Las torpezas de la generala Karina y el fuego amigo que complica a Milei

Cada semana estalla una interna diferente en LLA, un espacio caotizado. El “libro de la muerte” de la hermanísima y las avanzadas de Martín Menem. Días de rupturas en el planeta Milei. El sondeo para sumar un radical al staff libertario, los votos de la Ley Bases y las diferencias en el peronismo por la táctica contra el DNU 70.

“Quiero a todos adentro, no quiero quilombos con la Ley Bases”. Javier Milei bajó, desde Estados Unidos, la orden directa para Martín Menem. La extravagante interna libertaria sacó al presidente de la atmósfera Instagram de su gira, entre condecoraciones y fotos con Elon Musk, y lo obligó a intervenir en una crisis que instaló la sospecha de que no siempre el mandatario y su hermana Karina quieren lo mismo. El fantasma del doble comando.

Nadie duda de la simbiosis entre los Milei, aunque haya episodios clave tuvieron posturas opuestas. El caso emblemático fue la candidatura a vicepresidenta para Victoria Villarruel: la hermana jamás la quiso en ese lugar. Lo que visibilizó la interna que esta semana hizo arder a La Libertad Avanza (LLA) en el Congreso son dos cosas: que el presidente está ajeno al barro diario de su propio espacio caotizado y que la hermanísima, que debe atender esos asuntos, no sabe resolver conflictos sin que corra sangre. “Karina Milei te escribe en el libro de la muerte”, escribió, con elegancia decimonónica, Carlos Maslatón, que debe figurar en esos renglones.

La torpeza de Karina se convirtió en un modus operandi tóxico: cada semana detona algún conflicto interno. El trolleo a Villarruel, la avanzada contra Ramiro Marra en la Legislatura porteña, o la primera -y fallida- sobre Oscar Zago en Diputados. La semana pasada fue de guerra doble: la pelea por la comisión de Juicio Político y la fractura de la bancada libertaria.

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La generala Karina Milei

El desamor con Fátima Florez, que Milei oficializó el viernes en sus redes, replica rasgos de esa lógica. El vínculo de la actriz con Karina nunca fue bueno. Se detallan los modos en que se refería a Florez y a la sistemática exclusión de la novia de la agenda del presidente. “Fatima quería, porque era la única forma de verlo, pero siempre la aislaban”, confiesan en el entorno presidencial. En el último tiempo ocurrió algo más. La hermanísima reincorporó a su cercanía a Lilia Lemoine, diputada libertaria a quien conocidos de Fátima acusan de haber mandado a espiar a la actriz, difamarla y tratar de hackear –no está claro si con éxito o no– sus mails y teléfonos.

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Guardiana de la pureza y obsesionada con construir poder, nada sobrevive cerca de Milei sin el beneplácito de una Karina que, en términos políticos, opera en tándem con los primos Menem, Martín y ‘Lule’. Hay un interrogante sobre la lógica íntima de la mesa chica karinista. ¿Las avanzadas las decide Karina y las instrumentan los Menem? ¿O los Menem utilizan la influencia que tienen sobre Karina para alcanzar sus propios intereses? Quizá un mix.

Ocurrió con Carlos Kikuchi, el primer armador de la carrera presidencial de Milei. Se movía como un siamés de Karina. Apañado por ella desplazó al entorno que rodeaba a Milei –entre los que estaba Marra– y acrecentó su poder hasta qué cayó en desgracia. Se convirtió, entonces, en el fusible que pagó los errores que Karina debía evitar. ¿Es lo que puede, si acumulan tropiezos, ocurrirles a los Menem? Por el vínculo entre los Milei resulta impensable que Karina pueda ser un fusible.

El chip de Menem

Martín Menem, que preside Diputados, motorizó los dos episodios que hicieron arder la interna libertaria. Primero invocó que actuaba por mandato de la generala Karina, pero luego cambió el chip y salió a decir que nadie le pidió nada para tratar de despegar a la secretaria general del escándalo.

