webb, “porque las formas en que las dibujamos son fundamentalmente defectuosas”. En particular, gran parte de lo que creemos saber sobre la cognición de los primates proviene de comparar chimpancés cautivos —criados en entornos empobrecidos y artificiales, que poco se parecen a los salvajes— con humanos generalmente occidentales, educados, de países ricos. En ambos casos las comparaciones son poco representativas de lo que se busca estudiar. O, como resumía un artículo sobre inteligencia animal hace veinte años: “Delfines: no tan inteligentes una vez que los sacamos del agua”.

Durante el siglo XX, la visión dominante de la evolución, popularizada a través de caricaturas fuera de los círculos científicos, fue la de una competencia brutal si no la de “la supervivencia del más fuerte”. Esta narrativa encajó perfectamente con el ethos capitalista e individualista que relega la cooperación a un segundo plano. Esto es incluso medible: una reciente revisión de publicaciones en la revista Ecology encontró que dos tercios de los artículos estudiaban la “competencia”, mientras que menos del 4% investigaba la “cooperación”, a pesar de que ambos son fenómenos fundamentales en la naturaleza.

Simpatía, la clave

Charles Darwin mismo, en el cierre de El Origen de las Especies (1859), no describe un campo de batalla, sino una enmarañada red de interdependencias. Allí mismo explica que al introducir el término “lucha por la existencia” lo hace en un sentido “amplio y metafórico”. Años más tarde, en El origen del hombre (1871), Darwin sugeriría que la simpatía es una fuerza evolutiva fundamental en los animales sociales. Sin importar la época, la cooptación de la evolución en un marco puramente competitivo e individualista ofrece una visión estrecha y distorsionada de la teoría de Darwin.

Muchas de estas distorsiones conceptuales fomentaron también modos de hacer ciencia que confundieron la pretensión de objetividad con la idea de que para entender a un animal había que despojarlo de todo aquello que lo hiciera, por así decirlo, más humano: su individualidad, sus emociones, su historia. Tratar a los animales como sujetos era una cursilería, una falta inaceptable si lo que se pretendía era hacer ciencia con seriedad.

Frente a este trasfondo la historia de Jane Goodall captura ejemplarmente la tensión. Cuando empezó a nombrar a los chimpancés de Gombe en lugar de asignarles números en los años 60, fue acusada de antropomorfismo y sentimentalismo. Su gran subversión fue tratar a sus sujetos de estudio como individuos, algo que hoy parece obvio pero entonces desafiaba lo que se entendía como parámetros de distante objetividad. Fue a partir de este atrevimiento que pudo ver la complejidad de sus vidas sociales, sus personalidades y sus culturas, abriendo una ventana que el desapego científico mantenía cerrada.

Volver a mirar

Porque también resulta que los humanos no somos los únicos que tenemos cultura: distintas poblaciones de chimpancés desarrollan y transmiten socialmente comportamientos únicos, desde cómo usan herramientas hasta cómo gestionan sus interacciones sociales, o qué relación guardan con la muerte.

Esto último nos arrima al punto central: la creencia en nuestra superioridad nos ciega a la complejidad y a la interconexión de la vida. Y esta negligencia tiene consecuencias prácticas como llevarnos a pensar que la crisis climática es un problema técnico que se puede resolver con más de lo mismo que la causó: más control, más dominio. Soluciones como la geoingeniería solar o los delirios de colonizar Marte son, sin mucho misterio, otra expresión del excepcionalismo humano: la fantasía de que podemos escapar a las consecuencias de nuestras acciones en lugar de revisar nuestra relación con el planeta.

Para Webb enfrentamos un problema más bien narrativo que de ingeniería: no se puede salir de la crisis con la misma historia que nos trajo hasta aquí. La especie humana es única, pero todas las especies lo son. Quizá el error estuvo en convencernos de estar en la cima de una pirámide imaginaria.

En una entrevista, Webb se detiene también en la importancia de no saber, de aceptar la incertidumbre respecto de cómo enfrentaremos la crisis ecológica. Al respecto, menciona la distinción entre esperanza y optimismo: “El optimismo, al igual que el pesimismo, supone conocer las probabilidades respecto de si el futuro será mejor o peor. Pero aunque soy pesimista sobre lo que viene, prefiero la esperanza, porque tiene que ver con no saber, y está más cerca del asombro y de la humildad. No remite a calcular probabilidades, sino a reconocer que no lo sabemos todo”.Es este apetito por el asombro, empujado por el reconocimiento de nuestra ignorancia, lo que nos permite hacer preguntas distintas. Después de todo, concluye Webb, la de “simio arrogante” es apenas una máscara que también nos podemos quitar.

Foto: Depositphotos

Otras lectura:

El regreso de las viudas de Milei y la sombra de Espert

“El Profe” se convirtió, de repente, en Espert a secas. Tras una semana de sostenerlo, obstinado en algo que pareció un capricho o una complicidad, Javier Milei soltó a José Luis Espert cuando terminó de asumir, por los sondeos que le acercó Santiago Caputo, la dimensión del daño que el escándalo narco le produjo en la imagen del gobierno y del presidente, y en la intención de voto de La Libertad Avanza (LLA).

Incómodo, luego de quemar argumentos y desdecirse, Milei dejó que la tropa libertaria canibalice a quien era, hasta hace 100 horas, su candidato fetiche. Si no fuese que conoce desde 2021 el halo narco del vínculo entre Espert y Federico “Fred” Machado, el libertario tendría motivos para considerarse otra víctima de la mentira y el ocultamiento patológico que, tras las revelaciones de cada día, signan la conducta de Espert.

La más reciente: el economista firmó un contrato de USD 1 millón con una empresa de Machado a mediados de 2019. La transferencia de USD 200 mil, que se negó a reconocer hasta que trascendió un registro del Bank of America, habría sido uno solo de los pagos que le efectuó Machado. Los elementos exceden, por mucho, la categoría de “operación kuka” o “chismes de peluquería” con los que Milei intentó desmerecer las denuncias.

