Tócala de nuevo, Scaloni: la segunda “renovación” de su selección argentina

En la gira por Estados Unidos, vuelve a donde todo comenzó en 2018, cuando debutó como DT en el Memorial Coliseum de Los Ángeles. No sólo se trata de otros y nuevos futbolistas. Del “no bajar el pistón” al plantel campeón del mundo a Messi y Tapia.

El 7 de octubre de 1999, con un toque al arco vacío, Mauro Amato metió el 3–1 ante Godoy Cruz por la séptima fecha de la B Nacional. Era de noche en Tucumán, y el Monumental José Fierro de Atlético explotaba de hinchas. Amato corrió y se levantó la camiseta. La trabó por detrás de la cabeza y abrió los brazos para dejar ver una remera negra con cuatro pañuelos blancos y un mensaje: “Aguanten las Madres”. A Antonio Domingo Bussi, entonces gobernador de la provincia, lo habían denunciado horas antes por asesinar a garrotazos a dos personas en un campo de concentración durante la represión ilegal llamada “Operativo Independencia” entre 1975 y 1976. La Gaceta, el diario más leído de Tucumán, decidió no publicar la foto del festejo. Tres días después, Amato le dijo a Olé: “Quiero que la gente no se olvide de los Derechos Humanos”. En el norte argentino, Amato hizo un click: leyó el Nunca más (1984) y se empapó de la realidad social.

Hoy entrenador asistente en la Octava de Estudiantes de La Plata, el club del que surgió como futbolista, Amato me decía, a 15 años del gol que les dedicó a las Madres de Plaza de Mayo, desde su casa en el Paraje La Hermosura, en las afueras de La Plata.

-Investigando, me di cuenta de que fui un inconsciente. Si de antemano hubiese sabido lo que pasaba en Tucumán, no sé si lo hubiera hecho. Pero saqué esa rebeldía.

Tócala de nuevo, Scaloni: la segunda “renovación” de su selección

Es el viernes 7 de septiembre de 2018. La selección enfrenta a Guatemala en el Memorial Coliseum de Los Ángeles. El amistoso comienza a las 23:50 hora de Argentina. El primer partido después del caótico Mundial de Rusia marca el debut de Lionel Scaloni como entrenador de la selección. O, para muchos, como entrenador, a secas. Scaloni camina hacia la cancha. En el vestuario se le cayó un puñado de lágrimas. El triunfo 3–0 de Argentina se perderá en la madrugada. Hacia adentro, ha empezado la mentada “renovación”, no sólo de futbolistas, sino también de un estado de ánimo, de lazos humanos, de un compromiso y una pertenencia. El cuerpo técnico junta las mesas en las comidas, les da tiempo libre a los jugadores. Cuatro días más tarde, la gira se cierra ante Colombia en el MetLife Stadium de Nueva Jersey: 0–0. Entre los primeros citados, Franco Armani, Gerónimo Rulli, Germán Pezzella, Nicolás Tagliafico, Marcos Acuña, Leandro Paredes, Exequiel Palacios, Ángel Correa, Paulo Dybala y Lautaro Martínez serán campeones del mundo en Catar.

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“Logramos hacer lo que vinimos a buscar –dice Scaloni en 2018-, intentar que unos chicos que a lo mejor se la pusieron una o cinco veces, o ninguna, a la camiseta de la selección, vean lo que es jugar con esta camiseta. Acá el que quiera venir tiene que venir pensando en agachar la cabeza, humildad, y hago no lo que dice el entrenador sino lo que hacen todos mis compañeros, correr, trabajar y hacer lo que se prepara en la semana. Nosotros entendemos que arriba de esto no existe otra cosa, no existe ningún club del mundo”. Y presagia: “No somos de las mejores selecciones del mundo pero tenemos una cultura futbolística que nos va a hacer volver a ser de los mejores del mundo. No sé cuándo, pero yo creo que no faltará mucho”.

Scaloni y la selección argentina están de nuevo en Estados Unidos, ahora como campeones del mundo. Y, superado “el vacío” post Mundial al que se refirió antes de la victoria ante El Salvador en el Lincoln Financial Field de Filadelfia -el que puso como una de las causas de sus dudas en la cotinuidad-, Scaloni inicia la segunda “renovación” de su selección. Reglas del juego y del tiempo, influyó en el bajón energético que, como entrenador, meterá mano en el plantel campeón del mundo para volver a intentarlo en la Copa América 2024, para revalidar el título de 2021, y entonces deberá decirles que no va más a jugadores que, así lo razona, le ayudaron a hacer cumbre en la Copa del Mundo.

