Escribir el cine: seis libros recientes de la crítica argentina

Un recorrido por las ediciones que abordan la labor cinematográfica desde la perspectiva del coleccionismo y la investigación.

Hola, ¿qué tal? Espero que estés lo mejor posible. Yo bien, con algunos sobresaltos, pero tratando de no perder la gracia. 

Vayamos directo al punto. La entrega de esta quincena cruza dos disciplinas hermosas: la escritura y el cine. Ya sé que se relacionan de distintas formas (muchas películas nacen de adaptaciones de libros), pero hoy me interesa detenerme en una conjunción en particular: vamos a hablar de libros de cine no escritos por cineastas sino por cinéfilos o críticos que analizan o profundizan algún aspecto de la labor cinematográfica. Y como hay muchísimo material al respecto, voy a acotar todavía más el foco y voy a ocuparme especialmente de seis libros recientes sobre cine publicados en la Argentina, todos de gran calidad y muy distintos entre sí. (Les dejo como imágenes las portadas de los libros, así los ubican fácil si los quieren conseguir.) Empecemos.

UNO. Diario de la filmoteca

Para mí el Diario de la filmoteca es uno de los libros del año. Lo disfruté muchísimo y lo leí durante varias semanas, tratando de evitar que terminara. Fernando Martín Peña no necesita demasiada presentación: es crítico, programador (dirigió el Bafici y el Festival de Mar del Plata), docente de cine, conductor del programa de TV y del podcast Filmoteca y sobre todo un eximio coleccionista y conservador de películas en fílmico. Alguien que hace años se dedica a comprar, restaurar y almacenar latas y rollos de películas como una cruzada contra el olvido y la desidia estatal (porque Argentina es uno de los pocos países que no tiene cinemateca nacional, ¡qué vergüenza!). Este libro editado por Blatt & Ríos está organizado a modo de diario de todo un año, con una entrada al día, en las que versa sobre distintos temas. En la mayoría de ellas comenta películas atendiendo a sus curiosos argumentos o dando datos concretos de su realización o de sus protagonistas; en otras nos habla de las vicisitudes de la conservación (del famoso y temido “síndrome del vinagre”, que contamina a las películas volviéndolas a veces irrecuperables) y del trabajo artesanal que Peña se toma recuperando copias o empalmando partes eliminadas (en general por obra de la maldita censura), pero también de las gestiones que implica mantener vivo un archivo; y en otras entradas –las más jubilosas– nos cuenta sobre hallazgos que le alegran el día o la vida cuando descubre por ejemplo de qué película es un rollo suelto y perdido (¡alegría sin fin!, como dice él). Me interesan muchas cosas de este libro pero sobre todo el hecho de que demuestre que mantener y alimentar la filmoteca implica un esfuerzo cotidiano e ineludible, algo que se hace con mucha pasión pero también con profunda disciplina. Al fin y al cabo, lo que más le importa es que esas películas se vean, que esas imágenes salgan de las latas y se proyecten ante el público. Otra cosa clave es que Peña, que sabe muchísimo y es inteligente y culto, en ningún momento transmite estos saberes desde un pedestal: nos explica a las simples mortales asuntos técnicos complejos con la misma desfachatez con la que cuenta anécdotas ridículas o se embarca en aventuras en depósitos oscuros para rescatar unas latas que alguien le donó. 

Este es un libro para consultar durante mucho tiempo, del cual sacar información (subrayé películas para buscar y ver). Pero a la vez su lectura de corrido produce mucho placer porque está muy bien escrito. Se nota que Peña tiene gracia y sensibilidad. Y que extraña a sus dos grandes amigos también coleccionistas y cinéfilos como él: Octavio Fabiano y Fabio Manes, que son presencias gravitantes aquí, una especie de fantasmas cómplices. 

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(Diario de la filmoteca salió en simultáneo a un documental sobre Peña dirigido por Enrique Bellande que se estrenó en Bafici y se llama La vida a oscuras. Dentro de poco llegará a algunas salas de cine, parece. Se los recomiendo mucho también). 

