Milei frente al abismo, la operación de Bullrich y el PJ que quiere Cristina

El veto a la reforma previsional fue un movimiento más político que fiscal. La fractura de la UCR como remake de JxC libertario con Milei como jefe. ¿CFK candidata o candidata de CFK? La guerra del fútbol: novedades desde el frente.

En reserva, siete días antes de posar junto a Javier Milei en Casa Rosada, los cinco diputados de la UCR que cambiaron su voto para blindar el veto presidencial contra el aumento a jubilados se vieron con Patricia Bullrich. La cumbre ocurrió el martes 3 de septiembre en el despacho del ministerio de Seguridad y selló un operativo que, una semana después, evitó una derrota política de La Libertad Avanza (LLA).

Con la ofrenda de esa sangre radical, Bullrich retribuyó el gesto del presidente de darle un lugar en la mesa política junto a Karina Milei y Santiago Caputo. Al trío lo hermana un enemigo común: Mauricio Macri. El hecho mostró otra versión de Milei: frente a una amenaza nítida, quemó su Biblia anti casta y se abrazó a radicales y peronistas. La fábula del Flautista de Hamelin, pero al revés: en vez de fulminar ratas –según su propio léxico–, Milei las volvió heroicas. El giro lo explica el hecho de que más que un impacto fiscal, el rechazo al veto exponía la debilidad política libertaria.

El presidente prepara otra ceremonia. Este martes abrirá la quinta de Olivos para un asado con los 87 diputados que respaldaron su veto. La residencia presidencial fue, hasta acá, un territorio reservado para economistas, amigos, asesores o funcionarios. El hilo narrativo es revelador: el jueves 22 de agosto, la misma noche que el Senado aprobó la movilidad jubilatoria, Milei cenó con veinte economistas –entre ellos Luis Caputo, Federico Sturzenegger y José Luis Espert– y anunció el veto al proyecto. Casi un mes después, se rodeará de casta para agradecerle el voto anti aumento a los jubilados.

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En simultáneo, el líder libertario indultó a Carolina Píparo, que fue su candidata a gobernadora bonaerense en 2023 pero, por pedido de Sandra Pettovello, quedó fuera del gabinete. La operación retorno la ejecutó Eduardo ‘Lule’ Menem y la formalizó Karina Milei. Se explica como parte del diseño electoral para el 2025 en la provincia de Buenos Aires, la batalla central del año próximo para el presidente. Exiliada de LLA, Píparo era tentada por el armado de Miguel Pichetto para integrar una oferta de centro que le dispute votos al oficialismo. En la foto del perdón, Karina sentó a Martín Menem, que suma dos bancas: la de Píparo y la de su cuñada Lorena Macyszyn, que había formado el bloque Buenos Aires Libre.

El chip de Milei

Tras un período revulsivo, que en septiembre se coronó con la expulsión del senador Francisco Paoltroni y de la diputada Lourdes Arrieta, el oficialismo parece cambiar su chip para frenar la sangría y tratar de empezar sumar. Aparece una razón de fondo referida al voto blando de Milei. El veto al aumento a los jubilados agudizó la tensión entre Milei y un sector de sus votantes del balotaje, en particular entre los que en octubre habían elegido a Bullrich. Las críticas de Macri, con epicentro en el DNU de fondos reservados para la SIDE, habían generado contrariedad en esos mismos votantes.

El veto potenció ese comportamiento. Un estudio de Shila Vilker, para TresPuntoZero y Grupo de Opinión Pública de Raúl Timerman, lo muestra con claridad. Un 50% defiende la idea de superávit fiscal innegociable que expone Milei, pero cuando se vincula el concepto con el sacrificio de los jubilados, el respaldo baja 13 puntos y pega más entre votantes de Bullrich, los electores de más edad y las mujeres.

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El votante clásico del PRO suele ser más institucional y mira con cierta desconfianza a Milei. Para el libertario puede ser, al mismo tiempo, un riesgo “institucionalizarse” porque corre riesgo de perder el rasgo extravagante que es clave para los propios. La postulación de Ariel Lijo a la Corte, abiertamente criticada por Macri, es un emblema de las objeciones aunque sea un tema de nicho.

