La potencialidad del mercado

En el año 2010, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) estimaba que alrededor de 170 millones de personas entre 15 y 65 años usaban cannabis en el mundo. Las proyecciones actuales, estiman que son unas 209 millones de personas en el mundo. Esto quiere decir que en la última década, la población de usuarios de cannabis aumentó un 23%.

En cuanto a prevalencia anual a nivel mundial, el indicador que se utiliza para referirse a las personas que declaran usar cannabis al menos una vez al año, en el año 2010 se estimaba en 3,8%. En la actualidad, ese número se estima en 4%, registrando un crecimiento del 8%.

Si se desagregan los datos por continente, se puede ver que en Oceanía la prevalencia anual es de 12%, seguido por el continente americano con el 9,81%, África con el 6,54%, Europa con el 5,41% y, por último, Asia con el 1,97%.

Ahora bien, si se mira la prevalencia anual dentro del continente americano, se puede ver que ese 9,81% está impulsado por los países de América del Norte que suman un 16,6% mientras que en el resto del continente este indicador no supera el 4%.

Un dato curioso que surge del último Reporte Mundial de Drogas, el informe que realiza la UNODC, está relacionado a la brecha de género entre quienes usan marihuana. Se calcula que alrededor de dos tercios de quienes consumen cannabis al menos una vez al año son varones. Pero esa proporción varía significativamente de acuerdo a las características de los países. En ciertos países de ingresos altos, la brecha de género entre las personas que consumen cannabis se achicó de manera sustancial.

Esto se aprecia en el caso de EEUU en donde el uso de cannabis se incrementó en ambos géneros, pero en el caso de los varones, el crecimiento registrado entre 2003 y 2020 es de 64%. En el caso de las mujeres, el crecimiento para el mismo período alcanza el 136%. Para ese mismo período, la brecha de género pasó de 3,7 puntos porcentuales a 2,9.

Producción de cannabis

En la actualidad, la mayor parte de la producción de cannabis a nivel global se distribuye en el mercado ilegal. Por este motivo, uno de los indicadores más utilizados para dimensionar la producción son las toneladas incautadas, tanto en formato vegetal como resinas. En el caso del formato vegetal, en el año 2020, las incautaciones alcanzaron las 4.707 toneladas registrando un crecimiento del 15% respecto del año anterior. La incautación en formato resina (hash y otras extracciones) se ubicó en las 2.190 toneladas, registrando un alza del 29%.

En cuanto a la producción legal de cannabis en las últimas décadas registró un notable crecimiento. De acuerdo a lo informado por la Junta Internacional de Estupefacientes (JIFE), en el año 1999 la producción global se calculaba en 1,1 toneladas. En 2020, la producción legal alcanzó las 650,8 toneladas.

Este incremento se explica por la cantidad de países de todas las regiones que comenzaron a utilizar el cannabis y extracciones con fines medicinales, así como para la investigación científica. En la actualidad, el número de países que cuentan con disposiciones o normativa para uso medicinal de cannabis alcanza a 64, lo que equivale a un poco más de un tercio de los países que reportan información a la UNODC.

Argentina

Nuestro país no se mostró ajeno a los aires de regulación del cannabis. En los últimos 5 años, se registran 9 cambios normativos entre los que se incluyen leyes, decretos, resoluciones ministeriales y disposiciones de organismos públicos.

Entre los cambios más importantes, se puede mencionar la implementación del Registro del Programa Cannabis (REPROCANN), el registro nacional de personas autorizadas al cultivo controlado con fines medicinales y/o terapéuticos desarrollado por el Ministerio de Salud nacional. Este registro, que comenzó en marzo de 2021, ya lleva más de 110 mil personas inscritas y 55 mil aprobadas.

En cuanto a proyectos productivos vinculados a la industria del cannabis medicinal, de acuerdo a un informe del Ministerio de Producción, ya hay más de 15 proyectos en marcha. Entre ellos hay gobiernos provinciales y municipales, empresas públicas, privadas y mixtas. También hay universidades, organismos del sistema científico tecnológico como INTA o CONICET, hospitales y organizaciones de la sociedad civil.

En relación a la investigación científica, en marzo de este año desde el MinCyT lanzaron el Programa de Investigación y Desarrollo en Cannabis, orientado al desarrollo de proyecto de investigación y desarrollo destinados a generar conocimientos en torno a las propiedades del cannabis, sus usos clínicos y/o industriales, y los aspectos sociales.

La diversidad de padecimientos de salud que pueden ser tratados en base a derivados del cannabis todavía es materia de discusión. Sin embargo, para proyectar el potencial de la industria del cannabis medicinal, la Cámara Argentina del Cannabis (ArgenCann) elaboró una estadística en base a las personas que padecen patologías que pueden ser tratadas con cannabis. Este indicador, al que denominan potenciales usuarios/as de cannabis medicinal,está proyectado en más de 5 millones de personas.

En cuanto al sector comercial vigente, también muestra signos de vitalidad dignos de atención. En nuestro país, en el año 2005 abrió la primera tienda especializada en cultivo y uso de cannabis. En la actualidad, de acuerdo a la Cámara Empresarial de Grows Argentinos (CamEG), la organización que los nuclea, el número supera las 2.000 tiendas.

Por último, otro conjunto de datos que muestran el potencial del mercado en torno al cannabis surge de los números que exhibe la Expo Cannabis. Se trata de uno de los eventos más importantes para el sector que en la última edición registró la participación de 56 mil personas. De esas personas, alrededor de un tercio estaba compuesto por adultos mayores. El evento se desarrolla en uno de los predios más importantes del país para este tipo de eventos utilizando una superficie cubierta de 15 mil m² en los que se dictan más de 80 conferencias y se exhiben productos y servicios en unos 120 stands.