Joe Rogan y los que sacan sus propias conclusiones

El podcast original de Spotify más exitoso del mundo estuvo en el centro de la polémica. Su host y un médico invitado sembraron dudas sobre las vacunas. El boicot de músicos y de dónde formamos nuestra opinión.

Hola, ¿cómo estás? 

Vayamos al tema de la semana: lo que pasó en el podcast de Joe Rogan y el boicot a Spotify. Brevemente: Joe Rogan invitó al Dr. Robert Malone que expresó sus dudas sobre muchas cuestiones relacionadas con el COVID, las medidas para mitigarlo y las vacunas. Fue un escándalo, tal es así que Neil Young primero y Joni Mitchell después sacaron su música de la plataforma. Luego Spotify dijo “We promise to do better” y Joe Rogan grabó un mensaje para sus seguidores explicándose. 

Escuché el episodio de tres horas de Rogan con el Doctor Malone y te cuento acá algunas cosas que me hizo pensar. Lo obvio es el poder de las plataformas sobre el discurso público y la pregunta sobre la regulación. Pero ya escribí sobre esto en otras ediciones del news (acá y acá) y todo lo que hablamos en ese entonces aún aplica. Así que hoy voy a escribir sobre cómo pensamos y cómo no existe “sacar nuestras propias conclusiones”. 

Felices los que creen sin ver

Hace unas semanas escuché en el Daily, el podcast diario del NYT, una reproducción de un interrogatorio a un hombre que había participado en la toma del Capitolio el 6 de enero de 2021 (episodio que luego te compartí en el news sobre la responsabilidad de Facebook en ese ataque). El FBI había difundido la transcripción del interrogatorio y el Daily hizo una reproducción con actores. El hombre y dos agentes del FBI, un hombre y una mujer. El hombre contaba básicamente que había ido a Washington a ver un día histórico, que estaba medio de paseo y que después de un rato todo el mundo se fue para el Capitolio y él se dejó llevar. “Mentalidad de manada”, lo llamó. Dijo que entraron porque estaba abierto, que ningún policía les dijo que se fueran (si se lo hubieran dicho, él se hubiera ido), que se movió por el edificio, pero no entró a ningún despacho ni tocó nada (porque es un lugar sagrado, ¡es el Capitolio!). Que estaba por irse, pero por alguna razón se volvió a meter y que ahí hubo un encuentro con un policía al que ayudó a levantarse. También contó que desde entonces perdió su trabajo, que sus vecinos no lo saludan, que se siente terriblemente avergonzado y que se va a arrepentir toda la vida de haber ido ese día. Además, dijo, es demócrata. “Pobre tipo”, pensé yo. Minutos después de terminada esa reproducción el periodista agregó que desde esa declaración habían aparecido videos que mostraban ese encuentro con ese policía donde el señor le pegaba al policía. “Pobre yo”, pensé entonces, me creo cualquier cosa. 

Joe Rogan 

Joe Rogan es un señor de profesiones variadas. Fue comediante, actor, presentador de tele, comentador de unas peleas de artes marciales y en 2009 empezó el podcast La experiencia Joe Rogan. Fue un éxito absoluto. En 2020, Spotify le pagó 100 millones de dólares para que se pase a la plataforma y produzca contenido solo ahí. Lo escuchan 11 millones de personas en promedio. 

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¿En qué consiste La experiencia Joe Rogan? En entrevistas largas y en profundidad a una variedad de gente. Joe se presenta como un tipo común, como vos y yo, conversando con diversos personajes.  

¿Cómo se define Joe? Como libertario. Dice que está a favor del matrimonio igualitario, de los derechos de las mujeres, de la legalización de drogas recreativas (él habla de su consumo de cannabis), pero también defiende el derecho a portar armas y el free speech, y por lo tanto está en contra de lo que comúnmente se ha dado en llamar la “cultura de la cancelación”. En las últimas elecciones estadounidenses Rogan dijo que prefería a Trump sobre Biden -porque, opina él, Biden está grande-. 

En lo que respecta a COVID, Joe no se vacunó. Dice que sus padres sí y que él está de acuerdo, pero que él es joven (tiene 54 años), hace ejercicios y toma vitaminas, y por tanto no lo necesita ni recomienda. 

El Doctor Robert Malone 

El 31 de diciembre apareció un nuevo episodio de La experiencia Joe Rogan con el Doctor Robert Malone como invitado. El señor tiene una larga e importante experiencia en el rubro, y eso es un hecho. También es un hecho que colaboró con el desarrollo de las vacunas mRNA -que ahora se usan para el COVID- y él dice que lo borraron de la historia, aunque como digo sus estudios y contribuciones son públicas. 

En las tres horas de conversación Malone habló de todo. Las dos veces que tuvo COVID, su vacunación y las otras cosas que tomó (Viviana Canosa y el Doctor Malone un solo corazón), cómo le suspendieron la cuenta de Twitter, cómo hay un plan malévolo para controlar lo que se dice en público, etc, etc, etc. Su mensaje general es “yo soy de ese mundo y lo conozco”, “vengo a contarte que te están engañando” y “no dejes que te controlen”. 

