TikTok, ¿caballo de Troya?

Vienen por tus datos: qué es TikTok, por qué el gobierno de Estados Unidos quiere prohibirlo y cuál es la estrategia china.

Hola, ¿cómo va todo por ahí?

Yo bien, estrenando ciudad y trabajo. Tengo la cabeza dividida en mil partes y me mando mails vacíos con asuntos que dicen “mi dirección es xx” y “mi teléfono es xx” y me anoto quichicientas cosas en el calendario. Pensé en colgarme un cartelito al cuello con mis datos básicos y algunos recordatorios, pero por ahora me mantuve digital. 

En medio de todo esto, estuve siguiendo la novela de TikTok. ¿Qué es TikTok? Una red social para compartir videos muy cortos. Hay desde famoses bailando o haciendo lip-sync (ejemplo, Lali moviéndose como solo puede moverse ella), hasta desconocidos regalándonos estos momentos hermosos (nótese que linkeo desde otras aplicaciones porque no tengo TikTok porque si tuviera TikTok dejo todo y me mudo a vivir a mi teléfono). ¿Vos tenés TikTok? Si la respuesta es no, zafaste, fue la app más bajada en el primer cuatrimestre de 2020 –y la cuarentena posterior solo puede haber ayudado–. La usan sobre todo les jóvenes: el 41% de sus usuarios tienen entre 16 y 24 años.

Dicho esto, vamos a lo que nos ocupa. TikTok pertenece a ByteDance, una empresa china. Y el gobierno de Estados Unidos considera que la popularidad de TikTok en su país es una amenaza a la seguridad nacional. Por lo tanto, quiere prohibirlo. Pero todavía no se decidió nada. Repasamos acá la historia de TikTok, el parecer de Mark Zuckerberg, que dice el gobierno de Estados Unidos que le molesta, y, gracias a Santiago Bustelo, una visión desde China.

La historia de TikTok

Si empezamos por el principio hay que hablar de Musical.ly, que arrancó en Shangai en 2014, como un emprendimiento de Alex Zhu y Luyu Yang. Era una empresa china, pero ya tenía links con Estados Unidos –vía inversores y vía usuarios–. En 2016, ByteDance, un gigante tecnológico chino, lanzó una app muy parecida llamada Douyin. En un año, tenía 100 millones de usuarios en China y Tailandia. Ahí ByteDance se dio cuenta de que algo bueno estaba pasando y que había espacio para expandirse. A fines de 2017 compró Musical.ly por mucho dinero (felicidades Alex y Luyu) y pronto lo amalgamó con Douyin y empezó la expansión hacia afuera del territorio chino con el nombre de TikTok.

En Cenital nos importa que entiendas. Por eso nos propusimos contar de manera sencilla una realidad compleja. Si te gusta lo que hacemos, ayudanos a seguir. Sumate a nuestro círculo de Mejores amigos.

En septiembre de 2018, TikTok superó en número de descargas por mes en la AppStore a Facebook, Instagram, YouTube y Snapchat; y en todo ese año fue descargado más de mil millones de veces (o sea, mucho). Hoy tiene más usuarios que Twitter y Snapchat, aunque menos que Facebook (que, no olvidemos, incluye Instagram y esa extensión de tu mano llamada WhatsApp). 

Todo esto hizo que ByteDance se convirtiera en la startup más valiosa: más de 75.000 millones de dólares. La segunda empresa es Didi, también china, pero hay una diferencia fundamental con ByteDance: esta última tiene usuarios muy “comprometidos” afuera de China y de Asia en general. 

Es esto lo que preocupa al gobierno de Estados Unidos, y a sus emprendedores, claro.  

Estados Unidos quiere prohibirlo

El gobierno de Estados Unidos dice estar preocupado por la posibilidad de que el gobierno chino acceda a los datos (privados) de los ciudadanos estadounidenses que usan TikTok. Las preocupaciones también versan sobre la recolección de datos (TikTok recolecta mucha información “extra” –tu ubicación, tus contactos, todo el contenido de tu álbum de fotos– aunque no está claro si mucha más que la mayoría de las aplicaciones), y sobre la seguridad de la plataforma en general y cuán vulnerable es a ataques. 

