El algoritmo de Milei y la duda matemática del acuerdo con Macri
Entre Trump y las travesuras contra el PRO. La lógica Kan de la hermanísima. El laberinto entre Ficha Limpia, las PASO y el pliego de Lijo.

En modo rosca, Javier Milei festejó una travesura contra Mauricio Macri. Fue la “intervención” que una mano veloz hizo sobre los afiches amarillos con la frase “Mauricio candidato” que aparecieron el fin de semana pasado en distintos barrios porteños. Con stickers, le agregaron el apellido D’Alessandro y convirtieron los carteles en el disruptivo lanzamiento de candidatura del abogado –muy mediático– habitué de causas de alto impacto público, pero que siempre, desde su origen radical, tuvo un pie en la política.
Una picardía, casi una chiquilinada que refleja hasta qué punto Milei sigue los detalles sobre la tirantez con el expresidente. En el Triángulo de Hierro libertario, donde hay matices sobre pactar o no con Macri, el debate se volvió matemático: los Milei y Santiago Caputo no logran cuantificar el impacto electoral de un acuerdo con el PRO. La X a despejar es cuántos votos PRO suma versus cuantos votos peronistas pierde con un acuerdo.
La tesis que circulan desde La Libertad Avanza (LLA) es que Milei ya se comió al votante macrista, con la excepción de esa identidad abstracta conocida como “Las Mabeles”, y que un acuerdo con el PRO tiene un riesgo: perder votos peronistas anti Macri. Pero esa certeza no se condice con el comportamiento del presidente que sigue el expediente Macri con obsesión. La travesura con D’Alessandro es un indicio.
Suscribite para recibir un alerta cada vez que Pablo Ibáñez publique un nuevo artículo.

El abogado –cuya esposa, la abogada Mariana Gallegos, patrocina a Fabiola Yañez en la denuncia por violencia contra Alberto Fernández– estuvo, en 2023, en el radar libertario como posible candidato a gobernador bonaerense, lugar que ocupó Carolina Píparo. Ahora reaparece como postulante en la ciudad de Buenos Aires por el partido Integrar del exlegislador Daniel Amoroso, cuya matriz fue el sindicalismo de los juegos de azar. Al margen de la travesura con los carteles de Mauricio candidato –que mandó a pegar Jorge Macri y que no está claro si para ayudar o incomodar a su primo–, las encuestas que miran en la mesa chica libertaria, muestran que el PRO es un socio necesario.
La matemática del pacto
El informe de ARESCO de diciembre pasado muestra que, a nivel nacional, la alianza LLA-PRO retiene casi mecánicamente lo que juntan por separado. A esa foto, Federico Aurelio le agregó una nota al pie: la ecuación total país no se replica en PBA ni en CABA donde el PRO, individualmente, luce más competitivo que en la sumatoria nacional. Respecto a la provincia de Buenos Aires en LLA hacen una lectura anexa: más que la fusión con el PRO, la prioridad de la Casa Rosada es incentivar la fractura del peronismo en dos –en lo posible, tres– ofertas electorales.

Varios libertarios se dedican a eso. Lisandro Catalán, secretario de Interior, mano derecha de Guillermo Francos en la jefatura de Gabinete, opera sobre dirigentes del peronismo bonaerense a los que conoce de otras aventuras. “Lule” Menem, operador de Karina Milei, hace lo mismo con otros actores con los que se cruzó durante su larga temporada en el Senado. Santiago Caputo, el más nobel en esos contactos, aceitó el diálogo con intendentes.
Cenital no es gratis: lo banca su audiencia. Y ahora te toca a vos. En Cenital entendemos al periodismo como un servicio público. Por eso nuestras notas siempre estarán accesibles para todos. Pero investigar es caro y la parte más ardua del trabajo periodístico no se ve. Por eso le pedimos a quienes puedan que se sumen a nuestro círculo de Mejores amigos y nos permitan seguir creciendo. Si te gusta lo que hacemos, sumate vos también.
SumateA pesar de ese esfuerzo, el gran interrogante peronista es cómo se ordena –si es que ocurre– la interna peronista. Cristina Kirchner regresó el viernes desde el sur, mientras que Máximo Kirchner lo hizo horas después. En estos días, Andrés “Cuervo” Larroque volvió a tirar kerosene a la convivencia interna al decir en una charla con la revista La Tecla que algunos dirigentes están “enamorados de la derrota”.
En CABA el panorama es diferente. Un estudio de los primeros días de enero que todavía no se publicó escenificó una competencia entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich por la senaduría. Señala que la ministra de Seguridad aventaja por casi cinco puntos al expresidente, el camporista Mariano Recalde aparece tercero con 15%, mientras Miriam Bregman queda cuarta con 12%, con lo que relega al quinto escalón a Martín Lousteau que no llega a 9%. La misma encuestadora advierte de la magrísima performance de Karina Milei que llega a 60% de imagen negativa.
La hermanísima, en cuanto a su propia impronta, no logra subirse con la buena performance libertaria. Según el estudio de enero de #Opina, de Facundo Nejamkis, Milei tocó el punto más alto de buena imagen –53%– aunque se nota una caída en las áreas sociales del Gobierno como Salud, Educación y Obra pública.

