¿Por qué hay países que dan terceras dosis? ¿Qué va a hacer Argentina?

Israel decidió inocular de nuevo a mayores de 60 años y lo mismo harán otras naciones europeas. Estados Unidos anunció algo similar. Uruguay y Chile hacen lo propio para quienes se dieron la Coronavac. El Ministerio de Salud argentino planea cómo seguir.

“Dosis de refuerzo” le llaman los especialistas del mundo a la tercera aplicación de la vacuna contra el coronavirus, algo que ya empezó a concretarse en algunos países a pesar de que estuviera desaconsejado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). “No podemos y no debemos aceptar que países que ya se han servido de la mayoría de las vacunas utilicen aun más dosis, ya que los países más vulnerables siguen desprotegidos”, planteó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. Los argumentos que surgen para las terceras dosis tienen que ver con que la eficacia de la vacuna se reduce con el tiempo -aunque, hasta el momento, no hay clara evidencia de que eso suceda pocos meses después de la segunda inyección- y con que no todas las vacunas son iguales.

A comienzos de agosto, Israel, uno de los países más avanzados en la campaña de inoculación en esta pandemia, decidió aplicarles terceras dosis a los mayores de 60 años y se transformó en el primero en elegir esa estrategia sanitaria en esa región. Alemania y Reino Unido anunciaron que, desde septiembre, les ofrecerán dosis de refuerzo a personas de riesgo. Luego se sumó Estados Unidos, cuyo presidente, Joe Biden, informó esta semana que en un mes le ofrecerá una tercera dosis a toda su población, con el argumento de que la protección disminuye «con el tiempo».

La decisión estadounidense podría explicarse con argumentos parecidos a lo que ocurre en Moscú, Rusia, donde el mes pasado se empezó a ofrecer la tercera dosis a quienes habían recibido la segunda hacía más de seis meses porque las tasas de vacunación continuaban siendo bajas. Aunque Estados Unidos tiene medio país con esquema completo, tanto ahí como en Rusia hay mucha gente que se resiste a la vacunación y eso, al igual que la poca inoculación en países sin vacunas, deriva en el riesgo de que aparezcan nuevas variantes del Covid-19 más resistentes.

En América Latina, República Dominicana fue el primer país en vacunar con una tercera dosis a grupos de riesgo, en julio, y empezó con el personal de salud. Le siguió Chile, con uno de los porcentajes de vacunación más altos del continente (más del 68% con dos dosis), que empezó con las personas mayores. El argumento: que la variante Delta es riesgosa y que la inmunidad disminuye con el paso de los meses. Uruguay, otro país con cifras altas de vacunación (70% con dos dosis), empezó esta semana a dar la dosis de refuerzo. A la lista se agregó en estos días Ecuador, que, aunque tiene sólo el 31,5% de la población con dos dosis, informó que, a los 90 días de la segunda, se les aplicará una tercera a personas con inmunodeficiencia que tengan un bajo nivel de anticuerpos, a pesar de que muchos expertos recomiendan no tener en cuenta los anticuerpos por separado sino estudiarlos junto a la inmunidad celular, que es más complicada de medir pero también efectiva para prevenir la enfermedad.

Estos cuatro países tienen algo en común, además de la región: un porcentaje importante de su población inoculado con Coronavac, del laboratorio chino Sinovac, una vacuna que no se aplica en la Argentina y que tiene la eficacia más baja entre las aprobadas en el mundo. Según la OMS, previene la hospitalización en casi todos los casos pero sólo en la mitad evita una enfermedad sintomática. El organismo la autorizó en junio pasado pero los países que la adquirieron resolvieron reforzar la estrategia a partir de esos porcentajes de eficacia.

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En otro rincón del mundo, Turquía anunció que comenzará a administrar una cuarta dosis de la vacuna a personal médico y personas mayores de 60 años que recibieron la Coronavac. En julio, el gobierno de ese país le había ofrecido a la misma población la posibilidad de inocularse con una tercera dosis de la de Sinovac o de Pfizer y ahora les da esta nueva opción a los que se dieron tres Coronavac. En Bahrein, en mayo, los grupos más vulnerables pudieron registrarse para una dosis de refuerzo si seis meses antes se habían aplicado la segunda dosis de otra de las vacunas chinas, una que sí se da en la Argentina y está aprobada en Europa: Sinopharm, que tiene una eficacia del 79%.

¿Es cierto que es dispar la vacunación entre países?

De la población mundial, sólo el 32% recibió al menos una dosis. Según la OMS, cerca del 80% de las casi 5 mil millones de vacunas aplicadas hasta el momento se usó en los países de mayores ingresos. El continente africano tiene apenas el 4% de su población vacunado con al menos una dosis y el 2% con esquema completo. En Sudamérica, la mitad ya tiene la primera y un cuarto ya tiene las dos. Argentina superó esta semana el 23% con dos dosis y el 59,3% con una.

El mapa de la OMS dice que los países ricos aplicaron casi 100 dosis cada 100 mil personas y los países pobres, 2 vacunas cada 100 mil personas. Por eso la propuesta es que cada país tenga al menos el 10% de su población con dos dosis para fines de septiembre -monodosis para el caso de la Janssen-; 40% para fin de año; y 70% para mediados del año que viene, y que recién después se piense en la necesidad del refuerzo.