Esto obviamente no sucede en el vacío, sino que Trump ya había elegido como enemigo central a China durante su campaña y su presidencia. Y ahora lo está escalando. Entonces, recapitulemos. En diciembre de 2019 el gobierno de Estados Unidos acusó a TikTok de transferir los datos a servidores en China, la empresa lo negó, aclaró que los datos están en Estados Unidos y que el gobierno chino no tiene acceso a ellos (por cierto, Facebook está en un problema similar porque guarda los datos de ciudadanos europeos en sus servidores en Estados Unidos). En mayo de este año TikTok nombró a un ex ejecutivo de Disney como CEO de TikTok demostrando buenas y estadounidenses intenciones (este CEO acaba de renunciar). Todo esto no alcanzó y, en agosto, Trump dijo que iba a prohibir TikTok citando la misma preocupación: que la app tiene los datos de ciudadanos norteamericanos. Entonces comenzó a hablarse de una venta: ByteDance se desharía de TikTok –quizás manteniendo una participación minoritaria, quizás no–. Sin embargo, el principal comprador, Microsoft, se cayó hace apenas unos días. Hay otro candidato que es Oracle, pero nada seguro aún.

Mientras tanto, Trump tomó medidas: prohibió cualquier transacción estadounidense con ByteDance (y con Tencent, el operador de ese gigante llamado WeChat). Sin embargo, extendió el límite para la venta de TikTok: del original que era el 15 de septiembre, al 12 de noviembre.

Estás igual

Pasemos ahora a los emprendedores. Si tenés Instagram te habrás dado cuenta de que hace poco apareció una nueva función llamada Reels. Igual que se copiaron todo de Snapchat, ahora Facebook anda inspirándose en TikTok. Primero habían probado con Lasso, que no anduvo, y en agosto lanzaron Reels en más de 50 países. Reels te deja armar videos breves, con música, filtros, etc. Ni lentos ni perezosos, Facebook aprovechó el conflicto de su país con TikTok y arremetió. En mi opinión, es en este contexto que debemos entender los comentarios de Zuckerberg en el Congreso cuando le consultaron por TikTok hace poco: “Sí, debemos estar muy preocupados”.

No descarto que Z esté preocupado por la seguridad de los estadounidenses y de otros (aunque podría demostrarlo con más ahínco), pero lo cierto es que una preocupación casi tan fundamental es la que tiene por su empresa y la enorme competencia que TikTok representa. Él mismo dijo, en reuniones internas de Facebook que luego fueron filtradas, que hasta TikTok las compañías estadounidenses dominaban la internet global, y las chinas dominaban China y algunos países vecinos, pero el éxito global de TikTok marcaba el principio de otra etapa. A Z no le gusta esto (el chiste es muy fácil, pero no por eso menos efectivo) y se lo dijo en persona al Presidente Trump con quien cenó en octubre del año pasado y a varios legisladores con quienes se reunió. Se llama hacer lobby. 

Bonus track: Aquí podés ver a Z hace un año diciendo que ellos, es decir, las compañías de Estados Unidos, son fundamentalmente diferentes a las chinas. Mientras que WhatsApp es usada por activistas políticos para comunicarse de manera privada y encriptada, TikTok censura menciones de estas protestas en todo el mundo. Y agrega: ¿es esta la Internet que queremos? 

TikTok, por su parte, no se ha quedado callado. Cuando Z fue a declarar al Congreso este año, la empresa china sacó un comunicado en el que, entre otras cosas, decían que Facebook lanzaba productos copiados, y que mejor focalizar las energías en una competencia justa y abierta en vez de en “ataques malignos por parte de nuestro competidor –o sea Facebook– disfrazados de patriotismo y designados para terminar con nuestra presencia en Estados Unidos”. Pocas pulgas, ¿no?

¿Y en China?

El tema es que sabemos mucho más de cómo se vive esto en Estados Unidos que en China. Por eso hablé con Santiago Bustelo, candidato a Doctor en Política Internacional por la Universidad de Fudan  en Shangai, China, para conocer un poco más. En primer lugar, le pregunté si el gobierno chino tenía una estrategia para desarrollar empresas tecnológicas. La respuesta no te sorprenderá: sí. 

