Cómo fue que todo salió bien

Un Hilo para bajar las emociones de a poquito con una lista de libros y películas de 2022 para refrescarse o distraerse.

Hola, campeón o campeona del mundo, espero que estés lo mejor posible terminando este año con la copa en la mano. La copa del Mundial y la del brindis, como entrechocándose. Yo estoy tratando de bajar muy despacito de la intensidad de todos estos días, de los nervios apretados de la previa, de la angustia del último partido, del desahogo y los festejos tan hermosos y populares. Cuántas cosas lloramos todas juntas cuando finalmente nos dimos cuenta de que éramos campeones, ¿no? Sigo emocionada. Y encima las Abuelas encontraron al nieto 131.

Este es el último Hilo del año. Un año que al final terminó bien, como si existieran por una vez los finales felices. Al que le quedan pocos días de fiestas, familia y calor. De regalos y saludos, de buenos deseos. Así que se me ocurrió acompañar este momento con una serie de recomendaciones que se prestan a que nos refresquemos y distraigamos. A que disfrutemos de los días más largos y las noches más cortas. Sin la intención de hacer un balance de consumos culturales de este 2022 que se va (los diarios están llenos de eso), quería dejarles una lista de libros y películas frescas, de esas que no agobian sino que reconfortan y alivian para los días que vienen (y quién te dice, para las vacaciones). Así que va un picadito caprichoso de cosas que me entretuvieron por los motivos que se detallan a continuación de este año que se está por terminar.

Y para ilustrar, qué mejor que fotos de los festejos más importantes jamás vividos en este país maravilloso. No me canso de verlas.

#1: Dos libros con animales protagónicos

Dos hermosos libros, cada uno a su manera, que salieron este año son La vuelta al perro, de la escritora chilena Cynthia Rimsky y Animalia, de Sylvia Molloy, su primera obra póstuma. Rimsky hace algo en apariencia simple: escribe sobre el pueblo en el que vive hace diez años, en el Oeste de Buenos Aires, donde las calles son de tierra y la gente se conoce entre sí. La observación del entorno rural con humor y extrañamiento arriba de su motoneta y la relación que establece con los animales (los perros, las gallinas ponedoras, los pájaros) son los protagonistas de estos textos breves que van armando una mirada del mundo muy particular en tiempos de pandemia y aislamiento, a la que asomamos como si nos fuéramos de excursión.

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Por su parte, Molloy dejó casi listo Animalia antes de morir el pasado mes de julio en su casa de Long Island. Y acá de lo que se trata es de hacer un pequeño recuento de anécdotas puntuales con sus mascotas, mayormente gatos, pero también bichos de otras especies. Es un libro breve, bastante emotivo y ocurrente por momentos, en el que dice cosas como esta: “Me llevó mucho tiempo, y el paso por dos países que no eran el mío darme cuenta de que para ser uno mismo es siempre mejor estar con otro, sobre todo si el otro pertenece a una especie distinta, es decir, si es totalmente no uno”. Muy recomendables ambos.

#2: Dos diarios íntimos

Al filo del año nació una nueva editorial, Bosque Energético, que toma prestado el nombre del sitio homónimo de Miramar en el que alguna vez cayó un meteorito. Es un proyecto curioso, comandado por Eugenia Pérez Tomas y Andrés Gallina. Es que la suya será una editorial que solo publique diarios íntimos, confiando en la introspección y la autorreflexión como elementos constitutivos de la literatura. Los dos primeros títulos son muy prometedores. Uno es Diario de los quince, de I Acevedo, que se basa, como su nombre lo indica, en las anotaciones íntimas de cuando I tenía esa edad y vivía con su familia en Tandil. En ese entonces, se autopercibía mujer, y junto con su hermana melliza se turnaban para usar la única computadora de la casa familiar, donde iba escribiendo sus diarios. Es un libro muy potente porque podemos ver que para ella/él la escritura siempre fue una forma de vida y una práctica que hacía que la existencia cobrara relieve. Además, es un compendio de anécdotas de una adolescente de provincia en la década de los noventa, con los consumos de esa época, que si te tocan generacionalmente despiertan una nostalgia dulce. El segundo de los lanzamientos es Diario inconsciente, del dramaturgo y cineasta Santiago Loza, que todavía no leí, en el que cuenta con textos breves sus internaciones producto de un brote psicótico que tuvo a los veinte años. Un proyecto editorial para seguir de cerca.