La limpieza

“Quería votar en contra de ese hijo de puta”, gruñó un legislador del ecosistema LLA-PRO cuando en Diputados se resolvió aprobar, de manera express, un pedido para que la Justicia pueda allanar las oficinas de Espert. El requerimiento lo hizo el juez Lino Mirabelli pasadas las 16 del miércoles y se aprobó, no sin picardías libertarias, pasadas las 21. A las 21:10 se pusieron fajas en la oficina 1 del primer piso de Riobamba 71, anexo B de Diputados, que ocupaba “El Profe”.

Un legislador opositor dijo tener conocimiento de que por la tarde personas con mamelucos azules habrían realizado una limpieza y “arreglos” en la oficina del ex candidato libertario. En Diputados, negaron la versión. Fantasía o realidad, es un modus operandi típico de los servicios de inteligencia: simular la presencia de trabajadores con el propósito de “limpiar” la escena o buscar, y recoger, elementos.

Con el mismo fin de producir una limpieza, desde el domingo al atardecer en que Espert renunció por X –la ex Twitter–, el gobierno se enfrascó en la tarea de erradicar el apellido Milei de su vocabulario. Tuvo que renunciar a su candidatura, le sugirieron que se aparte de la presidencia de la Comisión de Presupuesto y luego pidió licencia, con goce de sueldo. En LLA dicen que no abandonó la banca porque asumiría, en ese lugar, Hugo Bontempo, dirigente de lo que fue la UCeDé y ahora candidato en la lista que encabeza Roberto Cachanovski.

Es un atajo: hasta que no se le apruebe la licencia, Espert es legislador. Tiene, sobre todo, fueros. El miércoles no bajó al recinto pero estuvo, según confió una fuente legislativa a Cenital, en el Palacio. ¿Estuvo en su oficina, el recinto que el juez pidió allanar? Mirabelli dictó secreto de sumario, así y todo es curioso que quiera hacer un allanamiento del despacho del diputado. Si bien el pedido, de carácter secreto no se conoce en detalle, podría incluir una autorización para que se allane también su domicilio personal.

Como una cicatriz, Espert perseguirá a Milei al menos hasta el 26 de octubre porque el economista estará al tope de la Boleta Única de Papel (BUP) en la provincia de Buenos Aires. Si bien en Casa Rosada confían que la Cámara Nacional Electoral (CNE), revoque el fallo del juez federal con competencia electoral de La Plata, Alejo Ramos Padilla que rechazó el “corrimiento” de candidatos para que Diego Santilli quede en primer lugar, no hay ninguna expectativa sobre la reimpresión de las boletas, tal como pidió el apoderado Alejandro Carrancio.

Lisandro Catalán, ministro del Interior, informó que hay fondos para la reimpresión pero, a su vez, aportó un informe del Correo Argentino, encargado de la logística, que estimó que reimprimir 13 millones de BUP demandaría 9 días cuando, el propio calendario del Correo, indica que este sábado debe comenzar la distribución de boletas y materiales. Hasta anoche, Ramos Padilla no había resuelto.

El regreso de las viudas

El episodio Espert, con el rápido tratamiento para autorizar la solicitud de la Justicia, tapó un episodio que el oficialismo festejó como una victoria aunque, en la práctica, fue un empate: consiguió, con el apoyo de varios sectores, modificar el artículo 3 del proyecto para reformar el régimen de DNU y logró que, de ese modo, se vuelva a enviar al Senado. En general, el proyecto se aprobó pero ese artículo –que fija que si un DNU no se aprueba en un plazo de 90 días pierde vigencia– fue rechazado.

En medio de una seguidilla de palizas, LLA consiguió que varios bloques –algunos opositores, otros ex libertarios– y tres gobernadores, colaboren con evitar otra derrota, en un tema hipersensible como los DNU (que le permitió a Milei extender dos veces el presupuesto y a redirigir partidas) que, por otro lado, parecía condenado a un veto que, a diferencia de temas como Garrahan o universidades, tenía chances de sobrevivir.

Fue, por eso, un gesto de vitalidad política que le consintieron extrañamente la Coalición Cívica, que aprobó en general pero se abstuvieron en el artículo 3, dos diputados de Coherencia –desprendimiento de LLA– y algunos diputados del PRO crítico, como Álvaro González y Héctor “Coneja” Baldassi. También ayudaron Oscar Zago y Eduardo Falcone del MID y los radicales colaboracionistas Fabio Quetglas y Karina Banfi.

A todos estos sectores los une una característica: fueron durante gran parte de la gestión Milei dadores de gobernabilidad que, por distintos motivos –políticos, de diálogo, por los modos del presidente, de peleas de entrecasa con los libertarios– tomaron distancia, y cuando Mieli tropezó se volvieron más críticos. Sin embargo, esta vez salieron al auxilio de nuevo las viudas de Milei para facilitarle o ayudarlo en una victoria legislativa, algo que hace mucho tiempo no puede festejar el gobierno.

Pero el dato más potente fue otro: Maximiliano Pullaro colaboró con el oficialismo a través de Melina Giorgi y “Nacho” Torres aportó a Ana Clara Romero y Jorge “Loma” Avila. El santafesino y el chubutense forman parte de Provincias Unidas, espacio que comparten con el cordobesismo de Martín Llaryora, el jujeñismo de Carlos Sadir y el correntinismo de Gustavo Valdés. “Siempre quieren ayudar” explicó una fuente que estuvo al tanto de la negociación.

El dueño del empate

Ese empate –la ley se aprobó pero debió volver a Senado– con olor a triunfo, que luego quedó bajo la alfombra por la discusión sobre el allanamiento a Espert, produjo otro hecho peculiar: la discusión, hacia adentro del oficialismo, respecto a quién negoció y consiguió el apoyo de los distintos sectores para evitar una derrota que pudo profundizar la deriva política y legislativa de La Libertad Avanza.

En Diputados, le atribuían la gestión a Martín Menem en un movimiento de pinzas con Catalán y el jefe de Gabinete Guillermo Francos. En Casa Rosada decían que fue una negociación que llevó adelante Santiago Caputo en línea con Cristian Ritondo, jefe del bloque PRO. Al margen de la disputa en torno a una victoria, se explicitan otras batallas: la más potente sobre qué puede ocurrir en diciembre con la presidencia de la Cámara de Diputados.