En primer lugar, tienen el plan Made in China 2025 que precisamente busca “potenciar el desarrollo tecnológico de empresas chinas en sectores estratégicos”. Este plan no aparece en declaraciones oficiales, posiblemente para no generar alarma –¿ni respuestas?– en Estados Unidos y Europa, pero está en marcha. El plan tiene un objetivo triple: aumentar la participación de las tecnológicas en el mercado nacional, reducir la dependencia de insumos extranjeros e insertarse más en el mercado mundial.

Santiago me señaló dos sectores clave en este plan: semiconductores (y ahí tenemos Huawei y ZTE) e inteligencia artificial (y ahí está TikTok, entre varias otras). Respecto al desarrollo de la inteligencia artificial, Santiago apuntó algo super interesante: China tiene todos los recursos necesarios. Por empezar, tiene la mayor población mundial de usuarios de Internet y teléfonos móviles, o sea, la capacidad de generar una enorme cantidad de datos. Pero además tiene gente preparada para trabajar con esos datos: por un lado, graduados universitarios que pueden dedicarse a la tarea repetitiva de categorizar esos datos, y, por el otro, investigadores formados en Estados Unidos que pueden dedicarse a todas las tareas más creativas y complejas. Con todos estos recursos, China lanzó un plan nacional en 2017 que exige que “China lidere el mundo en teoría, tecnología y aplicaciones de inteligencia artificial para 2030”.

Sobre el caso de TikTok en particular, Santiago lo enlaza con el de Huawei –la compañía de hardware más exitosa de China–. En ambos casos fue la seguridad nacional la excusa (“Huawei podría apagar sus estaciones base 5G a pedido de Pekín, provocando la caída de las redes de comunicaciones en un momento crítico”), pero lo cierto es que el objetivo es parar el avance global de las empresas tecnológicas chinas. Al mismo tiempo, Santiago me dice que las empresas chinas lo tienen difícil: sí, son empresas privadas, pero eso no alcanza para “contrarrestar la idea de que las empresas chinas están sujetas a la jurisdicción e influencia del gobierno de China” y, en ese sentido, Estados Unidos no distingue entre privado y público. Mike Pompeo, el secretario de Estado de Estados Unidos dijo que no van a detenerse en Huawei o TikTok, si no que están preocupados por «una amplia gama de riesgos de seguridad nacional que presenta el software conectado al Partido Comunista de China».

La última pregunta que le hice fue sobre la reacción en China. Santiago aquí me apunta que el gobierno tiene una estrategia de más largo plazo que consiste en evitar la indignación nacionalista y las sanciones rápidas (que además dañarían su propia economía), y usar la fuerza del enemigo en su contra. China es un mercado importantísimo para las principales empresas de Estados Unidos, y el gobierno confía en que sean estas empresas las que actúen como el brazo largo del Partido. Claro que si Estados Unidos sigue con sus ataques es posible que esta estrategia no sea suficiente, y que una respuesta más contundente sea inevitable. 

En resumen, es pronto para decir cómo va a terminar la novela de TikTok. Pero mi impresión, acentuada por los datos provistos por Santiago, es que Estados Unidos está intentando tapar el sol con la mano. El avance de China, también en esto, parece difícil de frenar. 

Una idea

Muy breve: vienen por los datos. Los datos son el nuevo petróleo: un recurso a explorar y explotar. Y lo que estamos viendo es una nueva etapa de potencias mundiales peleando por los recursos existentes. Esta vez, se trata de los datos generados por nosotros mismos. 

El del estribo 🍸 

Cosas que pasan ⛲

  • El Tribunal Supremo en España falló que los repartidores son trabajadores asalariados. Acá la nota principal y acá una entrevista al repartidor que comenzó todo. 

Gracias por llegar hasta acá.

Un abrazo

Jimena

PD: Desde hace meses recibo en mi casilla varios de los newsletters de Cenital, y ahora estoy (también) del otro lado. Si tenés ganas, podés colaborar con nuestro periodismo acá.

Soy economista (UBA) y Doctora en Ciencia Política (Cornell University). Me interesan las diferentes formas de organización de las economías, la articulación entre lo público y lo privado y la relación entre el capital y el trabajo, entre otros temas. Nací en Perú, crecí en Buenos Aires, estudié en Estados Unidos, y vivo en Londres. La pandemia me llevó a descubrir el amor por las plantas y ahora estoy rodeada de ellas.