Sin Lionel Messi -tres lesiones musculares desde septiembre de 2023- y Dybala -cinco lesiones en la temporada-, sumadas a la confirmación de Ángel Di María de que la Copa América será su despedida de la selección y a los recambios por niveles, poco a poco se les abren lugares en el equipo a otros y a nuevos jugadores. En Prepárense para perder ya perfilamos a Alejandro Garnacho (19 años) y a Valentín Barco (19). Pero hay más sangre joven. Así como un día apareció un “desconocido” Cristian “Cuti” Romero desde el calcio italiano, ahora es el turno de Nehuén Pérez (23), derecho, defensor del Udinese. Si se cayó por lesión Marcos Senesi, central zurdo, el convocado fue Nicolás Valentini (22), de Boca, a quien habían sondeado para citar desde la selección de Italia. Sin Messi y Dybala, Scaloni reconvocó a otro par de zurdos en tres cuartos de ataque, de 19 años: Facundo Buonanotte y Valentín Carboni. Buonanotte, que juega en el Brighton de Inglaterra, como Barco, se destacó en su debut en el amistoso ante Indonesia en Yakarta, en junio de 2023. Carboni, cedido al Monza desde el Inter, desequilibró con la Sub 20 en el Mundial de Argentina 2023. Garnacho había sido el primero en fertilizar a la selección después de Catar: intervino en tres de los cuatro goles del Manchester United en el espectacular 4–3 ante el Liverpool en Old Trafford para pasar a la semifinal de la FA Cup.

En la batería de pruebas cuyo horizonte es el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026, Scaloni dispone indirectamente de los Juegos Olímpicos de París 2024, de una selección Sub 23 que dirigirá Javier Mascherano y a la que se le sumarán tres mayores a la lista de 18. Barco y Valentini fueron convocados por primera vez a la mayor porque rindieron en el Preolímpico de Venezuela. Thiago Almada, campeón del mundo en Catar, no está en Estados Unidos con la mayor porque jugará con la Sub 23 este lunes el segundo amistoso ante México de la gira azteca (junto a Claudio “Diablito” Echeverri, Alan Varela, Matías Soulé, Nicolás Paz y Lucas Beltrán, todos observados con buenos ojos por Scaloni). “No bajar el pistón”, repite el técnico. Scaloni y Pablo Aimar no pudieron clasificar a los Juegos de Sydney 2000 con el “dream team” que dirigió José Pekerman en el Preolímpico de Brasil. La Sub 23 debutará el 24 de julio ante Marruecos en los Juegos parisinos de este año, después de que finalice la Copa América de la mayor, en la que Argentina debutará el 20 de junio (la lista baja de 26 a 23 jugadores con respecto al Mundial). Los olímpicos integrarán el mix de Scaloni para el Mundial 2026.

Pero Scaloni aclaró que, en el fútbol, “los plazos nunca se saben”. ¿Completará el contrato que termina después de la Copa del Mundo? El entrenador se reunió con Claudio “Chiqui” Tapia tras la sorpresa en la conferencia post Brasil. El presidente de la AFA viajó hasta Pujato, el pueblo de Scaloni. Desde el lado de Tapia hablan de “falta de tacto” a la hora de negociar el nuevo contrato (dinero) y del momento “inoportuno” para el planteo de dudas: después de la represión policial a los hinchas argentinos en el Maracaná y de que la selección le volviera a ganar a Brasil, en su primera derrota como local en la historia por Eliminatorias. Scaloni visitó a Messi en Miami: le contó al capitán los cambios que evalúa para potenciar al equipo. El proyecto sigue en pie, se sostiene. No se sabe hasta cuándo. Scaloni deseaba que los amistosos de la fecha FIFA fueran ante europeos en Europa para medirle el agua y el aceite a la selección (todas las selecciones sudamericanas, menos Bolivia y Argentina, jugaron ante europeos después de un convenio para amistosos entre Conmebol y UEFA en 2023). Pero los rivales fueron Costa de Marfil y Nigeria en China, a la postre finalistas de la Copa Africana. Cancelada la gira china, el rival fue El Salvador (81° en el ránking FIFA) y será Costa Rica (54°). En la intimidad, Scaloni cree que así no se “refunda” a la selección, que no se está a la altura de lo logrado. En la reconfiguración entra reenfocar al grupo, alterado luego de que Scaloni entendiese que no se apoyaron sus ideas y decisiones.