La elección porteña puede ser, según Julio Burdman, la madre de todas las batallas: registrar la primera derrota del PRO en el territorio que controla hace casi dos décadas o la primera derrota de Milei en el poder. Las chances de un acuerdo en CABA parecen lejanas. Tanto Jorge Macri como Pilar Ramírez, la lugarteniente de Karina Milei, se preparan para una batalla por la Legislatura. La eliminación de las PASO, tanto a nivel local como nacional –algo que debería ocurrir en febrero– abre una variable mixta: disputa por legisladores, pero unidad para el Congreso nacional.
No marida con el planteo de “acuerdo total” que hizo Milei, pero los calendarios lo hacen posible: en CABA se votará el 6 de julio mientras que, sin PASO nacional, el cierre de listas para diputados y senadores sería el 9 de agosto. Es decir, un mes después de la elección porteña. Este lunes arranca el período de sesiones extraordinarias, pero el Congreso –con el recinto de Diputados en refacción– no estaría en condiciones hasta fines de enero o principios de febrero.
Los caminos de la Ficha Limpia
Martín Menem abrirá Diputados con la prioridad de eliminar/suspender las PASO mientras en el Senado Victoria Villarruel deberá administrar el fuego cruzado por los pliegos de los jueces. El proyecto de Ficha Limpia, que Milei firmó antes de partir a EE.UU, cruza esos dos universos que parecen ajenos: el peronismo persiste en la idea de que no votará la reforma de las PASO ni facilitará el trámite para que Ariel Lijo llegue a la Corte si LLA insiste con Ficha Limpia.
Ahí se produce un bucle espacio-temporal. Desde la Corte, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz deslizaron que el tribunal es la última instancia para resolver culpabilidad y que, según ese criterio, la prohibición de competir con “doble conforme” sería inconstitucional en la medida que no exista una intervención última de la Corte. El proyecto del PRO que impulsó Silvia Lospennato y que naufragó el año pasado incluía ese punto que ahora agregó el texto que enviará el Gobierno. Por entonces, la task force libertaria festejó que el texto se cayera. “Que la puta gente decida. Y no que un juez de turno, que no sabés de qué lado juega y a qué intereses responde, pueda decidir el destino entero de una nación”, tuiteó por entonces Daniel Parisini, el Gordo Dan. El proyecto que enviará Milei no corrige el peligro que, muy razonablemente, planteó el tuitero al mencionar el caso Trump en EE.UU. y la situación que ahora atraviesa Jair Bolsonaro.

