Un siglo no es nada

Esta semana, el Partido Comunista Chino cumple cien años. Hablamos con Fracisco Taiana. En Francia, el resultado de las elecciones regionales de ayer comienza a delinear la carrera presidencial para el año que viene. Estados Unidos bombardeó la frontera entre Irak y Siria, medida que puede tener impacto en la semana.

Hola, ¿qué tal?

Esta semana, el Partido Comunista Chino cumple cien años. El 2021 marca el primero de dos centenarios que festejará China en los próximos años. Para el segundo faltan 28 años, será en el 2049, cuando se cumpla el centenario de la fundación de la República Popular China. 

Hablé con Francisco Taiana, magíster en Estudios Chinos por la Universidad de Pekín, sobre los principales desafíos de China a cien años de la primera reunión del partido. 

En Francia, el resultado de las elecciones regionales comienza a delinear la carrera presidencial para el año que viene. Los dos posibles candidatos con proyección nacional, Le Pen y Macron, fueron los grandes derrotados de la noche.

Estados Unidos bombardeó la frontera entre Irak y Siria con el argumento de que fue en respuesta a un ataque iraní en Irak. ¿Puede esta decisión reactivar el conflicto en la zona?

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Empecemos.

Un siglo no es nada

El Partido Comunista de China (PCCh) cumple cien años el jueves. Cuenta la historia que, a comienzos del siglo pasado, no sabían cuándo había sido la fecha exacta de la primera reunión del partido. Fue por eso que, unos años más tarde, Mao Zedong definió que todos los 1 de julio recordarían un nuevo aniversario del PCCh. “El centenario del partido toca una fibra profunda en el sentimiento en el ciudadano común chino”, cuenta Francisco Taiana. 

Francisco vivió en Beijing dos años, tiene una maestría en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Oxford y otra en Estudios Chinos por la Universidad de Pekín, también está terminando de escribir su libro sobre las relaciones entre Argentina y China. 

“Para un ciudadano promedio chino, China nunca ha estado mejor”, dice cuando le pregunto sobre cómo cree que recibe la sociedad china esta fecha. “Para eso hay que entender que en 1921 la situación en la que se encontraba China era realmente penosa. Habían pasado diez años desde la caída del imperio, el país se había subsumido en una serie de conflictos internos y depredaciones coloniales. Hoy por hoy, no hay una persona que tenga un recuerdo viviente de haber tenido una mejor calidad de vida de la que tiene en este momento”. 

La posibilidad de que China se convierta en la primera potencia global es cada vez más factible. Francisco coincide con esta hipótesis. “En primer lugar, China no solo tiene un territorio inmenso, con una cantidad de recursos impresionantes, sino que además viene desarrollando tecnología de punta en industrias estratégicas para el siglo XXI que le pueden dar una ventaja considerable. Por otro lado, China, si bien es la segunda economía del mundo, sigue teniendo un PIB per cápita que la coloca en el rango de los países medios. Es decir, todavía puede crecer mucho más”.  

Pero esto no quiere decir que China ocupe el lugar de Estados Unidos tal como lo conocemos hasta ahora. “Lo que tenemos es una potencia en ascenso que, de seguir creciendo, se va a consolidar como primera potencia mundial. Pero China no va a ser una potencia en un mundo unipolar sino que será la primera en una serie de pares en un mundo multipolar donde el poder geopolítico se distribuya de una manera más pareja alrededor del mundo”.

Si bien Biden está en las antípodas políticas de Trump, la política exterior del nuevo gobierno demócrata con China es de las que menos cambios sufrió. “La competencia sino-estadounidense comenzó con el Obama tardío y Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) y eso va a continuar bajo la gestión de Biden. Sí puede haber una mejora en la previsibilidad de la administración demócrata. Pero en el fondo, lo que tenemos es una potencia en ascenso y una potencia hegemónica establecida que va a intentar proteger ese puesto de líder global”, explica Francisco.

Ya dentro de su región, China tiene varios frentes abiertos. Entre ellos, el más inmediato y significativo es su relación con India. “India es una potencia nuclear, el segundo país más poblado del mundo, con una civilización milenaria, y con el cual China tiene varios problemas fronterizos no resueltos y una rivalidad histórica que ha llevado a que sus relaciones bilaterales se encuentren en su peor momento en décadas”. 

Otro de los desafíos más urgentes será cuidar su relación con Rusia. “Si bien actualmente están en un de los mejores momentos de su relación histórica, me parece que el mayor desafío de China es asegurarse una relación de cordialidad con Rusia porque un eventual mejoramiento del vínculo de Rusia con Estados Unidos podría socavar el desarrollo chino”. 