Escenarios de Federico Zapata y Pablo Touzón sobre Lijo: 50% no tiene opinión, en el resto el rechazo es 4 a 1. Sobre las razones de la postulación, 35% no sabe, menos de 15% ve razones nobles y 48% cree que es para tener una Corte adicta, pactar con la política o el kirchnerismo, o correr a Horacio Rosatti. Antes de fin de mes la Corte elegirá presidente. Todo indica que reelegirá Rosatti, aunque un mes atrás circuló la versión de que podría existir un acuerdo para que el lugar lo ocupe otra vez Carlos Rosenkrantz. Hoy, eso parece descartado.

Una paradoja. El sondeo de Escenarios ubica a la Corte Suprema como la institución menos valorada del país, con solo 13% de imagen buena o muy buena, 55% de mala o muy mala y un ratio negativo de 41 puntos, incluso peor que el Congreso. Sobre ocho, solo dos tienen diferencial positivo: la ANSeS y las universidades nacionales.

El aumento del presupuesto universitario que aprobó el jueves el Senado está condenado al veto y Milei volverá a necesitar de los héroes para que respalden su decisión. Todavía está fresca la marcha del 23 de abril, quizá la hora de más zozobra política desde que asumió la presidencia. Se prepara una movilización contra esa decisión anunciada que, todo indica, tendría más volumen que las concentraciones contra el veto a jubilados, que no fueron multitudinarias.

El registro de aceptación hacia Milei parece estar en niveles desmesurados. El ataque de efectivos de fuerzas de seguridad a una nena de 10 años, del que hay imágenes que prueban que fue directo e intencionado, y el posterior sembrado de un video falso para decir que se trató de un autoataque, hubiesen derivado en renuncias y/o castigos en cualquier otra gestión. Pero Bullrich defendió a su número dos, Alejandra Monteoliva, que aseguró que no había efectivos cerca de la nena agredida. Monteoliva fue ministra de Seguridad en Córdoba y tiene, como varios funcionarios de Milei, terminales en Juan Schiaretti.

La familia radical

La captura de diputados de la UCR por parte de Bullrich es parte de un proceso que, en el imaginario de los armadores de LLA, tendría que derivar en la reconstrucción de un Juntos por el Cambio libertario y de derecha. Bullrich es funcional a ese proceso: primero dinamitó al PRO desde adentro y ahora se dedicó a capturar un pedazo de la UCR. Un operador del oficialismo menciona matices: “Cambiemos fue un armado anti peronista, Milei no. Es más ideológico derecha-izquierda y puede sumar al peronismo de derecha. Por eso está Scioli”, detalla a Cenital. No es el único: Osvaldo Jaldo, de Tucumán, aportó tres diputados a favor del veto mientras que espacios del espectro peronista, como el frente misionero que comanda Carlos Rovira, y el salteño de Gustavo Sáenz, colaboraron al mandar a sus diputados a votar a favor o a abstenerse que también era funcional a la Casa Rosada.

La costura de aliados radicales la hizo Bullrich a través de Damián Arabia, diputado y ex jefe de campaña de Bullrich, que en 2023 ayudó a esos dirigentes en la interna de JxC. Un caso testigo: Bullrich apoyó, contra la voluntad de Macri, la candidatura a gobernador de Pablo Cervi en Neuquén. Algo parecido ocurrió con el cordobés Luis Albino Picat: entró a la lista de diputados JxC con el forcet bullrichista contra la voluntad de Macri y de Mario Negri.

Otro actor en el pacto Milei-UCR fue Gustavo Valdés, gobernador de Corrientes, que quiere dejar un sucesor en 2025. Hasta el caso Loan, Valdés se encaminada sin sobresaltos a designar como sucesor a su hermano menor, Juan Pablo, intendente de Ituzaingó. La desaparición de Loan, todavía no resuelta, afectó los planes y tensó la relación con la Casa Rosada. Ahora Valdés busca reconstruir el vínculo y apuesta a un acuerdo grande donde se incorpore, además, el sector del PJ que comanda “Camau” Espíndola, el senador que esta semana firmó su paso al libertarismo en una foto en Casa Rosada junto a “Peteco” Vischi, senador que reporta a Valdés, y entre otros, el entrerriano Edgardo Kueider, otro de los ex UxP que engrosan lo que Daniel Scioli llamó “peronismo libertario”.

