Un Hunter Thompson que reemplaza cocaína por cloroquina

Reino Unido se perfila para vetar Huawei y el frente contra China gana volumen. ¿Qué busca Putin con la reforma constitucional?

¡Buen día!

Una idea fijada que tengo desde el comienzo de la pandemia es que nadie va a querer saber nada de esto cuando termine. No creo, honestamente, que las crónicas, los diarios, los documentales, las novelas y demás registros de la pandemia vayan a cobrar mucho interés el día después. Ese relato –ficción, no ficción, da igual– lo estamos atravesando ahora y ya con eso es suficiente.

Y al guionista de este relato vivo hay que darle su crédito, porque si bien la está haciendo un toque larga también sabe inyectarle adrenalina. Esta semana, por ejemplo, Bolsonaro, el líder indiscutido de los negacionistas del coronavirus, dio positivo por coronavirus. Todos salimos a comentar el nuevo capítulo; fue un coro diverso. Que se lo merece por burlarse: justicia poética. ¿Y si se muere? Mirá si se muere Bolsonaro, boludo. Que la muerte no se le desea a nadie. ¿Y si recula, como hizo Boris Johnson cuando se contagió? Y así. 

Pero la clave de un buen relato es que haya giros pero también amagues. Que lo que podría ser un punto de inflexión, una novedad, quede absorbido por lo que ya conocemos, por todo lo que muestra el relato desde su origen. Y entonces a los 40 minutos de la noticia, cuando Bolsonaro terminó de hablar con periodistas –sí, ya contagiado–, después de decirle al país que estaba tranquilo, que quizás salía a pasear un rato, que se estaba drogando con cloroquina y estaba seguro de que iba a salir adelante, el coro empezó a teñirse de decepción. ¿Y si lo capitaliza a su favor, como hizo con la puñalada durante la campaña? El Presidente bien podría utilizar su recuperación para demostrar empíricamente cómo los medios exageran esta gripezinha. Un Hunter Thompson que reemplaza cocaína por cloroquina y transmite en vivo desde el Planalto, encuarentenado. 

Se sabe: el relato es eficaz si te deja enganchado, y para eso hay que dosificar. Para develar si es giro o amague habrá que esperar al próximo capítulo. Mientras tanto, hay otras cosas que te quiero contar. Empecemos.

En Cenital nos importa que entiendas. Por eso nos propusimos contar de manera sencilla una realidad compleja. Si te gusta lo que hacemos, ayudanos a seguir. Sumate a nuestro círculo de Mejores amigos.

OCCIDENTE ACELERA EL PULSO CON CHINA

Esta semana hubo una serie de movimientos importantes. 

El domingo: El diario británico The Telegraph reveló que el gobierno de Boris Johnson se prepara para vetar a Huawei en la construcción de la red 5G. La noticia, que al día siguiente fue confirmada por el resto de la prensa, dice que la decisión se va a hacer pública en los próximos meses pero que ya estaría tomada. 

  • El origen de la decisión, según consigna un reporte del Centro Nacional de Seguridad Cibernética, radica en las últimas sanciones de Estados Unidos a la empresa china (que contamos en este correo), que impiden a Huawei adquirir tecnología yanqui –vital en el área de semiconductores– para su desarrollo y la obligan a buscar proveedores alternativos. Ese cambio en la provisión, según la inteligencia británica, haría que la tecnología deje de ser “confiable” y se transforme en un riesgo a la seguridad nacional.
  • De confirmarse, sería la decisión geopolítica más importante de Boris Johnson desde su llegada al poder y revertiría tanto la política de su antecesora Theresa May –que admitió a Huawei– como la de su propia administración, que hace unos meses decidió excluir a la empresa china de las zonas más sensibles de la red pero no vetarla. La negativa de ese entonces había decepcionado a Washington. Los melones, finalmente, se acomodaron. 
  • Un veto total a Huawei convertiría a Reino Unido en el primer gigante europeo en hacerlo. Hasta ahora solo un puñado de países, que incluye a EEUU, Australia, Canadá, Japón y Taiwán anunciaron la prohibición. 
  • El club es pequeño en buena medida porque, si bien la sospecha de Huawei es compartida por otros países, sigue sin haber una empresa capaz de igualarla en términos de desarrollo, escala y costo a la hora de brindar equipamiento. Las europeas Nokia y Ericsson –que cuentan con el apoyo de EEUU– se acercan, pero siguen atrás. 
  • Eso hace que la decisión de Reino Unido –que implica desmontar el equipamiento chino previamente instalado, retrasando los planes para activar la red– sea relevante. Boris se acerca al club de los halcones antichina.