Mauricio Macri habría pedido a Milei que ese lugar lo ocupe Ritondo. Caputo, promotor de una red de acuerdos, vería bien ese movimiento. Para que eso ocurra, Milei debería darle un nuevo destino a Martín Menem, uno de los laderos de Karina Milei. ¿Lo puede desplazar de ahí y reducirlo a diputado raso, o el riojano, si hubiese algún cambio, tiene destino en el gabinete nacional?

Otras lecturas:

Hay plata para reimprimir las boletas, pero no hay definiciones

Diputados aprobó nueva ley de DNU. Condenados por intento de asesinato a CFK. Campaña de Milei en el país. Protesta de pilotos. INDEC actualiza datos de industria. Prohibieron las redes sociales a menores en Dinamarca. Se espera que hoy se firme la paz en Medio Oriente. 

1. Sesión maratónica

La oposición en Diputados logró reunir 140 votos y aprobó la reforma de la ley que regula los DNU, pero volverá con cambios al Senado. Es un freno a las posibilidades del presidente de gobernar por decreto porque permite que los DNU puedan ser rechazados por una sola cámara. Se prevé que Javier Milei vete la ley, que no tiene costo fiscal. También se aprobó interpelar a los ministros de Economía, Luis Caputo, y de Salud, Mario Lugones, y a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, para exponer sobre los audios de Diego Spagnuolo sobre las irregularidades en ANDIS.

Sobre José Luis Espert: pidió licencia como diputado nacional hasta el final de su mandato (no aclaró “sin goce de sueldo”, así que es con salario y con fueros). Además, en un allanamiento a Fred Machado (el argentino preso acusado de narco), la policía encontró un contrato de locación de servicios con Espert por un millón de dólares, con fecha anterior a la campaña de 2019. 

Asunto boletas: el juez federal Alejo Ramos Padilla determinó que Karina Celia Vázquez (Karen Reichardt) reemplace a Espert como primera candidata a diputada en la lista de LLA en PBA (estaba segunda) y no lo que quería el oficialismo que era poner a Diego Santilli (que era tercero en la lista) a encabezar la boleta. En estas horas debería definirse la apelación libertaria y si se reimprime o no. Fijate qué curioso: el Gobierno dijo que, para eso, hay plata

2. Condena por el atentado 

El Tribunal Oral Federal N° 6 condenó a Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte por el intento de asesinar a la entonces vicepresidenta Cristina Fernández. El vendedor de copos de azúcar que gatilló en la cara de CFK fue sentenciado a 10 años de prisión y su exnovia, declarada partícipe necesaria, recibió una pena de 8 años. Los fundamentos: el 9 de diciembre. 

Nicolás Carrizo, “jefe de los copitos”, fue absuelto, después de que la querella y la fiscalía retiraran la acusación en su contra porque no tuvo participación en el hecho. Sabag Montiel quedó con una pena total de 14 años de prisión porque tenía otra condena por tenencia y distribución de imágenes de abuso sexual infantil.

3. Milei sigue viajando 

Todo lo que Javier Milei no recorrió el país en la campaña presidencial lo está haciendo ante la elección legislativa: tras su breve paso por Paraná, Santa Fe y Mar del Plata, hoy va a Mendoza y Chaco y el sábado viaja a Corrientes, provincia que renueva tres bancas de diputados.

Como en los otros actos, busca respaldar a sus candidatos locales, en el caso de Corrientes a la exvedette Virgina Gallardo, que encabeza la lista libertaria. Estará también el segundo en la nómina, Isidoro Redcozub. 

4. Protesta de pilotos

La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) informó que llevará a cabo hoy de 16 a 20, asambleas de trabajadores en el aeroparque porteño. Podría haber demoras y cancelaciones de vuelos. 

Los trabajadores explicaron que la decisión responde a “violaciones sistemáticas al convenio colectivo de trabajo”, además del impacto que tiene el proceso de desregulación en la industria.

5. Datos de la industria 

La industria cayó 4,4% interanual en agosto, aunque creció 0,6% respecto del mes previo, según INDEC. Cayó todo: el rubro Productos textiles lideró la baja interanual (-18,1%) y Refinación de petróleo registró la única suba (4,9%).

La construcción subió 0,4% interanual en agosto y 0,5% respecto de julio. O sea, subió un cachito después de una caída enorme. Acordate: en agosto de 2024, la caída fue de 26,4% interanual y acumulaba un descenso de 30,3% en los primeros ocho meses del año.

6. Sin red en Dinamarca

El gobierno de Dinamarca anunció una iniciativa para que las redes sociales puedan usarse a partir de los 15 años de edad, con el objetivo de proteger a las infancias de cualquier tipo de abuso.

“Los teléfonos móviles y las redes sociales les están robando la infancia de nuestros niños”, dijo la primera ministra, Mette Frederiksen, en un discurso ante el Parlamento.

7. Un paso hacia la paz 

“Es posible que vaya allí en algún momento hacia el final de la semana, tal vez el domingo”, les dijo el presidente de Estados Unidos Donald Trump a periodistas en la Casa Blanca sobre un posible viaje a Medio Oriente. Y aseguró que hay un primer paso en el avance del acuerdo de paz entre Israel y Hamas, que se firmaría este mediodía en El Cairo. 

Entre los principales puntos del plan está el cese del fuego y la liberación de todos los rehenes de Hamas (Trump dijo que puede ser el lunes), además de su desarme, la retirada de Israel del enclave y la creación de un gobierno de transición. El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, acusado de crímenes de guerra por gran parte de la comunidad internacional, rechazó negociar un Estado palestino.

Federico Merke, el lunes en #MundoPropio, dijo que si la paz era difícil de conseguir, la reconstrucción de Gaza iba a ser mucho más difícil aún.

Menú Cenital:

Otros asuntos: 

Si estás en CABA en estos días, te recontra recomiendo que vayas a ver Art Masters: fui esta semana y todavía no puedo creer esa experiencia de realidad virtual en el Museo del Prado. Impresionante. 

Recordatorio: se trasladó a mañana el feriado del 12 de octubre por el Día del Respeto a la Diversidad Cultural.

Otra vez represión y detenidos en la Plaza del Congreso

Buenas, ¿cómo va?

Esto es algo de lo que pasó hoy: la Justicia confirmó a Karen Reichardt reemplazo de Espert, se define la reimpresión de boletas, hubo sesión en Diputados, condenas por el intento de magnicidio a CFK y avanza la causa $LIBRA.

