De caza: los votos que buscan LLA y el peronismo en Buenos Aires

El domingo puede que no se repita la diferencia de la elección de septiembre. ¿A qué electores pueden ir a buscar?

Las elecciones de septiembre en Buenos Aires dejaron un resultado muy claro. El Gobierno nacional, que inauguró en la provincia su alianza con el PRO, fue derrotado de manera contundente por Fuerza Patria (FP), que ganó en 6 de las 8 secciones electorales y, en el conteo general, terminó aventajando a la alianza entre La Libertad Avanza y el Partido Propuesta Republicana (LLA + PRO) por casi 14 puntos y más de un millón de votos. La derrota de LLA + PRO fue aún más contundente al observar que, a nivel municipal, además de las derrotas sufridas contra el peronismo, fue derrotado en 44 municipios por terceras fuerzas: HECHOS, SOMOS y partidos vecinales.

Si bien existen muchos elementos que pueden influir en los resultados (factores económicos, externos, financieros, sociales, escándalos políticos, catástrofes climáticas, etc.), en esta nota hacemos énfasis en factores puramente electorales que consideramos de gran importancia en los comicios de octubre de 2025.

Planteamos tres arenas electorales donde ambas fuerzas saldrán a cazar votos silvestres, al alcance tanto de unos como de otros: los votos en blanco, los votos de terceras fuerzas y los no-votos, es decir, los votos de aquellas personas que no asistieron a votar. 

Los vecinalismos y el voto en blanco

 Los primeros votos silvestres detectados surgen del análisis del voto en blanco en las elecciones de septiembre. Hay municipios importantes donde el voto en blanco a nivel seccional fue mucho más grande que su par a nivel municipal. Esta diferencia se debe, casi exclusivamente, a la presencia de partidos vecinales que obtuvieron un gran porcentaje de votos en sus municipios pero no llevaban ningún candidato a diputado o senador provincial. Existen motivos para pensar que ese voto en blanco es simplemente producto de la estructura del instrumento de votación: una consecuencia de que los votantes tan solo tomaran la boleta del partido vecinal sin preocuparse por cortar la boleta de otro partido para votar diputados o senadores provinciales.

Fuente: CEPEL-FLACSO. Elaboración propia con datos de la Justicia Electoral de la Provincia de Buenos Aires.

Tomamos la decisión de ordenarlos por votos absolutos, en lugar de tomar la diferencia porcentual, debido a que el nivel de competencia política cambió. Al votar diputados nacionales se considera a toda la provincia de Buenos Aires en su conjunto. Por nombrar un ejemplo, solamente en General Pueyrredón, San Miguel, Merlo y San Isidro, en donde existieron expresiones vecinales de peso, se concentraron 126.402 de estos votos silvestres, los cuales representarían un poco más del 10% del total de diferencia que FP le sacó a LLA + PRO en la provincia. 

No es coincidencia la presencia de partidos vecinales fuertes en los 4 primeros municipios de la tabla: Acción Marplatense (Nuevos Aires también presentó boleta corta) en General Pueyrredón, Primero San Miguel, Agrupación Crecer de Merlo (Aquí también Nuevos Aires compitió con boleta corta), y la Acción Vecinal San Isidro es Distinto. Considerando que la diferencia total entre Fuerza Patria y La Libertad Avanza fue ligeramente superior al millón de votos, los 126.402 votos silvestres en estos 4 municipios representan un poco más del 10% de la diferencia entre estas fuerzas

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Este tipo de partido político suele formarse alrededor de un dirigente de peso. El alineamiento de este dirigente a una de las fuerzas nacionales puede ser clave para volcar sus votos hacia una de ellas. Los 4 vecinalismos anteriormente mencionados responden a 4 exintendentes: Gustavo Pulti, Joaquín De La Torre, Raúl Othacehé y Gustavo Posse. De ellos, solo Pulti ha declarado su apoyo a Fuerza Patria. Los restantes se mantienen al margen.

Las terceras fuerzas y su victoria silenciosa

El segundo grupo de votos silvestres se refiere a aquellos votos de terceras fuerzas, especialmente en municipios donde su caudal fue mayor, y con la expectativa de que esos votos puedan ser captados por una de las dos grandes fuerzas en pugna. FP, LLA + PRO y el FIT obtuvieron el 85,6% de los votos totales a nivel provincial. Esto deja poco más del 14% de los votos emitidos en septiembre en manos de terceras fuerzas que no participarán en octubre, como es el caso de SOMOS y HECHOS, o que poseen un caudal de votos muy pequeño, como Potencia y Nuevos Aires.