La noticia no fue bien recibida por las autoridades de la empresa y del Estado chino.

  • Victor Zhang, vicepresidente de Huawei, alertó sobre las consecuencias a largo plazo de la decisión, que van a afectar el “liderazgo actual” de Reino Unido en el despliegue de 5G. Dijo también que la empresa está buscando “gestionar las restricciones que propone EEUU” y se muestra abierta a dialogar con el gobierno para encontrar una solución.
  • Paul Harrison, vocero de la empresa para medios extranjeros en el Reino Unido, fue menos diplomático. Tuiteó que la Casa Blanca estaba detrás de la decisión del gobierno británico y es quien toma las decisiones ahora. 
  • El Embajador de China en Londres, por su parte, dijo que Reino Unido tendrá que “enfrentar las consecuencias” si trata a China como un “país hostil” al avanzar con el veto por razones de seguridad nacional. Advirtió también que tener a China como enemigo perjudica los “intereses” británicos. 

La discusión sobre qué hacer con Huawei está tomando vuelo en el resto de Occidente. El lunes, un día después de la revelación en Reino Unido, Francia anunció que recomendará a las operadoras telefónicas no construir 5G con Huawei, aunque no habló de un veto total. Otros países de Europa, interpretaron varios analistas, podrían tomar un camino similar: avanzar con la restricción, sin hablar de prohibición. Italia –el primer integrante del G7 en acoplarse a la Ruta de la Seda china– y España, al igual que otros países del Sur, buscan apartarse de la marea contra empresa y Estado. 

América Latina también figuró esta semana en el radar. En Brasil, donde la decisión sobre la construcción de la red tiene cada vez más fichas puestas, el ministro de economía Paulo Guedes admitió el finde, mientras hablaba sobre 5G, que el país está considerando las “sospechas” que despierta China en toda Europa y Estados Unidos, y etiquetó a la decisión como un “problema geopolítico”. El camino para la empresa en la región, sin embargo, está mucho más allanado que en Europa. El martes, la cancillería argentina recibió a la empresa para comenzar a discutir cómo va a ser la implementación de la red. 

El problema de Hong Kong

Cuando el embajador chino en Londres advertía sobre no hacer de China un enemigo no se refería únicamente al veto del 5G: Reino Unido fue uno de los primeros países en condenar la ley de seguridad en Hong Kong, que entró en vigor la semana pasada. Boris Johnson, quien no es particularmente un entusiasta de la inmigración, anunció una hoja de ruta para otorgarle la ciudadanía británica a más de 3 millones de residentes de la isla. La ley, según explicó Johnson al Parlamento esta semana, “viola el alto grado de autonomía de Hong Kong”, así como la declaración conjunta de 1997 entre China y Reino Unido, el origen de la fórmula “Un país, dos sistemas” que rige en la isla. 

Refresquemos lo que charlamos hace unas semanas, cuando te conté sobre la ley:

  • Redactada por Beijing, es la respuesta a la ola de protestas del año pasado y se propone criminalizar cualquier actividad “separatista” o “terrorista», la “subversión de los poderes del Estado” la “injerencia de poderes extranjeros” o cualquier acto que ponga en peligro la seguridad nacional.
  • Uno de los problemas: es ambigua respecto al significado de esas actividades. El primer día que se aplicó, por ejemplo, detuvieron a un hombre que tenía una pancarta que pedía por la independencia. La interpretación va a cuenta de Beijing; las penas, que pueden alcanzar la cadena perpetua, son fijadas por jueces nombrados por las autoridades de la isla, que responden al Partido.
  • La ley también permite el desembarco del gobierno chino en la isla, al crear una agencia de Seguridad Nacional para “dar apoyo” a la iniciativa. Se teme que aumente el monitoreo de redes sociales e internet.
  • Según el artículo 38, la ley aplica también para quienes estén fuera de Hong Kong o quienes no sean residentes permanentes. Como también incluye un artículo de implementación que permite “interceptar comunicaciones”, las autoridades podrían solicitar acceso a datos de usuarios del resto del mundo que posteen contenido sobre lo que pasa en la isla.

Hubo repudio de buena parte de Europa, Australia, Estados Unidos, Canadá y no mucho más. Pero uno de los mensajes más fuertes vino de las empresas tecnológicas: Facebook, Twitter, Telegram y Google avisaron que dejarán de compartir información de sus usuarios con las autoridades de la isla. Una plataforma se sumó al boicot: TikTok, que pertenece al grupo chino ByteDance. Si recordás lo que hablamos la semana pasada acerca del veto de India a la aplicación te darás cuenta de que se trata de una maniobra llamativa: TikTok encontró una oportunidad para mostrarle al mundo su autonomía del Partido Comunista Chino. El timing importa: además de India, ahora es Estados Unidos quien analiza prohibirla, según reveló el Secretario de Estado Mike Pompeo.

