Picadita de efemérides

Borges, los trolebuses, el Che y Güemes. Un recorrido urbano en una semana de muchos aniversarios.

Hola, ¿cómo estás? Espero que muy bien. No sé desde cuándo recibís este correo pero si te suscribiste desde el principio, quería que supieras que este domingo nuestra relación epistolar cumple un año y que el correo que estás leyendo es el número 48. Sinceramente no sé cuántas cosas en mi vida sostuve por tanto tiempo semanalmente. Seguro muy pocas. En fin, sólo tengo palabras de agradecimiento por tu lectura.  

Justamente la semana que pasó estuvo llena de efemérides -algunas más importantes que el primer aniversario de #TramaUrbana, claro- y me gustaría usar algunas como excusa para el correo de hoy. Vamos con una picadita de efemérides y sus imbricaciones urbanas. 

A Borges le caían mal las inmobiliarias

El domingo se cumplieron 34 años de la muerte de Jorge Luis Borges. Ya lo mencionó Tomás Aguerre en su #PrimeraMañana del martes, pero por si se te pasó (o tomaste la pésima decisión de aún no haberte suscripto), esta entrevista inédita que le hizo Mario Vargas Llosa a Borges es muy buena por varios motivos. 

El hastío que muestra Borges ante algunas preguntas del entrevistador por momentos me causó incomodidad. Creo que si se hubiese transmitido por televisión hubiese salido algo similar a esta de Jorge Lanata a Charly García. 

En 2013, durante un programa que se transmitió en la TV Pública, Ricardo Piglia contó que Borges cortó en seco esa entrevista en su casa y al día siguiente comentó: “Vino un peruano que debía ser agente de una inmobiliaria porque quería que me mudara”. Es que en la entrevista Vargas Llosa hizo referencia varias veces a la austeridad su admirado escritor.

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En sus respuestas Borges habla de la presencia de las ciudades en general, y de Buenos Aires en particular, en su literatura. La descripción del paisaje urbano de principios del Siglo XX está en en muchos pasajes de sus cuentos y poesías. De hecho, su primer libro -publicado en 1923- se llama Fervor de Buenos Aires. La primera poesía que contiene, “Las calles”, empieza con un verso ya célebre: 

“Las calles de Buenos Aires
ya son mi entraña”

No soy muy de la poesía pero el poema completo es espectacular. En sus cuentos Borges también introdujo una Buenos Aires en plena transformación. Se crió en Palermo, en una casa ubicada en la calle que ahora lleva su nombre (Borges 2135), que en ese momento era un barrio de la periferia de la ciudad. Y si bien hacía constante referencia a esa zona, también tenía muy presente la relación de la ciudad con el río y en particular los barrios del sur como La Boca y Constitución.

En El Aleph (1949) varios cuentos se desarrollan en esa zona. “Emma Zunz”, para mí uno de los mejores cuentos del libro, recorre el entonces también periférico y fabril barrio de Villa Crespo y la zona portuaria de San Telmo. El cuento homónimo, publicado en 1945 en la revista Sur, tiene como escenario principal el barrio de Constitución y en particular el sótano de una casa vieja en la calle Garay. Algunas curiosidades más sobre Borges y la ciudad las podés encontrar en esta nota.

Bombas y trolebuses

Dos días después del aniversario de la muerte de Borges se cumplieron 65 años del bombardeo a la Plaza de Mayo -a cuadras de donde tenía sede la revista Sur– con el que parte de las fuerzas armadas buscaron derrocar a Juan Perón, cuyo partido el año anterior había llegado al 62% de los votos en las elecciones legislativas.

El fin de semana que pasó se estrenó un documental con imágenes inéditas sobre el intento de golpe de Estado que dejó al menos 309 muertos y alrededor de 800 heridos. Se llama Cristo Vence, por la inscripción que llevaban los aviones navales que tiraron las bombas. 

Lo que me llamó la atención de la película -y viene al caso de este correo- fueron las imágenes aéreas que contiene el documental donde se ve muy nítidamente cómo era la zona de Plaza de Mayo en ese momento. En ese aspecto también me impresionaron mucho estas imágenes sobre los bombardeos que digitalizó hace años el Archivo Prisma.    

Me enteré de que una de las primeras bombas cayó a metros de un medio de transporte que hoy no existe más en Buenos Aires: un trolebús que, según algunas versiones, estaba repleto de niños. 

Benito Lemos fue el único sobreviviente del trolebús 305 (el más afectado por las bombas), y esperó 50 años para contar su historia porque cada vez que se la mencionaba a alguien se descomponía. Para indagar un poco más en este hecho y en cómo las bombas afectaron los trolebuses que pasaban por la Plaza de Mayo el mediodía del 16 de junio de 1955, creo que esta nota de enelsubte.com te puede interesar. 

Pero la Plaza de Mayo y  la Casa Rosada no fueron los únicos objetivos de las fuerzas golpistas. El Palacio Unzué, la quinta presidencial de aquel entonces, fue también bombardeada. El gobierno militar que derrocó a Perón 3 meses más tarde lo demolió sin dejar ningún rastro del que había sido un lugar de reunión de los seguidores de Perón y donde había muerto Eva Duarte. 

