Las juveniles, auténticas “inferiores” de la selección argentina

Entre el subcampeonato en el Sub 20 y el inicio del Mundial Sub 17 hay una estructura de formadores formados que proyectan futbolistas. Ahí, la educación y el enfoque humano no se negocian.

Diego Placente les entregó un cuaderno en blanco a cada juvenil de la selección argentina Sub 20 antes del inicio del Mundial de Chile 2025. Para que escribieran los sentimientos que atravesaran durante el torneo, para que dimensionaran que hay un pasado y que no todo es instantáneo, y para que se salieran de sí mismos a través de la distancia que produce el acto de escribir. Con un dibujo de El Niño Rodríguez en la tapa, el cuaderno llevaba una frase: “Primero lo creés. Después lo creás”. A algunos también les regaló Juego como Leo, un libro de “cuentos de fútbol para leer concentrados”.

“Para que tengan una herramienta a mano cuando no puedan dormir. Para que dibujen, escriban ‘abuela te extraño’ o una carta enojados porque no son titulares. Para que escriban quiénes son cuando nadie los mira. Para que no queden atrapados en el ego”, explicó en un post de Instagram Julieta Rubinstein, abogada, instructora en respiración consciente y salud emocional, y pareja de Placente desde hace 26 años. Y detalló: “Para que no tengan que tomar un Dormicum como tomabas vos ni darle una trompada a la pared”. Rubinstein vio por primera vez a Placente cuando era un juvenil de la selección Sub 20 en el Sudamericano de Chile 1997.

En el Mundial de Chile 2025, la Sub 20 argentina volvió a una final después de 18 años. Cayó 2–0 ante Marruecos. En la conferencia posterior en el Estadio Nacional de Santiago, a Placente –siempre calmo, igual en la victoria y en la derrota– se le quebró la voz cuando dijo que lo que más va a extrañar es “a la camada, porque muchos se van de las juveniles, y uno los conoce de chicos”.

Suscribite para recibir un alerta cada vez que Roberto Parrottino publique un nuevo artículo.

Entrenador–formador, alejado del técnico moderno y fanfa que utiliza a las juveniles como un trampolín hacia el fútbol profesional, Placente aseguró en una entrevista post Mundial Sub 20: “No me veo dirigiendo en un equipo. Estar en la formación de un seleccionado es algo muy distinto y estoy contento de lo que hago”. El lunes de la semana que viene –el 3 de noviembre–, en Catar, Placente dirigirá a la Sub 17 en el debut en el Mundial de la categoría ante Bélgica. El perfil docente excede a los resultados.

Integración y trabajo en equipo: la base del recambio

Campeón Sub 20 en Malasia 1997 junto a Lionel Scaloni, Pablo Aimar y Walter Samuel bajo la conducción de José Pekerman, Placente es un formador dentro de la estructura de las selecciones juveniles argentinas, que proyectan futbolistas para la mayor. Ahí, la educación y el enfoque humano no se negocian. A diferencia de otros períodos en el siglo XXI en los que se acentuó en el resultado y se desprestigió la formación, las juveniles funcionan hoy como una especie de “inferiores” propias de la selección mayor.

Si la base ya conoce de qué se trata jugar en una selección mayor, porque hay sinergia, conexión y línea directa, se adelanta un aprendizaje. Entre los Sub 20 que jugaron en Chile, Julio Soler, lateral izquierdo y capitán, ya fue citado por Scaloni para la mayor, al igual que Valentín Carboni, Claudio “El Diablito” Echeverri y Franco Mastantuno, quienes se ausentaron en el Mundial. Las juveniles articulan el recambio. Es el trasvasamiento generacional.

Cenital no es gratis: lo banca su audiencia. Y ahora te toca a vos. En Cenital entendemos al periodismo como un servicio público. Por eso nuestras notas siempre estarán accesibles para todos. Pero investigar es caro y la parte más ardua del trabajo periodístico no se ve. Por eso le pedimos a quienes puedan que se sumen a nuestro círculo de Mejores amigos y nos permitan seguir creciendo. Si te gusta lo que hacemos, sumate vos también.

Sumate

Al cuerpo técnico de Placente, además de Ariel “El Chino” Garcé, lo integran Facundo Quiroga, quien compartió Malasia 97 con el plantel a pesar de haberse quedado afuera, y el preparador físico Juan Martín Tassi, hombre de confianza de Bernardo Romeo, también campeón en Malasia, actual coordinador de selecciones juveniles. Tassi se encargó del primer scouting de juveniles que no nacieron en la Argentina pero que pueden jugar para la selección, como Can Armando Güner (Schwafheim, Alemania) y Alber Castelau (Getafe, España), de la Sub 17 que jugará en Catar 2025.

“Diego (Placente) siempre ha sido muy correcto; tuvo mucha constancia y disciplina y ha crecido mucho. Comparte la línea que siempre ha dado resultados: el trabajo en equipo. Hay una integración fantástica con el cuerpo técnico de la mayor. La Sub 20 es como la reserva; se siguen los procesos unidos donde nadie tiene la sensación de que uno manda más que el otro y es lo que les transmiten a los jugadores. Hay muchas posibilidades de seguir mejorando. Siempre he defendido un proyecto serio”, sostuvo Pekerman durante el Mundial. De los 18 integrantes del plantel campeón mundial Sub 20 en Malasia 97, 15 son hoy entrenadores.

Pekerman: “Si el club es el secundario, la selección es la universidad”

Alrededor del 70% de los jugadores presentes en las listas de las selecciones mundialistas en Catar 2022 pasó antes por las juveniles. En Argentina, sólo siete de los 26 campeones del mundo no jugaron en la Sub 15, 17, 20 o 23. En 1994, cuando Pekerman llegó al predio de la AFA en Ezeiza, dirigentes de clubes preguntaban después de que les llegara la citación de juveniles: “¿Estos son de nuestro club?”.