Leer este mail te va a llevar tres minutos.

La frase del día

¿Tanto miedo le tienen a la Boleta Única?

—Diego Santilli

F5

Boleta. Por decisión de Alejo Ramos Padilla, Karina Celia Vázquez, conocida como Karen Reichardt, va a reemplazar a José Luis Espert y será la primera candidata a diputada en la lista de LLA en Buenos Aires. El juez federal Alejo Ramos Padilla rechazó el pedido para que Diego Santilli, tercero en la lista, encabece la boleta. El Gobierno apelará el fallo. El “Colo” dijo que no le importa el lugar que ocupe. “Voy a estar donde el presidente me necesite”, escribió en X.

Impresión. Hubo una audiencia de los partidos bonaerenses con la Junta Electoral para definir si se reimprimen o no las boletas. El Ejecutivo estima que el gasto es de 12 mil millones de pesos. Según el ministro de Interior, Lisandro Catalán, hay plata para hacerlo. Bienvenido a esta clase de matemática: el informe del Gobierno indica que cada lote de 3.300.000 boletas tarda cinco días en imprimirse. Las elecciones son el 26 de octubre y la provincia tiene cerca de 14 millones de electores. Hacé números (?). Se define entre hoy y mañana.

Diputados. Al cierre de este correo, hay sesión en el Diputados. Se debate la reforma de la ley que regula los DNU, que ya viene con media sanción del Senado. De aprobarse, sería más sencillo para el Congreso ponerle frenos a un gobierno que abuse de los DNU. Después se tratará la expulsión de José Luis Espert, que más temprano pidió licencia en su cargo hasta el final de su mandato por “motivos particulares”. Afuera, la Policía detuvo, hasta ahora, a cuatro personas.

CFK. El 1 de septiembre de 2022, Fernando Sabag Montiel le gatilló en la cara a Cristina Fernández de Kirchner. Hoy, la Justicia lo condenó a 10 años de cárcel como autor material del intento de magnicidio. La pena de Brenda Uliarte, declarada como partícipe necesaria del plan, fue de 8 años. Nicolás Carrizo, originalmente señalado como el jefe de ambos, fue absuelto. Los fundamentos van a conocerse el 9 de diciembre.

$LIBRA. El fiscal federal Eduardo Taiano ordenó analizar el contenido de los teléfonos secuestrados en la investigación del caso $LIBRA. Busca comprobar si Hayden Davis, Mauricio Novelli y Manuel Terrones Godoy –impulsores de la criptomoneda– se contactaron con Javier Milei, Karina y el asesor de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Sergio Morales, antes, durante y después del lanzamiento.

¿Algo más?

Por si te lo perdiste, salió #Rollover y Emiliano Libman escribe sobre el riesgo país: ¿qué es y por qué importa?

Un dato random

¿Sabías que el koala es el único mamífero no primate con huellas dactilares? Yo no lo sabía.

Una recomendación

En esta página elegís un año y podés escuchar la música que sonaba en esa época.

Ya que hablamos de música, y a pesar de que no suelo escuchar playlists, te dejo una que hice en 2021 con tres temas de cada uno de los discos de Charly: música del alma. Ojalá te guste.

Nos leemos mañana 🙂

Pedro

Combatiendo el costo del capital: por qué el riesgo país es más importante de lo que creés

Si hay algo que los mercados financieros hacen bien es aprovechar al máximo las oportunidades de obtener plata fácil. Cuando dos productos financieros ofrecen rendimientos diferentes y tienen características parecidas, lo más probable es que alguien tome el financiamiento más barato y preste, utilizando el que es más caro para hacer una diferencia. 

Esto se llama “arbitraje” y hace que cosas similares tengan el mismo precio, en este caso, la misma tasa de interés. Este término no te debe sonar tan raro: por ejemplo, en estos días se hizo famoso el “rulo”, que consiste en comprar dólar oficial y vender al MEP. Precisamente, porque había algunos haciendo rulos a lo loco, la brecha entre el dólar oficial y todos los demás se mantuvo muy baja desde que en abril se liberó el cepo para personas, pero no para empresas. Durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, los que podían hacían “puré” comprando 200 dólares al oficial y vendiendo a un dólar blue más caro.

En los últimos años, muchos utilizaron el homebanking y la comitente (que es una especie de cuenta que te abren las sociedades de bolsa) para mover sus ahorros desde plazos fijos a fondos comunes de inversión porque rendían más y así exprimir el mango.

Las primas

Todo suena muy lindo cuando estás del lado del mostrador de los que cobran, pero la cosa se puede poner fea para los que pagan. Porque el arbitraje hace que las tasas que paga el Estado argentino por su deuda se reflejan de alguna manera u otra en las tasas que paga todo el resto de la economía. Entre los componentes que forman esa tasa se encuentra el famoso riesgo país. Es un ejemplo de lo que los economistas denominamos primas de riesgo

Casi todos los activos financieros tienen primas en función de sus características. Por ejemplo en Argentina, un activo en pesos tiene una prima de riesgo cambiario que refleja el excedente que debería rendir comparado con un activo similar que pague en dólares. Este componente es muy alto cuando todos esperamos un salto cambiario.

La prima de riesgo país refleja el riesgo de que el soberano no cumpla los contratos (léase caiga en default) y es el excedente que paga nuestro Estado nacional por emitir instrumentos financieros muy similares en plazo a los más seguros por excelencia, que son los bonos del Tesoro Americano. Nota: ¿ahora entendés por qué el apoyo de Bessent es tan importante para el gobierno? Los banca el tipo que está a cargo de manejar las cuentas del Estado que no quiebra nunca, porque emite la moneda más importante a nivel global.

Hoy el Estado argentino debería pagar actualmente cerca del 14% anual en dólares por nueva deuda con los mercados internacionales porque el riesgo país está cerca de 1100 (lo que significa una prima de 11% anual) y los bonos del tesoro americano riden 3% anual, imagínate cuánto pagan las empresas pequeñas o las familias de clase media para obtener capital de trabajo o pagar la prepaga y el cole. O peor aún, cuánto les cuesta a una familia del conurbano con jefes de familia que hacen cambios y cobran alguna asignación tomar un préstamo en uno de esos locales que ofrecen dinero ya, las billeteras virtuales, o por ir a pedirle directamente a la mafia.

