El mundo según Trump: Argentina se abre y negocia, pero sentirá el impacto de la guerra comercial

Las medidas proteccionistas de Estados Unidos impactan en la economía global y podrían afectar a sectores clave de la industria nacional.

Las acciones de Nike, Adidas, H&M y otras compañías de indumentaria cayeron este jueves, después del Día de la Liberación de Donald Trump, hasta 14% en los mercados bursátiles. En medio del pánico generalizado, los inversores entendieron que estas grandes marcas textiles serán de las más perjudicadas por los aranceles impuestos a los países proveedores de ropa barata, como Camboya (49%) y Vietnam (46%).

Quizás, el vocero Manuel Adorni se refería a eso cuando, en conferencia de prensa, enfatizó que “por supuesto fuimos beneficiados” con la imposición de aranceles. La ropa que llena las valijas de los argentinos que viajan a Miami se encarecerá sensiblemente y quizás ya no sea negocio gastar dólares en eso.

El Gobierno celebró el arancel base del 10% que le tocó a Argentina y lo vinculó con la “maravillosa” relación del presidente Javier Milei con Trump. Hasta ayer, el impuesto promedio era de 2,5%. Adorni omitió mencionar que el mismo tributo de 10% pagarán las exportaciones de Brasil, Chile y Colombia, entre otros. Es el arancel base que Estados Unidos fijó para todos los países. Obedece, en rigor, a una cuenta que hizo la Secretaría de Comercio de ese país. Para fijar el arancel no tuvo en cuenta la reciprocidad de manera estricta (una ley del Talión, ojo por ojo, arancel por arancel), sino que puso recargos en aquellos países en los que Estados Unidos tiene déficit comercial. No es el caso de Argentina.

Al cierre de esta edición, Milei buscaba un golpe de efecto al anunciar una negociación para eximir de aranceles a unos 50 productos en los que se concentran la mayoría de las exportaciones a Estados Unidos. El canciller Gerardo Werthein se reunió en Washington con el secretario de Comercio de ese país, Howard Lutnick. Funcionarios de la Secretaría de Comercio argentina también están negociando in situ. El Gobierno tuvo la pericia de reaccionar rápido y mostrarse urgido por negociar desde el día uno. “Argentina tiene una serie de asimetrías y nosotros acordamos que vamos a resolverlas a la brevedad”, le dijo Werthein a Infobae. “Hemos alcanzado una excelente comprensión mutua y somos optimistas respecto a la relación entre nuestras naciones”, agregó en un comunicado.

Un informe de la Secretaría de Comercio de ese país, la USTR, que sirvió de justificación para la imposición de aranceles generalizados detalla, en cuatro páginas, las “asimetrías” de Argentina. Son cuestiones vinculadas a aranceles y trabas para-arancelarias. Menciona, por ejemplo, el ya extinto impuesto PAIS y el finalizado régimen de autorización de importaciones SIRA, que implementó la administración de Alberto Fernández. El Gobierno hizo trascender que acelera una gestión para resolver los reclamos de Estados Unidos e insiste con buscar un Tratado de Libre Comercio (TLC).

“No descarto que se aceleren las negociaciones entre Argentina y Estados Unidos para algún acuerdo comercial específico en algunas industrias puntuales, con una reducción arancelaria recíproca desde este nuevo punto de partida”, le dijo a Cenital Marcelo Elizondo, de la consultora DNI y directivo de la Cámara Argentina de Comercio. “La Comisión Europea está buscando algo parecido”, añadió.

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Argentina exportó unos USD 6500 millones a Estados Unidos, cuyas importaciones globales rondan los USD 4 billones. El comercio internacional, detalló Elizondo, significó casi un tercio del PBI global de 2024 y Estados Unidos fue el principal importador. Esa es la dimensión del anuncio de Trump.

