Carla Vizzotti: “Hay que dejar de ver a la salud como un bien de consumo”

La siguiente entrevista surgió de una conversación entre Vizzotti y el equipo de Fundar.

La idea de una reforma en el sistema de salud de Argentina crece en las sombras de la agenda pública. La ministra de Salud de Nación, Carla Vizzotti, recibió la cartera en plena pandemia tras la renuncia de su jefe Ginés González García en febrero de 2021. Como parte de su equipo, la médica infectóloga había crecido en popularidad y capital político desde la Secretaría de Acceso a la Salud, con la tarea de conseguir vacunas en un mercado hipercompetitivo mundial, y traerlas para luego distribuirlas por todo el país, a toda la población por igual. “Cuando nosotros asumimos en 2019 ya era uno de los ejes de la campaña, de los equipos técnicos, del PJ, de Ginés, trabajar en lo que es la integración del sistema de salud y teníamos un diagnóstico de la situación”, dijo en esta entrevista con el equipo de Fundar. 

Fundar: ¿Cómo pensás el sistema de salud desde la función de ministra, cuáles son los desafíos que vos observaste cuando llegaste, qué encontraste inesperado, qué encontraste qué suponías que iba a pasar y, obviamente, en el medio de una crisis como ésta?

Vizzotti: Nosotros sabíamos que la salud era una prioridad y la pandemia lo vino a mostrar más todavía y a sacarle las dudas a cualquiera que pensara que la salud no era fundamental para desarrollarse, para crecer económicamente, para estudiar, para trabajar y para producir. Eso es una discusión ganada.

Desde que es parte del Ministerio, Vizzotti se enfrenta ante un sistema que requiere de una actualización. Para ella, la clave está en la integración de los sectores. “La palabra que surge para nosotros en el equipo es integrar, es hacer un análisis y saber que tenemos que hacer mucho más eficiente el gasto, que por supuesto la salud es un derecho y que tienen que acceder todas las personas a una salud de calidad, en forma oportuna y equitativa, independientemente, de donde vivan y su poder adquisitivo. El trabajo que queda por delante es ese, es instalar eso”, dice, y señala que la rectoría y la gobernanza del sistema incluye mejorar el financiamiento, pero sobre todo hacerlo con acciones de calidad. “Nosotros tenemos el plan nacional de calidad, que se lo hemos presentado a todos los subsectores y que lo han visto con muy buenos ojos para poder empezar a integrar el sistema de salud y pensar también en que, tanto los prestadores, como los financiadores, las obras sociales nacionales, provinciales, las que tienen de su organización propia, el PAMI, y el sector privado y las prepagas tengan una mirada sanitaria. Digamos, adhieran a las estrategias de salud pública”.

La pandemia obligó a los sectores a un diálogo más fluido, a organizarse de manera más eficaz. “Tuvimos mesas permanentemente con los distintos subsectores”, dijo la ministra en relación a la crisis humanitaria que enfrentaron, y de ese acercamiento entre las partes también surgió “un consenso muy sólido en el diagnóstico de situación” del sistema de salud. Para Vizzotti, el trabajo entre todos los sectores del sistema debe sostenerse para lograr mejoras reales en ese diagnóstico compartido. “La mirada del Estado Nacional es coincidente, pero si cada uno va a pedir su parte es muy poco posible que se pueda llegar a un resultado concreto. Entonces lo que tenemos que hacer es sentarnos en una mesa, hacer una propuesta como sector salud, porque a mí lo que me gusta decir es que yo soy la ministra de Salud del país, no soy la ministra de Salud pública. Y eso se ha visto entonces, nosotros tenemos realmente que articular y verlos como socios estratégicos”.

Fundar: El tema de la descentralización hace que mucho de la gestión nacional sea más compleja porque tenés una estructura institucional diferenciada entre el rol nacional y el rol provincial. A partir de la experiencia de la gestión de la pandemia estos espacios se vieron fortalecidos, ¿cómo pudiste articular esto con las provincias? 

Vizzotti: Bueno, justamente la descentralización, desde la constitución de visualizar la salud con responsabilidad, del rol rector de la Nación y una salud provincial e incluso una salud municipal, con un porcentaje muy pequeño, alrededor del 2 por ciento del gasto en salud a cargo del Ministerio de Salud de la Nación, del Estado Nacional, con algunos efectores, la gran mayoría más del 50 por ciento son efectores provinciales y el resto municipales -y dentro de las provincias también tienen esa dificultad-. Por eso cuando uno habla de integrar es con los distintos subsectores, pero también con una mirada federal dentro de cada provincia y esa integración no es igual en cada provincia. 

