Tambores de guerra: Kicillof se prepara para enfrentar a CFK
El gobernador tantea qué partidos políticos tienen la personería al día para prestársela. De todas formas, las negociaciones por un frente común no están agotadas. El massismo, convencido de que las reglas electorales terminarán obligando a la unidad.

Axel Kicillof quiere ser presidente en 2027 y cree que para lograrlo necesita emanciparse de su mentora política. Cristina Fernández de Kirchner no está dispuesta a regalar su capital político a un dirigente que decidió desoírla y hará lo que esté a su alcance para conservar ascendencia sobre el peronismo bonaerense y, luego, nacional. Así las cosas. La pelea inexplicable de repente se volvió prístina. Y tras la decisión del gobernador de desdoblar las elecciones (los bonaerenses votarán –por ahora– tres veces: en las PASO locales del 13 de julio, en las generales para cargos provinciales del 7 de septiembre, y en las de diputados nacionales el 26 de octubre), la discusión se trasladó hacia el armado de las listas. Con un condimento extra: Axel ya tantea qué partidos políticos tienen la personería al día, en caso de que él necesite usarla. Es decir, si es que finalmente enfrente en las urnas a Cristina.
Este martes, tras el anuncio de Kicillof, fue un día cargado de pirotecnia verbal. Las lenguas karatekas de un lado y del otro tiraron con munición gruesa. La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, le dijo “desagradecido” al gobernador. El ministro bonaerense Andrés Larroque acusó a la organización política que ella integra, La Cámpora, de estar instigando un golpe institucional contra Kicillof. Mientras tanto, Axel recibió en La Plata a varios dirigentes políticos y de movimientos sociales que supieron formar parte del Frente de Todos y a los que su equipo había tanteado previamente para saber si tenían los papeles en orden. Es decir, si tenían la personería jurídica en condiciones, en caso de que él necesitara usarla para armar sus listas propias. Algunos respondieron que sí. Otros, que esperan que haya unidad y que si no la hay, decidirán qué hacer más adelante.
“Está todo roto mal. Axel está pensando en las listas para competirle a Cristina”, lamentó ante Cenital un dirigente que participó de esos encuentros. La ruptura es un estrés para la mayor parte del peronismo y panperonismo bonaerense. Esa es la principal razón por la que aún hay intentos de unidad, aunque cada vez más débiles tras el anuncio del desdoblamiento. Ese brevísimo mensaje de Kicillof terminó siendo un parteaguas, al punto de que al relatar esta negociación es posible hablar de AD/DD. Antes del Desdoblamiento y Después del Desdoblamiento. AD, es decir, hasta el domingo –cuando los principales actores de esta novela estuvieron reunidos ocho horas en La Plata–, había una suerte de piso de negociación que marcaba que el armado de las listas se repartiría en tercios: un tercio para Axel, un tercio para Sergio Massa y un tercio para Cristina, que contendría a La Cámpora. DD, a partir del lunes, esa posibilidad parece haberse esfumado. El cristinismo, herido por la decisión del gobernador, pide más: 25% para Axel, 25% para Massa, 25% para Cristina y 25% para La Cámpora. Kicillof, a caballo de su convencimiento, redobló la apuesta: él también ahora pide el 50% de los lugares en las listas. “Está convencido de que su negocio es emanciparse”, volvió a lamentarse uno de los dirigentes que conversó con él.
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Las ínfulas de quiebre, sin embargo, podrían terminar chocándose con algo tan básico y poco elegante como el sistema electoral de la provincia de Buenos Aires. Es a eso, al menos, a lo que apuestan quienes resisten los embates de ambos lados y siguen hablando de unidad. Destacan en ese grupo los dirigentes que responden a Sergio Massa. Este martes, en una muy interesante entrevista en IP Noticias, Sebastián Galmarini puso blanco sobre negro las consecuencias de un rompimiento y de qué manera ese movimiento beneficiaría al presidente Javier Milei.
“Hay una diferencia entre las declaraciones y lo que efectivamente sucede. Creo que todos somos conscientes de que el sistema electoral en la provincia de Buenos Aires es muy restrictivo. Por ejemplo, la quinta sección electoral elige cinco senadores y el piso (para entrar al reparto de las bancas) es del 20% de los votos. Si nosotros fuéramos en tres listas divididas y sacamos 15 puntos cada uno le estamos regalando los cinco senadores a Milei.
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SumateNadie que quiera enfrentar a Milei va a dejar que eso pase. Entonces me parece que una cosa es lo que dicen y otra cosa lo que efectivamente tenemos que hacer”, aseguró, convencido de que prevalecerá la unidad, aun cuando en algunos distritos haya listas diferenciadas.
En el mismo sentido, abundó: “La séptima sección electoral elige tres senadores. El piso (de votos, para entrar al reparto de bancas) es de 33,3% ¿Vamos a romper para no meter ningún senador armando una interna que no es de la magnitud de las declaraciones que uno escucha? Al final, todos queremos ganar. Nadie va a las elecciones para perder”. Es un razonamiento muy atendible en favor de quienes pronostican que la unidad prevalecerá porque muestra los beneficios lógicos de que finalmente Cristina y Axel lleguen a un entendimiento. Aunque, también es cierto, la lógica viene en falta.
La discusión central, de todas formas, se va perfilando en la tercera sección electoral, que abarca a casi cinco millones de electores –el doble que la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo– repartidos en 19 municipios del sur del conurbano. Entre ellos, los dos más poblados: Lomas y La Matanza. Además de otros muy sensibles para el peronismo como Avellaneda, Ezeiza, Varela, Lanús y Quilmes. En esta elección, la Tercera pone 18 bancas en juego, todas de la Cámara de Diputados, y el piso para acceder al reparto es realmente accesible: 5% de los votos. Las terceras o hasta las cuartas fuerzas suelen quedarse con algún escaño. Por eso, es muy factible que haya listas separadas. Las reglas electorales –además de las enemistades personales– lo incentivan. “Hay que discriminar en dónde puede haber una interna”, resumió Galmarini. El desincentivo a la interna en la Tercera es, claro, la anunciada candidatura de Cristina. ¿Quién se animará a competirle?
Distinto es el escenario que se perfila en la segunda área más poblada de la provincia: la primera sección electoral, en el norte del conurbano. “En la Primera se eligen ocho senadores. Probablemente la elección dé cuatro a cuatro con Milei. Si vamos a meter tres senadores, la discusión es por quién pone el cuarto. ¿Nos vamos a pelear en los 24 municipios por un cuarto candidato que no sabemos si entra?”, observó Galmarini. El señalamiento marca algo que en cualquier otro contexto sería una pregunta retórica, pero que en este escenario para el kirchnerismo termina siendo una duda fundamental: ¿A cuánto están dispuestos los contrincantes con tal de vencer? ¿Están dispuestos a perder contra Milei?