Dos viernes atrás, el secretario del bloque, Cristian Caram, informó a los legisladores qué lugar tendrían en las comisiones que se integrarían durante la semana que pasó. Todo avanzó sin ruidos hasta que, a principios de la semana última, Menem habló con Zago. La película la relatan, con detalles, en el bloque libertario.

– Karina me dijo que Pagano no puede ir a Juicio Político – dijo el riojano.
– Pero el sábado yo lo hablé con Javier. Ella es amiga de él, es confiable, tiene un máster en derecho… – respondió Zago y mostró los mensajes que había cruzado con el presidente.

Menem insistió, dijo que la periodista no tenía consenso en el bloque. «¿Vos cuestionás la lealtad de Pagano, que es amiga de Javier? Tu orden no me basta: yo la bajo solo si me lo pide el presidente», le avisó Zago.

Sin esa orden, Menem avanzó por otra vía: ordenó levantar la reunión convocada para el miércoles a las 11. Pero se juntaron 19 de los 31 diputados que la integran, la comisión sesionó y votó las autoridades acordadas: Marcela Pagano, Paula Oliveto y Leopoldo Moreau. Como represalia, Menem declaró nula la reunión y, esa misma noche, ejecutó un movimiento que había intentado, sin éxito, semanas atrás: desplazar a Zago de la jefatura del bloque para ubicar en su lugar al cordobés Gabriel Bornoroni.

El chat Pagano-Milei

Esa tarde, según fuentes de LLA, Pagano se comunicó con Milei, que estaba en Miami. “No estaba al tanto de nada”, se desentendió el presidente. “Si no fuese grave, no te molestaría: estuvimos a punto de perder la presidencia en manos del kirchnerismo”, comentó la diputada. Se refirió, con cierta flexibilidad, a un hecho específico: cuando Menem ordenó suspender la reunión, los demás bloques dijeron que frente a ese destrato podrían decidir poner a otro presidente que no sea del oficialismo. En el revuelo, el radical formoseño Fernando Carbajal se autopostuló para ocupar el lugar. Zago reaccionó, pidió perdón por las desprolijidades y activó el trámite para nombrar a Pagano. Fue lo que se hizo con voto mayoritario.

– Martín me dijo que vos querías ir a Finanzas. Te quiero y sos buena divulgadora. Pensé en mandar a Bertie a esa comisión (juicio político) que no va a tener mucha actividad – dijo Milei.

– Te mintieron, Javier – dicen que le respondió Pagano.

En verdad, Alberto ‘Bertie’ Benegas Lynch, a quien Menem postuló para Juicio Político, estaba designado para presidir Finanzas. Un premio consuelo luego de que Milei le pidiera a José Luis Espert que presida la comisión de Presupuesto.

El diálogo entre Pagano y Milei siguió:

– No sabía…

– Zago te lo informó el sábado y después yo te agradecí. Vos me respondiste.

– Es que estoy con tantas cosas…

– Pero acá me dicen que vos no querés que yo esté en esa comisión.

– Yo no me metí en nada en Diputados. Arréglenlo con Martín, tengo que terminar de escribir la disertación…

Gestiones contrareloj

En el atardecer del viernes, Menem activó dos operaciones sigilosas: una para convencer a Pagano de que no insista con ocupar la presidencia de la comisión de Juicio Político y otra para reducir el daño del cisma que encabezó Zago. Tuvo motivaciones paralelas. Si la periodista sigue al frente de la comisión, se leerá como una derrota suya. O, peor aun, como una derrota de Karina.

Menem habló con Pagano, que le anticipó que no pensaba renunciar a su lugar en la comisión. El riojano fue tajante: “No tenés que renunciar porque no sos presidenta de la comisión, porque la reunión no tiene validez”. Según reconstruyó Cenital, la diputada le preguntó si Milei le había pedido que ella no presida la comisión. “No, pero hay personas influyentes en el entorno de Javier debían dar conformidad y no estuvieron de acuerdo”, habría sido la respuesta de Menem. Para desprevenidos: no hay persona más influyente en el entorno de Milei que Karina.

