Informe especial elecciones 2021: Los votos no se fueron a ningún lado

Primicia mundial: medimos con el Área de Datos de Fundar la transferencia de votos entre las PASO de septiembre y las legislativas de noviembre. Encontramos que a nivel nacional los que votaron de una manera, en su mayoría, repitieron después. Pero también vimos que no en todos los distritos pasó igual.

Hola, ¿cómo estás?

Estoy muy emocionado con esta entrega. Es algo que se viene maridando hace un par de meses y que finalmente podemos mostrar un adelanto hoy. No, no tengo trastorno de doble personalidad. Esta entrega es especial y conjunta, realizada con el Área de Datos de Fundar, en las personas de Paula Luvini, Félix Penna y Alejandro Avenburg. ¿De qué se trata? De la respuesta a esta gran pregunta, a esta primicia mundial: ¿a dónde van los votos entre una elección PASO y una legislativa? Dado que son dos comicios separados donde cada ciudadano y ciudadana de Argentina ejerce su derecho y obligación, existen técnicas estadísticas para estudiar la transferencia de votos entre ambas instancias. Por ejemplo, si estás leyendo esto y votaste en las PASO al Frente de Todos (FdT) y en legislativas a Juntos por el Cambio (JxC), nosotros lo sabemos. Con todo esto detrás, tomamos el proceso electoral 2021, lo analizamos en equipo, y nos encontramos que los votos no se fueron a ningún lado.

Esto que estás leyendo acá es un adelanto de un documento de trabajo más profundo que publicaremos en 2022. Sí, LGV también tiene exclusivas. Te voy a contar la foto nacional, algunas fotos provinciales y unas perlitas que encontramos.

Pero primero, cómo se hace todo esto. Seguime.

La transferencia de votos como técnica de investigación electoral

El cálculo de transferencia de votos intenta observar y describir el comportamiento de cada elector argentino de manera individual a partir de datos que están agregados a determinado nivel. Es lo que en términos nerd llamamos inferencia ecológica (acá tenés un libro cortito sobre el tema). Buscamos ver si los electores promedio cambiaron o no de preferencias entre las dos elecciones: es decir, si en noviembre se mantuvieron con su opción inicial de septiembre o decidieron cambiarla. Esto nos dice mucho sobre el comportamiento electoral argentino por dos razones. Primero, porque el grado de precisión de la técnica es bastante alto para estimar si hubo alteraciones grandes, medianas y pequeñas entre dos elecciones consecutivas con la misma oferta partidaria/coalicional (al menos, la que supera el 1,5% de los votos válidos). Segundo, porque justamente a partir de este punto podemos encontrar patrones de estabilidad o cambio tanto a nivel nacional agregado como a nivel provincial específico.

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Para que esta técnica pueda funcionar lo más exacta posible y guarde rigurosidad científica, el cálculo suele hacerse a nivel de mesa. Por eso, y gracias al excelente trabajo de la DINE en sistematizar, limpiar y publicar los datos, tomamos las 84.744 mesas en las cuales los argentinos y las argentinas eligieron primero a los candidatos y candidatas a cargos públicos en la PASO (elección inicial) y después en la elección legislativa dos meses después (elección final). Todo esto parece muy fácil pero no es tan así. Dado que fue una elección legislativa, hubo 24 comicios en lugar de uno solo como ocurre en la elección presidencial. Como en todo país federal de bien, la oferta que se hace al electorado es variada, amplia y específica para cada provincia. Nos ayudó que actualmente transitamos una fase de bicoalicionismo ordenado que permite encontrar a las principales coaliciones electorales nacionales en todos los distritos. De esta manera, las alianzas FdT y JxC, al tener presencia en las 24 jurisdicciones, son presentadas en este estudio siempre individualmente. En lo que respecta a la izquierda incluimos al Frente de Izquierda y de los Trabajadores – Unidad (FIT-U), al Movimiento Al Socialismo (MAS) y a Política Obrera (PO). En aquellas jurisdicciones donde pudimos, se desagregaron el resto de los partidos/coaliciones distritales o de tercera vía, como por ejemplo los Libertarios en CABA y provincia de Buenos Aires. Donde no pudimos simplificar agrupamos todo en la categoría provinciales para facilitar la visualización. Acá podés ver todo el detalle de las categorías para cada lista aprobada por la Cámara Nacional Electoral.

