La hermana

Dolores Etchevehere desató uno de los escándalos más resonantes que hoy se viven en la alta alcurnia del país.

Los hermanos Etchevehere son cuatro: Luis Miguel, Sebastián, Dolores y Juan Diego. Su papá, Luis Félix, murió en septiembre de 2009 y les dejó cinco mil hectáreas de campo como herencia. La mitad de la fortuna familiar le correspondió a su esposa, Leonor Barbero Marcial, y cada hijo debía recibir su 12,5%, es decir, se repartía entre ellos en partes iguales. Los varones dicen que eso se concretó. Dolores dice que no y lo viralizó a través de un video y entrevistas, donde señala por narcotráfico a “los Etchevehere corruptos”. Así se desató uno de los escándalos más resonantes que hoy se viven en la alta alcurnia del país. El capítulo más reciente de la historia fue la decisión de Dolores de hacer valer su posición e instalarse, junto a unos cien miembros del proyecto agroecológico que lidera, en la estancia más preciada de la familia, con el patrocinio judicial del dirigente social Juan Grabois. Los tres hermanos radicaron una denuncia por usurpación y dicen que la movida tiene apoyo del gobierno nacional. Cientos de productores se movilizaron en sus camionetas a la entrada de la estancia y amenazaron a los ocupantes. El juez subrogante Raúl Flores es el encargado de fallar sobre esos terrenos: solicitó más documentación para decidir.

Al momento de su muerte, Luis Félix era, entre muchas otras cosas, un agroganadero, abogado y director del periódico más reconocido de Paraná, Entre Ríos: El Diario, un medio fundado por su abuelo, también de nombre Luis, quien fuera gobernador de Entre Ríos entre 1931 y 1935. Además de ser la única mujer entre los hermanos, Dolores fue la única que se entusiasmó con el periodismo. El resto, con los campos. Luis Miguel, el mayor de los cuatro, llegó a presidente de la Sociedad Rural Argentina y luego a ministro de Agricultura y Pesca del gobierno de Mauricio Macri. Ella se mudó a Buenos Aires de muy chica, estudió Letras y escribió artículos en diarios como La Nación.

La historia, según Dolores

“Nuestra única hermana mujer, listo, se descarta. Yo para ellos significo tierras, acciones, inmuebles. Lo único que hay que hacer es descartarme. Eso siempre ha ocurrido conmigo. Te van asfixiando, no te permiten participar de las administraciones de lo que tengan, te van arrinconando. Cuando vivía Papá, era muy patriarcal todo pero con él me llevaba muy bien. Había una relación muy linda -recuerda ahora la hija de Luis Félix-. Cuando muere Papá, entran en juego mis hermanos. Lo primero que veo es mi firma falsificada en el expediente sucesorio y ellos acceden de facto a todos los bienes. Empecé cinco a cero”.

Según cuenta, nunca recibió dinero de la familia, ni estuvo bancarizada, ni tiene bienes a su nombre. Y que todo lo que aseguran que ella firmó no es cierto. Dice que, al ver que sus hermanos la expulsaban de la casa que le correspondía por herencia y que reformaban el espacio a su antojo, empezó una investigación que lleva once años. “Desde siempre, soy testigo del manejo fraudulento, que me avergüenza. El total desprecio por los demás, sobre todo por las personas humildes trabajadoras y las mujeres. Mi familia ha cometido actos aberrantes contra la integridad física, no solamente de las mujeres que trabajaban en mi casa sino también contra la de sus vínculos personales. A medida que conocía más aberraciones, más me iba alejando de mi familia de origen”, dice en el video que disparó el escándalo. Ahora denuncia: “Acá hay estafas a mí y al Estado, pero además hay narcotráfico”. Para Dolores, la justicia no la quiso escuchar porque responde al poder que tuvo siempre su familia en Entre Ríos.

No da precisiones sobre los vínculos con el tráfico de drogas porque dice que va a esperar a terminar la investigación, pero sí menciona algunos nombres. Dice que Luis Miguel tiene “una relación muy estrecha con Sergio Varisco, ex intendente de Paraná, ahora preso por narcotráfico”. Ambos ex funcionarios comparten abogado, Rubén Pagliotto, quien le aseguró a este medio que la acusación es “una mentira y una canallada” y sostuvo la inocencia de sus dos defendidos. La hermana Etchevehere redobla: “Es todo un grupo organizado. Complejo. No puedo dar muchos más detalles de eso pero es un caso muy denso”. De ese grupo, menciona a Leonardo Aguilar, de la Sociedad Rural de la localidad de Diamante y al concejal paranaense de Juntos por el Cambio Emanuel Gainza.

