Nosotros mismos realicemos el esfuerzo redentor

La ignorancia sobre las consecuencias de nuestros actos cotidianos y de la estructura productiva que insistimos en sostener encuentra consuelo en la belleza de la justicia poética: las causas de la pandemia se hallan en la actividad humana y en la actividad humana se hallará también la cura.

Holis, ¿cómo andás? Desde nuestra primera carta, todo lo que no sabemos sobre este particular e incierto momento quedó subsumido en la certeza de que, en realidad, de lo que no sabemos nada es de nosotros mismos. La ignorancia sobre las consecuencias de nuestros actos cotidianos y de la estructura productiva que insistimos en sostener encuentra consuelo en la belleza de la justicia poética: las causas de la pandemia se hallan en la actividad humana y en la actividad humana se hallará también la cura.

Ni en dioses, reyes, ni tribunos está el supremo salvador

Los tiempos que corren han revelado un aspecto poco tenido en cuenta de la profunda humanidad de la actividad científica: su capacidad de conmover. Aquí van las últimas novedades sobre coronavirus a través de la lente de las emociones.

La ilusión

La llegada de una cura definitiva nos sitúa en imaginarios de abrazos, calles y novedades que no sean noticiosas sino circunstanciales a nuestras propias vidas. Esta semana, la posibilidad de un futuro disfrutable estuvo dada por el anuncio del inicio de una vacunación masiva y gratuita en Rusia durante octubre.

El ministro de salud ruso, Mijail Murashko, sostuvo que una vacuna desarrollada por el Instituto Gamaleya de Moscú se encuentra en proceso de registro. La viceprimera ministra, Tatiana Golikova, agregó que durante agosto se planea probarla en un ensayo clínico para 1.600 personas y que el comienzo de la producción industrial se espera para septiembre de 2020.

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Las dudas son muchas y se resumen en que hasta ahora no fue publicado un solo trabajo que dé cuenta de los resultados de los ensayos clínicos realizados, así que no sabemos cuántas personas participaron ni qué efectos reportaron. De hecho, la agencia estatal Itar-Tass afirmó que la vacuna se encuentra en la etapa final de la segunda fase, por lo que aún no habría sido testeada en un grupo grande. Por su parte, el primer viceministro de defensa, Ruslan Tsalikov dijo que todos los voluntarios que fueron inoculados con la vacuna mostraron “inequívocamente” el desarrollo de una respuesta inmune sin complicaciones o reacciones indeseadas.

Aparentemente, la están registrando antes de completar las pruebas para agilizar el proceso de fabricación una vez efectuadas, pero esta es la inferencia de una joven comunicadora científica porteña a partir de la reducida información disponible, no un hecho.

Las repercusiones del anuncio no se hicieron esperar. Tedros Adhanom, director de la OMS, dijo que: “Varias vacunas se encuentran ahora en ensayos clínicos de fase tres, y todos esperamos tener varias efectivas que puedan ayudar a prevenir la infección de las personas. Sin embargo, no hay una solución inmediata en este momento y puede que nunca la haya», lo que a su vez generó más repercusiones dado que la expresión original utilizada “there’s no silver bullet”, aquí traducida como “no hay solución inmediata”, fue maliciosamente interpretada y difundida como “no hay solución”. Además, por supuesto, llegaron declaraciones de Estados Unidos. Anthony Fauci, epidemiólogo estrella del país norteamericano sostuvo: «Nosotros también podríamos tener una vacuna mañana. No sería segura o efectiva, pero podríamos tener una vacuna mañana».

Por otro lado, bien al estilo guerra fría, las reservas sobre la vacuna rusa no se agotan en la ausencia de datos y el secretismo de los ensayos. También se supo que los propios investigadores se auto inyectaron el medicamento, hay rumores sobre inoculación en miembros de la élite rusa y se murmuró que hubo hackeo de los sistemas de datos de organizaciones extranjeras para robar información sobre otras investigaciones.

La vocación

¿Se acuerdan de los aplausos al personal de salud? Ese ritual de agradecimiento en el que reconocíamos el sacrificio que implica el trabajo de muchos y su carácter fundamental. En la inclusión de cajeros de supermercados, transportistas y agricultores a la noción de trabajo esencial, los investigadores también tuvieron su momento.  

Hoy, estudiar los detalles de la estructura de los virus tiene un sentido indiscutible, pero qué onda hacerlo hace 10 años. Un aspecto primordial del avance contemporáneo es la dedicación previa. Si podemos saber tanto tan rápido es porque hubo quien se preocupó antes.