Por último, los votos en blanco, impugnados y nulos los presentamos como una categoría aparte de ausentes para poder diferenciar dos comportamientos electorales que tienen sus particularidades. No es lo mismo ir a votar para mostrar el descontento, que no salir de casa ese domingo. De esta manera, la categoría ausentes corresponde a aquellos que no fueron a votar en septiembre, pero sí lo hicieron en noviembre por alguna de las anteriores opciones. Te anticipo que en esta categoría está lo más jugoso.

Una apostilla más. Esta técnica requiere tener la misma cantidad de mesas entre las dos elecciones. Si no, se rompe todo. Por eso sacamos del análisis aquellas mesas presentes en las legislativas y no en las PASO, como fueron algunas mesas donde votantes extranjeros eligieron cargos locales. También se filtraron mesas identificadas con 100 electores más en noviembre, lo que nos puede indicar que el telegrama en las elecciones definitivas se cargó mal o no se hizo de manera completa. En total fueron 178 y representaron el 0,21% de las mesas de todo el país. Un mosquito.

A todo esto, yo vengo hablando en plural, pero la mente maestra detrás de esta complejidad fue Paula que se encargó de los fierros con Python. Touché.

La big picture nacional

Discutiendo los resultados, nos encontramos con una reconfortante sorpresa: no cambió mucho el comportamiento electoral entre PASO y legislativas.  Esto se debe a que la gran mayoría de los votantes frentetodistas y de los cambiemitas se mantuvieron con las listas identificadas con ambas coaliciones. En la categoría diputados nacionales, el oficialismo nacional retuvo el 98,9% de sus votantes de septiembre, mientras que en la principal oposición fue del 99,4%. Dado que ambas coaliciones rondaron el 75% de los votos a nivel nacional, esto habla de una importante estabilidad en el electorado argentino, que replica la misma tendencia en lo que respecta al sistema de partidos. Todo bastante estable, ordenado y bicoalicional. Vos pensarás que las otras categorías pueden tener sorpresas y no, no las tienen. La izquierda retuvo el 93,5% de sus votantes y los provinciales el 91,2%. Se suman al tren.

Donde sí hubo transferencias es en los ausentes y en el voto blanco + nulo. El 46,6% de los electores que no salió de su casa en septiembre pero sí en noviembre se inclinó por el FdT, mientras que el 32,5% lo hizo por JxC. Esto tira por tierra la hipótesis de que el votante peronista estaba enojado con el gobierno y no quiso votar, porque las proporciones son similares. Al menos, a nivel nacional. La otra cuestión que nos llamó la atención es que el 54% de los que privilegiaron votar en blanco o nulo en las PASO también lo hicieron en la elección legislativa. En total se estiman unos 788.000 argentinos y argentinas, y son un llamado de atención a futuro. Hay enojo, descontento y desconfianza. Básicamente porque había una oferta amplia, que cubría todo el espectro ideológico de izquierda a derecha, en una elección legislativa nacionalizada pero que repartía bancas en el Congreso de la Nación. Todavía no es un incendio como en Perú o Chile, pero sí está levantando temperatura.

Acá te dejo la tabla que sintetiza estos datos. Se lee de izquierda a derecha indicando la proporción de votos que se transfirieron de alguna opción de la primera columna en la elección PASO hacia otra de las disponibles en las columnas 2 a 6 en la legislativa. En cada celda encontrarás el porcentaje de transferencia y el valor absoluto expresado en votos totales aproximados.

Fuente: elaborado por Fundar en base a datos de la Dirección Nacional Electoral (DINE). En gris están resaltadas las celdas llamativas en términos analíticos.

Si pasaste por la tabla y no te diste cuenta de una perlita te la cuento. En todo el país, el modelo calcula que casi no hubo votantes frentetodistas en las PASO que privilegiaron alguna lista cambiemita dos meses después, pero algunos cambiemitas de septiembre en noviembre se inclinaron por la oferta oficialista. Dato, no opinión. Sin el agregado de Twitter. Esto, claro, es una estimación, como te conté al inicio. De modo que pueden haber más votantes reales a nivel nacional que cruzaron de vereda. Si vos votante cruzado lo hiciste en alguna de estas direcciones, escribime. Podés hacerlo anónimo. Nos intriga mucho.

