Argentina-China: las 1450 millones de razones detrás de la pirueta de Milei 

— ¿Cómo se lleva con China? — preguntó Susana Giménez.
 — Ah, eso es muy interesante. Me sorprendí gratamente con China — respondió el presidente Javier Milei — . China es un socio comercial muy interesante, porque ellos no exigen nada, lo único que piden es que no los molesten.

El presidente confirmó, en la entrevista del domingo por la noche con Susana, que visitará ese país para la cumbre de China con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac). La Celac, vale recordar, se creó a fines de 2010 en México y terminó de constituirse en Caracas, Venezuela, en diciembre de 2011, con Hugo Chávez como presidente de ese país. La Celac sufrió, en 2020, la salida de Brasil, gobernado por Jair Bolsonaro. Ese país volvió al grupo en enero de 2023, con Lula Da Silva recién asumido a la presidencia.

La relación con China es “pragmática”, según definió hace poco el economista de Abeceb y exintegrante de los equipos de campaña de Patricia Bullrich Dante Sica, en un seminario que organizó Techint. En el horizonte transaccional aparecen desembolsos vinculados a las represas patagónicas y la modernización del tren Belgrano Cargas por casi USD 1500 millones. “Nosotros, por ejemplo, tuvimos una reunión con el embajador (Wang Wei), al otro día nos destrabaron el swap”, le dijo Milei a Susana este domingo.

El primer signo de ese vínculo “muy interesante” llegó con la renovación del swap que evitó que el Banco Central deba pagarle a su par chino USD 5000 millones. A fines de abril, la canciller Diana Mondino viajó a Shanghai y Beijing como gesto, mientras la entidad que preside Santiago Bausili negociaba la extensión de plazos hasta mediados de 2025 -plazo que, si el flujo de dólares no acompaña, debería volver a negociarse. El peligroso coqueteo de la funcionaria con Taiwán había quedado atrás, pero la misión de la ministra quedó marcada por aquella declaración que dio al diario Clarín: “Son chinos, son todos iguales”, dijo, al ser consultada sobre si habían detectado actividad militar en la base que ese país tiene en Neuquén. Debió aclarar que se refería a que eran “personal civil”.

La administración libertaria busca ahora reflotar el crédito para la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz, que están frenadas por la combinación de mal tiempo y falta de fondos. Fuentes al tanto de las gestiones dicen que hay USD 750 millones pendientes de la firma del ministro de Economía, Luis Caputo, para reiniciar las obras.

Las represas que se licitaron hacia el final del gobierno de Cristina Fernández están por cumplir una década de construcción, por las distintas idas y vueltas del proyecto. Al asumir Mauricio Macri, el país encargó nuevos informes ambientales y pidió redefinir la obra. Luego llegaron la sucesión de crisis económicas y una falla geológica que obligó a nuevas modificaciones. Todo eso quedó plasmado en distintas adendas que se añadieron a los contratos. Ahora, Caputo debe firmar la adenda 12. Es la que destrabará el desembolso.

Hasta la fecha, el consorcio que lidera Gezhouba y tiene a Eling (ex Electroingeniería) como pata local ejecutó el 42% de la central Cepernic y el 20% de la presa Kirchner. Del crédito de USD 4714 millones se desembolsaron USD 1850 millones. El socio chino tiene especial interés en acelerar la obra, que sería la infraestructura hidroeléctrica más grande construida por ese país fuera de China.

Según fuentes cercanas a las negociaciones, las idas y vueltas entre el consorcio y las autoridades de Economía y Enarsa (la empresa que representa al Estado) son constantes y hay voluntad de avanzar en la adecuación de los contratos para destrabar el crédito. Nadie pone fechas aún y en estos días se retomarían los contactos con las nuevas autoridades de la empresa estatal, que cambió a su presidente a mediados de septiembre.

Hasta el momento, las obras están paralizadas y con personal de mantenimiento mínimo. En marzo, el consorcio anunció el despido de 1800 trabajadores ante la inactividad.

En la negociación con China, el proyecto de represas siempre estuvo asociado con la modernización del tren Belgrano Cargas con fondos de ese país. Llamativamente, es la única obra de infraestructura que sobrevivió, como fuente de futuro endeudamiento, en el proyecto de Presupuesto 2025 que el Ejecutivo envió al Congreso.

Como contó Cenital, el equipo económico borró una decena de proyectos de infraestructura que podrían haberse llevado adelante con deuda de organismos o acuerdos bilaterales a tasas blandas y maximizó las autorizaciones para tomar deuda para reequipamiento militar. La obra más emblemática que desapareció de las previsiones fue la central nuclear Atucha III, por USD 7900 millones, que se planeaba con financiamiento chino pero era resistida por Estados Unidos. En cambio, el Ejecutivo mantuvo la posibilidad de tomar USD 700 millones para modernizar el Belgrano Cargas.

China es el segundo mayor socio comercial de Argentina, detrás de Brasil. En el primer semestre, las exportaciones a ese país aumentaron 32,7% y las importaciones cayeron 30,4%, principalmente por la caída de la actividad y la menor demanda tanto de bienes terminados como de insumos. El crecimiento exportador se explica por la baja base de comparación de 2023, por la sequía. Casi el 90% de la exportación es de origen agropecuario. El número global podría ser mayor si no fuera porque China reemplazó buena parte de su demanda de carne por productos que le compra a Brasil.

Según Abeceb, China se posicionó, en las últimas dos décadas, como principal proveedor de bienes de capital, en lugar de Brasil. Los sectores de maquinaria, químicos, caucho, metales básicos y textiles explican el 85% de las compras argentinas al país asiático. La relación es deficitaria en más de USD 1000 millones al cierre del primer semestre, según el INDEC.

China también ganó un peso considerable como inversor. En 2023, sus desembolsos por más de USD 1000 millones significaron el 4,4% de la Inversión Extranjera Directa (IED), según Abeceb. Entre 2013 y 2022, rondaba el 3% del total. Buena parte de esa expansión obedeció al posicionamiento de empresas chinas en el noroeste, para explotar proyectos mineros de litio.

-Yo quisiera que manden esos taxis aéreos que acaban de estrenar-, le dijo Susana al presidente.
-Bueno, mire, yo voy a viajar a China para la reunión de la Celac en enero, así que si usted me dice qué es lo que quiere yo voy y se los pido. Si me lo dan…
-Un taxi aéreo, es un dron… ¡Es impresionante, tienen cosas que son impresionantes!
-Bueno, se los voy a pedir. Si voy de mangueo, ¡mangueo más!

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