A contramano, las propuestas urbanas de la izquierda

Cómo piensa las políticas de vivienda y de transporte la candidata presidencial del FIT, Myriam Bregman, que intenta imponer una agenda que pareciera estar alejada del clima de época.

Hola, espero que estés muy bien. Hubo debate y volvió con todo el clima electoral. Sin embargo, el primero no incluyó nada relacionado directamente con ciudades y sus alrededores. El eje “Desarrollo humano, vivienda y protección del ambiente” sí le cabe más a esta sección y sus resultados seguramente serán motivo del próximo correo que recibas de mi parte.

Pero quiero aprovechar para antes contarte sobre una de las fuerzas que me había quedado afuera del repaso previo a las primarias. Se trata del FIT, cuya candidata presidencial, Myriam Bregman, se impuso en la primaria de agosto ante Gabriel Solano. Y, si bien quedó muy lejos de los puestos con chances de llegar a la Casa Rosada en diciembre, creo que sus propuestas valen la pena ser repasadas. Después de todo, gran parte de las políticas urbanas a nivel nacional también pasan por el Congreso, donde la izquierda tiene cuatro bancas. Las propuestas urbanas del FIT se dividen en dos grandes ejes: vivienda y transporte.

Bajo el título “Viviendas para todos y todas, alquileres accesibles”, la fuerza de izquierda denuncia que hay 2 millones de viviendas desocupadas (dato que probablemente levanta del Censo, que no es del todo exacto pero no existe un número que englobe todo el país) y al mismo tiempo casi 4 millones de familias en situación de emergencia habitacional. Además, el diagnóstico destaca la situación angustiosa que atraviesan quienes alquilan al dedicar “45% de sus ingresos” a pagar su vivienda, dato que coincide con distintos relevamientos hechos en el Área Metropolitana de Buenos Aires. El tercer punto que completa su diagnóstico es la situación en las 5.600 villas y asentamientos que hay en el país, las cuales no tienen un pleno goce de los servicios e infraestructura pública, entre otras cuestiones.

Vivienda para todos menos para los pulpos

Para encarar la solución a estos problemas el FIT propone un “Plan de viviendas y urbanización de barrios”, así como la “Regulación de los alquileres” que se compone a su vez de tres ejes.

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El primer punto es un plan de construcción de viviendas con urbanización e integración urbana de los barrios y “ningún desalojo mientras haya familias sin viviendas”. Este primer punto es parecido a lo que se intenta hacer hoy desde la Secretaría de Integración Sociourbana del gobierno nacional, en manos de referentes cercanos al ex candidato presidencial Juan Grabois. Por la misma normativa que obliga al Estado a reurbanizar los barrios populares, están prohibidos los desalojos allí. Sin embargo, el FIT apunta a que se suspendan los desalojos en general ante la crisis habitacional tal como sucedió durante la pandemia.

El segundo punto señala que se deben diseñar impuestos progresivos a la vivienda ociosa y debe haber una revisión de la venta de tierras del Estado a los “grandes pulpos inmobiliarios”. Y, en el caso de que esos terrenos estén ociosos, proceder a la expropiación. La propuesta vuelve a tener punto de contacto con la plataforma de Grabois que repasamos en su momento, pero que no incluía la expropiación como instrumento. El caso más conocido de un “pulpo inmobiliario” que se hizo con tierras del Estado y luego no hizo nada con ellas, y seguramente es en base a este que el FIT pensó esta propuesta, es el de IRSA (de la familia Elsztain) que compró el Edificio del Plata hace unos siete años y aún no comenzó ninguna obra en el predio. Si bien en muchos países se intentaron expropiar grandes grupos inmobiliarios (el caso más conocido es el alemán) muchas veces el obstáculo termina siendo judicial. Es cierto, por otro lado, que muchas leyes en el mundo contemplan la expropiación como última instancia de penalización de inmuebles ociosos para luego volcarlos a la oferta de alquiler público.

Una regulación que beneficie a los inquilinos

La tercera pata sobre vivienda nos lleva a la coyuntura. El FIT sostiene que la regulación de los alquileres “tiene que beneficiar a los inquilinos y el Estado debe garantizar que se cumplan sus derechos”. Hoy podríamos decir que ninguna de las dos cosas suceden, y quizás la segunda sea causa de la primera. Sobre este punto los otros candidatos en general evitan hablar de hacer cumplir la ley y optan por proponer la generación de más oferta ya sea por medio de la inversión pública en un parque habitacional de alquiler justo (Unión por la Patria a nivel local), por medio de exenciones impositivas (Juntos por el Cambio) o la liberalización total del mercado de alquileres (La Libertad Avanza). El nivel de incumplimiento de la ley es muy alto y, según datos de principio de año, más de la mitad de quienes alquilan lo hace con contratos o períodos más cortos de aumentos. Además, es cada vez más común ver publicaciones de alquileres en dólares o atar el alquiler a la variación de la divisa y ante esta situación no hay canales de denuncia efectivos que hagan que se cumpla la ley.

A propósito de alquileres, el miércoles se debatió en la Comisión de Legislación General de la Cámara de Diputados la nueva ley de alquileres con las modificaciones del Senado. El proyecto original del JxC y el peronismo no kirchnerista bajaba la duración de los contratos a dos años con actualización cuatrimestral atada a cualquier índice pactado previamente (o impuesto por la persona dueña, depende de cómo quieras verlo) entre inflación, salarios o combinación de ambos. En el Senado se modificó: quedó la actualización cada seis meses pero se mantienen los tres años y se cambió el índice de actualización para que sea el Casa Propia, que toma el menor indicador entre la variación salarial anual y la inflación del mismo período. La semana que viene probablemente se decida cuál de los dos proyectos se aprueba.