DOS. La luz revelada. El cine experimental argentino

Este es un libro muy necesario, porque estudia de cerca la producción nacional de cine experimental, una práctica mucho más relacionada con el arte que con la industria. Escrito por el crítico, traductor y realizador Pablo Marín y publicado como primer título de la editorial de la revista La Vida Útil, La luz revelada no quiere ser una historia oficial ni hacer una lectura cronológica de la escena de súper 8 o del formato de 16 mm en el país, sino concentrarse en las estéticas de algunos directores y directoras que circularon en una escena paralela de proyecciones. Algunos de sus protagonistas son Claudio Caldini, Narcisa Hirsch, Sylvestre Byrón y sus procedimientos compositivos y artísticos. Es que el cine experimental, más que un género en sí mismo, es una experiencia estética que se rehúsa a pensar lo audiovisual sólo en términos de “entretenimiento” o narrativa lineal y se pregunta por los alcances poéticos y materiales de las imágenes. En este sentido, lo “experimental” reúne todas producciones no industriales pero de estéticas bien diversas. Aquí se reconstruye con mucha inteligencia una tradición posible en la Argentina que bien vale la pena conocer o revisitar. (En el libro se mencionan muchas películas que no se suelen proyectar, pero no hay que bajar los brazos: ya sé que no es lo mismo, pero en YouTube se pueden encontrar varias de ellas.)

TRES. Casavettes por Michel Ventura

Otra joyita. Corre el año 1983, y John Cassavetes está por filmar la que sería su última película, Love Streams, protagonizada por la magnética Gena Rowlands, por él mismo y por Seymour Cassel. Intuyendo tal vez que el final estaba cerca, convoca al periodista y crítico Michel Ventura y lo invita a participar como testigo de su filmación. Este es entonces el libro que recupera todas esas notas, esas impresiones de primera mano del detrás de escena que siguen de cerca a un director profundamente intuitivo y radical, uno que en vida no tuvo tanto reconocimiento pero que hoy es considerado una especie de fundador de lo que entendemos por cine independiente. 

El libro es realmente hermoso y más si te gusta Cassavetes y tenés visto este film. Ventura empieza a reparar en que la salud de John no está del todo bien y, a pesar de todo, tiene una fuerza y una voluntad fuera de serie (murió de cirrosis a los 59 años, en 1989). Con observaciones genuinas sobre los actores y el equipo técnico y algunos diálogos logra involucrarnos en el día por día de la filmación y al final de algunos capítulos, después de muchas tomas y escenas, nos resume lo que pasará: “La mayor parte del trabajo de hoy se va a descartar en montaje o bien quedará reducido a su mínima expresión”; “Nada de lo filmado hoy va a formar parte de la película”, “Parte de lo rodado esta noche va a llegar al montaje final”, como ayudándonos a dimensionar los esfuerzos y las decisiones de un director imprevisible que llevó la libertad creativa hasta sus máximas consecuencias. Cassavetes dirige, traducido por Juan Nadalini y publicado por Entropía, es ideal para cinéfilos y fanáticos. Acá se puede leer un fragmento.

CUATRO. Cronenberg y Videodrome

Quizás muchos no sepan que algunos festivales de cine publican libros. No catálogos de las películas programadas, sino libros realizados especialmente para la ocasión. En 2022, sin ir más lejos, el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, comandado por Pablo Conde, publicó un libro colectivo muy curioso dedicado enteramente a la película Videodrome de David Cronenberg, que está cumpliendo sus primeros treinta años. Se trata de Cuerpos invadidos. Larga vida a la nueva carne. Con críticas de Mark Fisher y Juan Mattio, dos entrevistas a su director y un apartado dedicado a experiencias personales de visionado –con textos escritos especialmente por Santiago Calori, Alberto Fuguet, Maia Debowicz, Santiago Motorizado, Luciano Lamberti, Alejandro Fadel y Desirée de Fez, entre otros–, este volumen celebra la transgresión del film y lo resignifica en nuestro presente. La buena noticia es que el libro  se descarga gratuitamente de acá

CINCO. Favio vigente

Pasemos a hablar de un cineasta de nuestro país. Es que acaba de publicarse otro libro muy necesario, suerte de perfil de este ídolo popular basado en conversaciones, viajes e investigación de la periodista y conductora Florencia Halfon (una amiga de Cenital ;)). Dirigido a quienes ya lo conocen, pero fundamentalmente a las nuevas generaciones que lo quieran descubrir, Favio vigente (Futuröck ediciones) transmite muy bien el entusiasmo que sigue generando su obra no solo cinematográfica sino también musical, y todos los afectos y las pasiones involucradas en su concepción. Dividido en partes que abordan su vida y obra de manera transversal y no cronológica (“Afectos”, “Cine”, “Música”, “Militancia”), en este libro Halfon pone en diálogo sus facetas y explica, por ejemplo, sus cruces con Torre Nilsson y Federico Fellini, y cómo películas suyas tan distintas como Crónica de un niño solo, Nazareno Cruz y el lobo o Gatica, el mono confluyen en “la mirada tierna, el interés por las debilidades humanas, la complejidad de los personajes, la inclusión de amigos que pasaron por su vida y las características locales, bien argentinas”. 

