La isla revuelta

Fin de semana agitado en Cuba con protestas opositoras y oficialistas en la calle. En Haití continúan las investigaciones sobre los autores intelectuales del asesinato del presidente Jovenel Moïse.

Buen día, ¿cómo estás? 

Antes que nada, quiero empezar por el final. Lo diré de manera cruda: esta es la última entrega de Miss Mundo. Sí, después de ocho meses, termina un ciclo para hacer lugar a proyectos nuevos. Por si no llegás hasta el final, quiero agradecerte por estos 31 correos, valoro mucho tu tiempo de lectura.

Bueno, ahora a lo nuestro, como si no pasara nada. 

Fue un fin de semana agitado en Cuba. La tarde de ayer terminó con protestas opositoras y oficialistas en la calle, represión policial y un mensaje urgente del presidente cubano, Miguel Díaz Canel, donde reconoció la difícil situación económica que pasa la isla pero redujo la motivación de la protesta a los «contrarrevolucionarios» de siempre. 

En Haití continúan las investigaciones sobre los autores intelectuales del asesinato del presidente Jovenel Moïse. Ya fueron identificadas, al menos, 28 personas, la mayoría de ellas de nacionalidad colombiana, en la causa que abrió el magnicidio. Tres lecturas que me gustaron sobre el tema para sumar un poco de contexto.

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En Tanzania, una investigación de un grupo de periodistas descubrió que los errores en el uso de los teléfonos celulares pueden unir a desconocidos.

Empezamos.

La isla revuelta 

Domigo de protestas en Cuba. Escenario inusual aunque no tanto si miramos este último año. El presidente Miguel Díaz Canel llamó a los «revolucionarios» a manifestarse para contrarrestar el peso de los opositores en las calles. ¿Qué sabemos hasta el momento?

Dónde empezó todo. Los cronistas en el lugar cuentan que todo empezó en San Antonio de los Baños, a media hora de La Habana, pero que en poco tiempo las protestas llegaron a toda la isla. ¿Cómo logró extenderse tan rápido? La respuesta está, una vez más, en las redes sociales. La difusión de videos como este y este otro, además de hashtags como #SCuba y #SOSMatanzas, hicieron su parte. 

Libertad. Esa fue la consigna. La escasez de alimentos y medicamentos agrava la situación. Nada nuevo. Lo llamativo es que ya varios medios la están definiendo como la protesta más grande desde el llamado «maleconazo» de agosto de 1994, cuando en medio del periodo especial miles de personas salieron a las calles de la capital.

La respuesta del gobierno. Miguel Díaz Canel dio un mensaje por televisión en donde explicó que existe un estallido social masivo que busca desestabilizar al gobierno. «No vamos a admitir que ningún contrarrevolucionario, ningún mercenario, ningún vendido al gobierno de Estados Unidos, vendido al imperio, recibiendo dinero de las agencias, dejándose llevar por todas estrategias de subversión ideológica van a crear desestabilización en nuestro país», dijo el presidente. Para responder a las protestas, llamó a la «masa revolucionaria» a las calles. Además, Díaz Canel llegó a San Antonio de los Baños para transmitir que tenía la situación bajo control. Medios internacionales denunciaron represión a la protesta social y una ola de saqueos. 

Problemas económicos. «Si quieren que se resuelvan los problemas de Cuba, abran el bloqueo», dijo Díaz Canel. Las sanciones económicas contra Cuba perjudican la calidad de vida en la isla pero no son el único factor. En el último tiempo, su combinación con la paralización del turismo por la pandemia y las recientes reformas económicas tuvieron un impacto muy negtivo en la calidad de vida de la gente. Desde que comenzó la pandemia, conseguir alimentos y medicamentos se convirtió en una tarea cada vez más difícil.

Movimiento San Isidro es el grupo de artistas que, hace un año, se animó a reactivar una serie de protestas contra el gobierno. El oficialismo denunció que estaban coordinadas por Estados Unidos. Este Movimiento reiteró, hace unos días, a través de un comunicado que se “mantendrá trabajando y generando alianzas”. “Alertamos nuevamente sobre las consecuencias que puedan resultar de las acciones pacíficas que estaremos llevando a cabo para lograr la liberación de los hoy injustamente detenidos, el respeto a nuestros derechos humanos, la regeneración del ejercicio cívico y la creación colectiva”, agregaron.