Si bien hay un largo camino entre la tasa de interés que pagaría el Tesoro argentino por endeudarse con los mercados internacionales y la que pagarían 46 millones de argentinos (o deberíamos pagar si tomamos deuda), los mercados financieros están muy conectados entre sí. Blackrock o Templeton, que son estos megafondos que compran papeles que cotizan en todo el mundo, también compran deuda en pesos que el Tesoro licita regularmente. ¿Sabés quién compra Lecaps (uno de estos papeles “domésticos” que se ofrecen)? Billeteras virtuales, por ejemplo. 

Entonces, la tasa que a vos te aparece en tu app está muy pero muy relacionada con el riesgo país, gracias a nuestro amigo el arbitraje. Por eso no sorprende que, fruto de las tasas que estamos viendo, muchas dinámicas familiares y personales queden marcadas por haber tenido que recurrir a préstamos que se convierten en una bola de nieve en plazos tan cortos como un año o incluso menos. El riesgo país también es algo responsable de todo esto.

No tomés deuda

Seguramente tu reacción será –si no estás endeudado o no tenés personas cercanas en esa situación–: “Bueno, no tomes deuda” o “hace falta educación financiera”. Lo más lógico es pensar que nadie que lo piense bien tomaría deudas impagables. Hace un par de años me topé con este simpático cartel de una cafetería de especialidad con un consejo no del todo diferente.

Pero no tan rápido sr. barista. Como docente le cuento una de esas cosas divertidas que tiene la economía, que es la existencia de falacias de composición: algo que parece obvio y razonable para un individuo o entidad, no necesariamente es cierto para todos ellos. Estaría buenísimo si nadie nunca tuviera que endeudarse (y así evitar sufrir las consecuencias negativas de tener la soga al cuello), pero para la economía, entendida como un todo, que no haya deuda es equivalente a llevar una chocotorta sin dulce de leche a un cumple. 

Para tener una economía libre de deudas todos deberíamos vivir al contado y no existiría el crédito, que es una palanca poderosísima para que se financien proyectos de inversión y, quién sabe, en una economía estable, vos te compres tu casa y el sr. barista se ponga su café de especialidad. 

Es la política económica, estúpido

A lo mejor algunos pueden zafar y no endeudarse, pero la actualidad de la economía argentina se lo impide a todo el mundo simultáneamente. Seguime un cacho: si un país tiene superávit fiscal, el Estado se está desendeudando, por lo tanto, alguien más se está endeudando (cada deudor tiene un acreedor).

Los que se podrían estar endeudando son los extranjeros, pero ya tenemos una corriente deficitaria (que es la diferencia entre el ingreso y el gasto de un país, lo que describe si Argentina como un todo se está endeudando o no). Nos queda un único candidato para tomar deuda: el sector privado argentino. Dicho de otra forma, no es 100% culpa de la gente tener que dejar el saldo impago de la tarjeta para llegar a fin de mes: es algo que genera la política económica.

Para hacerla corta, hay tres mecanismos fundamentales de la política macroeconómica que actualmente tienen el desagradable efecto de endeudar a los hogares y empresas. El ajuste fiscal, el apretón monetario y una política cambiaria destinada a que el dólar esté lo más barato posible. Todo esto hizo que Argentina quedara cara en dólares mientras los ingresos se estancaron.

Cuando llovían los dólares del blanqueo y los del fondo monetario, el Gobierno ninguneaba la acumulación de reservas internacionales, el riesgo país no bajaba lo suficiente y el resultado electoral puso muy nerviosos a los tenedores de títulos de la deuda pública, que tienen algunas dudas de cómo van a cobrar. Porque el Gobierno podrá tener los pesos (vía superávit fiscal), pero necesita cambiarlos por dólares. Un riesgo país alto empomó y sigue empomando a millones de argentinos.

La recomendación es que evites endeudarte todo lo posible, a menos que la tasa crezca menos que tus ingresos o lo hagas a un mes con la tarjeta, que no tiene costo si pagás el saldo total; además, ¡mirá bien el costo financiero total (que incluye impuestos y otras yerbas extra), la moneda y los plazos! 

Una economía no puede vivir con niveles estratosféricos de riesgo país y bajarlo a niveles similares a los de nuestros vecinos –cuyos estados pagan el 4% o el 5% anual en dólares por endeudarse– podría ayudarnos a bajar las tasas y generar un alivio muy importante. 

Obviamente, hay sectores de bajos ingresos con situaciones personales y familiares tan alarmantes, que incluso el mero hecho de bajar el riesgo país no les cambia en lo más mínimo el panorama; para estos, se necesita trabajar en programas de más largo plazo que los incluyan financieramente, crearles empleo e ir así aliviando sus enormes dificultades .

Otras lecturas:

Foto: Depositphotos

Ahora van por la expulsión de Espert

Temario opositor en Diputados busca la expulsión de Espert. Audiencia por la reimpresión de boletas. Machado es extraditado a Estados Unidos. De ese país se esperan noticias con Caputo. La inflación en CABA se aceleró en septiembre. Trump reprime en Chicago. Muertos por el derrumbe en un edificio de Madrid. 

1. Sesión en Diputados

La oposición en la Cámara de Diputados busca, otra vez, impulsar su agenda en el recinto. Hay sesión pedida y uno de los principales temas a tratar será la reforma a la Ley de DNU, que ya tiene media sanción. La Libertad Avanza espera que, al aprobarse, sea por menos de dos tercios, para que luego se sostenga el veto que haría el presidente.

La modificación de la Ley 26.122 propone que los DNU deban ser sobre una única materia y que, para ser ratificados, deban ser aprobados por ambas cámaras. O sea, que el rechazo de una alcance para que queden sin efecto (hoy es al revés). 

También se debatirá la expulsión de José Luis Espert de la Cámara. Además, se sumarían la votación por la emergencia científica y de la terna propuesta para cubrir los cargos de Defensor del Niño.

2. Qué pasa con las boletas

La Junta Electoral bonaerense convoca a una audiencia para esta mañana al Ministro del Interior, Lisandro Catalán, y a los apoderados de todas las listas, en La Plata, para definir si accede al pedido de La Libertad Avanza de reimprimir las boletas de PBA con la cara de Diego Santilli y no de José Luis Espert. 