Lo del cisma de Zago, que armará un bloque que llamará MID y marcará el regreso de ese histórico partido al Congreso es para espantar el riesgo de fuga de votos en el trámite que más importa a Milei: la aprobación del paquete de leyes. Zago, por las dudas, avisó que seguirá alineado con la Casa Rosada.

La resolución de esos dos entreveros internos puede ser determinante para la mecánica futura de la interna de LLA. O Karina confirma su condición de jefa absoluta, que castiga a todo aquel que no hace lo que ella quiere, o el oficialismo inaugura una etapa de disidencias de entrecasa que obligará al presidente a ordenar a su propia tropa. “Si sigue así, Francos va a tener que llamar al bloque de LLA para ver cómo votan”, bromea un legislador.

Ley Bases y Magia mileísta

Sobre el expediente Ley Bases, la hoja de ruta es emitir dictamen esta semana y aprobarlo, en el recinto, el miércoles 24. La matemática legislativa habla de 140 votos a favor con el respaldo del PRO, el sector mayoritario de la UCR que comanda Rodrigo de Loredo, Hacemos Coalición Federal, el bloque de los gobernadores casi en pleno y las tres vertientes libertarias –en diciembre, ya armó bloque propio, de dos, Carolina Píparo–.

El número replica, casi con exactitud, los 144 que obtuvo en general la Ley Ómnibus en enero. Hay renglones en discusión –delegación de facultades, fondos fiduciarios, privatización de empresas públicas– pero ninguno está en rojo como para hacer, hasta acá, naufragar la ley.

Es pura magia mileísta: ningún dato estructural de la economía, desde la licuación de jubilaciones a la caída de la actividad económica, parece dañar el sólido apoyo de los diputados de la oposición amigable. Aunque abundan los números rojos. Con el dato del INDEC del 11% de inflación de marzo, un informe del equipo económico del Frente Renovador (FR) marcó que desde que asumió Milei la caída del poder adquisitivo fue de 19,2%. Un análisis de la variación salarial en base al RIPTE (salarios formales) mostró que la caída de esos 120 días de gobierno libertario fue más pronunciada que la posterior al estallido del 2001, con devaluación del peso por la salida de la convertibilidad.

Un dato no menor: Karina no interviene en las negociaciones con las oposiciones. Esa tarea la coordina una triada que comparten Nicolás Posse, Guillermo Francos y Santiago Caputo, a la que se suman José Rolandi, segundo de Posse, y Lisandro Catalán, dos de Francos. La operatividad, cuya eficacia deberá demostrarse en estos días, no pasa por la hermanísima, que destina su libido al armado de LLA en los territorios.

Quedan, sin embargo, dos piezas inciertas: el comportamiento de Milei, que con su verba puede generar reacciones en los aliados críticos, y el desenlace de la interna de LLA. La fragmentación libertaria puede afectar a LLA en otro asunto: el reparto de lugares para el Consejo de la Magistratura. Otro tema.

Los 20 diputados que definen la ley bases: ¿de quién y de qué depende? – Por Gabriel Sued

La fractura

Por lo pronto, Milei ordenó que Menem resuelva la tirria. El escenario libertario presenta una curiosidad instrumental: el presidente, aun –o justamente por eso– con sus insultos y provocaciones, pudo alinear con eficacia al ecosistema opositor que conforman los bloques amigables del PRO y la UCR. Pero asoman tensiones explícitas, y públicas, en el espacio libertario.

El PRO, que preside en Diputados Cristian Ritondo, es un caso de estudio. Se alineó con la orden de Menem y faltó a la reunión de la comisión de Juicio Político, algo que no hicieron varios legisladores de LLA. La obediencia del macrismo es tal que, en las rondas con otros diputados, Ritondo se ve obligado a amenazar con un futuro menos dócil. “Después de la aprobación de Bases, vamos a empezar a negociar ley por ley”, asegura.

Se atribuye a sectores del PRO –en este caso, junto a aliados de Milei– haber promovido la eliminación del capítulo tabaco que terminaba con la “discriminación positiva” que tiene la tabacalera Sarandí, un beneficio impositivo que le otorga una rentabilidad por encima de sus competidores que le permitió, dicen en el sector, pasar del 5% a 35% del mercado. Aunque Milei habló en los medios de “El Señor del Tabaco”, esos artículos fueron borrados de la Ley Bases. El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, fue una de las voces que cuestionó esa decisión.

