Milei deja de caer y el PJ se embarra: ¿hay peligro de fractura?

La pelea peronista incorpora la hipótesis de una división electoral en 2025 y alimenta la teoría libertaria de una victoria cómoda en Buenos Aires. La fantasía de Karina que relega a Adorni. Caputo se mete en provincia y la oposición va por un fondo que controla el gurú.

“¿Quién gana en la pelea Axel-Cristina? Milei”. Detrás de la ironía viral que circula en el PJ, se trasluce la mala praxis que detonó las múltiples crisis que sacuden al peronismo y que, en estas horas, quemó un papel más: la desesperada –y hasta anoche fallida– negociación del apoderado Juan Manuel Olmos para evitar una interna por la jefatura del partido nacional entre Cristina Kirchner y Ricardo Quintela.

Al atardecer del viernes, Olmos habló con ambos, propuso una instancia de acuerdo y les anticipó que la junta partidaria había detectado que la boleta del riojano no cumplía los requisitos “mínimos” para competir. “Arreglemos una lista, bajate y después vemos… no podés ir a una interna”, hizo un último intento Olmos. “No, changuito, no hice todo esto para bajarme”, respondió Quintela luego de aceptar que estaba dispuesto a negociar, pero que para eso se debía postergar la elección.

Al rato, la diputada “Beba” Soria, su delegada en la junta electoral, le avisó que el partido advertiría que le faltaban más de 13 mil avales y que tendría 24 horas para aportarlos. Se entendió como un ultimátum para forzar una negociación. Al rato, con la firma de Olmos y de Eduardo López Wesselhoefft, el otro apoderado del PJ, se publicó la intimación. “Que hagan lo que quieran: no voy a mandar un solo papel más”, avisó el riojano y acusó a La Cámpora de “privatizar el partido”. Finalmente, el sábado a la noche pidió que le autoricen la lista y conformar una nueva junta electoral.

Suscribite para recibir un alerta cada vez que Pablo Ibáñez publique un nuevo artículo.

El espadeo expresa la interna Ponzi del peronismo. Una aventura que, se haga o no, tenga el resultado que tenga, está condenada a salir mal: deja heridos, rompe en lugar de ampliar y el ganador saldrá rayado del proceso. Más aún si termina en el escritorio de la jueza federal María Romilda Servini, un pozo de las ánimas de donde hace un lustro salió una intervención del PJ que protagonizó Luis Barrionuevo.

En aquellos días macristas, Daniel “Tano” Angelici esparcía en Comodoro Py los deseos de Mauricio Macri. Ahora, ¿a Milei le conviene una intervención del PJ? ¿o prefiere que Cristina quede al frente para polarizar con ella? El fuego cruzado en el peronismo incluye, en estas horas, acusaciones de jugar para el enemigo que está en Casa Rosada y denunciar conspiraciones.

La pelea frenó, hasta anoche, la decisión de Kicillof de explicitar su apoyo a Cristina en la interna. Ocurrió algo más: el no encuentro entre Cristina y Axel en La Plata en el marco del aniversario 47 de Abuelas de Plaza de Mayo, además de incomodar a Estela de Carlotto –que expresó su malestar por los cánticos– ralentizó el gesto público del gobernador.

Cenital no es gratis: lo banca su audiencia. Y ahora te toca a vos. En Cenital entendemos al periodismo como un servicio público. Por eso nuestras notas siempre estarán accesibles para todos. Pero investigar es caro y la parte más ardua del trabajo periodístico no se ve. Por eso le pedimos a quienes puedan que se sumen a nuestro círculo de Mejores amigos y nos permitan seguir creciendo. Si te gusta lo que hacemos, sumate vos también.