El tercer jugador de la novela radical es el mendocino Alfredo Cornejo, que entra y sale del ecosistema Milei porque lo abruma la obsesión de Luis Petri, el ministro de Defensa, por ser candidato a gobernador en Mendoza. Cornejo controla un puñado de diputados y senadores que, en el mapa de arena libertario, deberían convertirse en socios explícitos camino a las elecciones del 2025. Pero el mendocino pretende volver a presidir el Comité Nacional de la UCR que está a cargo de Martín Lousteau, quien la semana pasada consideró una “obscenidad” lo hecho por los diputados radicales que cambiaron del voto. El jefe de ese grupo es el tucumano Mariano Campero.

La novela peronista

“No es conveniente que un gobernador sea presidente del PJ”. El mensaje parte del entorno de Cristina Kirchner y es amplificado desde La Cámpora. Se basa en un criterio: la postura del partido quedaría contaminada por cuestiones de gestión local. En concreto. “¿Le sirve al peronismo tener un presidente cuya provincia está en default y emitió cuasimonedas? ¿Es lo que queremos mostrarle a la gente como partido?”, plantea a Cenital una fuente de vínculo directo con CFK.

Es una referencia directa a Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja, y hasta acá el único dirigente que salió a moverse para pelear por la jefatura del partido. Quintela avisa que salvo que la candidata sea Cristina, él competirá contra cualquier rival. Hace diez días, un dirigente K le trasmitió a Florencia López, la senadora por La Rioja y ex vicegobernadora, que a Cristina le gustaría que ella fuera la candidata. Se generó un revuelo obvio. López, que en el Senado tiene muy buena relación con “Wado” De Pedro, dijo previsiblemente que no. La idea sugerida desde el cristinismo era más amplia: que la jefatura del partido la ocupe un/a dirigente joven sin mucha exposición para mostrar un recambio de caras y nombres. El nombre que hicieron circular desde el entorno de la expresidente fue el de la diputada Vanesa Siley, que además es dirigente sindical. Ahí hay otro mensaje: Cristina se muestra furiosa con la CGT y a su lado reprochan que la cúpula sindical quiera ocupar lugares en el partido, pero, como central obrera, “están en silencio desde hace meses” en un contexto de crisis pronunciada. Se cita, por caso, el estudio de Moiguer sobre cambio en los hábitos de consumo que indica que 7 de cada 10 familias declara tener ingresos por debajo de la inflación y 55% que quema ahorros para los gastos cotidianos.

¿Cristina puede ser candidata a presidir el PJ? A su lado no lo descartan aunque dicen que CFK es “más amplia que el peronismo” y deslizan que, en todo caso, sin hablar de operativo clamor, una eventual postulación podría darse si existe un pedido de sectores que no sean K. “El problema es que, si Cristina propone a alguien que no sea ella, lo anulan desde el arranque”, explican a Cenital. En paralelo, parece descartado que haya recambio de autoridades en el PJ bonaerense que está a cargo de Máximo Kirchner.

A principios de año, fuentes del entorno del diputado, anticiparon que la filiar bonaerense elegiría autoridades el 17 de noviembre, en paralelo a la interna del PJ nacional. Pero el Consejo federal fijó las pautas, convocó y activó el cronograma, mientras que el Consejo bonaerense no lo hizo. Máximo tiene mandato como presidente hasta el 2025 y el año pasado había dicho que anticiparía la elección de autoridades. “Tampoco nadie se postuló para presidir el partido”, explican en La Cámpora.