Sankey Diputados: Total País

Fuente: elaborado por Fundar en base a datos de la Dirección Nacional Electoral (DINE).

Acá, al hacer clic sobre los gráficos podés verlos en movimiento, en forma de un Diagrama de Sankey, que representa el flujo de votos entre la elección PASO a la izquierda y la legislativa a la derecha. ¿Shockeado?

Eso no es todo, amigos y amigas.

Las pictures provinciales

Esto mismo que hicimos a nivel nacional también se puede replicar en cada provincia porque, como te conté, fueron 24 elecciones. Motivo por el cual podemos calcular 24 transferencias distintas, e inferir patrones de comportamiento electoral a nivel distrital que pueden ser distintos o similares al análisis nacional. Quiero empezar por una provincia a la que le di bastante bola en este 2021, y es la de Buenos Aires. Acá calculamos lo sucedido en todo el territorio bonaerense para diputados nacionales, también pusimos el foco en el conurbano (que incluye estos municipios por ley provincial). Vamos primero con la data agregada a nivel provincial.

Fuente: elaborado por Fundar en base a datos de la Dirección Nacional Electoral (DINE). En gris están resaltadas las celdas llamativas en términos analíticos.

Para las dos principales coaliciones el comportamiento fue bastante similar en territorio bonaerense dada la alta tasa de retención que tuvieron entre ambas elecciones. Si bien para el FdT es un poco menor respecto del nivel nacional y de su principal competidor, el 93,4% muestra un valor esperable, aceptable y positivo. Distinta suerte corrieron los libertarios y, sobre todo, la izquierda. Mientras que los primeros solo contuvieron a 3 de cada 4 votantes propios, los segundos tuvieron suerte con la mitad de los suyos. De la merma que sufrieron las listas trotskistas casi un cuarto (23,2%) fueron a parar al peronismo. Esto habla de cierto comportamiento estratégico en el votante bonaerense. Algo parecido le pasó a las listas provinciales de la provincia de Buenos Aires dado que Vamos con Vos solo retuvo el 44% de los votos de esta categoría y casi el 30% de quienes apostaron por estas listas en las PASO fueron hacia el oficialismo nacional. Acá la mamá de Randazzo falló. Si a esto le sumamos una parte importante de los ausentes (40%) y un pedacito de los blancos + nulos (12,6%) entonces se entiende la recuperación del Frente de Todos, más no la reversión con victoria. Esto se debe a que Juntos por el Cambio comió bastante de los enojados (23,8%), de los libertarios (23,2%) y de los que no fueron a votar en septiembre (29,9%). 

Acá, entonces, algo interesante para pensar a futuro en el populoso distrito que pone presidente: la (poca) transferencia de votos (existente) en la actual fase del sistema partidario argentino se hace de la izquierda hacia el peronismo y de los libertarios hacia el cambiemismo. Esto no quiere decir que el Frente de Todos es la misma izquierda que el FIT, o lo mismo para Juntos por el Cambio y Avanza Libertad del otro lado. De acuerdo a la fortaleza de la conexión que tienen los votantes con sus partidos y coaliciones, puede haber simpatía, adherencia o convencimiento respecto de la oferta electoral construida. Es la teoría del voto blando vs. voto duro. Mientras más fuerte la conexión, menos propensión a abandonar a tus candidatos de las PASO en las legislativas. Mientras más débil, mayor propensión. Ahí juegan una multiplicidad de factores que van desde las candidaturas, el desempeño en la campaña, las propuestas y la coyuntura que se discute hasta el resultado de la primera elección. Las causas no las conocemos. Los resultados muestran que hay un solapamiento en una porción del electorado que, en una elección nacional más peleada, puede ser determinante para entrar en la Casa Rosada.