Municipios con mayor cantidad de votos hacia terceros partidos (sin FIT ni vecinalismos)

En este aspecto, nos enfocamos en los votos absolutos más allá del porcentaje que obtuvo cada partido político en cada municipio. Debido a que la provincia pasa a ser un distrito único en las elecciones de octubre, la cantidad de votos que puede “acercar” un dirigente político toma una relevancia mucho mayor que el resultado de la lista en un municipio determinado. En el gráfico se observan los 15 municipios con mayor cantidad de votos absolutos hacia terceras fuerzas a nivel municipal y lo que muestra. Este gráfico es revelador: el voto hacia las terceras fuerzas tiene una naturaleza mayormente dispersa. Excepto por unos pocos casos, no encontramos un dominio claro de un partido político determinado sobre su municipio.

Tomemos como ejemplo los municipios de La Matanza y La Plata, por su altísima importancia en el padrón electoral provincial. En La Matanza, casi la mitad de los votos “perdidos” hacia terceras fuerzas se componen de votos hacia Potencia, Unión y Libertad, y otros partidos minoritarios. En el caso de La Plata, más de la mitad de los votos perdidos fueron hacia partidos minoritarios. El mismo patrón se puede observar en otros 8 municipios. 

En contraste, observamos unos pocos casos (Tigre, San Nicolás, Bahía Blanca y Hurlingham) en los que sí hay una tercera fuerza claramente predominante en el municipio. El caso de Nuevos Aires en General Pueyrredón, nombrado anteriormente, es una excepción ya que lo logró mediante una estrategia vecinalista.

Observamos un patrón claro en aquellas terceras fuerzas que obtuvieron una cantidad importante de votos en sus municipios en las elecciones provinciales. Cuando esa fuerza política se construye desde el oficialismo municipal, sus dirigentes intentan influir en las elecciones nacionales de manera orgánica (como el caso de Julio Zamora en Tigre, apoyando a Provincias Unidas; o de Manuel Passaglia en San Nicolás, acercándose a LLA). En caso de que se construya desde la oposición, el apoyo a una fuerza nacional suele ser en términos individuales (como el caso de los bahienses, con un candidato adhiriendo a la lista de la Coalición Cívica y otro a la de Provincias Unidas) o muy tenue (como el acercamiento de Juan Zabaleta a Kicillof, pero no a Fuerza Patria).

¿Y a mí que me importa?

Por último, un tercer grupo de votos es el no-emitido en las elecciones de septiembre, es decir, el voto que podrían emitir en octubre quienes se ausentaron en septiembre. Si la participación electoral aumentará o se reducirá de manera tal que pueda influir en los resultados globales es una incógnita, pero aquí contemplaremos las diferentes posibilidades.

En primer lugar, tomamos todas las provincias que desdoblaron elecciones en 2021 y 2023 y calculamos la diferencia del nivel de participación entre las elecciones provinciales y las nacionales. En general, existe un 4% de aumento de participación electoral en los comicios nacionales respecto a los provinciales. Más aún, un aumento de participación (de cualquier magnitud) se dio en el 87% de las elecciones desdobladas. De esta manera, si bien no es posible asegurarlo, es factible esperar que en octubre voten más personas en Buenos Aires que en septiembre.

En segundo lugar, tomamos este 4% de aumento de participación electoral y planteamos 5 escenarios hipotéticos diferentes. Detrás de esta idea lo que nos preguntamos es qué pasaría con los resultados de septiembre si, ceteris paribus, se le suma un 4% de votos a repartir entre las distintas fuerzas políticas. Por supuesto que un aumento del total de votos no será lo único que influirá en las elecciones de octubre, pero este ejercicio resulta de gran utilidad para considerar el impacto que podría tener este factor de manera aislada.