En ese sentido, ya hemos adelantado algo sobre los efectos que el coronavirus podría tener sobre el sistema inmune, pero la evidencia se profundiza. Además de continuar observando que los pacientes graves parecen tener una respuesta primaria que nunca cesa de mandar instrucciones para fabricar células del sistema inmune, lo que hace que estas células vayan para cualquier lado o se mueran, ahora también parece ser que la respuesta no sería la adecuada a una infección por virus o bacterias que afectan a las células, sino que se parece más a la que se suele disparar ante parásitos, hongos o bacterias que no actúan a nivel celular.

¿Cuál es el problema con esto? Bueno, cada tipo de respuesta genera sustancias específicas y cuando se generan todas juntas todo es caos y confusión. El desafío en el tratamiento es enorme: hay que moderar la respuesta sin suprimirla por completo, restaurar el balance entre las células inmunes producidas y generar la reacción adecuada.

La creatividad

Si algo nos está dejando claro este reflejo de lo incierto en el que se ha convertido la vida es que el primer paso hacia una solución es poder imaginarla. Andrea Gamarnik, la viróloga del Instituto Leloir que lideró el desarrollo del test COVIDAR IgG, hace lo propio en esta nota de Valeria Román en la que explica de manera más amplia lo que te comenté al pasar en esta entrega: que si bien el COVIDAR fue desarrollado para vigilancia epidemiológica (confirmar casos sospechosos), también podría usarse para monitorear la pandemia y aislar a personas sin síntomas de forma temprana. 

Gamarnik dice: “Con el paso del tiempo ahora sabemos que el test puede detectar al coronavirus durante el curso de la infección. Los anticuerpos se detectan en la primera semana de los síntomas hasta en el 35% de los casos. A la primera semana, pueden coexistir virus y anticuerpos. Por este nuevo conocimiento, ahora consideramos que podemos ampliar el uso del test. En los casos de las personas asintomáticas que den positivo a través de COVIDAR IgG, se puede pasar luego a hacer un test confirmatorio y que pasen al aislamiento estricto. Esta estrategia sería una manera de desacelerar la transmisión del virus en zonas con transmisión comunitaria”.

El porvenir

En el uso de la imaginación un juego especulativo se impone en estos meses: ¿qué es lo primero que vas a hacer cuando pase? Y si bien sirve mucho más a la épica visualizar la salida de la pandemia en forma de día después, con todos emergiendo de la caverna platónica de este lapso de ensimismamiento, lo que vemos es que todo pareciera ser más paulatino e inestable. Un día abre una cosa, al otro cierran dos, después se permite algo más, se prohíbe otra cosa.

En este escenario, el tema de las clases es central. Este hilo de Alex Milberg tiene sus opiniones, pero también resume algunos puntos sobre varios trabajos disponibles. Básicamente: al abrir aumentan los casos,  para controlar la transmisión es necesario implementar planes de detección, rastreo y aislamiento, el personal docente muchas veces corre más riesgos que el estudiantado, escuelas primarias y secundarias no son lo mismo, en Inglaterra se sugiere comenzar con la apertura cuando la transmisión comunitaria sea menor a 10 casos cada 100 mil habitantes.

Esta evaluación no es difícil solo por las preguntas que implica (¿Cómo abrir las escuelas sin movilizar a toda la sociedad? ¿Cuál es el impacto real sobre la desigualdad al sostener un sistema virtual al que no todos acceden o dejar a muchos chicos imposibilitados de utilizar los comedores escolares?) sino también porque la evidencia sobre los mecanismos del virus en niños es contradictoria.

En este news te conté que al analizar casos y contactos en épocas de cuarentena sin clases en Corea del Sur, pareciera que los niños más pequeños contagian menos. Sin embargo, este trabajo, que no analizó casos sino muestras nasofaríngeas muestra que los niños menores de 5 años que cursaron infecciones entre leves y moderadas presentaban más material genético de coronavirus que personas más grandes con cuadros similares, lo que pareciera indicar una capacidad mayor de cultivar el virus. Al combinar estos hallazgos con el conocimiento sobre otros virus, en los que quienes tienen mayores cargas virales transmiten más y el hecho de que es muy difícil que los niños pequeños puedan seguir estrictamente las pautas de cuidado, la preocupación por un posible aumento de casos en esta población ante una apertura de las escuelas parece bastante sensata.