Este proceso se puede ver más en detalle en los diagramas a continuación. El foco en el conurbano bonaerense muestra la recuperación del Frente de Todos en el principal distrito del país. En particular, de donde comió votos en la elección legislativa. Acá, por ahí, sí hubo peronistas descreídos que no salieron en septiembre, pero sí en noviembre.

Diagrama de Sankey: PBA

Fuente: elaborado por Fundar en base a datos de la Dirección Nacional Electoral (DINE).

Sankey: Conurbano

Fuente: elaborado por Fundar en base a datos de la Dirección Nacional Electoral (DINE).

Otro de los distritos donde hicimos foco fue la Ciudad de Buenos Aires. Acá lo llamativo son tres cuestiones aisladas. La primera es que Juntos por el Cambio intercambió votos con los libertarios. Mientras que los primeros perdieron casi un 6% de lo conquistado en las PASO a manos del Señor Tenso, estos últimos les enviaron en noviembre un 10,8% de sus preferencias de septiembre. Del otro lado del espectro, la izquierda mantuvo el 80,9% de sus votantes y el 12,4% de ellos fue para el Frente de Todos. Acá, de vuelta, hay una regularidad similar a lo detectado en la provincia de al lado. Lo segundo es que la alta y calcada retención de la coalición peronista y de la coalición cambiemita: ambas contuvieron el 92,3% de sus apoyos. Los valores son similares al nivel nacional, aunque levemente más bajo. Lo tercero es que el principal beneficiario de los ausentes de las PASO fue Juntos por el Cambio, que conquistó el 44,2% de esta categoría y se convirtió así en su principal fuente de crecimiento. Los blancos + nulos fueron en proporciones casi similares al Frente de Todos, al FIT y a Avanza Libertad y una porción menor al oficialismo distrital.

Sankey Diputados: CABA

Fuente: elaborado por Fundar en base a datos de la Dirección Nacional Electoral (DINE).

Las últimas dos fotos provinciales que quiero mostrarte en este apartado son las únicas provincias donde hubo reversión del resultado. En criollo, que en las PASO ganaron unos pero en la legislativa ganaron otros. Tanto en Chaco como en Tierra del Fuego septiembre fue cambiemita, pero noviembre peronista. De haberse mantenido el resultado, tal vez la historia sería otra hoy en la Cámara de Diputados. El análisis de transferencia de votos nos puede decir mucho sobre las causas que llevaron a este cambio en el podio electoral de cada provincia. En cuanto a la norteña provincia, el dato vino por el fuerte crecimiento que tuvo el Frente de Todos en las legislativas, al lograr una ganancia neta de 32% (pasó de 199.984 a 263.929 votos). En cambio, Juntos por el Cambio solo tuvo un 2,9% (de 247.466 a 254.546). ¿De qué fondo de olla rascaron? Adivinaste. El cocktail victorioso se compuso de 47,3% del voto al FIT en las PASO, 51,6% de los ausentes y 46,7% de los enojados. A eso se sumó una altísima retención del voto peronista en valores similares al nivel nacional (96,5%). Mirá qué lindo quedó el gráfico.

Plot 12

Fuente: elaborado por Fundar en base a datos de la Dirección Nacional Electoral (DINE).

En cuanto a Tierra del Fuego la combinación de los factores que llevaron a la reversión fue distinta. En los grandes números, el peronismo tuvo una ganancia neta de 24,1% de votos, pasando de 30.343 en septiembre a 37.662 en noviembre. El cambiemismo acá perdió votos: una caída de 33.562 en las PASO hacia los 27.454 en las legislativas, lo que representa una merma del 18,2%. Esto llevó a que Juntos por el Cambio retuviera solamente el 80,2% de sus apoyos, lo cual marca una notable diferencia de la principal coalición opositora respecto del comportamiento electoral agregado a nivel nacional y en otros distritos analizados acá. El Frente de Todos combinó, de vuelta, una alta contención propia (90,5% de los propios), votos comidos a la izquierda (37.9%) y de blancos + nulos (34,6%). A eso le sumó un puchito de las listas provinciales (15,5%). Los ausentes fueguinos, en cambio, fueron en su mayoría hacia JxC, dado que el 57% de los que no salieron en la primera elección sí lo hicieron en la segunda y apostaron por su oferta. No alcanzó.