“Necesitaba decírselos a los jugadores, reflexionar -dice Scaloni en 2024-. Todo el mundo necesita saber que la selección es para todos y no porque se haya ganado no va a haber lugar para los demás. Al contrario: necesitamos que los de atrás empujen, y estos chicos tienen condiciones, ganas, han demostrado que pueden aportar sus cosas y esperamos darles la oportunidad de jugar. Son chicos que nos ilusionan, que nos pueden aportar. Siempre decimos que el DNI no cuenta, cuenta lo que dice la cancha. Tenemos que estar alertas porque continuamente surgen jugadores. Pero el recambio ya lo hicimos una vez y lo haríamos”.

Argentina cerrará la fecha FIFA este martes, ante Costa Rica en el Memorial Coliseum de Los Ángeles, donde debutó Scaloni. Como aquella vez frente a Guatemala, el amistoso arrancará a las 23:50. “Play it again, Sam” (“Tócala de nuevo, Sam”) es la frase más famosa nunca dicha por Ilsa (Ingrid Bergman) al pianista Sam en la película Casablanca (1942). Ilsa dice, en verdad, “Tócala una vez” (“Play it once”) y “Tócala, Sam” (“Play it, Sam”). La frase se popularizó por la película Sueños de un seductor (1972), cuyo título original es Play It Again, Sam, basada en una obra de teatro de Woody Allen. Pasaron casi seis años desde que Scaloni tocó por primera vez a la selección argentina, cuando sedujo a un grupo de futbolistas. La tocará de nuevo. Cuentan quienes lo conocen desde la primera hora, mucho antes de que lo ningunearan con lo de “joven inexperto”, que el pujatense, de adolescente, era seductor y simpático. Como entrenador convenció a tantos que algunos aún se confunden: en lugar de Scaloni, le dicen: “¡Hola, Scaloneta!”.

Pizza post cancha

  • Entrevista. Ariel Senosiain es uno de los periodistas que mejor analizan el fútbol. Es el comentarista de la selección en TyC Sports. Como invitado a F4CTOS, Senosiain dice que en el fútbol argentino no hay técnicos ni menottistas ni bilardistas, conceptualiza el genio de Messi y relata el trasfondo de su premonitoria columna el día anterior a la final de Catar 2022.
  • Video. River presentó “Promesas”, una campaña que aborda la problemática de la presión que suelen recibir los jóvenes por parte de clubes, técnicos y familiares. Alguna vez, Gonzalo Montiel escuchó cómo un entrenador de El Tala, su club de baby en González Catán, le decía a un compañerito que por qué no quería jugar en el medio, si “toda la vida jugaste en el medio”. Montiel, quien pateó el penal que le dio a la Argentina la tercera estrella, fue cobijado en la pensión de River. Y renovó su contrato antes de la venta al Sevilla para no irse libre y que le entrara dinero al club.
  • Hilo. “El fútbol compite con Netflix, Amazon, YouTube, TikTok. Todo el mundo tiene un tiempo limitado. El fútbol durante 90 minutos no es tan emocionante”, expresó el exfutbolista y empresario Gerard Piqué en The Times. Reflexiona y le responde el gran Matías Baldo, periodista, autor del recomendado newsletter de crónica deportivas Outsiders.
  • Foto. El fotógrafo deportivo surcoreano Wonyoung Choi acudió a los partidos de Boca por la Copa de la Liga 2024 ante Central Córdoba y ante Racing en la Bombonera. “¿Te gusta Boca?”, le preguntaban los hinchas mientras gatillaba la cámara. En el feed de su Instagram vemos los retratos. “Todos por la calle me ofrecían fernet al grito de ‘Booooocaaaaa’ -le contó Coqu a la web Planeta Boca Juniors-. La experiencia fue una locura. Me sentí abrumado por la atmósfera. Todo el estadio lleno de colores azul y amarillo, fue increíble. La gente ama mucho a Boca y se siente orgullosa de ser hincha de Boca. Y quieren compartir su pasión con los demás”.

Es periodista especializado en deportes -si eso existiese- desde 2008. Lo supo antes de frustrarse como futbolista. Trabajó en diarios, revistas y webs, colaboró en libros y participó en documentales y series. Debutó en la redacción de El Gráfico y aún aprende como docente de periodismo. Pero, ante todo, escribe. No hay día en la vida en que no diga -aunque sea para adentro- la palabra “fútbol”.