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Dolores decidió crear el Proyecto Artigas, una red compuesta por movimientos sociales y abogados con el objetivo de cuidar el ambiente. “Juntos buscamos verdad, justicia y reparación. Acompañamos a Dolores Etchevehere en el ejercicio de sus derechos hereditarios a partir de la posesión pacífica de una parte de sus bienes”, puede leerse en la web del emprendimiento. Y detalla: “Hemos acordado con Dolores Etchevehere la cesión del 40% de la tierra que le corresponde como legítima heredera de su padre para construir un modelo agrario sostenible, libre de agrotóxicos y explotación, distinto al que su familia representa. Nos proponemos construir allí un proyecto productivo que cuide la madre tierra y respete los derechos de las familias campesinas”.

Hace diez días, Dolores y sus compañeros de proyecto ocuparon la estancia Casa Nueva, el campo de 1.600 hectáreas de la familia Etchevehere. “No hubo ninguna irrupción. Yo ingresé a mi casa –dijo en Radio con Vos-. También mis hermanos pueden estar en este momento acá. No les impido que ingresen. Lo que no puede ser es que estén mis hermanos y yo no”. La mujer asegura que para la justicia la sucesión está abierta. Los hermanos sostienen que no.

La historia, según los hermanos

“Es un delito común: usurpación. Ninguna de las personas que está adentro tiene derecho sobre ese bien”. Luis Miguel Etchevehere repite esa idea en cuanta nota concede y le demanda a la justicia mayor celeridad para expedirse sobre ese punto, que es el único que él entiende que está en litigio.

“Del otro lado, solamente hay un relato”, sentencia el ex ministro y asegura que la estancia Casa Nueva pertenece a la sociedad anónima Las Margaritas, con certificado de dominio, y que así se acordó en el juicio sucesorio que duró de 2010 a 2018. “Se llegó a un acuerdo en el juzgado 7 del Doctor Furman, en Paraná, y se determinó la parte de cada uno de los herederos. Mi hermana escindió su parte de las sociedades familiares y tomó su camino. Fue un desgaste emocional, familiar. A mi hermana debe hacer 10 años que no la veo en privado. La vi hace dos años pero en la justicia. Todavía esa herida no se cerró, pero esperábamos volver a tener una relación familiar normal y nos encontramos con esta sorpresa”, así lo explica Luis Miguel como representante de sus hermanos varones.

En diálogo con Cenital, el escribano José Luis Zuffiaurre, titular del registro notarial 158 de Paraná, defiende esa mirada: “Todos los bienes de la sucesión están inventariados y hay un expediente sucesorio de ocho cuerpos, que yo tuve que ver completo. En la primera partición, ella recibió dinero y un departamento. Dolores siempre estuvo asistida por abogados. No puede decir livianamente que se le haya falsificado la firma porque los documentos hace dos años los firmó delante de mí, en mi escribanía”. Tanto el escribano como el abogado de la familia Etchevehere, sostienen que, para verificar si es o no su firma, Dolores debería hacer un trámite de redargución de falsedad.

Consultado por la posibilidad de que la firma de su hermana haya sido falsificada en primera instancia, el mayor de los Etchevehere dice: “No recuerdo puntualmente ese episodio, pero cualquiera que haya pasado por un divorcio o un proceso sucesorio sabe que hay abogados muy creativos para lograr cosas. Ella firmó conformidad y se comprometió a no hacer ninguna acción civil o penal”. Sobre las acusaciones de narcotráfico, elige no responder y se pregunta por la estancia ocupada: “¿A dónde está el título que la habilita para estar en ese lugar?”.

La familia dice que, hace dos años, Dolores vendió su parte de Las Margaritas a la firma Mirus S.A. Explica el abogado Pagliotto: “Ni bien murió el papá, Dolores les ofreció a los tíos que compraran su parte del diario y de la firma SAER. Le dijeron que no y se la vendió a la mamá. Así fue vendiendo cada cosa. En 2018, Dolores quería comprar una casa en el country Martindale y le pidió un préstamo a Mirus por más de medio millón de dólares. Como no pudo pagarlo en el tiempo convenido, honró esa deuda cediéndole su porcentaje de Las Margaritas a Mirus, que no sabemos quiénes son”.