La fiscal federal con competencia electoral en la provincia de Buenos Aires, Laura Roteta, dictaminó ayer que quien debería encabezar la lista de La Libertad Avanza es Karen Reichardt y no Santilli. Resta la definición del juez federal con competencia electoral de Buenos Aires, Alejo Ramos Padilla.

3. Extraditan a Machado 

El empresario Federico «Fred» Machado fue trasladado ayer por la Policía Federal de la prisión domiciliaria en su casa de Viedma, Río Negro, hacia el juzgado y una cárcel común para luego hacer efectiva su extradición a los Estados Unidos, donde será juzgado por narcotráfico y fraude.

Fue horas después de que la Corte Suprema dejara firme el pedido de ese país, al igual que el Poder Ejecutivo. Pero antes, por la mañana, Machado dio algunas entrevistas y dijo: “No soy narco, soy un tipo que se equivocó”. 

Sobre Espert: el fiscal federal de San Isidro Fernando Domínguez lo imputó por presunto lavado de dinero, en el marco de la causa que se tramita en el juzgado de Lino Mirabelli presentada por Juan Grabois. 

4. Economía

El ministro de Economía, Luis Caputo, podría quedarse en Washington a esperar la llegada de Javier Milei (que el martes se reúne con Donald Trump), mientras negocia con Scott Bessent, el secretario de Tesoro local, y Kristalina Georgieva, la titular del FMI, la ayuda financiera a la Argentina. Ayer, otra vez, el Tesoro argentino intervino en el mercado de cambios. 

El diario británico Financial Times volvió a dedicarle una crítica al gobierno argentino por la falta de acumulación de reservas, que les preocupa a los mercados y la presión creciente para el Gobierno a pocas semanas de las elecciones legislativas. El título: “Los argentinos están perdiendo la paciencia con la economía de Milei”. Fenómeno barrial (?). 

5. Inflación porteña

La inflación en la Ciudad de Buenos Aires se aceleró al 2,2% en septiembre, tras el 1,6% de agosto, mientras se espera el IPC nacional, que el INDEC publicará el martes.

Según la medición del Instituto de Estadística y Censos porteño, hubo un alza del 2,3% en los bienes y del 2,1% en los servicios. Es la primera vez en el año que el aumento de los bienes es mayor al de los servicios.

6. “Zona de guerra”

Trump declaró “zona de guerra” a las ciudades demócratas y, en Chicago, hay heridos y detenidos por la represión de las fuerzas federales hacia los manifestantes que protestaban contra el operativo de detención de migrantes. 

Los agentes de inmigración usaron gases lacrimógenos y los manifestantes denunciaron que hubo “uso excesivo de la fuerza” contra los ciudadanos que se quejaban por las condiciones en las que están los migrantes en los centros de detención.

7. Colapsó un edificio 

Parte de un edificio en renovación colapsó en el centro de Madrid y dejó dos fallecidos y al menos tres heridos. Ocurrió en la calle de las Hileras, en el barrio de la Ópera.

Según testigos, hubo un fuerte estruendo seguido de una nube de polvo y escombros que llenó la calle. El colapso afectó los niveles superiores de un edificio de cinco pisos, incluido el sótano, que se vino abajo.

Menú Cenital:

Otros asuntos: 

Detuvieron a Federico Machado y será deportado

Buenas, ¿cómo va?

Esto es algo de lo que pasó hoy: habló Machado y habilitaron su extradición, encontraron muerta a Daiana Mendieta, novedades en el caso $LIBRA, deportaron de Israel a los argentinos detenidos y Trump amenaza con militarizar algunos estados.

Leer este mail te va a llevar tres minutos.

La frase del día

Espert merece haber caído por pelotudo y mentiroso, no por narco.

—Federico Machado

F5

Machado. Federico Machado, acusado de tener vínculos con el narcotráfico, habló por primera vez sobre su relación con José Luis Espert. Según el empresario, el diputado le habría pedido un aporte monetario. También dijo que hicieron un acuerdo por una asesoría, que eran más de 200 mil dólares (no recuerda la cifra final) y que era en cuotas. Además, la Corte Suprema habilitó su extradición a Estados Unidos y el Gobierno aprobó la decisión. Hace minutos lo detuvieron en su casa de Viedma, donde cumplía prisión domiciliaria.

Daiana. Encontraron muerta a Daiana Mendieta, la joven de 22 años a quien buscaban desde el viernes en Gobernador Mansilla, Entre Ríos. Según la autopsia, la asesinaron de un disparo. Su cuerpo estaba en un aljibe camuflado entre ramas, a diez metros de profundidad, en un camino rural a 5 kilómetros del acceso al pueblo. Había más de 130 personas involucradas en la búsqueda. Hay un hombre de 55 años detenido desde el domingo.

$LIBRA. El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi rechazó por “improcedente” el pedido de una comisión de Diputados para que cuatro personas fueran llevadas por la fuerza pública al Congreso para declarar sobre la criptoestafa $LIBRA. Se trataba de los titulares de la Oficina Anticorrupción, Alejandro Melik, y de la UIF, Paulo Starc, la jefa de Gabinete del Ministerio de Justicia, María Florencia Zicavo, y el presidente de la CNV, Roberto Silva. Los cuatro habían faltado a las citaciones previas.

Trump. Donald Trump declaró a Chicago como “zona de guerra” y envió a 300 soldados de la Guardia Nacional. La decisión, según el Gobierno, responde a una ofensiva contra la delincuencia y la inmigración. El demócrata J.B. Pritzker, gobernador de Illinois, dijo que el presidente busca sembrar el caos. El republicano advirtió que podría invocar la Ley de Insurrección en los estados donde la Justicia le impida el despliegue de tropas. La norma permite militarizar territorios para sofocar disturbios y no se usa desde hace 60 años.