#3: Las pasiones de Mauro Libertella

Me cuesta hablar objetivamente de Un futuro anterior, la última novela de Mauro Libertella publicada este año por Sexto Piso, porque soy muy amiga suya desde la facultad y fui testigo cercana de lo que se narra en ella. Es que acá cuenta con detalles muy íntimos cómo fue que conoció a la que hoy es su pareja en esos años de la juventud en los que las pasiones se confunden y enroscan (ella se pone de novia con su mejor amigo y ellos se vuelven amantes). La historia de un flechazo que parece imposible, de un grupo de amigos y sus códigos porteños, y el retrato de una masculinidad sensible y reflexiva se combina para armar un fresco del amor contemporáneo. Con un ritmo vertiginoso en la primera parte, y una prosa más ensayística en la segunda (cuando Libertella narra su experiencia siendo padre primerizo), es de esos libros que se leen de un tirón, ideales para cuando sentimos que no nos enganchamos con nada.

#4: Nora Ephron y los olvidos

Saliendo un poco de Argentina, apareció a mediados de 2022 la traducción de un libro sumamente fresco y sencillo de la gran Nora Ephron, más conocida como guionista y directora de clásicos como Sintonía de amor, Cuando Harry conoció a Sally y Tienes un e-mail, que por su obra periodística o literaria. No me acuerdo de nada es el último volumen que publicó antes de morir en el que reúne textos breves y bastante divertidos sobre temas tan diversos como la vejez, sus divorcios, la comida, la Navidad, sus experiencia en redacciones y su relación con la tecnología. Mis preferidas son dos listas de cosas que va a extrañar y que no va a extrañar del mundo de los vivos: “No extrañaré la piel seca, las cenas indigestas, como la de anoche, el correo electrónico, la tecnología en general, lavarme el pelo, el corpiño, los funerales, las mamografías. Extrañaré a mis hijos, la primavera, el otoño, los waffles, pasear por el parque, la cama, leer en la cama, los fuegos artificiales”. Y sigue. Un muy buen regalo para el arbolito.

#5: Una buena comedia con pocos recursos

El ejemplo de una película sencilla, chiquita, y con muy pocos recursos, que logra muy buenos resultados gracias al guion y las actuaciones. Me refiero a Language Lessons, muy mal traducida como A un clic de distancia en su cortísimo paso por los cines argentinos. Se trata de una comedia dramática dirigida por Nathalie Morales y escrita y protagonizada exclusivamente por ella y Mark Duplass, en la que el recurso es solamente el de la videollamada. Duplass hace de un millonario gay que recibe de regalo de su marido un curso de español online. Él algo de español habla, y entonces son lecciones con una profesora latina para mejorar. Nathalie es la profesora, que se llama Cariño. La primera clase es muy divertida y está llena de equívocos con el idioma muy graciosos. Y cuando la profesora lo llama para la segunda clase, a Adam le acaba de pasar algo muy feo. A partir de ese momento se arma entre ellos un vínculo afectivo bastante especial, aunque estén en distintos países y tengan distintas edades. Sabemos que la virtualidad puede acortar distancias y acá eso está puesto en juego en los roles de la docente y el alumno. Una película sensible e inteligente, leve o profunda según el momento, sobre cómo hacer para confiar en otros a pesar de las diferencias generacionales, étnicas y culturales. (No está en las plataformas pero se consigue online)

#6: Más bajos fondos de la sociedad norteamericana

Del director Sean Baker ya había visto todas sus películas por orden de aparición, Starlet (2012), Tangerine (2015) y The Florida Project (2017) así que tenía expectativas con Red Rocket y no me decepcionó. Todos sus films tienen en común el hecho de estar protagonizados por actores y actrices no mainstream (incluso a veces por no actores) y de enfocarse en personajes desclasados en un país tan exitista como Estados Unidos.