La mirada de Luis es que Dolores hace acusaciones serias para que ellos accedan a negociar. “Nos quiere hacer pasar un escarnio público para que le demos lo que sea para que se calle”.

Por qué hay funcionarios nacionales

“El gobierno nacional apoya con funcionarios a Grabois en la usurpación de tierras en Entre Ríos. Qué hacían Donda y Verón en audiencia de partes?? El Director de Economía Popular Sebastián Correa anoche durmió en la toma! Bordet deja pisotear el federalismo”, tuiteó Luis Etchevehere, para señalar la intervención de funcionarios nacionales en la disputa y presionar al gobernador entrerriano para que se pronuncie.

El abogado de su hermana, Juan Grabois, a quien Luis señala como autor intelectual de una usurpación, respondió por la misma red social: “No sé qué le sorprende a Luis Etchevehere. Obviamente, frente a las amenazas de muerte, xenofobia expresa y violencia física ejercida, pedimos que haya presencia de organismos de derechos humanos, el gobierno nacional y provincial”.

Luis Miguel lideró la concentración que productores agropecuarios hicieron con camionetas, caballos y tractores en el ingreso al campo, sobre la ruta 12, a la altura del Paraje Santa Elena, donde reclamaron un desalojo. Juan Diego, el hermano menor, habló con C5N y vinculó el hecho con la toma de tierras en Provincia de Buenos Aires y las disputas territoriales con las comunidades originarias en el sur del país. Para la familia, se trató de una movilización pacífica, pero se viralizaron audios y videos donde manifestantes trataban de “negros de mierda” a quienes ocupan la estancia. Se acercaron a la puerta y les ofrecieron un salvoconducto para dejar la propiedad, lo cual también fue tomado como una intimidación, y Grabois contó que, al mismo tiempo, hubo amenazas a los hijos de Dolores en su domicilio.

El mayor de los Etchevehere, que durmió en su camioneta esa noche en la vigilia frente al campo, dice que “la gente se mantuvo del alumbrado para afuera y a la noche se retiró pacíficamente”, y aventura que los dichos racistas y las amenazas deben haber sido de algunos “enardecidos” como los que gritan algo similar en una cancha de fútbol. Victoria Donda, titular del INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo), no opina como Luis Etchevehere: “Asistí a la audiencia judicial porque me lo pidió Dolores, que se comunicó para denunciar la violencia económica que está viviendo. Pero además me hice presente para dejar constancia de los actos manifiestos de racismo que ocurrieron en la jornada. Los hermanos mandan un grupo con la policía y les ofrecen garantías para salir, como si fueran dueños de la provincia. Quieren convertir esto en una toma de tierras cuando estamos defendiendo la propiedad. ¿Alguien puede creer que Dolores sola, frente al poderío de sus tres hermanos varones, en una sociedad patriarcal, puede firmar con consentimiento, voluntad y libertad? No es un apoyo del gobierno sino del INADI. No tiene que ver con la grieta de macrismo versus gobierno, tiene que ver con la verdadera grieta: los que defendemos el estado de derecho y los que, como parte de la Sociedad Rural, nunca lo defendieron”.

Como dice el tuit de Luis, además de Donda, otra funcionaria nacional firmó el acta que dio lugar al cuarto intermedio judicial: Daniela Verón, abogada del Ministerio de Justicia. El ex ministro de Agricultura también señaló a Gabriela Carpineti, de la secretaría nacional de Acceso a la Justicia, como miembro del grupo que acompaña a Dolores, y su hermana lo reconoció: “Durmió acá. Es parte del equipo que acompaña a Grabois, que me patrocina”. 

Hay algo clave que une a Grabois con la única hermana Etchevehere, además del proyecto agroecológico: sus creencias religiosas. Revela Dolores: “En la penúltima encíclica del Papa Francisco, hay un concepto muy lindo que habla de la cultura del descarte y con eso me siento interpelada. Es una síntesis impresionante: Yo soy una persona descartada”.

Me siento periodista desde antes de terminar la escuela, cuando colaboraba en programas de Rock & Pop y Supernova. Trabajo en Información General; salud y educación son mis temas preferidos. Hice tele de chica y madrugué siete años para el aire de Metro. Hoy soy conductora de Ahora Dicen en Futurock. Trato de no ser tan porteñocéntrica.