Un tentáculo cada vez más largo

El fondo de inversión más importante del mundo que tiene en vilo al país por la deuda externa también juega un rol muy importante en el acceso a la vivienda en todo el mundo. BlackRock, la financiarización de la vivienda y el extractivismo urbano.

Hola, ¿cómo estás? Espero que muy bien. Por acá tranqui, anoche terminé The Last Dance, el documental sobre los Chicago Bulls de Michael Jordan. Si no la viste, te la recomiendo, incluso si no sabés casi nada de básquet como yo. Mientras miraba el documental pensé en que sería muy lindo ver algo así sobre el Boca de Carlos Bianchi. Y ahora que vi esto, sencillamente necesito que se haga realidad. 

Vamos a lo nuestro. 

Hoy, 22 de mayo, era -hasta que ayer se confirmó la prórroga por diez días- para la economía argentina un día de esos a los que se señala con la letra D. Nunca más atinada la letra ya que lo que se definía era el futuro de la deuda y el posible default.

Esta semana me gustaría contarte sobre uno de los acreedores que tiene en vilo al país y que en los últimos días empezó a ocupar un lugar cada vez más protagónico en la agenda de los medios locales: BlackRock. Sí, parece el nombre de un género musical tendiente al metal o de un villano de una de Marvel. Alerta de spoiler: se parece un poco más a lo segundo que a lo primero. 

Si no tenés ni idea de qué estoy hablando, para un primer pantallazo de qué significa BlackRock a nivel mundial, te recomiendo esta simpática animación que dura algo más de 2 minutos y es muy didáctica.

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Pero lo que a nosotros nos importa es que el fondo de inversión más grande del mundo tiene una relevancia clave en el sector inmobiliario y por ende en el acceso a la vivienda a nivel mundial. 

En este artículo traducido del francés, Jordan Pouille describe detalladamente cómo BlackRock se convirtió en lo que es hoy. Su génesis se remonta a la crisis financiera de 2008 y está íntimamente relacionada con inversiones inmobiliarias y financieras, que en Europa hace un tiempo que se parecen mucho

En 2018, el 65% de la inversión inmobiliaria en el país gobernado por Pedro Sánchez fue explicada por inversionistas extranjeros. 

El CEO de BlackRock, Larry Fink, aprovechó la caída de otros gigantes como Lehman Brothers durante el crack financiero de 2008 para comprar acciones de una gran cantidad de empresas y bancos que, entre otros activos, poseían viviendas. “En España, cuatro de los principales promotores inmobiliarios tienen a BlackRock entre sus inversores, lo mismo que los seis principales bancos”, cuenta Pouille. 

Durante 2012, en plena crisis por los créditos hipotecarios, BlackRock fue contratada por el Banco de España (que luego de un rescate se había quedado con el manejo de muchos de esos créditos) para dar una solución a la situación. Su consejo fue crear una entidad nueva con participación pública y privada para quedarse, mediante remates, con la propiedad y la deuda de los clientes. 

“El reparto de los activos se dividió en tres partes: una para el fondo estadounidense Cerberus (Haya Real Estate), otra para el Santander (Altamira) y otra para La Caixa (TPG). El primero, se quedaba con los préstamos de Bankia (52.000 créditos y pisos por valor de 18.000 millones). El Santander en total, 44.000 inmuebles y créditos a promotor valorados en 14.000 millones. Y por último, La Caixa se quedaría con 30.300. De todas estas operaciones BlackRock saco información privilegiada para invertir en los bancos que más y mejores activos se llevaron”, cuenta en esta nota Alejandro Marcó del Pont. 

Hoy BlackRock es el accionista mayoritario del Santander y de otros bancos que poseen decenas de miles de inmuebles que solían ser de familias que luego de la crisis no pudieron seguir pagando sus hipotecas.

La última novedad en inversión inmobiliaria de BlackRock es uno de los epicentros de la pandemia: las residencias para mayores. El ladrillo geriátrico se ha vuelto uno de los negocios más rentables para el fondo de inversión cuyos activos valen más que el PBI de Alemania y Francia juntos. Desde 2017, sólo en España, BlackRock y otros seis fondos de inversión adquirieron 66 residencias para ancianos. 

El proceso de concentración fue tal que de un mercado muy atomizado estas residencias pasaron a estar en muy pocas manos. Los 13 mayores geriátricos de España están en manos de seis propietarios. Y esta concentración tiene una consecuencia lógica en los precios de las mismas, que son cada vez más caras. Sin embargo, hay quienes opinan que las casi 20 mil muertes en residencias para mayores a causa del COVID-19 pueden significar una mala noticia para quienes veían en estos espacios -y en el envejecimiento de la población europea- una oportunidad para los negocios. 

Un tentáculo cada vez más largo

“Es uno más de sus tentáculos”, me contó Heber Ostroviesky, quien sigue de cerca el tema en Francia, donde tienen un accionar similar. Y me pasó esta nota que en 2013 ya contaba cómo ese tentáculo se alargaba cada vez más. Ese proceso aún está sucediendo.