Sumate

La cosecha de Milei

Más que el duelo formal entre Cristina y Quintela, el epicentro de la tormenta peronista es la ruptura, que por momentos parece irreversible, entre la expresidenta y Kicillof. En las últimas 72 horas reapareció, como un fantasma, una hipótesis que parecía alocada: la de una fractura que derive en la presentación de dos ofertas peronistas en las elecciones del año próximo en la provincia de Buenos Aires. El alcalde de Avellaneda, Jorge Ferraresi, suele recordar que el año próximo se cumplen cuatro décadas de la elección de 1985 en la que, por fuera del PJ, Antonio Cafiero terminó de desplazar a Herminio Iglesias del peronismo bonaerense.

La Boleta Única Papel (BUP), que se estrenará para cargos nacionales, facilitará esa división en el tramo de legisladores provinciales y concejales municipales que, por ley, irán despegados de la tira nacional lo que elimina el arrastre. Se proyecta otra disputa germinal: en diciembre de 2025 vence el mandato de Máximo Kirchner como jefe del PJ bonaerense, lapicera determinante para las listas de la elección intermedia. Meses atrás, el diputado deslizó que dejaría el cargo e, incluso, mandó a decir que convocaría a una votación para el 17 de noviembre en paralelo con la nacional. No lo hizo.

La fractura peronista es el sueño húmedo de Javier Milei, que en su menú de obsesiones tiene la elección del año próximo en la provincia de Buenos Aires. A los que lo interrogan sobre los riesgos políticos de una derrota, les responde que la economía rebotará en el primer trimestre y La Libertad Avanza (LLA) tendrá una gran elección. Repite, incluso, que puede ganar por 15 o 20 puntos por la división del voto peronista. Es la tesis que repite “Lule” Menem respecto a la irrupción de una boleta del peronismo no K, con terminales en Juan Schiaretti, Miguel Ángel Pichetto y Emilio Monzó, que se quedaría con un pedazo del voto peronista.

Ninguna encuesta plantea el escenario de victoria holgada que vocea Milei. Al contrario, los sondeos –entre ellos los de la consultora Aresco, uno de los que más consume Milei–, advierten que LLA necesita, sí o sí, un acuerdo electoral con el PRO en la provincia de Buenos Aires, sin el cual se enfrenta a un riesgo cierto de derrota. Los informes de Inteligencia Analytica, que lee Sergio Massa, y los de Marketing y Estadística, que Patricia Bullrich comparte en la mesa chica libertaria, advierten lo mismo. Elisa Carrió avisó, con el mismo argumento que Mauricio Macri, el impacto que podría tener para el Gobierno una derrota en la provincia frente al peronismo. “Se cae”, pronosticó Lilita.

La dependencia que, en teoría, LLA tiene del PRO es el ancla que mantiene en pie a Macri. Milei se muestra dispuesto a un acuerdo electoral con el espacio. Karina Milei, que antes lo rechazaba, ahora lo acepta en la medida que no sea a nivel nacional. La hermanísima, que tiene a Sebastián Pareja como lazarillo en la provincia, admite la necesidad de un pacto con el PRO en Buenos Aires, pero rechaza hacerlo en CABA porque cree que LLA puede ganar sin hacer un acuerdo con los Macri –Mauricio y Jorge–. En la galaxia libertaria se afirma que Karina fantasea con competir, en 2027, por la jefatura de gobierno de la capital. Lo mismo quiere Manuel Adorni que, por momentos, parece harto de ser el portavoz de lo que decide Santiago Caputo.

La hermanísima, guardiana de la pureza, quiere tener control total sobre las listas del 2025. Caputo Jr. hizo, el jueves pasado, un movimiento que se leyó como un desafío a Karina: su edecán bonaerense, Agustín Romo, armó una actividad en La Matanza junto a José Luis Espert, a quien el karinismo mantiene a distancia. Lo valida como candidato, porque lo propone Milei, pero no le da espacio en LLA para que no avance sobre las listas de candidatos. Ocurre algo parecido con el caso del PRO, pero se agrava con la matemática de las bancas: a los Milei no les convendría pactar con Macri porque tendría que cederle más lugares que los votos que le aporta el PRO que, por otro lado, serían imprescindibles para ganar –eventualmente– la elección.