Convergencia

“Nosotros tenemos desde el principio una relación con la Superintendencia de Servicios de Salud que es muy, muy cercana. Con una mirada común y con una el desafío de la integración también desde el principio. (…) Nosotros hicimos una mesa de trabajo con las nuevas autoridades de la CGT pensando en esto que también es una realidad, el 80% de los afiliados están en el 20% de las obras sociales. Esa situación, digamos, es algo que en estas mesas tanto con el sector de la seguridad social nacional, como en los del subsector privado, está esa mirada del trabajo de integración que requiere de los dos lados. Que es que también se plantee la posibilidad de cómo eficientizar el financiamiento desde esa mirada en relación a las 300 obras sociales. Hay algunas obras sociales que son tan pequeñas que requieren tercerizar en alguna prepaga, en otra seguridad social o en el sector público, y eso también aumenta el gasto y la ineficiencia. Entonces con esa mirada el trabajo, digamos, de pensar planteos que vienen haciendo desde las obras sociales y la seguridad social en relación al financiamiento, pero que no se quede en el financiamiento, sino también en pensar esas líneas de cuidado y pensar cómo se pueden unificar obras sociales”.

La ministra señala una y otra vez que el trabajo conjunto de todos los sectores involucrados son necesarios para mejorar el sistema, porque al hacer un movimiento aislado se puede perder el equilibrio de los demás. “Todos los subsectores tienen particularidades, pero ninguno tiene la posibilidad de por sí mismo generar un cambio en el sistema de salud, entonces esa es la mirada”, dice Vizzotti, e insiste en las mesas de trabajo con los distintos sectores, que va desde las obras sociales municipales a las grandes prepagas. 

Mirada federal

La foto es distinta dependiendo dónde se la saque. Vizzotti dice que la población que tiene los ingresos más bajos se atiende casi de manera exclusiva en el sistema público, y que en los quintiles más altos es al revés: “se gasta un 30%”. Lo mismo pasa en las distintas jurisdicciones: “En AMBA, alrededor del 45% de las personas de los quintiles más altos se atienden en la medicina prepaga, y en, por ejemplo, el NOA es el 7%. Entonces la mirada del sector privado tiene su impacto en lugares muy específicos de Argentina”. La ministra afirma que hay muchas provincias donde la atención es casi exclusivamente en el sistema público o que tienen obras sociales provinciales muy grandes. “Entonces ahí de vuelta es necesaria esa mirada federal, y cuando vos tenés que integrar sistemas de salud tenés que integrarlos con la mirada de cada provincia. Tenés que tener una propuesta de integración para cada una de las provincias, pero la COSSPRA (Consejo de Obras y Servicios Sociales Provinciales de la República Argentina) está” en la mesa.

Eficiencia

La pandemia posibilitó una mayor articulación con las prepagas, según le comentó Vizzotti a Fundar en la entrevista en video que podés ver al final de la nota. La ministra señala un prejuicio habitual a la hora de pensar en las prepagas: la mayoría de las personas que tienen este servicio lo paga a través de la desregulación de sus obras sociales. Y, como ocurre con las obras sociales, hay algunas prepagas muy grandes y otras más pequeñas, que atraviesan similares conflictos de financiamiento. Para Vizzotti es fundamental que este sector no sólo se centre en brindar servicio de calidad, sino que sean apropiados a la indicación y evidencia científica. “Verlo como si fuera un bien de consumo a la salud es algo que sería muy importante empezar a cambiar y en eso tiene un rol muy grande la sociedad. Digamos, el consumo de antibióticos, el consumo de medicamentos, el consumo de la salud como si fuera un bien de consumo. O mismo solamente pensar en lo que es la hotelería. Todas estas cosas son cosas que tenemos que empezar a poner en palabras”.

Fundar: Hay un tema que sacaste recién que es calidad, oportunidad, aprovechamiento de los recursos de un modo eficaz y salta la idea de una agencia de evaluación de tecnologías sanitarias. ¿Qué pensás de la necesidad o no de crear una agencia o aprovechar lo que tenés ahora?

Vizzotti: Sin duda, hay que entender que la atención de la salud tiene que tener evidencia científica, tiene que estar basada en la evidencia científica. Y eso no es restringir el acceso a la salud es prestar cuidado con acciones concretas que tienen beneficios y hacer mucho más eficiente el gasto, la inversión y mejorar los resultados también. (…) Evaluar algo integral, no es solamente decir esto sirve hay que dárselo a todo el mundo, sino ver para quién sirve, para quién está indicado y el impacto que tiene eso en el financiamiento, si es sustentable. Porque si se recomienda algo que no es sustentable lo que va a suceder es que se va a perjudicar eso y todo el resto del financiamiento.

Así que nosotros en el Ministerio tenemos la Comisión Nacional de Evaluación de Tecnologías de Salud (CONETEC), es algo que hemos trabajado muchísimo para fortalecer en el último tiempo. Ha aumentado muchísimo la productividad de los informes la CONETEC. Y creemos que en esta instancia fortalecer ese rol, articular de vuelta con el sector de la justicia, el tema de los jueces. Estamos trabajando con el Ministerio de Justicia para generar una capacitación en la justicia y poder generar esa herramienta de consulta, que no necesariamente sea vinculante, que la idea es seguir sosteniendo la independencia de los poderes, pero es dar una herramienta para que un juez que no tiene por qué saber si un pedido tiene base científica, va a ser beneficioso o no, pueda consultar y eso también tener un impacto beneficioso en ser más eficientes.

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