Aunque en ese momento Recoleta, donde se ubicaba la quinta, todavía era un barrio de casas bajas y abundante arbolado y se percibía lejos del centro de la ciudad, era un punto estratégico que le permitía a Perón llegar en pocos minutos a la Casa Rosada por la Avenida Alvear.

El derrotero de la quinta es interesante. Había sido expropiada en 1937 -sí, la palabra de moda- durante la presidencia del conservador Agustín P. Justo a raíz de una deuda multimillonaria que, después de la crisis mundial de 1929, no había podido pagar la familia propietaria al Estado nacional. 

En 1960 el predio se destinó mediante una ley a alojar la nueva Biblioteca Nacional, uno de mis edificios favoritos. Borges, nombrado director de la biblioteca por el gobierno militar que derrocó a Perón, no llegó a ver terminada la obra de Clorindo Testa, que recién se inauguró en 1992.

Así como la autodenominada Revolución Libertadora inauguró un período de interrupciones militares y de persecución ideológica también inauguró una política urbana que tuvo la exclusión como eje principal. 

En este artículo Adriana Laura Massidda —doctora en arquitectura por la Universidad de Cambridge e investigadora del Centro de Estudios Urbanos y Regionales (CEUR) del CONICET— describe cómo el gobierno de Aramburu y compañía elaboró -bajo el nombre de Plan de Emergencia– la primera iniciativa estatal de erradicación masiva de barrios populares.    

La Habana y Salta

Otros dos aniversarios tuvieron lugar esta semana. 

El mismo día que se cumplieron 65 años de la muerte de Borges, hubiera cumplido 92 años Ernesto Guevara, que también vivió en Palermo (Aráoz y Mansilla). Me impresiona bastante que tranquilamente podría estar vivo y dando su opinión como médico y político acerca de la pandemia.

La Revolución Cubana que protagonizó el Che también tuvo su costado urbano. El déficit cuantitativo y cualitativo de vivienda durante los años anteriores al derrocamiento de Fulgencio Batista era altísimo al punto tal de que el 75% de las viviendas rurales de Cuba, según el censo de 1953, fueron calificadas como malas o en ruinas.

«Hay piedra suficiente y brazos de sobra para hacerle a cada familia cubana una vivienda decorosa”, contestó Fidel Castro en 1959, al poco tiempo de la toma del poder cuando le preguntaron por el problema de la vivienda que heredaba. 

La política urbana del gobierno socialista tiene muchísimas aristas y la verdad que no me atrevería a sintetizarla en un par de párrafos. Pero leí este artículo que describe algunos de sus puntos sobresalientes, como la Ley de Reforma Urbana, y me pareció muy bueno.

También te recomiendo que si no la miraste veas Cuatro Estaciones en La Habana. Es una serie corta que relata las aventuras del detective Mario Conde, un personaje literario al que dio vida el escritor Leonardo Padura, en medio del período especial que transitó la isla durante los años noventa a raíz del final de la URSS. Tiene unas tomas áreas de la ciudad realmente espectaculares.     

El otro aniversario fue el miércoles, cuando se se cumplieron 199 años desde que Martín Miguel de Güemes muriera en batalla un 17 de junio. A ese hecho -que se conmemora desde 2016-  le debemos el último fin de semana largo de la cuarentena. Pero, mucho más importante, a Güemes le debemos la defensa de las fronteras durante las dos invasiones inglesas y la preservación de las mismas frente a los realistas del Alto Perú, con un método similar al que utilizarían los soldados comandados por el Che para tomar control de Cuba.

La muerte de Güemes -a la que también hizo referencia Tomás Aguerre en su correo del lunes- fue el resultado de enemistades internas, y su figura, incluso muchos años después de su muerte, no fue demasiado destacada por la historiografía más difundida. La valoración -o falta de ella- de los próceres por parte de los Estados y las sociedades de alguna manera se plasma en el lugar del territorio que ocupan los monumentos que los recuerdan. Mirá qué lejos estaba de la ciudad central de Salta el monumento al líder de la Guerra Gaucha

Bonus tracks

Cine y urbanismo. Del 17 al 24 de junio podés disfrutar gratis las películas estrenadas en el marco del Festival Internacional de Cine Ambiental (FINCA). Una de las películas que vas a poder ver es The Push, una película sueca sobre la especulación financiera y el acceso a la vivienda que te mencione hace un tiempo.

Parque Chas. No será la casa de Asterión pero mucha gente que camina por este barrio porteño suele perderse. Por eso, y por su callecitas y plazas, es de mis preferidos. Me gustó este hilo con un análisis detallado de sus circunvalaciones.     

Antes de despedirme quiero contarte que Cenital está recopilando acá todas las recomendaciones de películas, series, libros y podcasts que hacemos en nuestros newsletters. Si este no es un servicio esencial yo ya no sé qué es un servicio esencial.  

Eso es todo por hoy, amigue. Espero que hayas disfrutado leer estas líneas tanto como yo disfruté escribirlas. 

Que tengas un lindo fin de semana.

Abrazos, 

Fer

Escribo sobre temas urbanos. Vivienda, transporte, infraestructura y espacio público son los ejes principales de mi trabajo. Estudié Sociología en la UBA y cursé maestrías en Sociología Económica (UNSAM) y en Ciudades (The New School, Nueva York). Bostero de Román, en mis ratos libres juego a la pelota con amigos. Siempre tengo ganas de hacer un asado.