Sankey: TDF

Fuente: elaborado por Fundar en base a datos de la Dirección Nacional Electoral (DINE).

La carrera para el Cementerio de los Elefantes

Esto viene algo largo porque estoy muy emocionado, no me juzguen. Así que lo último que te quiero mostrar es la transferencia de voto para la categoría senadores nacionales de las 8 provincias que eligieron en este round. La pelea no fue moco de pavo porque era la principal apuesta de Juntos por el Cambio para nivelar el quórum en la cámara donde no lo tenía. El Frente de Todos, además, arrancaba con la ventaja de saber que en esta pelea grande suele tener buenos resultados cuando compite unido. Con lo cual algo podemos llegar a pescar con esta técnica sobre las causas del resultado final.

Para evitar subir y bajar en el e-mail o en la web, Paula preparó este bello gráfico con todos los distritos agrupados. Miralo primero que te comento después lo que me pareció.

Sankey Senadores

Fuente: elaborado por Fundar en base a datos de la Dirección Nacional Electoral (DINE).

A vuelo de pájaro, la elección de senadores respeta una dinámica similar a la elección de diputados: también todo bastante estable, ordenado y bicoalicional. En algunos casos aislados sí se dieron cruces de vereda. Son los casos de Catamarca y Tucumán, distritos donde el Frente de Todos es fuerte y resultó victorioso. En ambos, sin embargo, hubo una porción importante de votos peronistas que fueron hacia Juntos por el Cambio. En la primera, sin embargo, eso fue compensado por la casi totalidad de los ausentes, mientras que en la segunda por aportes menores de todas las categorías. Eso explica porqué Raúl Jalil quedó mejor parado que Juan Luis Manzur. Del otro lado de la grieta, la estrategia de los 5 de la principal coalición opositora sin dudas rindió. En las provincias donde esperaba ganar (Mendoza, Corrientes y Córdoba), al igual que en aquellas donde no y terminó haciéndolo (Chubut, Santa Fe y La Pampa), tuvo una altísima retención de sus votantes. 

Además de estos puntos, la provincia pampeana tiene un comportamiento similar a sus vecinos al este, donde el voto de izquierda se va en una porción considerable hacia la oferta peronista. Ausentes se reparten casi en partes iguales entre frentedositas y cambiemitas. En Santa Fe y Chubut no hubo tanta simbiosis troskoperonista, pero sí hubo una mayor transferencia desde los que faltaron y desde los enojados hacia el oficialismo nacional. En ninguna de las tres alcanzó para mantener la expectativa inicial.

Recuelectorales

Si te quedaste manija con esta belleza como yo lo estaba ayer miércoles a las 7:35 de la mañana, acá te dejo algunas lecturas adicionales para profundizar sobre transferencia de votos:

  • Como muchas cosas en la vida de la ciencia política, aprendimos de Ernesto Calvo. En este hilo analizó lo mismo pero entre PASO y primera vuelta presidencial de 2019. Acá compartió el código de R y toda la data. Gracias a él conocimos el trabajo de estos señores para trabajar con el equipo de Fundar.
  • Esta nota de Ernesto con Julia Pomares aplica lo mismo para las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires en 2015.
  • CIPPEC trabajó con la misma metodología para las generales 2015, las legislativas 2017 de la provincia de Buenos Aires y las generales 2019. Vas a ver que en aquellos años las transferencias eran algo mayores. Hola bicoalicionismo polarizado.
  • Mi barbado amigo hizo lo mismo para analizar las elecciones congresales de Perú en 2020 respecto de las presidenciales 2016. Si querías transferencia de votos, acá tenés para empacharte.
  •  Acá tenés algo sobre España. Y acá sobre Uruguay.

Eso es todo por hoy. Tenés para entretenerte. Un abrazo electoral, cuidate y nos leemos pronto con otra sorpresa,

Facu

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Politólogo, consultor e investigador independiente. Hoy me encuentran dando clases en UBA y UTDT. Me encantan las elecciones y me sacan menos canas verdes que Racing. Un hobby que tengo es aprenderme la historia de los partidos políticos. Creo que la política marida muy bien con un tinto.