Las montañas rusas son argentinas

Analizamos la volatilidad económica, un concepto pocas veces mencionado y que es clave para entender el estancamiento secular que atraviesa la economía argentina.

Hola, ¿cómo estás? Primero que nada quería contarte que Rollover cumple su primer aniversario. Fueron 52 entregas en las que, en cada una, traté de respetar la premisa que te conté el primer día: explicar de la manera lo más sencilla y clara posible la economía argentina. Si eso era difícil, imaginate en el medio de una pandemia 😅

Ustedes, que están del otro lado, lo hicieron mucho más fácil proponiendo temas, difundiendo y sumando cada vez más gente a la comunidad de Cenital. Así que gracias.

De vuelta a lo básico

La semana pasada terminamos hablando de la falta de consensos básicos en lo que hace al manejo de la economía y cómo eso afectaba el desempeño económico argentino. El tema es que, a veces, conceptos como éste suenan medio trillados, dando lugar a equívocos o a lugares comunes, lo que Laclau definió como “significantes vacíos”. Si no sabés de qué te hablo, te recomiendo este hilo genial donde lo explican usando como ejemplo al conurbano. Esta imagen lo resume todo:

Entonces pongámosle contenido concreto al significante. Para eso, primero hay que hablar de otro concepto que no se escucha tanto y que para mí es clave para entender el proceso de estanflación en el que se encuentra sumergida la economía hace años: la volatilidad.

¿Qué es la volatilidad?

Es un concepto que proviene de las finanzas, ya que es muy utilizado para el análisis de los precios de un activo financiero. La volatilidad mide la intensidad con la que se modifica una variable y por lo general se calcula a través de la varianza, el desvío estándar o del coeficiente de variación (básicamente, lo que miden es que tanto se aleja la variable del promedio). Acá les muestro un ejemplo bien claro, fíjense que ambas variables tienen el mismo promedio, pero una fluctúa mucho más que la otra (justamente, se aleja mucho más del promedio). 

En Cenital nos importa que entiendas. Por eso nos propusimos contar de manera sencilla una realidad compleja. Si te gusta lo que hacemos, ayudanos a seguir. Sumate a nuestro círculo de Mejores amigos.

En finanzas esto es muy importante porque se lo asocia con el riesgo. Cuanto más volátil es la rentabilidad –o el precio- de un activo financiero, mayor es el riesgo. Si les dijera que el gráfico anterior refleja el retorno de dos instrumentos de ahorro distintos, no hay dudas de que elegirían el menos volátil (dado que tienen el mismo retorno).

Esto mismo se puede aplicar al análisis económico. Ya te habrás dado cuenta a dónde apuntamos: la gran mayoría de las variables macroeconómicas argentinas (PBI, inflación, tipo de cambio, entre otras) presentan una volatilidad muy elevada, por eso muchas veces se suele decir que se “comportan como un electrocardiograma”. Como vimos acá, los ciclos económicos son mucho más pronunciados que en otros países, con momentos de expansión más fuertes, pero también con caídas más profundas y severas. La comparación con Uruguay habla por sí sola.

PBI per cápita (en dólares constantes)

Fuente: Elaboración propia en base a Maddison.

Ahora bien, alguien podría argumentar que, si el nivel del PBI terminara siendo el mismo (no lo es, pero supongamos que sí), no sería un problema que la economía fluctuase más que la de Uruguay. Pero esto no es así. Las estadísticas a veces nos hacen perder de vista que por detrás hay personas. Cualquiera de nosotros prefería ganar todos los años, digamos $50.000 por mes, y no ganar durante un año $100.000 y al otro $0.

Pero la cuestión es todavía más grave, porque está bastante documentado que los países con mayor volatilidad crecen menos (ver por ejemplo esta reseña que recopila una buena cantidad de trabajos empíricos al respecto, o este documento de la CEPAL). Como muestra el gráfico a continuación, se aprecia una relación negativa entre la volatilidad y la tasa de crecimiento del PBI per cápita.

