Caputo en modo Moreno: eligió de enemigas a las prepagas por la inflación y les pide un “gesto”

En Casa de Gobierno aseguran que esperan, para los próximos días, un “gesto” de las prepagas tras el nivel de los últimos aumentos, que el Gobierno definió como abusivos. Así lo exigirá el ministro de Economía, Luis Caputo, con la acusación de cartelización bajo el brazo, en la reunión que mantendrá con las empresas. De todas formas, ni siquiera en los despachos oficiales creen que vaya a aparecer alguna decisión empresaria o medida gubernamental que mejore la situación de los usuarios, quienes recibieron aumentos de más del 150% en los últimos tres meses. Eso sí, reconocen: al Ejecutivo le sirve la discusión.

En la antesala de la publicación del índice de inflación de marzo y en paralelo con los tarifazos de gas y luz, Caputo creó la discusión mediática con las prepagas. La estrategia comunicacional salteó sin pruritos el detalle de que los aumentos fueron permitidos por el propio Gobierno, que desreguló un sector sensible de demanda inelástica, y convirtió a las empresas en el nuevo enemigo del ministro, como antes habían sido las promociones 2×1 en el consumo masivo o del 80% en la segunda unidad de los supermercados.

La construcción e implementación de la estrategia comenzó el viernes, con la entrevista que Caputo dio en la señal TN. “Se les recontra fue la mano”, dijo allí. Continuó el domingo, con la publicación en el diario La Nación de una frase atribuida al ministro durante una reunión con su mesa chica. “Lo que pasa en el sector de las prepagas es un abuso. Y todo indica que las empresas están cartelizadas. Se suele hablar mucho por estos días de los incrementos del gas, pero lo que más afecta a la clase media son las prepagas”, recogió el periódico. Pero el tema no prendía lo suficiente. Fue necesario que el funcionario publique un tuit para que el tema haga pie en la agenda pública. Consiguió así que las empresas reaccionaran y hasta que le pidieran una audiencia.

Ahora, Caputo buscará un “gesto” de las prepagas que le permita mostrar acción y movimiento por parte del Gobierno en el tema precios. Igual que cuando logró mostrar que Jumbo cambiaba la forma de presentar sus promociones. Una modificación estética que no le ahorró dinero a los consumidores, pero con la que el ministro pudo hacer de cuenta que algo estaba cambiando. ¿Cuál puede ser ese gesto? Es difícil de avizorar. Agitando la acusación de cartelización, que no es novedad (la Coalición Cívica, por ejemplo, lo denunció judicialmente en enero), el Gobierno tiene una apuesta de máxima: lograr que retrotraigan los precios. No parece factible. Tiene también una apuesta de mínima: que a partir de ahora las cuotas solo se ajusten por inflación. El aumento que están anunciando las empresas para el mes que viene sugiere algo de eso. ¿Qué pretenden las prepagas? Simplemente ir a Economía a explicarle a Caputo por qué aumentaron, no a ofrecerle treguas.

En una economía en la que aumenta todo menos los salarios y en la que el propio Gobierno se autocensura la posibilidad de regular un mercado tan sensible como el de la salud, la conversación entre Caputo y las prepagas parece destinada a fracasar. Difícil además, con el tarifazo energético ya operando sobre los costos del sector (y de toda la población). ¿De quién es la responsabilidad de que la clase media no pueda pagar la medicina?, podrían preguntar en ese encuentro las empresas.

La cortina de humo de las prepagas llega en una semana compleja para el ministro. Por un lado, los aumentos retroactivos en la luz y, por el otro, el índice de inflación que se conocerá el viernes. Mostrar una escalera descendente en la variación de precios se convirtió para el presidente Javier Milei en la única medida del éxito de su gobierno. Caputo necesita ofrendarle un número de un dígito rápido.

No podrá ser esta vez, al menos según lo que anticipó el propio ministro. Cada vez mejor entrenado en las técnicas de presentación de la información, Caputo pasó de prometer una sola cifra a festejar la posibilidad de una inflación “cercana al 10%”. Tres días después de esa declaración, el titular de Economía fue objeto de burla en redes sociales porque su fuente para acreditar la desaceleración de algunos precios e incluso sobre la “deflación” resultó ser una cuenta de X que publicaba datos inventados de supuestas variaciones de precios en el supermercado Jumbo. El JumBot.

Fue en ese contexto en el que el titular del INDEC, Marco Lavagna, desempolvó su cuenta de X para advertir que las estadísticas oficiales son “irreemplazables” para tomar “decisiones basadas en evidencia”. Lavagna no tuiteaba desde noviembre.

El miércoles, además, el Gobierno recibirá por primera vez en su gestión a la CGT. Será una jornada clave para el movimiento obrero. Además de ese encuentro, es el día en el que la mesa chica de la central obrera tiene previsto resolver qué hará el 1° de mayo, la UTA evaluará si va al paro en el AMBA y Camioneros decidirá si protesta por la paritaria no homologada de 25% para marzo y 20% para abril.

En este último punto hay situaciones dispares entre las empresas, porque muchas de ellas respetaron lo firmado con el sindicato, desoyendo los techos del 9% en enero, 15% en febrero y 12% en marzo que había fijado Caputo. Así, aunque la Secretaría de Trabajo se negó a homologarles la paritaria, la mayoría de los trabajadores camioneros cobró el aumento el lunes último. Como pasó con las promociones 2×1, el JumBot y las prepagas, la de las paritarias tal vez sea otra pelea del ministro con más show que realidad.

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