Trump impulsa el Bitcoin en EE.UU. y las petroleras hacen generala doble en Argentina

El cambio de opinión del flamante presidente estadounidense comienza a modificar el panorama de regulaciones. Un proyecto en nuestro país busca que el Banco Central facilite el acceso a las cripto. El rol de la energía en las granjas de minado.

El segundo round de Donald Trump impulsó el precio del Bitcoin a más de USD 100.000. El nuevo harem de empresarios del mundo tecnológico que rodea al magnate, más algunas promesas políticas para desregular y promover transacciones en esa criptomoneda, explicaron el último de los varios saltos hacia adelante. En Argentina, el Banco Central frena, por el momento, una desregulación que permita a bancos y fintech ofrecerles criptos a sus clientes, mientras un diputado presentó un proyecto de ley para que la autoridad monetaria empiece a comprar y a minar este tipo de activos y la industria petrolera hace alianzas con granjas de minado para abastercerlas de energía.

Trump se acercó y abrazó una comunidad que le fue totalmente extraña en su primera presidencia. “No soy partidario de Bitcoin ni de otras criptomonedas, que no son dinero y cuyo valor es muy volátil y se basa en la nada. Pueden facilitar conductas ilegales, incluido el tráfico de drogas y otras actividades ilegales”, escribió en Twitter el 11 de julio de 2019. Cuatro años después, fue la estrella de una conferencia sobre criptoactivos en Nashville y llamó a hacer de Bitcoin un “superpoder”.

El republicano prometió que la Securities & Exchange Commission (SEC) avanzaría en la desregulación de las transacciones y, en los últimos días, que Estados Unidos constituirá una reserva de Bitcoin, para lo que tendría que multiplicar sus tenencias. Estados Unidos tiene aproximadamente el 1% de la existencia de esta criptomoneda, que obtuvo mediante confiscaciones. Es una cantidad similar a la que tiene China.

Si los deseos de Trump se cumplen, las existencias de EE.UU. aumentarían hasta 5% del total. Un proyecto de ley de una senadora republicana ganó impulso, aunque también trascendió que podría apelar a una orden ejecutiva (un decreto, en criollo). Pasaría de tener del equivalente a USD200.000 millones a USD 1 billón, a un precio en torno a los USD 100.000 por unidad. Como referencia, El Salvador –el país que estableció el curso legal del BTC– tiene algo menos de USD 6.000 millones en este activo.

Enfrentará resistencias: el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, avisó que la FED no tiene deseos de sumar reservas en Bitcoin y el precio bajó a menos de USD 100.000. Los evangelizadores del mundo cripto avisan –con razón– que cada vez que corrigió, terminó en un piso menor al previo y se preparó para una nueva suba.

Mientras esto ocurría allá, el diputado del Pro Martín Yeza presentó un proyecto de ley que trabajó con el emprendedor Santiago Siri para modificar la Carta Orgánica del Banco Central y permitirle a la autoridad monetaria comprar y minar Bitcoin. Propusieron facultar al BCRA a “concentrar y administrar sus reservas de oro, divisas, Bitcoin y otros activos”, incorporando explícitamente a la criptomoneda estrella.

Cenital no es gratis: lo banca su audiencia. Y ahora te toca a vos. En Cenital entendemos al periodismo como un servicio público. Por eso nuestras notas siempre estarán accesibles para todos. Pero investigar es caro y la parte más ardua del trabajo periodístico no se ve. Por eso le pedimos a quienes puedan que se sumen a nuestro círculo de Mejores amigos y nos permitan seguir creciendo. Si te gusta lo que hacemos, sumate vos también.

Sumate

El texto dispone que el directorio del BCRA debe “determinar el nivel de reservas de oro, divisas, Bitcoin y otros activos externos necesarios para la ejecución de la política cambiaria”. Y que el Banco podrá “comprar y vender oro, divisas y Bitcoin”. Además, que el BCRA podrá “actuar o formar parte como validador de los procesos de minado de Bitcoin”. Y que el directorio fijará un porcentaje máximo de las reservas que podrían invertirse en este activo.

“El Banco Central podría incorporar Bitcoin de forma estratégica, minándolos”, dijo a Cenital Santiago Siri. “Si quisiera comprar, yo estaría a favor. Pero puede aliarse con YPF; que mina Bitcoin”, añadió. “El Bitcoin está ligado a la cuestión energética, por lo que se vuelve una cuestión de Estado”, sostuvo.

YPF anunció en julio una alianza entre su subsidiaria YPF Luz y la firma de minado GDA. La Central Térmica Bajo del Toro, en Neuquén, convertirá en energía eléctrica el gas de venteo que viene añadido a la explotación de petróleo y que se despide a la atmósfera. Con esa energía se abastecerá a un data center de GDA en Rincón de los Sauces, con 1200 equipos de minado.

Tecpetrol avanzó con un proyecto similar con la firma Unblock. La petrolera del grupo Techint escalará su producción de petróleo con el proyecto Los Toldos y abastecerá a la minera cripto con el gas de venteo.

Las petroleras deben, cada vez más, cumplir con requerimientos medioambientales para poder exportar combustible. Uno de ellos es reducir el dióxido de carbono que despiden a la atmósfera. El gas de venteo es un combustible que se desaprovecha. Generala doble: ese gas desperdiciado se vuelve un insumo que permite alianzas con los nuevos generadores de riqueza digital y, a la vez, cumplir con los estándares de los mercados de la Unión Europea.

Del otro lado, la industria cripto afronta un gran desafío medioambiental. El minado consume cantidades cada vez mayores de energía. Ethereum, por caso, cambió su protocolo para favorecer otro tipo de expansión del sistema. Pero Bitcoin es un sistema cerrado e invariable: hay una cantidad finita de BTC a la que solo se puede acceder con minería. Las dos grandes industrias, en alianza, avanzan a una situación menos corrosiva para con el ambiente. La Patagonia tiene la energía y el clima ideal para estas nuevas industrias que tienen que sacar oro digital con el uso de supercomputadoras.

Argentina tiene, también, una comunidad muy activa. Según un informe de Lemon de 2023, el 40% de los usuarios de criptomonedas de América Latina eran de este país. El combo de inflación alta y cepo de la última década acercó a muchas personas a las stablecoins, activos digitales que siguen al dólar o al euro. Cada vez más, migran desde esos instrumentos a las criptomonedas más volátiles.

El Banco Central, a pesar del entusiasmo de Yeza y Siri, va con pies de plomo. La Cámara Fintech le propuso en estos meses avanzar en una regulación más laxa, que le permita a los bancos y fintech ofrecer a sus clientes criptoactivos, con ciertos resguardos. Lo tienen prohibido desde el año 2021. La respuesta informal fue que había otras urgencias.

En tanto, la Comisión Nacional de Valores (CNV) avanzó con un registro de Proveedores de Servicios Activos Virtuales (PSAV), en el que las sociedades de Bolsa debieron inscribirse para ofrecer criptomonedas. Fue un requerimiento del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) para controlar posible lavado de activos. También se permitió la cotización de ETFs que sigan a las criptomonedas, una manera indirecta de invertir en ellas.

Entre el entusiasmo de los evangelizadores y la cautela de los reguladores, el mundo cripto avanza. En Argentina, esta nueva forma de hacer, literalmente, plata, tiene ahora a la industria petrolera de aliada. Si Trump impulsa a la comunidad, la apuesta puede pagar con creces.

Otras lecturas

Periodista especializado en Economía. Pasó por La Nación, Bae, El Cronista y TN. Actualmente es columnista en Mejor País, en Radio Con Vos.