Este viernes, el diputado encabezará un acto en La Plata donde será único orador. Será el primero desde el que hizo luego de renunciar a la jefatura del bloque de diputados de UxP tras el acuerdo con el FMI durante el gobierno de Alberto Fernández. El trasfondo es todo ruido: la relación con Axel Kicillof es un nudo crítico y cada movimiento suma tensión. Este sábado, el gobernador participó de un acto en Mar Chiquita junto a dirigentes como Jorge Ferraresi que están en conflicto explícito con el camporismo. “Axel dice que él no los manda a romper nada, pero va a un acto donde no invitan ni a Cristina ni al presidente del partido”, se quejan.

El gobernador estrenó retórica: así como alguna vez dijo aquello de “nuevas canciones” ahora remixó la frase cristinista de volver mejores para decir que hay que “mejorar para volver”. Cada movimiento de Kicillof es visto en el mundo Cámpora como un desliz o un desafío. Todo está a flor de piel. Lo demuestra el espadeo público entre Ferraresi y Mayra Mendoza, la intendenta de Quilmes, la figura con más visibilidad de La Cámpora. El intendente de Avellaneda forma parte de un scrum de dirigentes junto a Mario Secco, Gabriel Katopodis y Andrés “Cuervo” Larroque, entre otros, que impulsa a Kicillof y se dedica a lo que llaman un “armado artesanal” que tendrá una prueba de fuego en el 2025. Se mueven sobre la premisa de que Cristina querrá ser candidata a diputada nacional el año próximo y que, en ese contexto, no habrá chances de ir a una primaria contra la expresidente como no aceptaron con Florencio Randazzo en 2017 ni le permitieron a Scioli en 2023, a quien “no le dieron las condiciones que sí le dieron a Juan Grabois”.

En el territorio de la teoría, cuando faltan ocho meses y medio para el cierre de listas, en ese grupo algunos plantean hasta un escenario de ir por afuera del espacio de Cristina y recuerdan la elección de Antonio Cafiero en 1985 contra el partido que, por entonces, controlaba Herminio Iglesias, el proceso conocido como la “renovación”. El diálogo de ese sector con Máximo está roto. El discurso del diputado del próximo viernes puede incrementar el nivel de tensión.

La guerra del fútbol

A Máximo, hincha de Racing, le atribuyen involucrarse en la elección de autoridades de ese club que ahora está a cargo de Víctor Blanco y al que desafía Diego Milito con apoyo del exministro de Economía del PRO, Hernán Lacunza, y de dirigentes peronistas como Martín Ferré. Es un capítulo más en la guerra del fútbol que este lunes tendrá una fecha clave: vence el plazo para anotar listas para elección del comité ejecutivo de la AFA pautadas para el 17 de octubre y donde Claudio “Chiqui” Tapia buscará su reelección para extender su mandato hasta 2029. Como contó Cenital , en el Gobierno existe la intención de impugnar la convocatoria como parte de una disputa abierta con Tapia que tiene, de fondo, la pelea por las SAD. Sobre la lista del Chiqui en la AFA hay un dato para mirar: si está o no Blanco, lo que podrá leerse como un gesto hacia Milito.

Hubo otras novedades. El miércoles pasado, Juan Sebastián Verón, presidente de Estudiantes hizo una reunión con socios del club –es, al menos, la tercera– para explicar la oferta del magnate Forest Gillett para invertir varios millones de dólares (¿100?) en el club. Verón dice que Estudiantes no será SAD ni tampoco sistema alemán (51% de los socios, lo demás privado) ni pondrá propiedades del club como garantía para los inversores. Los abogados trabajan para encontrar un formato “creativo” para que los inversores tengan certezas de que podrán recuperar lo que aportan. En el club entienden que si se acelera la inversión, Milei tomará el caso como bandera aunque no sea SAD. Gillett regresará a Argentina en las próximas semanas y la intención es presentar, cuando antes, un acuerdo.

Otras lecturas

Ya casi no se imprimen diarios pero se percibe como un periodista gráfico. Escribió en Ámbito Financiero, Clarín y elDiarioAr pero todavía tipea mal. A veces aparece en la tele. Nunca vivió en CABA. Padre de tres.