Porque aunque BlackRock tiene una cartera de inversiones hiper-diversificada -y específicamente en el rubro inmobiliario ya maneja activos por decenas de miles de millones de dólares- uno de sus objetivos en los últimos años fue enfocarse aún más en el real estate.  A fines de 2018 se proponía duplicar en cinco años sus inversiones en inmuebles, y la pandemia no parece haberlos hecho cambiar de idea

Su expansión no le fue ajena a Argentina, donde este gigante no se limitó a comprar bonos de la deuda por la cual ahora reclama su pago. A fines de 2016 le anunció al entonces presidente Mauricio Macri que iba a realizar una variedad de inversiones entre las cuales se encontraba el sector inmobiliario. En 2018 abrió sus oficinas en Catalinas Norte. 

Sus anuncios acerca de inversiones se hicieron realidad a tal punto que hoy su participación en empresas locales es notable. BlackRock posee porcentajes no menores de YPF, Tenaris, Pampa Energía y Mercado Libre, sólo por mencionar algunas de las más relevantes. 

Si esas inversiones tuvieron su correlato en el mercado inmobiliario argentino por ahora es muy difícil corroborarlo, ya que no existen datos oficiales publicados al respecto. Sin embargo, no faltan indicios acerca de que la propiedad inmueble en las zonas urbanas tiende a concentrarse cada vez en menos manos. En la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, casi se duplicó el porcentaje de inquilinos en los últimos 30 años, mientras su población no aumentó. 

Primos

Esta nota señala tres ganadores de la pandemia. Uno es Amazon, sobre el que ya hablamos. Los otros dos son justamente BlackRock y Blackstone, otro fondo de inversión que también tiene su sede central en Nueva York y es algo así como un primo de BlackRock pero con peor reputación. Sé lo que estás pensando: no hay mucha creatividad para los nombres en Wall Street. 

Blackstone se convirtió el año pasado en el locador más grande de España, con cerca de 30 mil departamentos en alquiler. La lógica de Blackstone es parecida a la de BlackRock pero con peores modales, al punto tal que se lo conoce como el “fondo buitre de la vivienda” y por eso es uno de los blancos principales de las protestas de inquilinos en Madrid.

“Su negocio se basa en comprar viviendas de familias desahuciadas (NdeR: desalojadas), por debajo del precio del mercado, para luego subir los precios”, sostiene Javier Gil, investigador posdoctoral en financiarización de la vivienda. Creo que en este hilo es donde el sociólogo describe mejor la operatoria Blackstone en España. Gil, además, es referente del Sindicato de Inquilinos de Madrid, que el mes pasado denunció que el fondo de inversión había iniciado acciones para desalojar a 60 familias de sus departamentos en plena pandemia.

La financiarización de la vivienda en España y sus conflictos tuvo su correlato en la política. Mientras que a la ex alcaldesa de Madrid, Ana Botella, su vínculo con Blackstone le costó una condena en 2012 por la venta irregular de 1.860 viviendas sociales, para la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se dio de manera totalmente diferente. Su oposición a los grandes propietarios de la vivienda, a quienes les llegó a expropiar el derecho de uso de departamentos vacíos, fue el motivo por el cual ganó popularidad y logró ser electa.

Extractivismo urbano

El accionar de fondos de inversión como BlackRock y Blackstone en el sector de la vivienda es lo que Saskia Sassen en su libro La ciudad global llama extractivismo urbano. Estos actores no ven en la vivienda algo muy diferente a un commodity. En esta lógica la tierra urbana se asemeja a un metal precioso y escaso y el inversor inmobiliario extranjero pasa a operar con una lógica similar a la de una empresa minera. Pero con un bien cuyo acceso -a diferencia de los metales preciosos- constituye un derecho humano.

Es por eso que la mismísima ONU acusó a Blackstone de contribuir a la crisis de vivienda a nivel mundial. Es que los fondos como Blackstone no operan solamente en el mercado inmobiliario español, sino que tienen peso específico en el mercado de vivienda de muchas ciudades europeas. En Londres, por ejemplo, se calcula que el 80% de los departamentos que están en manos de fondos de inversión extranjeras están vacíos a la espera de que los alquileres suban aún más. Si algo no tienen estos jugadores es apuro.

En la carta que dirigió a Blackstone y a los gobiernos de República Checa, Dinamarca, Irlanda, España, Suecia y Estados Unidos, la relatora de la ONU Leilani Farha sostuvo que estos fondos de inversión “realizan desalojos agresivos para proteger su flujo de ingresos a través de rentas que aumentan todo el tiempo, achicando el stock de vivienda a precios accesibles en determinadas áreas para expulsar de ellas a familias de ingresos medios y bajos”.

