De Maravilla Martínez a Milton Giménez: la clase obrera va a los goles
En un contexto de deterioro de la Primera División, los goleadores curtidos en las categorías más bajas llegaron a los clubes “grandes”: cuatro de los cinco N° 9 debutaron en Argentina en el fútbol de Ascenso.
A Julio Ariz Leiva –47 años, entrenador del club San Pedro de Guatemala– lo llamaron por celular el domingo pasado, al mediodía. Almorzaba con el plantel en el restaurante Texas, de Huehuetenango. Salió a la puerta. Hombres con chalecos policiales se bajaron de un auto. Lo acribillaron de 15 disparos. Una hipótesis de la investigación indica que se había negado a “arreglar” el partido que San Pedro jugaría horas más tarde ante La Democracia por la cuarta fecha del Torneo Apertura de la segunda división de Guatemala. Otra, que había seducido a una mujer “prohibida” de una familia del narcotráfico. Ariz Leiva había sido futbolista. Jugaba de N° 10. Le decían “el Loco” por las piruetas en los festejos y por haberlo logrado cinco veces con cinco clubes en los últimos diez años, al DT lo llamaban “El rey de los ascensos”. “El fútbol me cambió la vida. Si en algún momento tengo que morir –había dicho el Loco en una nota en 2022–, que sea por sobredosis de fútbol”.
De Maravilla Martínez a Milton Giménez: la clase obrera va a los goles
En la noche del lunes 19 de febrero de 2018, Atlanta le gana 2–0 a San Miguel en Villa Crespo por la fecha 22 de la B Metropolitana, tercera categoría del fútbol argentino. A los tres minutos, Adrián Martínez había empujado la pelota hacia el arco vacío. Y, a los 41 del segundo tiempo, Milton Giménez había ampliado la ventaja tras un rebote en la barrera después de un tiro libre. Punta por punta, Giménez había entrado un minuto antes por Martínez. Menos de un mes más tarde, el 14 de marzo, en el 3–0 de Atlanta a Talleres de Remedios de Escalada en el León Kolbowski por la fecha 26, los delanteros vuelven a convertir en un mismo partido. Ni Martínez ni Giménez se formaron íntegramente en Atlanta: el primero experimentó apenas un año de inferiores, en Villa Dálmine, y debutó a los 22 en Defensores Unidos de Zárate, y el segundo llegó en Sexta desde Deportivo Armenio. Atlanta caerá en los cuartos de la B Metro 2017/18. Pero ellos volarán alto: la clase obrera va a los goles.
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Adrián Martínez es ‘Maravilla’, el delantero de Racing, aunque le rehuye al apodo heredado del boxeador. Goleador de la Copa Sudamericana con ocho goles, ayudó a Racing a clasificarse a los cuartos: enfrentará a Athletico Paranaense para volver a meterse en una semifinal de un torneo internacional, instancia a la que no accede desde la Libertadores 1997 (sólo un jugador de Racing superó los ocho goles en una copa internacional: Norberto Raffo, con 14, en el título de la Libertadores 1967).
En una encuesta del colega Matías Baldo a 74 periodistas y especialistas en fútbol, Martínez fue elegido como el mejor futbolista de la Copa de la Liga 2024. Como la primera Maravilla del fútbol argentino. Casi sin inferiores encima, Martínez perfeccionó la definición viendo las mejores del brasileño Ronaldo en compilados de YouTube, pasó seis meses preso y tocó la Primera División recién en 2023, con Instituto. Hoy, desde las 17, jugará su primer clásico en el Cilindro. En el Libertadores de América, el 9 rubricó el 1–0 frente a Independiente.

“Estoy muy contento, estoy en el mejor club de Argentina y de Sudamérica. La vengo peleando hace muchísimo”, dijo el lunes Milton Giménez, al día siguiente de marcar el primer gol de Boca en el 3–2 frente a San Lorenzo en la Bombonera por la Liga (y antes de meter otro en la eliminación en octavos de la Copa Sudamericana ante Cruzeiro en Brasil). Giménez nunca explotó como goleador en Atlanta, sino en su segundo préstamo después de haber bajado a jugar a Midland en 2017 hasta la Primera C, cuarta categoría: con Comunicaciones, en la B Metropolitana 2019/20, marcó 15 goles en 25. En un ping pong de preguntas y respuestas, el N° 9 de Boca nombró como el mejor entrenador de su trayectoria a Francisco Berscé, el del verano de 2018 en Atlanta. Berscé es ahora ayudante de Gustavo Costas, técnico de Racing.