El género humano es la Internacional

El champán las pone mimosas y la pandemia, chauvinistas. En estos meses, mucho hemos hablado sobre ciencia argentina, lo que hoy me da pie para hablarte sobre ciencia acerca de Argentina.

En esta nota de Gaspar Grieco se resumen los hallazgos  del análisis más completo sobre ancentrías en nuestro país. El estudio, que comparó muestras genéticas de 87 personas de diferentes lugares del país, robustece la evidencia de registros y documentos históricos que indican que eso de que “los argentinos somos más europeos que latinos” es básicamente cualquiera.

El criterio de selección de muestras se basó en la inclusión de personas que tuvieran material genético nativo-americano. Como indica Hernán Dopazo, uno de los investigadores involucrados en el análisis, “eso no quiere decir que esos individuos no tengan parte del genoma europeo. Pero al menos sabemos que una parte de ese linaje es nativo-americano”. Para analizarlas, se utilizaron herramientas computacionales que identificaron 800 mil marcadores genéticos para cada una y que luego, mediante un chip, se trasladaron a una tabla de datos.

Al examinar las muestras se vio que, con respecto a los genes nativo-americanos, estos venían de los Andes centrales, Chile central, la Patagonia, los bosques tropicales y subtropicales y la región centro-occidental de nuestro territorio, mientras que los europeos venían del norte y del sur y los africanos del centro y occidente del continente.

“Lo más interesante es que los argentinos estamos absolutamente mezclados. Los tres linajes de las regiones nativo-americanas los encontrás en cualquier individuo en proporciones diferentes. Si vas más al Norte vas a encontrar el de Andes centrales con mayor prevalencia, pero también va a haber marcadores genómicos de los otros. Nos sorprendió la gran mezcla de norte a sur y de este a oeste, sobre todo en el centro del país”, agregó Dopazo.

Este estudio es un paso necesario para desarrollar técnicas de medicina personalizada que, mediante el análisis genético, puedan establecer el nivel de riesgo de contraer una determinada enfermedad para un individuo o población. Hoy, esto se hace usando de referencia el genoma europeo caucásico, por lo que si no tenemos una caracterización propia la aplicación es imprecisa.

La igualdad ley ha de ser

El chauvinismo, por supuesto, no es siempre hacia lo propio. Desde el anuncio de la vacuna rusa los memes con la figura de Putin como héroe proliferan por las redes.

En términos de paridad en las ciencias, los países de tradición soviética son un ejemplo paradigmático, ya que por políticas afirmativas, como la inclusión de espacios de cuidado en los lugares de investigación, la representación femenina es de las más altas de Europa.

Sin embargo, como siempre decimos en este newsletter, cuando hablamos de quiénes hacen ciencia también estamos hablando de cómo se piensa la práctica científica. Y que haya muchas mujeres investigando en un país donde la homosexualidad es ilegal no alcanza para generar una producción de conocimiento que engendre prácticas emancipatorias.

Para seguir asociando la empresa científica a un bien humanitario es necesario incorporar la dimensión de género en su práctica, así que acá va una lista de lecturas y curiosidades.