Un radical cercano

En la UCR, al menos el sector que conduce De Loredo, hay abiertas simpatías con las políticas de Milei pero, a priori, el bloque no ve con buenos ojos lo que pasó en Juicio Político y esperará, según dicen en el espacio, a que Menem resuelva la cuestión interna. No les gusta la idea de tener que participar de una especie de sesión que fuerce la salida de Pagano. Tampoco los diputados de HCF están dispuestos. Menem cree que, al final, lo van a entender y van a validar su jugada.

En el capítulo del radicalismo, donde se multiplican las disidencias tanto con el grupo de Facundo Manes como con el espacio referenciado en Martín Lousteau, hay un elemento adicional, muy importante. Hubo un sondeo desde el Gobierno a Alejando Cacace, exdiputado nacional y actual secretario parlamentario del bloque, para una eventual incorporación a un cargo ejecutivo. No había, cuentan en el bloque, nada resuelto. Pero, de avanzar la gestión, Cacace se convertiría en el primer dirigente radical, con protagonismo en el partido, en sumarse al staff de Milei.

El sondeo, del que De Loredo está al tanto, aparece cruzado por las negociaciones de las tres butacas que debe designar la cámara baja para la Auditoria General de la Nación (AGN). Mario Negri, exjefe del bloque, aparece en ese menú por la UCR y con respaldo de Miguel Pichetto, que tiene, como plan propio, a Jorge Francos. De Loredo propone, por su lado, a Cacace. Para el lugar que corresponde al PRO hay sacudones: suenan Luciano Laspina, con terminal en Patricia Bullrich, y Jorge Triaca, que integra la mesa chica de Mauricio Macri. El eje UCR-PRO-LLA-HCF debe repartirse dos lugares.

Chispazos peronistas

En el peronismo también hay chispazos porque hay tres sectores que se disputan un solo sillón: el cristinismo promueve a Virginia García, exfuncionaria de la AFIP que está designada en la AGN por Juan Manuel Olmos, y Sergio Massa planteó el nombre de Guillermo Michel con el argumento de que se auditará su gestión como ministro. En el medio, los gobernadores lanzaron el nombre de Carlos ‘Caio’ Lugones Aignasse, referenciado en el gobernador santiagueño, Gerardo Zamora, que cuenta con el respaldo de los demás jefes del PJ. Hay un cuarto nombre, que se mueve bajo el radar: Juan Ignacio Forlón, histórico auditor, santacruceño, y de ADN K.

La queja de los legisladores del interior es repetida: que por un lado (La Cámpora) o el otro (el massismo), los bonaerenses ocupan los espacios en discusión No es el único reproche: se atribuye a un gobernador emitir una queja por la falta de diálogo con Máximo Kirchner. “Cristina dice que hablemos con Máximo pero yo no pude tomar un café con él, mientras él se tomó veinte cafés con Myriam Bregman”, reprocha uno.

En los últimos quince días hubo dos cumbres que suman aspereza al bloque de Diputados. Una tuvo de anfitrión a Carlos Castagneto, que recibió a unos diez legisladores en su oficina del piso 9 del Anexo. En la otra, el que invitó –y convidó sanguchitos de miga– fue Hugo Yasky, porque la oficina del bloque estaba ocupada. Los dos forman parte del ecosistema K pero no integran (e incluso están en tensión con) La Cámpora.

Es una derivación de otro proceso en UxP. Germán Martínez, que administra las disidencias, se mueve con una mesa chica integrada por la camporista Paula Penacca y la massista (y muy amiga de Máximo) Cecilia Moreau. Ppero luego irrumpió un eje que reporta a los gobernadores, entre los que están Gabriela Parola, el pampeano Ariel Rauschenberger y el santiagueño “Pepe” Herrera.