Volatilidad y tasa de crecimiento del PBI per cápita para todos los países

Fuente: Van Der Ploeg y Poelhekke (2007).

La explicación más frecuente es que cuanto más elevada es la volatilidad, mayor es la incertidumbre y la dificultad de las empresas para proyectar a largo plazo, lo que las lleva a reducir la inversión. Otro mecanismo particularmente importante para el caso argentino es el avance de la dolarización de la economía; es decir que, a mayor volatilidad del tipo de cambio, mayor es el riesgo de los activos financieros domésticos, lo que lleva a una demanda más elevada de dólares, exacerbando el ciclo económico (ver este trabajo de Levy Yeyati).

Al realizar un ejercicio similar para los países de la región se verifica que Argentina es el país con mayor volatilidad (dado por el ancho del cajón) y menor tasa de crecimiento junto con Uruguay (reflejado en la cruz dentro de cada cajón), siendo además el que presenta por lejos las contracciones más severas.

Tasa de crecimiento promedio del PBI per cápita y desvío estándar (1960-2020)

Fuente: Elaboración propia en base a Maddison.

¿Y qué es lo que provoca la mayor volatilidad? Ahí volvemos al principio. Una de las causas principales es la dificultad para mantener ciertas políticas macroeconómicas que trasciendan los cambios de gobierno, que al ser modificadas constantemente llevan a una mayor volatilidad (como por ejemplo los subsidios energéticos, el nivel de endeudamiento en moneda extranjera, la introducción/reducción de gravámenes como las retenciones a las exportaciones, la actualización de los haberes jubilatorios, y así sucesivamente). 

Por detrás existen raíces más profundas, vinculadas con la estructura productiva y lo que Marcelo Diamand denominó el péndulo económico (les ruego que lean las primeras dos hojas de ese trabajo, escrito hace casi 40 años), como así también socioeconómicos, en lo que Juan Carlos Portantiero llamó el empate hegemónico.

De cualquier manera, los años pasan y la economía argentina está cada vez más rezagada, atrapada en las mismas discusiones hace 40 años. Es por ello que es menester consensuar estos lineamientos básicos. Sin eso, parece imposible encauzar a la economía en una senda de crecimiento que perdure en el tiempo y que se sostenga con los cambios de gobierno.

¿Más economía?

Va el resumen del panorama económico, a partir de los datos que salieron durante la última semana: la actividad económica en los últimos meses parece mostrar dos facetas diferentes, ya que el consumo sigue sin repuntar, mientras que la producción industrial todavía mantiene la senda alcista. La recaudación tributaria sigue creciendo en términos reales y ya acumula el octavo mes consecutivo. El empleo también mantiene el repunte, aunque a una velocidad moderada. La nota completa la podés leer acá.

El lunes y martes que viene la UCA realizará un workshop muy piola sobre economía del medio ambiente y cambio climático. Acá pueden consultar el programa y cómo anotarse. Si no, el martes a las 19 tenés esta otra, organizada por la Universidad de México y con distinguidos y distinguidas colegas de toda la región, sobre los nuevos desafíos para el desarrollo que enfrenta América Latina post-pandemia.

Salió el primer episodio del podcast de El Hilo Conductor, donde Malena Rey recorre lecturas que nos marcaron, películas que cobran otro sentido con el tiempo o canciones que pasaron de largo. Lo pueden escuchar acá.

Hasta aquí llegamos por hoy. Ojalá que algo de todo esto te haya servido para que entiendas un poco más de esta cosa tan difícil que parece ser la economía argentina. Si no aguantás hasta la semana que viene, la seguimos por acá.

Espero tu respuesta. Te mando un abrazo grande.

Juanma

p.d. Si te gusta este newsletter, y valorás lo que hacemos, te invito a sumarte colaborando con el proyecto de Cenital a través del sistema de apoyo económico.

Se dedica a estudiar la macroeconomía argentina, algo que en este país debe ser similar a tener un doctorado en física molecular. Es magister en Desarrollo Económico en la UNSAM y está haciendo el Doctorado homónimo en la UNQUI. Padre de gemelas y docente universitario.