Ya pasando a los principales conflictos internos de China, entre ellos Taiwán, Hong Kong, el Tíbet y la región de Xinjiang por las violaciones a los derechos humanos de los uigures, para Francisco el único que puede traer problemas graves para China es el primero. “Taiwán es una suerte de portaaviones que no se puede hundir. Por lo tanto, si Taiwán fuera a independizarse y tejer lazos de alianza militar con Estados Unidos sería una amenaza muy grave a la China continental y destruiría la arquitectura de seguridad china en el mar del este y el mar del sur. Además de que significaría para China una crisis importante de legitimidad”. 

El 2021 marca el primero de dos centenarios que tendrán pensado celebrar en China. El segundo será en el 2049, cuando se cumplan cien años de la fundación de la República Popular China. 

Francia, el desencanto electoral

A un año de las presidenciales de 2022, Macron y Le Pen pensaban medir fuerzas en las elecciones regionales de ayer. Pero lo único que lograron fue confirmar el desencanto de los franceses con sus propuestas políticas. 

Si bien no es posible hacer una extrapolación directa de los resultados regionales a una escala nacional, el dato que dejó la segunda vuelta electoral que terminó por definir a los jefes de las 13 regiones resultó ser que más de la mitad de los electores decidieron no participar. 

A escala nacional, Los Republicanos, el partido tradicional consevador y principal adversario de Macron, consiguieron un 38% de votos, seguidos de la unión del Partido Socialista y los verdes con un 34%.

Baja participación.  El dato más relevante fue el porcentaje de abstención. Este domingo, más del 65% decidió no participar, el porcentaje más bajo para unas elecciones regionales en Francia, 24 puntos más abajo que en la segunda vuelta de 2015. Entre los motivos puede estar la falta de interés en el poder de las autoridades regionales y departamentales y la insatisfacción con los candidatos.

Golpe contra Macron. La République en Marche (LREM) de Emmanuel Macron confirmó la mala elección del domingo anterior a pesar de que continúa teniendo bajo control a la presidencia y la cámara baja del Parlamento. A nivel nacional, solo un repunte en la participación podría haber cambiado el equilibrio de poder entre el oficialismo y la extrema derecha, pero eso no sucedió. De todos modos, Macron mantiene una buena imagen.

La extrema derecha tampoco pudo. Hace seis años, la ultraderecha fue la sorpresa electoral. En 2015, el espacio político de Marine Le Pen alcanzó 6 de las 13 regiones en primera vuelta, lo que llevó a un aumento de 10 puntos en la participación en la segunda vuelta para evitar que el Frente Nacional controle aún más territorios. Esta vez no pasó nada parecido. El partido de ultraderecha de Le Pen, rebautizado Agrupación Nacional (RN), alcanzó unos 20 puntos a nivel nacional, 7 menos que en 2015, y no consiguió su principal objetivo: la región de Provenza-Alpes-Costa Azul. Esta era la única región que aspiraba a ganar, después del mal resultado del domingo anterior, y que le allanaba el camino para una candidatura presidencial.

Los bastiones de los partidos tradicionales. Los resultados de la primera vuelta no fueron nada malos para Los Republicanos, tradicional partido de derecha, así como tampoco para el Partido Socialista. Estos son dos de los espacios políticos más golpeados desde que Macron ganó la elección de 2017 con su nuevo partido, LREM. Esta segunda vuelta renovó las posibilidades a tres candidatos conservadores que buscan sacarle el poder a Macron: Xavier Bertrand, Laurent Wauquiez y Valérie Pécresse. Tanto los republicanos como los socialistas reafirman el control a nivel local aunque, por ahora, no parecen lograr imponerse sobre las dos figuras de mayor proyección nacional, Macron y  Le Pen.

Ataques aéreos en Irak y Siria

El ejército de Estados Unidos bombardeó la frontera entre Irak y Siria. Washington dice que es la respuesta a un ataque iraní en Irak. Estados Unidos mantiene en Irak más de 2.500 soldados como parte de una coalición internacional. La noticia llega a días de varios cambios políticos en la región que pueden complicar el delicado vínculo entre Estados Unidos e Irán, actores que se encuentran en plena revisión del acuerdo nuclear. De los movimientos políticos que se den esta semana dependerá el siempre frágil equilibrio en la región, que funciona como caja de resonancia en sus aliados internacionales. 

Hasta que llegamos.

Nos encontramos el próximo lunes, 

Ayelén 

Soy periodista especializada en política internacional. Estudié Ciencia Política (UBA) y tengo un máster en Periodismo (UTDT). Viví un tiempo en Caracas, Madrid y Londres. Co-conduzco la Edición Internacional del noticiero de TV Pública y soy columnista en la semana en la Edición Central. Produzco y conduzco el podcast de análisis político de la revista Nueva Sociedad y escribo en distintos medios como Le Monde Diplomatique. Tengo tres obsesiones políticas: Bolivia, Brasil y Venezuela.