No será el único tema de la relación bilateral que deberá resolver el Gobierno. Mauricio Claver-Carone, hombre fuerte en América Latina del Departamento de Estado de Trump, dijo ayer en Miami, horas antes de la reunión de Milei, su hermana Karina y Luis Caputo con Trump en Mar-a-Lago, que Estados Unidos quiere que Argentina corte el crédito con China. “No me voy a entrometer en medio de unas negociaciones que se están llevando a cabo con el FMI, que queremos que tengan éxito… pero lo que sí queremos es que eventualmente termine la famosa línea de crédito que tiene Argentina con China. Lo que queremos asegurarnos es que ningún acuerdo con el FMI termine prolongando esa línea de crédito”, advirtió. A mitad de año, Argentina deberá renovar o cancelar un tramo del swap cambiario con China por USD 5000 millones.

Los sectores económicos, en tanto, están en ascuas. Al cierre de esta edición, desconocían si el arancel de 10% se suma o reemplaza a los impuestos ya existentes. Fuentes oficiales indicaron que, de la letra de la normativa, se desprende que es complementario. Por ejemplo, los alimentos pagan 4,6% para entrar a Estados Unidos, por lo que pasarían a tributar 14,6%.

El acero y el aluminio tributarán 25%, algo que ya se había anunciado. La decisión de Trump perjudica a los envíos de acero de Techint (unos USD 100 millones, que envía para que una subsidiaria del grupo fabrique tubos para la industria petrolera en Houston) y al aluminio de Aluar (unos USD 500 millones por año).

El sector vitivinícola buscaba respuestas. Envía a Estados Unidos más de un cuarto de sus exportaciones. Paga, actualmente, un arancel que ronda el 4%. En 2024, envió producción por USD 225 millones, contra ventas europeas hacia la potencia del norte superiores a los USD 5000 millones. La industria del vino ya está complicada por la apreciación cambiaria y la carga tributaria, por lo que una suba del impuesto la condicionaría. Si bien las exportaciones europeas tributarían ahora 20% de arancel base y serían más caras que las botellas argentinas, puede haber un efecto adverso. “El arancel tan alto a Europa puede representar una oportunidad para vender más desde Argentina. Pero Europa puede canalizar esa producción a Brasil”, advirtió el exembajador en Estados Unidos Jorge Argüello en Radio Con Vos.

Ese es uno de los peligros que se abren con esta nueva guerra comercial: los excedentes de China, Europa y otras zonas comerciales buscarán mercados que reemplacen al estadounidense. Argentina, a contramano de otros países, baja aranceles. Este lunes, oficializó la baja de impuestos a las importaciones textiles. Según un informe del Observatorio Pyme, el 23% de las pequeñas industrias perdieron participación en el mercado doméstico en 2024 por el ingreso de mercadería importada.

Otro peligro es la alta probabilidad de recesión global, ante la caída del comercio internacional. China y Europa preparan sus medidas de retaliación. La Comisión Europea “busca retomar un canal de diálogo con Estados Unidos, mientras mantiene listo un arsenal de represalias comerciales por € 26 mil millones”, escribió Eduardo Levy Yeyati en un informe de Adcap Grupo Financiero. Europa prepara una bomba neutrónica: represalias comerciales a las Big Tech (Google, Meta, Amazon, Apple) y a los bancos estadounidenses.

En este escenario, el precio del crudo caía hasta 7% este jueves, por las expectativas de una menor actividad económica. Según fuentes de YPF, Vaca Muerta es rentable con un barril en la zona de los USD 45, pero una caída sostenida del precio demorará inversiones.

Los temores a una recesión se tradujeron en caídas en las bolsas de valores este jueves. En Wall Street, el índice Nasdaq cayó 5,3% y el SP500, 4,9%. El Merval, en Buenos Aires, cayó 3,4%.

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Periodista especializado en Economía. Pasó por La Nación, Bae, El Cronista y TN. Actualmente es columnista en Mejor País, en Radio Con Vos.