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Sumate–Además de Martínez y Giménez, en aquel Atlanta jugaba Walter Mazzanti, figura hoy de Huracán. ¿Por qué juegan ahora en Primera? –le pregunto a Berscé, horas antes del clásico.
–No eran chicos acostumbrados a la B Metro. En 2017, cuando llego a Atlanta, el proyecto abarcaba que no se podían traer tantos jugadores de la divisional porque el club estaba mal económicamente. Y, a pesar de que las divisiones inferiores no estaban bien, había que rescatar a alguno. Mazzanti llegó libre de Tigre, donde alternaba en Reserva. A Milton, los primeros meses le costaron un poquito. Siempre le traían a alguien en su lugar. Pero rindió. A Adrián Martínez lo traemos de la C. Había sido goleador en el CADU. Hizo un campeonato bárbaro. El recambio de jugadores en Primera se debe a que hoy, en los mercados de pases, te llevan jugadores de todas partes del mundo. Son observados. La gran mayoría de los campeonatos son televisados hasta por YouTube. Encontramos chicos a los que les veíamos un gran potencial, muchísimo por dar a futuro. Cuando se los trajo, se les dijo que íbamos a trabajar a un nivel muy profesional, que era para el club y para ellos. Le dimos una mano en la formación y me la dieron a mí. Hoy viven del fútbol, lo más importante. En Primera, cada vez son más los equipos, y muchos son del Ascenso. La Primera se parece al Ascenso: no es lo mismo que jueguen 18 equipos que 28. Y cambió mucho el paradigma, como también con los entrenadores.
–¿Los centrodelanteros “hechos” en el Ascenso comparten características particulares?
–El delantero del Ascenso es más aguerrido, por las canchas, por las características del juego por arriba. Los delanteros de Primera solían ser figuras muy relevantes que salían de inferiores o venían del exterior. Ellos son chicos que, en cambio, saben cuáles son sus limitaciones pero que aprovechan muy bien sus virtudes. Y los entrenadores también lo saben y los rodean de jugadores complementarios. Como les tocó “sufrirla”, como arrancaron de abajo, tienen una edad madura en un momento oportuno y aprovechan. Y todo el tiempo quieren aprender: si hoy lo agarro a Adrián, después de tantos años, está abierto a la expectativa de ser más. Quieren aprender, nunca piensan que les alcanza. Más allá de que la jerarquía es lo más importante, se necesita en los delanteros mucho esfuerzo. Y ves el modo en que presionan, cómo lo viven, sobre todo en un fútbol en el que se corre tanto, en el que está todo tan ordenado por los esquemas y las tácticas. Si son inteligentes, juegan. En Racing tenemos también a Maxi Salas, que salió de All Boys.
–¿En otro contexto hubieran jugado en clubes grandes?
–Son diferentes épocas. Lo mismo que en divisiones inferiores: antes, para jugar en Cuarta o Quinta de un club, había 30 lugares, como máximo, y ahora tenés AFA, Liga Argentina y Metropolitana. Capaz arrancaste en Liga y después saltás a AFA. Antes no tenías esas chances en un mismo club. En los años 90 había menos equipos, un fútbol menos globalizado en Argentina, aunque siempre exportó jugadores, pero no a cualquier equipo inglés, como ahora. Hoy pasa con los jóvenes, que juegan 15 partidos en la Primera y se van. Eso era impensado antes. Sería desmerecerlos decir que no hubieran jugado. En el Ascenso cambiaron el estado de los campos, la intensidad de los entrenamientos. El que es bueno, es bueno antes, ahora y después. Se abrieron las posibilidades: los representantes, los contactos. Antes, cuando jugábamos nosotros, nos teníamos que recontra destacar para que un diario nos haga una nota, tenías que ser el mejor de tu equipo y uno de los mejores de tu división para escalar a otra. No era tan fácil ir a la A porque los jugadores duraban más en los equipos. Ahora, un jugador que trajimos hace seis meses quizá ya se va, y ahí entran a jugar los del Ascenso. Todo se vive apurado, todos se quieren asegurar la economía. Y el combo es terrible.
A grandes rasgos, la Primera División del fútbol argentino recurre, acaso como nunca antes, al fútbol local de Ascenso. Los clubes meten mano muy abajo porque la economía a pique derivó también en la caída de la clase media de jugadores de la Primera División (¿aún existe en la sociedad argentina?) a la media–baja. A los clubes ya no les resulta accesible traer a los mejores jugadores de Uruguay, Chile y Paraguay, países limítrofes, como en la década del ‘90. Los planteles son integrados por juveniles cada vez de menor edad y por experimentados cada vez de mayor. Y, entonces, en la mediana edad de la vida “útil” de un futbolista, los curtidos en el Ascenso, los que (se) quedan: Martínez (32 años), Giménez (28), Gabriel Ávalos (33) y Andrés Vombergar (29).