Voy a destacar dos cosas. Una: Malone está obsesionado con Anthony Fauci, asesor médico del presidente de los Estados Unidos. Se refiere a él como Tony y lo menciona más de diez veces en tres horas (¿o quizás veinte? No las conté, pero son muchas). Dos: Malone cuenta que se vacunó contra el COVID, y que en ese momento le contó a la enfermera que él había estado involucrado en el desarrollo de la tecnología de estas vacunas y la enfermera le pidió una selfie. Me reí con ruido al escuchar lo que aclaró: “A mí no me gusta alardear y nunca hago cosas así”. 

“Tus oyentes son inteligentes y van a sacar sus propias conclusiones”

Mi opinión sobre el Doctor Malone es que de vacunas no sé cuánto sabe, pero en confundir es experto. ¿Por qué digo confundir? Porque dice que se vacunó y le hizo mal. También dice que en Israel (Pfisrael, lo llama en un juego de palabras con Pfizer), donde todos ya tienen cuatro vacunas, hay más muertos que en Palestina donde no hay la misma cantidad de vacunas. Rogan le pregunta: “¿Puede ser por diferencias de edad?”. Malone responde: “No sabemos, hay muchas cosas pasando al mismo tiempo”. También dice que los laboratorios hacen negocios y el sistema político es cómplice (algo que solo puede sorprender a un alien, y ni eso porque imagino que si hay vida tipo humana en otro planeta debe andar todo más o menos igual que este). O sea, en ningún momento dice que es anti-vacunas, pero deja todo picando. 

Luego de sembrar duda tras duda tras duda, el Doctor Malone elogia a los oyentes de Rogan. En varios momentos dice que no son tontos, que no se creen cualquier cosa, que no se van a convencer fácilmente y que pueden hacer su propia investigación. 

Todas esas apelaciones me parecieron fascinantes. Una objeción obvia es que nadie va a hacer su propia investigación porque no vamos a leer 100 papers sobre COVID, pandemias, virus, etc. Tampoco vamos a conseguir y armar unas bases de datos, hacer unas regresiones, después mirar casos específicos de países, luego consultar a una ronda de expertos y finalmente decidir. Pero la objeción más relevante creo que es otra: los individuos no formamos nuestras opiniones en el vacío, ni solos. O sea, no existe “sacar nuestras propias conclusiones”.

La ciencia política tiene muchas dudas y algunas pocas certezas sobre cómo las personas formamos nuestras preferencias políticas. Primero, las formamos a temprana edad, influidas por el entorno familiar y el colegio. Lo que vemos luego es la persistencia de esas preferencias. Segundo, lo que opinamos más coyunturalmente está fuertemente influido por los medios y por las élites políticas. Dale Fox a la gente y la gente, en este contexto en el que vivimos, le creerá a Fox. Tercero, no está clara la relación entre creencias y preferencias, de modo que puede ser que mis preferencias -quiero que Donald Trump sea presidente- me lleve a sostener ciertas creencias -se robaron la elección-. En ese caso, operar sobre las creencias, o sea proporcionar información sobre cómo la elección se hizo de manera correcta, no va a tener ningún efecto, porque no es producto de hechos sino de deseos.

El fomento de la ignorancia 

Hace un tiempo estuve leyendo sobre la formación de nuestras preferencias y encontré un texto que me gustó mucho que habla sobre “ignorancia social”. La autora, Mihaela Mihai, dice que se habla mucho de desinformación, pero menos de misinformación y de “misinformación con alevosía”. Ella analiza cómo estas prácticas de ignorancia social, es decir, la producción y legitimación de narrativas erróneas, pueden ser alimentadas a propósito por nuestros representantes políticos -el caso de los partidos de extrema derecha, o el del Brexit, que es el que ella toma, se ajustan perfectamente-.  

¿Qué tenemos frente a nosotros entonces? Joe Rogan se presume anti-establishment, pero es mega-millonario. En su video de diez minutos dice que él solo quiere charlar con la gente y que su programa lo empezó con amigos y ahora se salió de control y tiene una responsabilidad muy “extraña”. No sé Joe, van algunos años de mucho éxito.  

Spotify tampoco camina entre nosotros. Es una plataforma masiva y rica que le paga miserias a los músicos -como hacían y hacen también los sellos-, pero que todo estuviera mal no hace que esto esté menos mal.  

En otras palabras, el pueblo no sé bien qué es, su voz no sé exactamente dónde la escuchamos, pero seguro que no es lo que nos grita en la cara Joe Rogan en Spotify. 

Gracias por llegar hasta acá. 

Un abrazo,

Jimena

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Soy economista (UBA) y Doctora en Ciencia Política (Cornell University). Me interesan las diferentes formas de organización de las economías, la articulación entre lo público y lo privado y la relación entre el capital y el trabajo, entre otros temas. Nací en Perú, crecí en Buenos Aires, estudié en Estados Unidos, y vivo en Londres. La pandemia me llevó a descubrir el amor por las plantas y ahora estoy rodeada de ellas.