¿Cuáles son las vacunas que se aplican para terceras dosis?

«Parece una campaña de venta de algunos laboratorios», aventuró en conferencia de prensa el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, consultado sobre los refuerzos. «No tenemos información sanitaria que estimule una tercera dosis. La OMS no la estimula. En la Provincia de Buenos Aires, no estamos pensando que la tercera dosis sea una realidad a llevar adelante», completó el funcionario.

Los países que están aplicando la dosis de refuerzo no aplican cualquier vacuna sino, sobre todo, las más innovadoras y caras del mercado: Pfizer y Moderna, es decir, las de ARN mensajero. Según explican desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, son vacunas que “les enseñan a las células a producir una proteína, o incluso solo una porción de una proteína, que desencadena una respuesta inmunitaria dentro del organismo”. En un comunicado, el departamento sanitario estadounidense advirtió esta semana que “los proveedores de atención médica pueden ahora ofrecer una tercera dosis de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna contra la COVID-19 a ciertas personas inmunocomprometidas (…). Aunque las vacunas autorizadas han comprobado tener una eficacia de más del 90% para proteger a la gente de la mayoría de las variantes, los datos actuales sugieren que las personas con sistemas inmunes con compromisos moderados a graves no siempre desarrollan el mismo nivel de inmunidad que las personas que no están inmunocomprometidas”. En el informe, no la presentan como “dosis de refuerzo” sino como una dosis adicional y desaconsejan otra más para quienes se aplicaron la de Johnson & Johnson.

República Dominicana también aplica de refuerzo vacunas de AstraZeneca para llegar con cantidad de dosis al número que busca inocular. Si la tercera dosis es un negocio de Pfizer, como plantea Kreplak, o propuesto por ese laboratorio, cabe mencionar que la farmacéutica china Sinovac también recomendó, en el portal médico MedRxiv, una tercera dosis de su vacuna con el argumento de que “eleva los niveles de protección inmune entre tres y cinco veces”.

¿Argentina va a aplicar dosis de refuerzo?

El Ministerio de Salud de la Nación evalúa qué pasos dar. Daniel Stecher, jefe de infectología del Hospital de Clínicas y miembro de la Comisión Nacional de Inmunizaciones, le reveló a Cenital que “se comenzó a analizar la posibilidad de aplicar una tercera dosis en poblaciones seleccionadas pero todavía no hay ninguna decisión al respecto. Hacerlo no es la posición global. Hoy la visión desde la OMS es privilegiar y cumplir el esquema de dos dosis y, posteriormente, evaluar quiénes van a necesitar una tercera para evitar la caída de la inmunidad, que es posible en algunos grupos de pacientes”.

En diálogo con Ahora Dicen, por Futurock, la ministra de Salud nacional, Carla Vizzotti, sostuvo la posición de la OMS: “Lo que nos tiene que interpelar es que no vamos a poder salir de la pandemia mientras haya países que no vacunaron al menos a su población de mayor riesgo, no sólo porque es una injusticia, sino también porque, mientras haya países en esa situación, existe la posibilidad de que emerjan nuevas variantes que nos hagan retroceder en el mundo, incluso a los países que han vacunado mucho. Es algo que muchos países venimos diciendo”. La funcionaria advirtió que hay una idea de vacunar primero con un refuerzo a los que iniciaron antes el esquema de las dos dosis, como el personal de salud o las personas mayores, es decir, el universo de riesgo, pero todavía no se definió si será este año. Aclara Vizzotti que se debe considerar para este tema la inmunosenescencia, que es la involución del sistema inmunitario, algo que ocurre desde los 40 años pero se profundiza a partir de los 60 y afecta todavía más a los mayores de 80 y se replica también en el funcionamiento de las vacunas en el organismo.

En abril pasado, la variante Delta, la que más preocupa hoy en el mundo, llegó a Reino Unido desde India. Por entonces, los ingleses tenían menos del 15% de su población con dos dosis. Dos meses después, el Departamento de Salud de Inglaterra anunció que la Delta era un 60% más transmisible que la variante Alpha y que ya representaba más del 90% de los nuevos casos de contagio en el Reino Unido, que ya tenía al 43% de su población con esquema completo. Argentina recibió su primer caso de esa variante a mediados de mayo, con apenas el 3,9% de la población con la segunda dosis. Tres meses después, todavía no se ha declarado la circulación comunitaria –aunque hay casos en estudio sin nexo epidemiológico aparente con viajeros- y todavía es menor la porción de casos del país que corresponden a esa cepa, mientras la vacunación con esquema completo es la mitad de la que tenía Reino Unido cuando la Delta estalló en su país. Con una parte del diario del lunes, Argentina ha logrado contener por bastante tiempo la dispersión de esta variante, tanto más contagiosa. Habrá que esperar a ver qué sucede con el avance del plan de vacunación, por ahora con dos dosis.

Me siento periodista desde antes de terminar la escuela, cuando colaboraba en programas de Rock & Pop y Supernova. Trabajo en Información General; salud y educación son mis temas preferidos. Hice tele de chica y madrugué siete años para el aire de Metro. Hoy soy conductora de Ahora Dicen en Futurock. Trato de no ser tan porteñocéntrica.