Está muy bien narrado aquí todo el proceso por el cual Leonardo Favio empieza como actor y de a poco se va metiendo más y más en la dirección, adoptando la técnica “del metro y medio” para acercarse a sus actores y decirles fuera de cámara de qué manera tenían que reaccionar ante ella. Más que la narrativa o la técnica, lo que Favio logra es que sus personajes nos transmitan un magnetismo difícil de encontrar. Y por supuesto que en el libro hay espacio de sobra para profundizar en su militancia, en sus reivindicaciones de la clase trabajadora, y en los entretelones de lo que fue Perón, Sinfonía de un sentimiento (1999), su documental de 346 minutos sobre la historia del peronismo que nunca tuvo un estreno comercial sino una serie de proyecciones masivas y gratuitas. Escrito con un estilo directo y muy bien documentado, Favio vigente aporta frescura y nuevas lecturas de un personaje público y carismático que nunca perdió la ternura. Podés leer un fragmento acá.

SEIS. ¿Las nubes en el cine?

“Un libro sobre los cielos nublados en el cine, parece, en principio, un capricho innecesario. ¿Cuál sería el sentido de reunir varios textos sin ninguna preocupación teórica o histórica común, sólo conectados por la presencia, a veces más obvia y otras más críptica, de los cielos grises, plomizos y los anticipos de tormenta?”, se pregunta Álvaro Bretal al comienzo de Paisajes opacos. Sobre las nubes en el cine, un libro colectivo que él editó y que publicó la revista Taipei. Y las respuestas están en cada uno de los textos incluidos, que arman un arco interesante de plumas, poéticas e intereses de la nueva crítica cinematográfica. Lucía Salas, Patricio Fontana, Federico Bianchetti, Miguel Muñoz Garnica y Héctor Oyarzún son algunos de los nombres de los autores de los textos, que revisan géneros como el terror o el western, abren perspectivas diversas o se concentran en estéticas o películas específicas siempre tomando al cielo nublado como excusa de la indagación. Desolación, peligro, desamparo pero también calma, sensualidad e imaginación son algunas de las sensaciones que el cine genera a través del abordaje de los cielos. Un libro original y transversal, osado en su perspectiva. Ojalá haya más de estos volúmenes colectivos y temáticos.

BONUS TRACK 

Antes de irme, y para cortar un poco con la cultura escrita, les dejo algunas cositas interesantes para ver en estos días:

  • Jonas Mekas y Chris Marker en el ciclo del Museo Lumiton online (solo válido para Argentina). En esta generosa web se pueden ver gratis y con subtítulos por los próximos diez días varias películas de Mekas (están las más clásicas como Lost, Lost, Lost y otras menos conocidas), y de Chris Marker (Sans Soleil y La Jetée). Planazo.
  • Ciclo sobre Lita Stantic. La Sala Lugones le dedicará un ciclo completo a una emblemática productora del cine nacional, Lita Stantic, quien trabajó codo a codo con María Luisa Bemberg y se encargó, entre muchísimas otras, de la producción de La ciénaga, Mundo grúa y Yo, la peor de todas. Como si fuera poco, también se probó como directora de tres largometrajes, entre ellos es Un muro de silencio, un film con Vanessa Redgrave, Soledad Villamil y Julio Chávez que se va a proyectar también. Acá está la programación del ciclo que va del 31 de mayo al 7 de junio. 

Ahora sí, me despido hasta dentro de quince días.

Ojalá este Hilo te haya dado ganas de escribir sobre alguna película que te guste. Pero si no, me conformo con que quieras volver a verla.

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Gracias por leer. Y por favor cuidate mucho.

Malena

Es licenciada en Letras por la UBA y trabaja hace muchos años en la industria editorial. Fue editora en las revistas El Interpretador y Los Inrockuptibles. Forma parte del equipo de Caja Negra, una editorial psicoactiva y heterogénea. Tiene un ciclo de entrevistas con escritores y escritoras en el Malba. Si los libros fueran comestibles, podría alimentar a miles de personas con los que acumula en su biblioteca. Lo que más le gusta es viajar.