Israel. El gobierno de Benjamin Netanyahu liberó y deportó hacia Jordania a Carlos Bertola, Celeste Fierro y Ezequiel Peressini, los argentinos que viajaban en la flotilla Global Sumud con ayuda humanitaria para Gaza. Estuvieron detenidos e incomunicados por cinco días. Además, mientras siguen las negociaciones de paz en Egipto, Israel conmemoró dos años del ataque de Hamas con actos y homenajes a las víctimas. El 7 de octubre de 2023, el grupo terrorista asesinó a alrededor de 1.200 personas y secuestró a otras 250 (aún hay 48 que permanecen en cautiverio).

¿Algo más?

Por si te lo perdiste, ya salió #OffTheRecord: Iván escribe sobre cómo Milei se repite a sí mismo, sobre la salida de Espert y lo que se espera de la campaña.

Y no te olvides de sintonizar, desde las 20, #540°. Ernesto y María reciben al candidato a diputado nacional por Buenos Aires Jorge Taiana y a la economista Marina Dal Poggetto.

Un dato random

Aunque no es la montaña más alta del mundo, la cima del Chimborazo, en Ecuador, es el punto más alejado del centro de la Tierra.

Una recomendación

Mirá cómo testean la resistencia de un robot antropomorfo. Perturba lo mucho que se parece a Terminator, mis felicitaciones para el visionario de James Cameron.

Si te interesa el tema, hoy Santi Siri hizo esta columna en Gelatina sobre la carrera robótica entre Estados Unidos y China.

Nos leemos mañana 🙂

Pedro

Javier Milei, un artista del error

Cuándo un dirigente político cae en desgracia, la razón casi siempre parece evidente. Las renuncias suelen ser consecuencia de hechos y dinámicas conocidas que vuelven una situación insostenible. Probablemente haya que remontarse a Chacho Álvarez, dimisión de la que ayer se cumplieron 25 años, para encontrarse con algo distinto, una decisión tomada desde la convicción y exigida por nadie. Y sin embargo, casi nunca las razones evidentes explican todo el resultado. José Luis Espert, hasta el domingo primer candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza en provincia de Buenos Aires, no cayó solo por las evidencias en su contra, sino por el modo en que decidió procesarlas.

Todo empezó la semana pasada, cuando volvió a salir a la luz su vínculo con Federico “Fred” Machado, investigado por la Justicia de los Estados Unidos en una causa por narcotráfico y detenido en la Argentina. No se trataba de una historia nueva. Espert ya había sido señalado por viajar en el avión provisto por el imputado internacional con costos casi nulos y explicaciones a la altura de esos costos. Imaginó que el fuego se apagaría solo. Un error de cálculo tan grande como la contundencia de las evidencias que fueron acumulándose y la debilidad de las desmentidas.

Cuando en el Gobierno buscaban coordinar una defensa ante las primeras correrías mediáticas, Espert literalmente apagó sus teléfonos. Se encontraba reunido con sus abogados mientras el resto del oficialismo trataba de entender si enfrentaba una operación política sofisticada o un problema real que afectaba a su principal candidato. No hay tal contradicción. El “nos operaron con la verdad” que aplicaba al caso ANDIS podría replicarse con muchas similitudes en este: una situación irregular, conocida por los involucrados, que toma vuelo mediático en un momento en el que esa espiralización es útil para alguien. El suceso, conocido un mes antes de las elecciones nacionales, tiene el mismo timing –y podría impactar de la misma manera– que la logorrea de Diego Spagnuolo.

El principio del fin de Espert ocurrió en el programa de Pablo Rossi, que le preguntó por una transferencia de 200 mil dólares que no pudo desmentir. Rossi y Santiago Fioriti insistieron y Espert se quedó sin aire, sin necesidad de que el entrevistador indagara mucho más allá de la parte conocida de la causa en los Estados Unidos. Una señal de falta de preparación evidente, que parecía estar más orientada a la causa judicial que a las simpatías de los votantes. La encuesta y los grupos focales posteriores a la elección dieron la razón a la sensación oficial. La mayoría de los encuestados no le creía al diputado y consideraba que la denuncia tenía visos de realidad. 

El juicio rápido de la opinión pública selló su suerte. Hasta el fin de semana, el candidato todavía conservaba el aval del presidente. Un apoyo importante, pero solitario. Javier Milei era el único vértice del triángulo de hierro que mantenía la confianza en su candidato y bastaron un par de llamados de Karina Milei y Santiago Caputo para cambiar su decisión. En un momento en el que el gobierno enfrentaba problemas políticos, económicos y legislativos, Espert pasó de ser una de las principales espadas mediáticas oficiales a ser un incendio más para apagar.

En el Gobierno atribuyen la filtración de la información sobre las transferencias al propio Fred Machado. La explicación adopta una lógica bastante práctica: una causa judicial por lavado de dinero en la Argentina podría postergar su extradición a los Estados Unidos, donde una de narcotráfico –o cualquier vinculación con esa clase de organizaciones criminales que alcanza al sistema judicial– es tomada con la máxima seriedad y puede costarle prácticamente una vida tras las rejas. Machado financió a otros políticos y espacios, no solo a Espert. Es posible que haya más revelaciones. 

Los nombres que no aparecen mencionados en esta saga tienen vínculos cercanos con Cristina Fernández de Kirchner que, una vez más, demuestra una comprensión de los tiempos y la orientación del humor social. La pregunta pendiente es cuánto querrá seguir el kirchnerismo empujando el asunto tras la caída del candidato y su renuncia a la presidencia de la Comisión de Presupuesto. ¿Pedirá la expulsión de Espert de la Cámara de Diputados por “inhabilidad moral”? 

La pregunta importa no sólo de cara a las elecciones sino fundamentalmente a los acuerdos que ambos necesitan, en un momento en que Mauricio Macri está intentando una adquisición hostil del oficialismo a partir de la exigencia de gobernabilidad proveniente de Washington. ¿Puede el kirchnerismo intentar un deal judicial con el gobierno si la crisis lo empuja a Milei a los brazos de Macri? ¿Ganar por 12 puntos, en lugar de 8, y recortar significativamente la diferencia en CABA vale el proyecto de ampliación de la Corte? Ciencia ficción.