El consultor Pablo Salinas hizo proyecciones sobre los resultados del 2023 y estimó que, en Diputados, el bloque de LLA pasaría a tener entre 71 y 89 diputados según vaya solo o junto al PRO y sectores de la UCR. El interrogante es cuántos escaños tiene que entregar para estar más cerca de una victoria. Por lo pronto, Milei logró algo: convertirse en el centro de gravedad y dividir el ring político entre los que están con él y los que están en contra. La fractura de la UCR en Diputados cristalizó ese fenómeno. Esa crisis puede tener derivados: luego de la incorporación de segundas y terceras líneas de referentes que vienen del PRO, en las próximas semanas habrá designaciones en cargos del Gobierno de figuras vinculadas con otros espacios, entre ellos la UCR amigable.

Los números de Cristina y Axel

En octubre, luego de un septiembre de fuerte caída, Milei frenó su descenso y, en varios estudios, rebotó unos puntos. Opina Argentina, de Facundo Nejamkis, y Alaska-TresPuntoZero, de Juan Courel y Shila Vilker, reflejaron esa tendencia. Como decía Martín Guzmán respecto a la inflación, la variación del humor social es multicausal, pero uno de los componentes de la mejora –o de que se frene el deterioro– fue la interna del peronismo. En las semanas previas, parte del apoyo que perdió Milei fue del votante histórico del PRO que, ante el resurgimiento de Cristina, parece volver a los brazos del libertario.

El “regreso” de la expresidenta, que se explicitó con su postulación para presidir el PJ, produjo movimientos en el ecosistema peronista y abrió un interrogante sobre qué pasaría si hubiese una competencia abierta con Kicillof. Hay fotogramas de una película en continuado. Antes de la acusación de Judas, Opina Argentina preguntó entre los votantes de Unión por la Patria (UxP) por quién se sentía más representado y Kicillof quedó varios puntos por encima de Cristina. En unos días, Nejamkis repetirá la pregunta y habrá que ver qué pasa con el resultado ahora que la tirria intra K está a flor de piel.

Alaska, con datos de TresPuntoZero, preguntó sobre qué dirigente debe liderar la oposición a Milei, y CFK casi triplicó a Kicillof. El estudio aporta otro dato interesante: en cuanto a intención de voto, el gobernador venía por encima de Fernández de Kirchner, pero en octubre la tendencia se revirtió y la expresidenta quedó 10 puntos arriba de Kicillof. Adicionalmente, se observa una migración entre ambos sin que la sumatoria amplíe el volumen de votos. Hacia adentro del peronismo, todo se enturbia: al peinar las listas de Quintela y los avales, aparecen elementos que retroalimentarán las peleas territoriales. Un caso: el camporismo detectó que en la boleta del riojano hay varios funcionarios de la municipalidad de La Plata, a cargo de Julio Alak, uno de los intendentes alineados con Kicillof. Insumo para decir que, indirectamente, el gobernador alimenta a Quintela.

Synopsis, de Lucas Romero, puso el foco sobre qué demanda el votante que no es de LLA a la hora de pensar en un liderazgo. Es un ejercicio difícil porque Milei se monta sobre el clima antipolítica y la mayor parte de la oferta opositora es de dirigentes conocidos y con rodaje, salvo algunos gobernadores emergentes y otros con no tanto desgaste como Kicillof. Para salir de los nombres, Romero trató de elaborar un perfil “preferido”. El biotipo es bastante preciso en algunos puntos: 91% quiere un Estado que intervenga en la Economía y más de 80% quiere alguien con experiencia de gestión. Más difusa es la territorialidad respecto a interior versus AMBA, o sobre que sea un dirigente “nuevo o viejo”. Dos de tres piensan que debe ser alguien identificado con el peronismo.