El backlash de plataformas tecnológicas no irradia buenos mensajes al pujante distrito financiero de Hong Kong. La narrativa del business as usual peligra a medida que escala la atención del resto del mundo en la ley. Y el riesgo para Beijing no es únicamente el retiro de capitales privados, si bien considera a la ley como un instrumento necesario para garantizar su control en un territorio propio. 

Me gustaría señalar 3 apuntes apurados.

  1. La cuestión de Hong Kong se anexa a una agenda antichina que gana volumen: a la actitud inicial con el virus y las sospechas con Huawei se le suman los informes sobre esterilización forzada de uigures, los juegos intimidatorios en el Mar del Sur chino, los roces en el Himalaya y el tono cada vez más frontal de sus diplomáticos en todo el mundo. El backlash viene en paquete.
  2. El frente de jugadores también gana volumen. India y Reino Unido anuncian distancia, las posturas de Europa y Estados Unidos contra China están cada vez más alineadas y gigantes del Pacífico como Australia y Japón estrechan sus vínculos militares para sacar pecho. Pese al unilateralismo de la primera potencia global, hay algo que está tomando forma.
  3. Una victoria de Joe Biden en noviembre –un escenario cada vez más probable según las encuestas– le daría una fuerza, dirección y contenido al frente que hoy resulta imposible con Trump. Biden es, en varios sentidos, una amenaza mucho más tangible para Beijing. Noviembre importa también por esto.

LA ILUSIÓN DE UN PUTIN ETERNO

La semana pasada, los rusos aprobaron el referéndum constitucional propuesto por Putin. Fue abrumador: el 78% dijo que sí en una votación donde la participación fue del 67%. 

Fueron seis días los habilitados para votar y hasta se permitió la modalidad online para quienes no pudieron salir, una ecuación que contribuyó a los resultados, que fueron mucho mejores que lo que pronosticaban las encuestas. Hubo, de todas maneras, denuncias de irregularidades, pero estas tuvieron más que ver con incentivos para participar que con un esquema de fraude. 

Le pregunté a Noelia Perez Rivaben, traductora de ruso y analista, cuáles eran los puntos principales de la nueva constitución. 

  • La reforma reinicia el contador del mandato y habilita a Putin a presentarse a dos más (hasta 2036). Será la última que vez que suceda algo así: la nueva constitución fija un límite de dos mandatos totales para el Presidente.
  • Los criterios para ser candidato a Presidente cambian. Tienen que ser mayores a 35 años de edad, con más de 25 de permanencia en el país. No deberán tener doble nacionalidad o permiso de residencia en el extranjero, al igual que propiedades afuera, una medida que afecta sobre todo a sus enemigos exiliados.
  • La figura presidencial gana poder sobre el Parlamento. El Presidente ahora puede elegir al Primer Ministro y el legislativo solo acepta. Otros cargos como los jueces de la Corte Suprema, la Corte Constitucional y el Presidente del Banco Central también quedan en manos del líder de Estado.
  • La reforma también empodera al Consejo de Estado, un órgano consultivo que hoy el Presidente dirige, como herramienta del Poder Ejecutivo, lo que ha sido interpretado como un eventual destino de Putin si deja el cargo.
  • También incorpora elementos conservadores y tradicionalistas. Remarca que el matrimonio es entre un hombre y una mujer y consagra la “fe en Dios” del país, al igual que el idioma ruso. 

El referéndum me pareció una buena excusa para conversar con Hinde Pomeraniec, autora del libro Rusos de Putin. Postales de una era de orgullo nacional y poder implacable

Hinde me contó que la reforma ya había sido aprobada por las instituciones y el referéndum no vinculante era una manera de buscar legitimación popular a su figura, proyectar la idea de que los rusos quieren que Putin siga en el cargo. Y que si bien fue postergado por la pandemia, el Kremlin no quiso esperar mucho más por temor a que el impacto económico de la crisis se vea reflejado. Por lo demás, más que el boleto para la eternidad –Putin va a tener 84 años en 2036–, Hinde lo ve como una maniobra para ganar tiempo de cara a la sucesión.

“Con esto elimina la figura del pato rengo (lame duck), que tendría con el límite de tiempo en el poder. Esto le permite mantenerse fuerte para negociar con el resto del mundo en un momento donde la economía rusa necesita un respiro de las sanciones y recuperar algo del vínculo con Occidente”, me dijo Hinde. “Putin, si bien le cuesta imaginarse fuera del poder, está formando cuadros jóvenes, preparando a un sucesor desde adentro. Así ha sido siempre en Rusia desde la época imperial”. 