Ávalos es el N° 9 de Independiente: el primer club del paraguayo en la Argentina fue Crucero del Norte de Misiones, en la B. Vombergar es el N° 9 de San Lorenzo: nacionalizado esloveno, debutó en Ituzaingó, en la C. River es la excepción que confirma la regla. Su centrodelantero –y 9– es el colombiano Miguel Borja, goleador de la Copa de la Liga 2024 con 13 goles, uno más que Maravilla. En el inicio de su trayectoria, Borja bajó a la segunda división colombiana para jugar en Cortuluá entre 2012 y 2013. La mayoría de los futbolistas de primer nivel mundial no debutan en el bajo fondo del Ascenso. Es tan evidente su talento que no hay miopía futbolística posible. Sólo cinco de los 26 campeones mundiales de Catar 2022 se presentaron en sociedad en el fútbol de Ascenso argentino, y siempre en la B Nacional, segunda categoría: Marcos Acuña y Franco Armani (Ferro), Germán Pezzella (River), Alexis Mac Allister (Argentinos) y Paulo Dybala (Instituto). Ninguno vive exclusivamente del gol: no lo necesitan como el agua y el pan, como el alimento básico.
Pizza post cancha
- Libro. “Maschio se convirtió en el cerebro del Equipo de José, que entre 1966 y 1967 iría de lo particular a lo general: campeón argentino, campeón de América y campeón del mundo –escribe Nicolás Zuberman en Racing 365 historias–. Futbolista exquisito, fue de los primeros jugadores modernos que se vieron en nuestras canchas, capaz de correr, jugar y convertir”. Humberto “El Bocha” Maschio falleció el miércoles a los 91 años. Fue tres veces entrenador de Racing, la última durante la quiebra, en 1999, junto a Gustavo Costas, el actual DT. Por culpa de Racing, Maschio casi pierde su matrimonio.
- Serie. Producida por NAH! Contenidos para DeporTV, el actor Martín Garabal conduce “Losers, perder el miedo a perder” (2018), en la que, capítulo tras capítulo, gira alrededor del perder junto a deportistas, desde Sergio Goycochea y Paula Paretto hasta Delfina Merino y Hernán Montenegro. Mientras en la vida algunos pretenden sólo ganar y otros arguyen el “ganar como sea”, en la serie “Losers” ganar es de perdedores.
- Podcast. En “De Fiorito al infinito: Maradona, el fenómeno popular que vive en los murales”, Fabián Suárez explora las tensiones latentes en las pintadas maradonianas en los barrios. Si en La Paternal, que adoptó a Maradona después de que saliera de la villa, hay más de una veintena, en Núñez tiraron abajo una pared con un Diego con la camiseta de Defensores de Belgrano. En el cuarto y último capítulo, una entrevista al fotógrafo Jorge Boido, quien retrató más de 500 murales de Maradona, un Dios plebeyo que no para de nacer.
- Entrevista. La selección argentina jugará el 5 de septiembre ante Chile en el Monumental por la séptima fecha de las Eliminatorias hacia Estados Unidos, Canadá y México 2026. Acá, la lista de convocados por Lionel Scaloni. En “Pelota dividida”, de Blender, charlaron con Roberto Fabián Ayala, ayudante de Scaloni, central de la selección de 1994 a 2007, capitán en Alemania 2006. Le preguntaron a Ayala qué jugador le hace acordar a él. “Ahora ha irrumpido este chico Anselmino, que parece que juega con una tranquilidad pasmosa, como si nada pasara”, dijo en relación a Aaron Anselmino, el juvenil de Boca ya adquirido por el Chelsea.
- Dato. ¿Cuántas tarjetas amarillas y cuántas rojas recibió Arsenal de Sarandí durante sus primeras tres temporadas en Primera División? ¿Cuántas Barracas Central, tras la vuelta a la élite, entre todos los clubes que jugaron esas tres temporadas? Arsenal, club fundado por Julio Grondona, y Barracas, reencauzado por Claudio Tapia. Los de los presidentes de la AFA. Lo aporta Alejandro Fabbri en AZZ.
- Ensayo. La persecución penal hacia Ezequiel Ponce, el estudiante mendocino que “pirateó” partidos de Boca, “Fútbol libre”. La industria televisiva que no puede –o no quiere– adaptarse a la era digital (menos del 20% de los argentinos accede a la señal de la empresa DirecTV). De eso y más, en el análisis del especialista en medios Martín Becerra en Anfibia.