Dos documentales y un viejo nuevo debate

En el documental Push, que aún no se estrenó en Latinoamérica y eso me tiene un poco ansioso, Farha habla con Saskia Sassen, Joseph Stiglitz, entre otros especialistas sobre las consecuencias que trae aparejadas la especulación con la vivienda por parte de los fondos internacionales de inversión.

Pero lo que me dio la idea de escribirte este correo fue el capítulo de la serie documental producida por Netlfis, Dirty Money, sobre cómo Jared Kushner -yerno de Donald Trump- mantuvo a flote la fortuna de su padre. 

En Slumlord Millionaire, Aaron Carr, director de Housing Rights en Nueva York, una institución que defiende familias con problemas en el acceso a la vivienda, cuenta cómo la fortuna de Kushner se basa en gran parte en el hostigamiento a inquilinos de ingresos medios y bajos, utilizando recursos muy similares a los que usa Blackstone en Europa.

De casualidad, días después me encontré con este tweet del propio Carr a propósito de una frase que había posteado también en Twitter el gobernador de Nueva York que aviva un nuevo viejo debate dentro del urbanismo: “Cierto nivel de densidad poblacional puede ser destructivo. La ciudad de Nueva York tiene que desarrollar un plan para reducirla”.      

Carr, como todo urbanista de bien (?) es un defensor de la densidad que, como te conté la semana pasada, no es sinónimo de hacinamiento. Si bien reconoce que la densidad es un factor, no correlaciona fuertemente con la cantidad contagios per cápita y tampoco contrarresta sus beneficios, como la probabilidad más cierta de tener un hospital con un respirador cerca de tu casa. 

Algo similar sostuvo a fines de marzo la Universidad de Nueva York, que señaló que en realidad la rapidez del contagio tiene que ver con cuán globalmente conectada está una ciudad que con su densidad. Richard Florida también criticó la teoría anti-densidad en esta nota en la que muestra una lista de las diez ciudades con mayor incidencia del virus, sólo cuatro son áreas metropolitanas de alta densidad poblacional.

#RamonaNoSeCalla

“No por la densidad sino por la precariedad”, también señaló Nacho Levy, referente de La Garganta Poderosa, la organización que esta semana perdió a dos de sus militantes que se habían contagiado de COVID-19: Ramona Medina y Víctor “el Oso” Giracoy.  

Levy también criticó duramente el proceso de reurbanización del Barrio Mugica, a cargo de la Secretaría de Integración Sociourbana que encabeza Diego Fernández, a quien todos apuntan -junto a la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, María Migliore- como primer responsable de la falta de agua en la villa. 

En esta entrevista en Radio Con Vos, Levy denunció que “el último reporte del 20 de diciembre de 2019 del Banco Mundial señala que no hubo avances para las 46.000 personas que tendrían que haber sido beneficiadas”. Y se preguntó: “¿Dónde están los 270 millones de dólares que les dio el Banco Mundial y el BID?”

La situación en las villas de la ciudad de Buenos Aires con la COVID-19 no mejora y la muerte de Ramona terminó de poner el tema en la agenda mediática y política. Ya son 17 las muertes en barrios populares de la ciudad y 1651 casos confirmados. Mientras esta situación en las villas porteñas se agrava, Myriam Bregman denunció un recorte en el presupuesto del Instituto de la Vivienda de la Ciudad que justamente se encarga de reurbanizar estos barrios.

Por su parte, el gobierno nacional recibió a organizaciones barriales de la CABA dos veces esta semana y se comprometió a habilitar espacios de aislamiento para los contagios en barrios populares de la ciudad. 

Te recomiendo que leas esta nota de Fernando Soriano sobre Villa Itatí, una de las villas más pobres del conurbano, en Quilmes, donde ya se puso en marcha el operativo DetectAr para evitar lo que pasó en el barrio Padre Mugica. 

Bonus tracks

¿Que el Estado elija quien SUBE? Después de algunas críticas quedó suspendida la medida que había pensado en implementar el Ministerio de Transporte de la Nación acerca de habilitar el uso de la SUBE sólo para aquellas personas que tengan permiso de circulación. En esta nota de Luciana Peker hay varias pistas de por qué no sería una buena idea.  

Algunas ideas para volver a los parques. Algunas ciudades de Estados Unidos bajaron el ritmo de contagio y empezaron a habilitar el uso de parques pintando círculos sobre el pasto para mantener la distancia. En Singapur, optaron por este perro-robot al estilo Black Mirror. 

Eso es todo por hoy, amigue. Espero que hayas disfrutado leer estas líneas tanto como yo disfruté escribirlas. 

Que tengas un lindo fin de semana.

Abrazos, 

Fer

Escribo sobre temas urbanos. Vivienda, transporte, infraestructura y espacio público son los ejes principales de mi trabajo. Estudié Sociología en la UBA y cursé maestrías en Sociología Económica (UNSAM) y en Ciudades (The New School, Nueva York). Bostero de Román, en mis ratos libres juego a la pelota con amigos. Siempre tengo ganas de hacer un asado.