Los escenarios hipotéticos de distribución de nuevos votos serían los siguientes: 

  1. FP y LLA se reparten en porciones iguales un 80% de los nuevos votos y las terceras fuerzas obtienen un 15% de ellos.
  2.  FP obtiene 3 de cada 5 nuevos votos y LLA solo 1 de cada 5.
  3.  FP obtiene 1 de cada 5 nuevos votos y LLA gana 3 de 5.
  4.  FP obtiene el 75% de los nuevos votos (3 de cada 4), LLA un 15%, y las terceras fuerzas una porción menor de 5%.
  5.  Se mantienen las mismas proporciones pero con la mayoría de los votos (el 75%) yendo a LLA.

En todos los escenarios hipotéticos asumimos un 5% de los votos nuevos siendo votos en blanco/nulos.

Estos 5 escenarios hipotéticos, en los cuales le damos mayor importancia a una distribución de votos desigual entre Fuerza Patria y La Libertad Avanza con el fin de mostrar adecuadamente los efectos que podrían tener sobre ambos partidos, se encuentran claros en el siguiente gráfico.

Fuente: CEPEL-FLACSO. Elaboración propia con datos de la Justicia Electoral de la Provincia de Buenos Aires.

Aquí observamos que, en el caso de mayor ventaja de Fuerza Patria sobre los potenciales nuevos votos, su victoria sería por casi 17% de los votos (49,1% FP vs 32,6% LLA). En el caso opuesto, donde La Libertad Avanza pudiera obtener una mayoría de los potenciales nuevos votos, la brecha se reduciría de los casi 14 puntos actuales a solo 9 puntos (45,3% FP vs 36,4% LLA), reduciendo prácticamente un tercio de la ventaja que obtuvo Fuerza Patria en septiembre. Es aquí donde se evidencia la importancia que tomará en octubre quién haya tenido más éxito en “cazar” los votos de personas que se ausentaron en los comicios provinciales de septiembre.

La finalidad de este ejercicio consiste en, bajo ningún punto de vista, asumir que un 4% más de electores irán a votar en octubre. Más bien, busca resaltar la importancia para cada fuerza política y el impacto general en los resultados de la elección que puede tener una modificación en el porcentaje de participación electoral. Si estos mismos escenarios hipotéticos los hubiéramos planteado sobre un aumento del 8% en la participación electoral, el impacto sería doble tanto para el partido que logre cazar más votos nuevos como para el partido que no tenga éxito en hacerlo.

Existen motivos para pensar en una alteración de la dinámica política de cara a octubre. Estos motivos son tres: la no-presencia de partidos vecinales que aumenten el porcentaje de votos en blanco a nivel provincial; la capacidad de las dos grandes fuerzas nacionales de capturar votos dispersos en las terceras fuerzas en distintas zonas de la provincia; y, finalmente, la distribución de los nuevos votos en caso de un aumento de la participación electoral.

Para leer el informe de CEPEL-FLACSO completo, hacé clic aquí.

Otras lecturas:

Es Licenciado en Ciencia Política (UBA) y estudiante de posgrado de la la Maestría en Ciencia Política de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). Forma parte de la Red de Estudios sobre Política Subnacional en América Latina (REPSAL) y es Investigador del Centro de Estudios sobre Política y Elecciones Locales (CEPEL) del Área de Estudios Políticos y Sociales de FLACSO Argentina. Sus temas de investigación refieren a regímenes políticos, partidos de extrema derecha y política subnacional, con énfasis en política municipal.

Es Licenciado en Sociología por la Universidad de Buenos Aires, maestrando en Ciencia Política y Sociología en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y doctorando en Ciencias Sociales en la misma casa de estudios. Actualmente se desempeña como becario interno doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) con lugar de trabajo en el Instituto de Investigaciones Sociales de América Latina (IICSAL) de la FLACSO.

Es Licenciado en Ciencia Política (UBA) y estudiante de posgrado de la Maestría en Ciencia Política de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) . Es docente en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), la UTDT y la Universidad de Buenos Aires (UBA). Es investigador asociado en el Centro de Investigación para la Calidad Democrática (CICAD), forma parte de la Red de Estudios sobre Política Subnacional en América Latina (REPSAL) y es Investigador del Centro de Estudios sobre Política y Elecciones Locales (CEPEL) del Área de Estudios Políticos y Sociales de FLACSO Argentina. Sus temas de investigación se centran en la relación multinivel de partidos políticos, la competencia electoral y la democracia local.