Por ahora, me explicó, Putin sigue sosteniéndose en la figura del Homo sovieticus, los sectores de la sociedad rusa que vivieron el comunismo y la Perestroika, y a los que el Presidente les devolvió el orgullo que sentían que el mundo les había quitado. “Es una mentalidad guiada por una identidad más colectiva que individual, donde el Estado se ocupa de vos y la iniciativa personal no es vista como un valor, algo que tampoco sucede con la idea del cambio o la alternancia. También es desconfiada por naturaleza: cualquiera puede venir y ponerte en peligro, y lo mismo sucede con el resto del mundo. Es conservadora en términos culturales”.

En sus viajes a Rusia Hinde rastreó esta mentalidad en escenas cotidianas, algunas de ellas figuran en el libro. Ese modelo, dice, sigue estando. Pero también hay una realidad que al Kremlin le cuesta cada vez más neutralizar: los rusos jóvenes. Nacidos en la era Putin, sin recuerdos del comunismo o de ese orgullo que el mundo les quitó, mucho más conectados con el resto del mundo que sus padres y con menos prejuicios culturales, la juventud rusa puede ser un dolor de cabeza en esta nueva etapa. 

“A estos pibes no les cabe el modelo del Homo sovieticus –dice Hinde–. Si Putin termina saliendo del poder de manera forzada va a ser por ellos”. Y sugirió poner un ojo en las organizaciones juveniles, que hasta ahora siguen sin encontrar un líder que pueda capitalizar y aglutinar el sentimiento opositor. Eso, junto a la economía –“A Rusia el vivir con lo nuestro, potenciado tras las sanciones occidentales y ahora con la pandemia, le está costando cada vez más caro”– y la relación con Estados Unidos, que puede volver a tensarse si gana Biden en noviembre, son, según ella, las tres cosas a seguir de Rusia de acá en adelante.

PICADITO

  1. Trump y López Obrador intercambian flores y elogios; México mira al acuerdo con Washington para la economía de la pospandemia.
  2. Francia: Macron presenta su nuevo gabinete; el perfil sigue en la centroderecha.
  3. Renuncia el vicepresidente de Ecuador.
  4. Irán: un incendio en una central nuclear despierta sospechas sobre ataques desde Israel; el gobierno admite que la producción se verá afectada.
  5. Siguen los enfrentamientos étnicos en Etiopía: ya hay 239 muertos. 

QUE ESTOY SIGUIENDO

El martes, la fiscalía de México anunció la identificación de Christian Rodríguez, uno de los 43 estudiantes desaparecidos en 2014. El cuerpo había sido encontrado en noviembre, a un kilómetro del basurero donde supuestamente los jóvenes fueron asesinados por un grupo delictivo. El hallazgo derriba la versión del gobierno de Peña Nieto, presidente en ese entonces, y de su partido, el PRI, que hablaban de un homicidio masivo en el basurero, y que fue rechazado por las familias de los estudiantes. Se trata de la primer gran revelación luego de que la fiscalía reabrió la investigación en 2019. 

La identificación del cuerpo se dio con el apoyo del Equipo Argentino de Antropología. Una linda manera de conocer la historia del equipo es con esta crónica de Leila Guerriero.

QUE ESTOY LEYENDO

Esta semana el Financial Times inauguró una serie de notas para reflexionar sobre el contrato social para la pospandemia. Quiero recomendarte este texto de Martín Wolf que tiene de todo: crisis de la democracia liberal, la importancia de darle vitalidad a las clases medias y posibles efectos de la crisis. A diferencia de la gran mayoría de contenido del FT, se lee gratarola. Eso sí: está en inglés, pero con traductor va joya.

LO IMPORTANTE

Esta semana descubrí una cuenta que tuitea frenéticamente memes de historia y están muy pero muy bien. Van dos que me gustaron, sobre la ONU y el genocidio de Ruanda y sobre Grecia y Turquía. 

Bueno, con eso creo que estamos por hoy. Gracias por haber llegado hasta acá. Lo valoro mucho. 

Cuidate mucho y no uses cloroquina.

Un abrazo,

Juan

PD: Hoy se celebra el Día de la Independencia y es una linda ocasión para que te sumes a Cenital. Un proyecto que es Independiente gracias a sus lectores y lectoras.

Creo mucho en el periodismo y su belleza. Escribo sobre política internacional y otras cosas que me interesan, que suelen ser muchas. Soy politólogo (UBA) y trabajé en tele y radio. Ahora cuento América Latina desde Ciudad de México.