Red Rocket transcurre íntegramente en los suburbios de Texas City, una ciudad muy decadente llena de refinerías de petróleo, y sigue al personaje de Mickey, que llega a la casa de su ex y su suegra después de quedarse sin trabajo en Hollywood, donde era actor porno. Él es el típico chanta: un tipo entrador y carismático, un poco pasado de rosca, que termina vendiendo marihuana para poder vivir y se mete en muchos líos con distintas consecuencias. Además, conoce a una chica muy joven a la que envuelve con sus maniobras de seducción, uno de los personajes más interesantes. Me gusta que Baker no le teme para nada a la ambigüedad de sus criaturas: son antihéroes, ex adictas, tránsfugas, o seres despreciables que sin embargo no nos caen del todo mal. Como espectadoras entendemos que hacen lo que pueden con sus vidas. Y si bien todo esto parece un poco oscuro, la película no deja de tener un tono de comedia. (No está en las plataformas pero se consigue en Internet.)

#7: Perdedores hermosos

Una de las revelaciones del año fue Porno y helado, la comedia de Martín Piroyanski para Amazon Prime, porque es un producto sumamente delirante que se abrió paso en el mainstream con buenos resultados (y una segunda temporada en marcha). La serie cuenta la historia de Pablo y Ramón, dos amigos treintañeros bastante losers que se juntan para ver porno y tomar helado, hasta que por un hecho fortuito recaen en un bar de tacheros. Ahí se les abre un nuevo universo y deciden formar un grupo de rock, aunque no sepan tocar ningún instrumento. Con la aparición estelar de Susana Giménez en dos capítulos, y encuentros y desencuentros amorosos y amistosos, es de esas series de perdedores adorables que nos termina sacando varias sonrisas.

#8: Una serie documental sobre lo más ridículo de Nueva York

How to with John Wilson es de las cosas más especiales que vi en el año. Una serie documental de dos temporadas que está en HBO, con capítulos de 25 minutos filmada por un tal John Wilson revelando los bajos fondos de Nueva York. Wilson sale a la calle filmando siempre. Filma todo, muchas veces sin que la gente se de cuenta, y a partir de lo que tiene grabado, arma un relato genial en el montaje. El hecho de que se llame “How to…” recuerda al auge de los videotutoriales que nos enseñan a hacer cualquier cosa. Pues bien, acá los temas que le dan nombre a cada capítulo son más curiosos, por ejemplo “Cómo poner andamios”, “Cómo recordar tus sueños”, “Cómo ser espontáneo” o “Cómo cocinar el risotto perfecto”. A medio camino entre las películas-diario de Jonas Mekas (con cámara en mano y John Wilson hablando detrás) y Tiranos Temblad (porque la gracia justamente está en la voz y la edición), sorprende la capacidad de observación de su creador para fusionar el espíritu de una ciudad tan cosmopolita con el reverso más extraño y ridículo de la cultura norteamericana. Un ejemplo perfecto de cómo convertir lo mundano en algo extraordinario.

Foto: Télam.

Hasta acá llegamos con el listado.

Pero antes de despedirme, quería contarles que en Cenital tuvimos un año muy bueno, de mucho trabajo y crecimiento, entre los newsletters, los especiales y la cobertura del Mundial. Es importante que sepan que la fuente de ingresos más importante de Cenital hoy es el aporte voluntario de sus lectoras y lectores. Es lo que nos da tranquilidad para trabajar sin condicionantes y nos permite invertir en el periodismo que nos gusta hacer. Pero la situación económica hace que necesitemos ser cada vez más para poder sostener este proyecto. Nos comprometemos a que nuestros contenidos sean siempre libres, porque creemos en la importancia de una sociedad bien informada. Pero necesitamos del apoyo de todos ustedes para crecer. Por eso, si les gusta lo que hacemos, los invitamos a que se sumen con un pequeño aporte mensual.

Ahora sí, gracias por todo este año de lectura. Es muy gratificante saber que están ahí.

Celebremos mucho y hasta 2023,

Malena

Soy licenciada en Letras por la UBA y trabajo hace muchos años en la industria editorial. Fui editora en las revistas El Interpretador y Los Inrockuptibles. Formo parte del equipo de Caja Negra, una editorial psicoactiva y heterogénea. Tengo un ciclo de entrevistas con escritores y escritoras en el Malba. Si los libros fueran comestibles, podría alimentar a miles de personas con los que acumulo en mi biblioteca. Lo que más me gusta es viajar.