La izquierda, que no forma parte de la comisión mencionada, votó en contra del proyecto original de JxC y ahora hay que ver qué hace con el proyecto modificado por Senadores que, en principio, se votaría el martes. Sus diputados están siendo seducidos por el FdT para acompañar el proyecto modificado al igual que los miembros del Partido Socialista, Mónica Fein y Enrique Estévez. Si bien es probable que los cuatro diputados del FIT voten a favor en general de la ley, si esto sucede rechazarán algunos artículos en particular, entre los cuales están los referidos a exenciones impositivas de distinto tipo incluidas en el proyecto que giró el Senado. No creen que ese tipo de herramientas produzcan mayor oferta de vivienda asequible, instrumento que sí avalan todas las demás fuerzas en mayor o menor medida.

Volvamos a la agenda urbana general. A nivel local, el FIT propone prohibir Airbnb para aquellos propietarios que tienen 5 o más inmuebles, pero quedarían afuera los “pequeños propietarios”. Esta posición es llamativamente más conservadora que la propuesta del peronismo en CABA, que propone regular este tipo de alquileres independientemente de la cantidad de viviendas que tenga el dueño. En torno al problema de las viviendas vacías, pasa algo similar. La plataforma del FIT propone un fuerte impuesto pero exclusivamente para los propietarios más grandes. En su plataforma, Grabois proponía esto mismo pero para todas las viviendas ociosas, como sucede en la mayoría de las ciudades donde se implementa.

Los trabajadores al volante

“Mala calidad, tarifazos constantes, negociados entre empresas y Estado y subsidios millonarios” es el diagnóstico que hace el FIT sobre el transporte en Argentina. Además, denuncian la precarización de quienes trabajan en colectivos, trenes y subtes.

Para terminar con ese panorama, la fuerza que comanda Bregman propone “la estatización del conjunto del sistema de transporte público (colectivos, trenes y subtes)” y que pase a estar administrado por los trabajadores y comités de usuarios. Además, propone un boleto gratuito para estudiantes, desocupados, docentes y personal de salud. Es un trabajo que llevaría a un eventual gobierno del FIT a confrontar de manera muy directa no sólo con las empresas que administran algunas líneas de trenes y el subte sino con las decenas de empresas dueñas de los colectivos en el AMBA y otros aglomerados urbanos. De todas formas, no es un horizonte tan utópico. Hubo y hay casos donde ese modelo de administración conjunta entre trabajadores y usuarios funcionó, aunque en general tutelada desde el Estado.

En particular sobre el subte, además, reclaman la “urgente desasbestización y la reducción de la jornada laboral a 6 horas”. Se hacen eco de un reclamo de los metrodelegados. Otro punto que levantan es la renovación integral de las unidades.

Quizás la pregunta clave acá es con qué recursos planean hacer estas modificaciones. Por lo general la inversión en transporte público necesita como contrapartida impuestos a otros tipos de movilidad, en particular el automotor individual, cuestiones que no aparecen en la plataforma. Para entender de dónde sacaría los recursos un eventual gobierno del FIT habría que mirar su plataforma económica donde se plantean varios ítems de forma estructural y con un enfoque anticapitalista. Sin embargo, el candidato a diputado nacional Patricio del Corro, me aclaró: “En una planificación urbana pensada por nuestra fuerza, se desincentivaría el uso del automóvil”.

Bonus tracks

  • Hace dos semanas se lanzó el Registro Único de Solicitantes de Lotes (RUS), una iniciativa nacional que busca centralizar la demanda de suelo urbano. Desde la Secretaría de Integración Sociourbana señalan que “se dirige a habitantes de los barrios populares y/o personas de sectores populares que no pueden acceder al suelo de manera formal y segura, quienes, en muchos casos, quedan fuera de las políticas y programas habitacionales por no cumplir con los requisitos económicos que se suelen exigir”.

A diferencia del Procrear, el RUS no pide un piso de seis salarios mínimos para la inscripción. Ya se anotaron más de 800.000 personas. Cuando el ministro y candidato de UP, Sergio Massa, presentó la iniciativa (que de alguna manera levanta una de las propuestas de su contrincante en las primarias, Juan Grabois) señaló que “el Estado nacional tiene un montón de tierras ociosas a lo largo y a lo ancho del país, hoy propiedad de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE)”. A quienes se inscribieron se les preguntó si estarían dispuestos a mudarse de ciudad y más de la mitad respondió que sí, mientras que casi un cuarto se mudaría de provincia si eso significase solucionar su situación habitacional. Les dejo este gráfico que me pareció muy elocuente.


  • El martes se presentó, en el marco del Día Mundial del Hábitat, una ley de producción autogestiva en el Congreso nacional. Contó con la presencia de especialistas en el tema y cooperativas de vivienda, una forma de producir vivienda de la que venimos hablando mucho en este espacio. También contó con la presencia del ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis.
  • Ayer se presentó este documental, “Habitar, transformaciones territoriales y derecho a la ciudad”, que cuenta la historia de cuatro barrios populares.
  • Un plan para el fin de semana. Este sábado MUTA (Movimiento Urbano para la Transición Ambiental) organiza un festival en el barrio porteño de Villa Crespo donde habrá música, talleres de huerta urbana, teatro y recorridos por la Ciudad, entre muchas otras actividades. Recomiendo fuerte.

Que tengas un lindo fin de semana.

Abrazos,

Fer

Escribe sobre temas urbanos. Vivienda, transporte, infraestructura y espacio público son los ejes principales de su trabajo. Estudió Sociología en la UBA y cursó maestrías en Sociología Económica (UNSAM) y en Ciudades (The New School, Nueva York). Bostero de Román, en sus ratos libres juega a la pelota con amigos. Siempre tiene ganas de hacer un asado.