La UIA banca el ajuste y Milei promete apertura comercial en cuotas

El presidente Javier Milei les dijo a los empresarios de la Unión Industrial Argentina (UIA) que disfrutaron por mucho tiempo “el beneplácito que el conjunto de los argentinos les dio en subsidios, exenciones y aranceles a la competencia”. Pero, a pesar de eso, les prometió que la apertura comercial que promueve será gradual. “Vamos a abrir la economía cuando estén dadas las condiciones estructurales, para que las empresas competitivas sean lo más competitivas posible”, dijo este lunes, en la celebración por el Día de la Industria.

Milei fue el primer presidente en ejercicio en visitar la sede de la UIA en la Ciudad de Buenos Aires desde tiempos de Cristina Fernández de Kirchner. La relación del mandatario con los industriales fue esquiva y no los visitó durante la campaña ni como presidente electo. Pero se encausó por los buenos oficios de empresarios como Paolo Rocca y el presidente de la entidad fabril, Daniel Funes de Rioja, a pesar de la recesión que hace que la producción de manufacturas caiga casi 11% en lo que va del año.

La UIA recibió a Milei bastante entusiasmada con la marcha del ajuste. “Vinimos a achicar el Estado para agrandarles el bolsillo a ustedes», los entusiasmó el mandatario. Y eso que el presidente no ahorró castigos a los empresarios. “Aquí tenemos que ser sinceros, somos pocos y nos conocemos bien”, dijo ante un cerrado auditorio de altos ejecutivos de la industria y el G-6. “Muchos han disfrutado por demasiado tiempo del beneplácito que el conjunto de los argentinos les dio en subsidios, exenciones y aranceles a la competencia -les remarcó-. Tuvieron décadas de cazar en el zoológico, amparados en el cuento de preparar su matriz productiva y modelo de negocios para poder competir en su propia ley. Muchachos, si no alcanzó con eso, ¿cuánto más se le puede exigir al conjunto de los argentinos?”. No hubo respuesta.

Milei usó frase del expresidente Carlos Menem que a los industriales no les hace mucha gracia: “El cambio, para muchos, va a implicar, como decía el presidente Menem, aprender a andar en bicicleta sin rueditas”.

Pero el presidente les avisó que la apertura comercial será gradual. “Tienen el compromiso de que vamos a hacer lo máximo posible para que la transición del modelo de la decadencia, al modelo de la libertad, no deje ni empresas ni laburantes afuera”, afirmó.

Funes de Rioja lo escuchó con atención y resaltó este compromiso como el título de la celebración. El abogado laboralista que capitanea la industria había pedido “un terreno equilibrado donde nuestro costo argentino no haga inviable la competencia frente a países que no exportan impuestos, que cuentan con infraestructura que permite reducir costos, con regímenes laborales modernos adecuados a las nuevas ‘realidades productivas’ y con medidas de protección ágiles frente a la competencia desleal”. 

En diálogo con Cenital y otros medios, Funes de Rioja enfatizó que la carga fiscal ronda el 50% del precio de un producto y que los costos logísticos son 43% superiores a los de países vecinos. Son esos costos los que, para la industria, hacen peligrosa la apertura.

El empresario activó un fuerte lobby para incluir el mínimo de 20% de proveedores locales en las inversiones del RIGI, que no estaba en el proyecto original. El industrial ahora espera poder modificar la reglamentación que dejó ese porcentaje bastante lavado en cuanto a los requisitos que las grandes inversiones deben cumplir para alcanzar ese límite. El presidente de la UIA también avanza, con Jefatura del Gabinete y el Ministerio de Economía, en un proyecto de ley pyme, con beneficios impositivos para las inversiones de pequeñas y medianas empresas.

La industria que recibió este lunes a Milei se fue reconfigurando. Las pymes mercadointernistas quedaron relegadas. El Grupo Techint, el holding de Paolo Rocca, asumió un protagonismo cada vez mayor. Entre las decenas de invitados estuvieron Martín Berardi, presidente ejecutivo de Ternium, y Javier Martínez Álvarez, de Tenaris. La siderurgia deberá competir ahora con importaciones que llegarán con menos requisitos de seguridad, pero para fuentes del sector la decisión aperturista del Gobierno no generará cambios significativos También se vio a Alejandro Bulgheroni, de PAE. Rocca y Bulgheroni son dos de los principales defensores de la gestión económica, que el sector petrolero disfruta como pocos.

La industria se está reorientado para abastecer al polo energético de Vaca Muerta, a la minería y al sector tecnológico. “Las pymes tienen un rol propio y en las cadenas de valor”, le explicó Funes de Rioja a Cenital. “En Vaca Muerta hay 40 terminales, pero 1500 proveedores pymes, el efecto multiplicador es muy importante”, enfatizó.

Y hubo ejecutivos de Globant, Accenture y la Cámara Argentina de la Industria del Software (Cessi). Son los sectores más entusiasmados con el gobierno de La Libertad Avanza. Milei confirmó que este miércoles recorrerá un nuevo centro de distribución de Mercado Libre con Marcos Galperin.

Con esa mirada, la UIA se acerca a Milei, aunque algunos empresarios queden en el camino. “Con el aumento en competitividad que traerán las reformas profundas que estamos emprendiendo, va a haber un boom industrial genuino que todavía no podemos ni siquiera imaginar”, dijo el presidente libertario. “¿Esto quiere decir que todos van a ganar? No, eso sería mentir. Schumpeter hablaba de la destrucción creativa”, justificó.

Por ahora, las voces críticas son pocas. Las empresas pymes canalizan sus reclamos a través de las cámaras sectoriales. Funes de Rioja hace equilibrio. “Confiamos en que el ordenamiento de la macro conduzca también a poner énfasis en la micro, ya que una no puede existir sin la otra”, dijo el presidente de la UIA. Los industriales notan que la economía tocó piso en el segundo trimestre y que la recuperación será lenta. “La duda es cuánto de ese rebote se lo llevarán las importaciones”, se preguntaban en off.

Los empresarios esperan que de un momento a otro salga la reglamentación de la reforma laboral. Y que el Gobierno continúe con una baja de impuestos, luego de que se oficializara la reducción del impuesto PAIS a las importaciones que el Ejecutivo subió tres días después de asumir. Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural, fue uno de los invitados y ponderó la rebaja de retenciones a carnes y otros productos agropuecuarios.

Por ahora, el único que plantea las penurias en voz alta es Gustavo Weiss, el presidente de la Cámara de la Construcción. El sector despidió 130.000 trabajadores por el freno a la obra pública. “La reforma laboral ayuda, pero si me quedo sin trabajo no hay reforma que valga para evitar despidos”, se lamentó.