  1. Este artículo sobre el “sesgo feminista” en las neurociencias es excelente. La autora expone largo y tendido sobre cómo en ese campo de conocimiento, al criticar los métodos y las conclusiones de cualquier estudio que concluya que hay diferencias evolutivas entre los cerebros de mujeres y varones, se es inmediatamente tildado de estar en negación respecto al rol de la biología. Comienza con su propio ejemplo al comentar las críticas que recibió por su libro “Testosterone Rex” (Testosterona Rex), en el que desarrolla la pregunta “¿Cómo puede ser que los componentes genéticos y hormonales puedan crear dos tipos de sistemas reproductores diferentes y sin embargo el comportamiento de machos y hembras humanos es evidentemente flexible, diverso y, muy frecuentemente, similar?”.
  1. Esta entrevista a Rebecca Skloot, autora de The Inmortal Life of Henrietta Lacks (La vida inmortal de Henrietta Lacks), un best seller publicado en 2010 que rescata la historia de, justamente, Henrietta Lacks. Lacks fue una mujer afroamericana a quien su médico, George Otto Gey, le extrajo células cancerosas sin autorización y las cultivó. Esto condujo a un hallazgo fundamental: las células de Henrietta se mantenían vivas y se reproducían sin cesar, lo que dio origen al primer cultivo celular inmortal, que lleva el nombre de células HeLa por sus iniciales y que ha posibilitado la realización de más de 70.000 experimentos científicos en todo el mundo. Más allá de la historia de Lacks, que es fascinante, la entrevista me encanta porque se centra en cómo hizo Skloot para estructurar el relato, o sea, cómo contar una historia sobre dilemas éticos, desarrollo científico y las personas involucradas de forma que todo el mundo quiera leerla.
  2. Esta noticia sobre María Cumplido, una matemática que ganó el premio Vincent Caselles 2020 al resolver un problema que llevaba 20 años abierto. La tesis que le valió el premio es sobre los grupos de Artin, un instrumento algebraico que sirve para tipificar los movimiento de las trenzas, unos objetos matemáticos que describen cómo se mueven varios puntos en un plano sin tocarse. Al ser consultada sobre las aplicaciones que su trabajo podría tener en criptografía o seguridad informática, Cumplido contestó: “No ha sido nunca mi intención, pero bueno, si lo que descubro puede servir dentro de 50 años para aplicarlo en la realidad y para la sociedad, sería fantástico. Los teoremas y algoritmos que se utilizan hoy para nuestros dispositivos fueron descubiertos hace decenas de años. Estoy segura de que los matemáticos de entonces empezaron a buscar y pensar porque ese problema o misterio les parecía interesante en sí mismo”.
  3. Este hilo sobre sesgos de género en Github muestra algo super interesante: los cambios de código realizados por mujeres son más aceptados que los realizados por varones cuando no se sabe el género de quien los hizo. Cuando se sabe, pasa al revés.
  1. Este paper que afirma que los hombres bisexuales existen (?!?!). Para saberlo, los investigadores combinaron datos acerca de las respuestas genitales de 500 varones e hicieron un análisis estadístico que arrojó que aquellos que se identifican como bisexuales muestran excitación tanto ante estímulos femeninos como masculinos. No sé ni por dónde empezar con esto, así que voy a decir una sola cosa. Si bien es cierto que muy frecuentemente la bisexualidad se desestima y más la de los varones, con frases como “es un puto que no se anima a salir del closet”, ¿lo que se necesita para validar esa orientación sexual es evidencia científica?  ¿te imaginás un estudio para demostrar la heterosexualidad?

Bonus track: atruena la razón en marcha

Sobre la explosión en Beirut y sus implicancias políticas ya te habló Juan Elman en su último newsletter y, por supuesto, yo no tengo nada que agregar. Pero si te da curiosidad ver cómo es la reacción del nitrato de amonio (el químico almacenado en los galpones) cuando es expuesto a altas temperaturas, acá te dejo un video en el que la podés ver en condiciones controladas.

Del pasado hay que hacer añicos

Cuesta creer que la vivencia de este día de la marmota sea una herramienta para adentrarnos en el futuro. Para esta semana de heroísmo de la cama al living te dejo tres recomendaciones pochocleras centradas en Rusia: el documental Ícaro sobre cómo el equipo ruso hizo trampa en el antidoping de las olimpiadas de 2014, la serie The Americans sobre dos espías de la KGB que se infiltran en Estados Unidos durante la Guerra Fría haciéndose pasar por un matrimonio norteamericano y, por supuesto, Nasha Natasha, el documental sobre el éxito de tu segunda argenguaya favorita en el país de Putin.

En este lunes de cuareterna emociona que la esperanza esté en manos del pueblo que llevó a cabo la gesta obrera más importante de la historia mientras desencanta su fracaso en el establecimiento de la igualdad. Desde Que la ciencia te acompañe seguiremos reflexionando juntos hacia una práctica científica y de circulación del conocimiento que genere condiciones de vida más igualitarias. Camarada,  agrupémonos todos en la lucha final.

Te mando un beso enorme,

Agostina

PD: Si te gusta lo que hacemos en Cenital, recordá que podés colaborar con el proyecto para que podamos seguir haciéndolo. Teniendo en cuenta la situación que atraviesa el periodismo en todo el mundo, no es poca cosa.

PD2: si en este diagrama te encontrás más cerca de unas Oreo o unas Sonrisas que de una Don Satur o unas Pitusas y no entendiste la canción de referencia de títulos y subtítulos acá te dejo esta versión punkrocker  y esta nota sobre su historia para que calibres tu progresómetro. 

Soy comunicadora científica. Desde hace tres años formo parte del colectivo Economía Femini(s)ta, donde edito la sección de ciencia y coordino la campaña #MenstruAcción. Vivo en el Abasto con mis dos gatos y mi tortuga. A la tardecita me siento en algún bar del barrio a tomar vermú y discutir lecturas con amigas.