La épica del veto

¿Entra Victoria Villarruel en el menú de liderazgo opositor? La vice, a quien Lilia Lemoine calificó como la peor vicepresidente de la historia, asume que está fuera del Gobierno y que Milei la excluyó, con todo éxito, del mapa político. Los que la veían como un actor de peso, ahora reprochan su inacción y que su último movimiento, la foto con Isabel Perón, fue todo pérdida. Villarruel dejó de habitar, además, las fantasías de Macri y de sectores del peronismo con Guillermo Moreno. Que la vice se sienta apartada del ecosistema LLA la pone en un dilema: se desliza lenta e irreversiblemente a no ser la dos de Milei en una eventual reelección del libertario, por lo que si quiere mostrar audacia debe dar alguna señal en las elecciones del 2025.

En Casa Rosada no esperan nada del Senado. Exponen dos cartas: los 87 votos de Diputados para bloquear cualquier reforma incómoda, como el proyecto para que los DNU tengan la misma exigencia que una ley –es decir: ser aprobada en ambas cámaras– o los previsibles cambios en el proyecto de Presupuesto 2025. Mientras Milei consolida un tercio de diputados leales, entre ellos los cinco los cinco de la UCR Peluca para defender cada veto, la fractura del radicalismo armó un número adicional: 138 diputados opositores, que alcanzan para quórum propio –es decir, sesionar– y aprobar leyes.

En ese megabloque confluyen UxP, la izquierda, la parte que se llevaron Facundo Manes y Martín Lousteau, y Hacemos Federal de Miguel Angel Pichetto. Pero no tienen los mismos planes: los radicales y HF, entre los que están los cordobeses, proponen negociar el presupuesto para no permitir que una postura extrema sea aprovechada por Milei para vetar todo y prorrogar, por segunda vez, el presupuesto del 2023 lo que le daría una discrecionalidad total.

El texto que preparan Nicolás Massot, Emilio Monzó y Ricardo López Murphy contempla una serie de cambios al proyecto oficial: la incorporación de un aumento retroactivo de 8% para jubilados y la introducción de un esquema para que el bono entre en el haber y se actualice por IPC; un aporte presupuestario para las universidades; y la eliminación de exenciones que están en la pestaña gastos tributarios. El Gobierno se apuró y avanzó con dos ítems que proponía ese bloque. Se trata del 1,9% de la recaudación que va para el funcionamiento de la AFIP, que incluye un 0,6% como fondo especial de la AFIP que se distribuye entre funcionarios y empleados, además de imposición de IVA en sectores exentos como los medios.

Son medidas que pueden mejorar la recaudación –para cubrir los gastos adicionales del extra de jubilados– y que, por tratarse de fondos coparticipables, podrían tener un efecto similar en las transferencias automáticas a las provincias. Lo mismo con las exenciones de la Ley de Economía del Conocimiento (LEC), que beneficia a, entre otros, Marcos Galperín de Mercado Libre; y correcciones de alícuotas de IVA para directivos de empresas y la coparticipación de lo que recauda ARCA. Apareció un atajo para la discusión sobre el régimen de Tierra del Fuego: que los recursos del fondo fiduciario que se nutre con aportes de las empresas que están en ese régimen se puedan destinar a emprendimientos fuera de la provincia. Implica poner la lupa sobre el Fondo para la Ampliación de la Matriz Productiva fueguina (FAMP) que controla Noelia Ruíz, ex candidata del PRO y que, además, es directora de ARSAT. Llegó a los dos cargos de la mano de Santiago Caputo. Desde su creación, propuesta por el exministro de Producción Matías Kulfas, la FAMP recaudó unos 46 mil millones de pesos. Mirgor, de Nicolás Caputo, y Newsan, de Rubén Cherñajovsky, aportan la mitad. Fundar estimó que, solo en 2022, la exención en IVA a las empresas representó U$S 630 millones, según contó Esteban Rafele en Cenital.

Otras lecturas

Ya casi no se imprimen diarios pero se percibe como un periodista gráfico. Escribió en Ámbito Financiero, Clarín y elDiarioAr pero todavía tipea mal. A veces aparece en la tele. Nunca vivió en CABA. Padre de tres.