Al contrario, lo magnifica. Porque agrega que además de prohibir ser candidato, los condenados con doble conforme por delitos contra la administración tampoco podrán ser –equipara los poderes– designados como funcionarios. Con la lógica Dan, un juez no solo será el último filtro de las listas de candidatos, sino que además será quien incida sobre los gabinetes del Poder Ejecutivo. El giro de Milei solo se explica porque el rechazo libertario al proyecto de Ficha Limpia a fines del 2024 le generó ruidos en la opinión pública. El algoritmo de Milei detecta esos cimbronazos.
El proyecto incluye el doble conforme y, para reducir la intromisión del Poder Judicial, indica que no aplica con una condena en año electoral. Eso hace, por otro lado, que el texto parezca confeccionar para impedir que Cristina Kirchner sea candidata. Meses atrás, como contó Cenital, desde el PJ se sugirió que la expresidenta se presentara para pelear la senaduría nacional por CABA.
Para ella se abre una encrucijada extra. ¿Le pedirá a sus senadores que voten a Lijo sin certezas sobre lo que el juez haría como cortesano en caso que se vote un modelo de Ficha Limpia con doble conforme? ¿CFK le dará poder a Lijo para que este después valide una norma que la saca de la carrera electoral? A diferencia de lo ocurrió en 2023, cuando anticipadamente se bajó del ring post sentencia de la causa Cuadernos con el argumento de la “proscripción”, ahora CFK se puso en el centro de la escena cuando decidió presidir el PJ nacional con la sospecha, o certeza, de que no podría –no querría, no le convendría– ser candidata en 2025.
El asunto Ficha Limpia se roza, en lo conceptual, con los movimientos en la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF), en la que el debate público se enfoca en si el organismo debe ser querellante –el planteo de, entre otros, Magia Eugenia Talerico, extitular del organismo en tiempos de Cambiemos– o dejar que el Poder Judicial aplique su dinámica propia. Un análisis «liberal» que va más allá de la salida de Ignacio Yacobucci –protegido del ministro Mariano Cuneo Libarona– y la llegada de Paul Starc, fiscal de San Martín, exmarido de Talerico (con quien tiene dos hijas), cuya designación lo encontró en EEUU donde este sábado participó del Hispanic Inaugural Ball, donde fue agasajado Milei.
Karina Kan
En el PRO dan por ido a Diego Santilli. Un operador macrista especula con que solo falta una charla mano a mano entre el diputado y Mauricio Macri. ¿Para qué?: para evitar que su salto abra una caja de Pandora y se convierta en un enchastre público. Santilli confía en su olfato y adivinó el algoritmo de Milei, sabe qué decir y qué festejar. Cree, por eso, que tiene chances de ser abrazado por LLA y lograr, incluso, encabezar la boleta de diputados en Buenos Aires en lugar de José Luis Espert, ya bendecido por el presidente.
La migración de Diego Valenzuela, con un paso intermedio que fue la crisis partidaria y su alianza con Patricia Bullrich, puso la lupa sobre nuevos movimientos. En el ajedrez del expresidente, Santilli aparece como el más activo para sellar un acuerdo PRO-LLA, y como una figura que, ante un divorcio, está más cerca de abrazarse a los Milei que quedarse con los Macri. No ocurre lo mismo, creen cerca de Mauricio, con Cristian Ritondo, a quien –manda a decir– “hay que cuidar”. Tampoco espera fugas de jefes territoriales como Guillermo Montenegro, de Mar del Plata, o Ramón Lanús, de San Isidro. Quizá las razones sean propias del armado en sus distritos más que de simpatía o no con los Milei. En cambio, presumen inminente la mudanza de Sebastián Abella, de Campana, uno de los catorce intendentes del PRO.

“Diego tiene que aceptar que le van a hacer pagar el derecho de piso”, prepara el desembarco un dirigente que da por hecho que Espert se sostendrá como primer diputado para continuar como presidente de Presupuesto en la Cámara Baja –aunque no está bien parado para la carrera larga que es por la gobernación–. Santilli propone que Karina mande a medir y que el que rankee mejor quede como candidato. Está seguro de que es más competitivo que Espert.
Fundador del PRO, candidato a gobernador de Horacio Rodríguez Larreta en 2023 –perdió con Néstor Grindetti, que era el postulante de Bullrich–, Santilli confía en aplicar otra destreza: activar una ferviente lealtad hacia los Milei, en particular hacia Karina. Sobre la hermanísima aplica una lógica que Giuliano Da Empoli menciona en Los Ingenieros del Caos respecto a Gianroberto Casaleggio, uno de los primeros en advertir el impacto que internet tendría en la política y que creó, junto al comediante Beppe Grillo, el Movimiento 5 Estrellas, partido que fue el segundo más votado en Italia en el 2016, que surgió como un espacio anti casta política. Casaleggio admiraba a Genghis Kan y era obsesivo del control por lo que celebraba su modo de comunicación “performática” y cómo elegía a sus subalternos. “El emperador mongol seleccionaba a sus subordinados” según “una lealtad incuestionable, que trascendía criterios como el nacimiento y la experiencia”, dice Da Empoli. Es el método Karina a la hora de ordenar La Libertad Avanza, el que usará a la hora de armar las listas del 2025.