Hasta ahí lo que sabemos por el momento. La mirada internacional está puesta en la isla. Éste, sin dudas, será uno de los temas centrales de la semana.

Cómo sigue Haití

Después del asesinato Jovenel Moïse, el miércoles pasado en su casa, la política haitiana seguirá en agenda. Hasta el momento, 28 personas fueron identificadas como sospechosas de participar en el atentado, de las cuales 26 son colombianos y dos estadounidenses. Un hecho de violencia política extrema donde la pregunta central es ¿quién mandó a matar al presidente?

Si bien nadie pudo imaginar este escenario tan dramático para la democracia haitiana, existen varios elementos que explican las raíces del conflicto. Vamos con algunas lecturas que pueden servirte para entender mejor el tema:

Primero, no se llega a este escenario sin el ciclo de protesta que comenzó en 2018 por el malestar económico y el hartazgo social a causa de los escándalos de corrupción. Este artículo del 2020, escrito por el politólogo Frédéric Thomas, explica la composición social de las protestas y las causas del descontento. 

En segundo lugar, encontramos una crisis institucional y constitucional que no es nueva en el país. Esta nota escrita poco antes del asesinato de Moïse por la socióloga haitiana Sabine Manigat revisa la fragilidad democrática actual.

Tercero, ¿cuánto influye la política de Estados Unidos en la dinámica haitiana? Existen varios artículos de opinión sobre el tema. Éste de Rosy Auguste Ducena plantea que Washington necesita cambiar de manera urgente su posición sobre las elecciones haitianas. “En lugar de presionar por elecciones presidenciales y legislativas en septiembre, el gobierno de los Estados Unidos necesita escuchar y alinearse con la sociedad civil haitiana”, sostiene la autora.

Amistades accidentales en Tanzania

Si seguís esta newsletter para saber dónde poner la atención esta semana, dejá pasar esta historia. Este dato no te va a servir. Tampoco será noticia. Es solo una historia curiosa, entre tantas, sobre cómo los errores en el uso de la tecnología pueden unir a desconocidos. En este caso en Tanzania. 

The Conversation hizo una investigación, en base a  cientos de entrevistas, entre 2018 y 2019, sobre cómo el mal uso de los teléfonos celulares en un grupo étnico llamado Masai, de 2 millones de personas que viven en Kenia y Tanzania, termina por unir personas después de llamar a números equivocados.

En una muestra de unos 300 hombres Masai, el 46% tuvo una de estas amistades accidentales. Pero con las mujeres no pasa lo mismo. ¿Por qué? ¡Sopresa! Porque los hombres terminan limitando o controlando el acceso de las mujeres a los teléfonos. 

En la vida, por más abiertos a los desconocidos que nos consideremos, los encuentros están limitados por varios factores, entre ellos: clase, ocupación, género, entre otros. Es por eso que, marcar mal un número para los Masai amplía los límites a la hora de vinuclarse con los otros. 

«La decisión básica de relacionarse con un extraño, uno que se encuentra casi al azar, sugiere una apertura a la diversidad y un sentido general de optimismo en las personas», explica el artículo. Por eso, cuando le preguntaron a los entrevistados por qué se quedan hablando con extraños, uno de ellos respondió: «Porque pasan cosas buenas». 

Espero que eso también te pase a vos, querido o querida lectora, y que nos volvamos a encontrar pronto. Gracias a Iván Schargrodsky por la invitación y la confianza. Gracias a vos por estas 31 entregas de Miss Mundo. Valoro los minutos que le dedicaste a la lectura, sobre todo en épocas en que el tiempo nunca alcanza. 

Te abrazo,

Ayelén 🙂

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Soy periodista especializada en política internacional. Estudié Ciencia Política (UBA) y tengo un máster en Periodismo (UTDT). Viví un tiempo en Caracas, Madrid y Londres. Co-conduzco la Edición Internacional del noticiero de TV Pública y soy columnista en la semana en la Edición Central. Produzco y conduzco el podcast de análisis político de la revista Nueva Sociedad y escribo en distintos medios como Le Monde Diplomatique. Tengo tres obsesiones políticas: Bolivia, Brasil y Venezuela.