Los votos

Hay una discusión táctica sobre cómo enfrentar el DNU 70. Como contó Cenital, hubo un Zoom de gobernadores con autoridades del bloque, donde se repasó que UxP más aliados juntan 109 votos sólidos. A esos habría que sumar a los radicales de Manes, que fueron al evento de constitucionalistas que se consideró exitoso porque, entre otras cuestiones, incomodó al oficialismo, que mandó a cortar la trasmisión. Se prepara un encuentro con referentes de universidades, pero la Cámara no autorizó un lugar.

Faltan, según el conteo interno, entre 10 y 15 votos. Hay dos posturas: una costura fina, silenciosa, para atar los 129 votos necesarios y otra, más osada, que propone pedir una sesión especial para apurar la discusión. “Hasta que no pongamos el DNU sobre la mesa, muchos no van a tomar posición”, explican los que sostienen esta postura. No hay margen de error: convocar a una sesión sin certeza del número puede derivar en que no se pueda voltear el decreto y validarlo. Y pegar el volantazo antes implicaría admitir la derrota por no tener número.

Detrás de esa pelea se monta la tesis sobre lo que un dirigente llama “fractura controlada”. Es decir, un movimiento para evitar una ruptura terminal: que un puñado de diputados forme un bloque propio bajo el paraguas del peronismo y accione en un interbloque de UxP conducido por Martínez. “Eso es lo que está esperando el Gobierno: que nos dividamos. Hacer eso sería un gran error”, apunta un diputado.

El PJ y la pelea por el liderazgo opositor

En medio, el PJ porteño acordó lista única encabezada por Mariano Recalde que es, quizá, un indicio de una pelea para las legislativas. Motivo para repasar la situación del PJ nacional y la pretensión, atribuida a sectores cercanos a Máximo, de que Cristina asuma la jefatura del peronismo. Pero a CFK nunca le simpatizó la idea de cerrarse en el PJ. Un dirigente que la quiere y la visita seguido da un argumento humano sobre por qué esa decisión política no es descabellada: “Cristina, ahora, es más madre que dirigente”. Traducción: podría aceptar ir al PJ si es un pedido de su hijo. Hay una lectura biológica en torno al vínculo Cristina-Máximo y la toma de decisiones.

Para Axel Kicillof sería, a priori, una solución que le permitiría gambetear el ring nacional. Sobre el gobernador pesa una expectativa casi inevitable, a partir de su condición de gobernador bonaerense y de haber sido de los pocos que ganaron en el 2023. La consultora Proyección preguntó sobre el principal líder opositor. Kicillof es, por lejos, el más mencionado. Pero el gobernador no quiere entrar en esa disputa.

Habilita, en silencio, otros movimientos: la costura de Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda, que anticipa que pretende competir por la jefatura del PJ bonaerense que tiene Máximo, y la gira pueblo por pueblo de Gabriel Katopodis, ministro de Infraestructura bonaerense, destinada a juntar músculo para reorganizar el peronismo. Ninguno, sin embargo, expresa la tensión en público como lo hace Andrés ‘Cuervo’ Larroque, exsecretario General de La Cámpora, actual ministro de Kicillof y, quizá, su principal promotor. Este sábado fulminó, sin nombrar, a los dirigentes de UxP que cuestionan al gobernador. “Cualquier compañero o compañera de nuestro espacio, que ose murmurar, conspirar, sembrar cuestionamientos extraños, en una joda rara está y no está jugando a favor del peronismo”, dijo durante un acto en San Vicente.

En UxP, aunque en las oficinas del Frente Renovador sobre avenida Libertador lo niegan, circula la teoría de proponer a Massa como candidato a senador por CABA. La ciudad puede convertirse en una marquesina repleta de candidatos fuertes: los libertarios mencionan a Bullrich, ante lo cual desde el PRO hablan de Mauricio Macri, mientras en la UCR mencionan a Manes y hasta la participación de Horacio Rodríguez Larreta.

Ya casi no se imprimen diarios pero se percibe como un periodista gráfico. Escribió en Ámbito Financiero, Clarín y elDiarioAr pero todavía tipea mal. A veces aparece en la tele. Nunca vivió en CABA. Padre de tres.