En los últimos meses de preparación antes de los Mundiales, Pekerman invitaba a equipos del Ascenso para amistosos. “Miren el orgullo que tienen al pisar el césped del predio de la AFA –les decía a los juveniles–. Ellos no juegan en canchas tan buenas. Cuánto darían por estar en la selección… Ustedes tienen que dar y demostrar permanentemente lo que exige que estén seleccionados”.

Pekerman, maestro paciente, todavía repite que si el club es el colegio secundario, la selección es la universidad. En Catar, Pekerman ganó su primer Mundial Sub 20, en 1995. Y la mayor la tercera estrella en el Mundial de 2022. Gustavo Lombardi, campeón Sub 20 en Catar 95, hoy comentarista, define el sello de Pekerman: “Respeto, cautela, firmeza y buen pie”. Si a Placente lo formó Pekerman, Pekerman reconoció como modelo a Victorio Spinetto, su DT en Argentinos Juniors, legendario formador de juveniles. “Dénme un grupo de hombres que se quieran entre sí –solía repetir Spinetto– y haré un equipo de fútbol moralmente indestructible”.

En el predio de la AFA, dos décadas más tarde de la llegada de Pekerman a las juveniles, Placente –formado también él en Argentinos Juniors, padre de tres hijos– suele repetirles a los jugadores: “El fútbol te da mucho, pero te lo puede quitar todo si no sabés quién sos”. Sus palabras claves: laburo, humildad y pasión.

La configuración del éxito de Marruecos

En 2020, los criterios de elegibilidad de la FIFA en relación a las selecciones cambiaron a partir del “caso Munir”: un futbolista puede jugar en una segunda selección si no supera los tres partidos con la primera antes de cumplir los 21 años (Munir El Haddadi, nacido en Madrid pero de padre marroquí, había jugado 13 minutos con España en 2014 y, tras un recurso del jugador y de la federación marroquí presentado en el Tribunal de Arbitraje Deportivo, jugó con Marruecos en 2021). El cambio de nacionalidad, eso sí, no se puede hacer si se representa a un país en un Mundial de mayores.

Cuarto puesto en Catar 2022 y bronce olímpico en París 2024, Marruecos ganó su primer Mundial en el Sub 20 de Chile. Academia Mohammed VI de élite desde 2010 (11 canchas certificadas por la FIFA, 510 camas, obligatoriedad de estudiar, otras 13 academias regionales), scouting para repatriar hijos de la diáspora nacidos en Europa, sentido de pertenencia, arraigo cultural y poder político (sede de la próxima Copa Africana 2025 y del Mundial 2030) configuran un éxito que aspira a más títulos. Mohamed Ouahbi, DT campeón mundial Sub 20, avisó: “Queremos ganar un Mundial de mayores. Vamos a intentarlo en 2026, no vamos a esperar a 2030”.

Othmane Maamma –nacido en Alès, Francia– fue elegido el mejor jugador del Mundial Sub 20. “El Cristiano Ronaldo marroquí”. Yassir Zabiri –goleador con cinco, dos en la final ante Argentina, fanático de Lionel Messi– dijo: “Sueño de infancia hecho realidad”. “Nos quedamos con la alegría de todo lo que nos dieron”, posteó Messi en reconocimiento a los juveniles argentinos subcampeones.

Mundial Sub 17, el que le falta a Argentina

Argentina suma nueve títulos entre Mundiales de mayores, Sub 20 y Sub 17 (3–6–0), por debajo de los catorce de Brasil (5–5–4) y por encima de los seis de Alemania (4–1–1). A Argentina, en efecto, le falta un Sub 17. En el que empieza en ocho días en Catar, la FIFA ensayará su primer Mundial con 48 selecciones (en Indonesia 2023 participaron sólo 24), antes del de mayores, el año que viene en Estados Unidos, México y Canadá.

El gigantismo, ese engorde de viejos torneos, no se detiene: el Mundial Sub 17 con 48 selecciones se disputará todos los años –en lugar de cada dos–, y las primeras cinco ediciones serán en Catar, es decir de 2025 a 2029. Fútbol en vivo para las pantallas. Y oportunidades de ganarlo para Argentina.

“Este es el lado B del fútbol profesional: el que casi nadie ve. Te vi sostenerlos cuando terminó el partido, te vi saludar a los rivales, al árbitro y meterte al vestuario tapándote la cara para que no te viéramos llorar –escribió Julieta Rubinstein, la pareja de Placente, en otro post de Instagram tras el subcampeonato mundial Sub 20 en Chile–. ¿Debe taparse la cara un tipo que hace ocho años vive para formar jugadores? ¿Que vuelve con la Sub 20 y ya está entrenando a la Sub 17? No salió como queríamos, pero no significa que no vaya a salir. Porque el que forma, siembra. Y el que siembra, tarde o temprano, ve florecer. En casa te espera la Sub 17 para seguir formando chicos que un día sean mejores jugadores, mejores personas, y tomen mejores decisiones dentro y fuera de la cancha”.

Otras lecturas:

Es periodista especializado en deportes -si eso existiese- desde 2008. Lo supo antes de frustrarse como futbolista. Trabajó en diarios, revistas y webs, colaboró en libros y participó en documentales y series. Debutó en la redacción de El Gráfico y aún aprende como docente de periodismo. Pero, ante todo, escribe. No hay día en la vida en que no diga -aunque sea para adentro- la palabra “fútbol”.