Lo que sí necesita Milei –aunque no está claro que lo comprenda, pero en la Casa Rosada lo saben– es reconstruir la coalición territorial: volver a hablar con los gobernadores, especialmente los que tienen reelección y no están pensando en proyectarse nacionalmente. El acuerdo federal, más que ideológico, sería de supervivencia. Sin embargo, el único pedido firme de Macri hasta ahora fue la presidencia de la Cámara de Diputados para Cristian Ritondo. Un intercambio que implicaría la salida de ese rol de Martín Menem y sería una decisión que se recortaría sobre la interna oficial entre Karina Milei y Santiago Caputo. Guillermo Montenegro y el audaz Diego Santilli, por ahora, sin rol ejecutivo porque Patricia Bullrich insiste en Alejandra Monteoliva para sucederla en Seguridad.  Todos macristas, pero sin Macri. Hijos emancipados que se pintaron con témpera violeta. 

No es la única incógnita electoral con tendencia negativa que enfrenta el Gobierno. En una nota en Cenital de 2022, que precede al gobierno libertario, el extraordinario Marcelo Leiras –tristemente fallecido el año pasado– advertía sobre las ventajas que se narraban para la Boleta Única de Papel y desarmaba cada uno de los postulados. La Boleta Única no es más barata, ni evita fraudes que no existen, ni es mejor para representar la voluntad del votante. Si se hubiera mantenido el sistema original, el oficialismo hubiera logrado, con facilidad, reimprimir sus propias boletas y que lleguen a los centros de votación con las caras de Santilli y Karen Reichardt. Con la Boleta Única –y el Estado a cargo de toda la reimpresión–, las dificultades son muchísimo mayores. 

La pretensión del oficialismo de quitar a Espert de la boleta tendría un costo de miles de millones de pesos, que deberían ser validados por la justicia electoral. Los ánimos de los jueces con competencia electoral no parecen apuntar en esa dirección. El juez Alejo Ramos Padilla citó a Lisandro Catalán que, en caso de asistir, deberá llevar adelante el alegato oficialista. Es posible que, para la Justicia, la salida no sea una negativa frontal, sino una cuestión logística y práctica. Las siete grandes imprentas de la provincia de Buenos Aires deberían comenzar su trabajo ahora mismo para llegar en forma a la fecha del comicio. Las previsibles apelaciones opositoras contra cualquier decisión –que las habrá y, es de suponer, agotarán todas las instancias– harían imposibles los tiempos y evitarán una decisión de fondo que, fuera la que fuera, sería antipática.

Más probable es que los jueces concedan al oficialismo la reubicación de Santilli como cabeza de lista, de acuerdo a lo que dispone la reglamentación. Ante la renuncia de un candidato, éste debe ser reemplazado por el que le sigue de su mismo género. Los decisores no aparecen proclives a un acto de discriminación positiva en una legislación de paridad, por lo que sería Santilli, y no Reichardt, quien encabezaría la lista. El Colorado se mostró muy cerca del presidente en el desopilante acto de “presentación del libro” que Milei encabezó ayer en el Movistar Arena. Show musical, Charlie Kirk, canciones tradicionales judías mal entonadas y una vuelta a los antiguos hits sobre la inflación que es “siempre y en todo lugar un fenómeno monetario”, gastados tanto por la repetición como por la realidad del país, poblaron un evento que el diario derechista español El Mundo calificó como “el extremo del surrealismo libertario”. 

Las formas del presidente parecieron, sin embargo, intentar revivir los orígenes de un movimiento que nadie se tomaba en serio cuando nació y que, en tiempo récord, logró hacerse de la presidencia. ¿Es posible semejante operación en un gobierno cuya suerte está pegada a la mitad de la casta que dijo venir a combatir y que aparece rodeado de sospechas de corrupción? ¿Hay rebelión y novedad posible en medio de la crisis de deuda, los salvatajes del Fondo Monetario y el gobierno estadounidense? El acto de Milei tenía por excusa la presentación de su nuevo libro La Construcción del Milagro. Quizás sea una pista de dónde se ubican sus esperanzas para responder a la pregunta. Un proceso que se consume a la misma velocidad con la que creció.

Del éxito o fracaso de la estrategia de construcción de gobernabilidad, incluso más que de una elección que posiblemente sea esquiva, dependerá, en buena medida, lo que traiga Luis Caputo de su viaje a Estados Unidos. En el Gobierno confían en que Scott Bessent no le corra el banquito a LLA. La selección de instrumentos aparecía como una cuestión central no sólo por las necesidades argentinas sino por las dificultades políticas que la asistencia despertó en Washington.

El uso del Fondo de Estabilización Cambiaria, que permite al Tesoro disponer de más de 20 mil millones de dólares de manera discrecional enfrenta una dificultad técnica: si la asistencia excediera los seis meses, el Ejecutivo deberá darle explicaciones al Congreso, justo en el momento en el que se lanza la campaña para las elecciones legislativas de medio término en el norte.  El actual proceso de cierre del gobierno federal, en el que no cede el pulso entre demócratas y republicanos sobre el presupuesto nacional, es una muestra gratis. Representantes de los sectores más izquierdistas y moderados del Partido Demócrata cuestionaron al unísono a la Administración Trump por la incongruencia entre America First y el salvataje a Argentina.

El principal instrumento que se negocia es un swap de USD 20 mil millones, que no opera como un préstamo sino como un intercambio recíproco de monedas y sólo genera deuda en caso de activarse, es decir, de que los dólares –o los pesos que se dan a cambio (?)– sean utilizados por alguna de las partes. La compra de bonos de la deuda argentina en el mercado primario o secundario –acaso el mecanismo de asistencia más interesante y prometedor, mencionado por el propio Bessent en su primer tuit– perdió virtualidad en los últimos días, ante los problemas políticos internos ligados al salvataje en los Estados Unidos. Cualquier acuerdo supone una transformación en la estrategia cambiaria y monetaria tras las elecciones, es de esperar un tipo de cambio más alto, que mejore el balance del sector externo, a costa de una desinflación más lenta.

Esa cuasi certeza choca con las necesidades electorales, que determinaron, una vez más, ventas del Tesoro que llegaron a superar los 500 millones de dólares diarios. La duda en el mercado es cuál es el ritmo de intervención que el Gobierno puede sostener en las ruedas que quedan hasta la elección para defender el techo de la banda cambiaria. ¿Alcanzan los más de 2 mil millones que adelantaron las cerealeras? Luego del espectáculo que vimos en el Movistar Arena es probable que no.

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