Turismo de las vacunas

En Brasil, Jair Bolsonaro presenta un plan de vacunación sin fecha de inicio y desata críticas. En Cuba, el gobierno se prepara para desplegar una nueva política monetaria a partir del primero de enero mientras en Estados Unidos los republicanos radicalizan su pelea legal por el resultado electoral de noviembre.

¡Buen día! 

Estamos a tres semanas de fin de año y empiezo a sentir esa especie de sedación paliativa que genera diciembre, un engaño necesario que nos convence de que todo estará mejor el año que viene. 

Si bien no creo que el 2021 sea mejor, reconozco que llegamos a diciembre con vacunas y eso no es poco, además de que no quiero quedar del lado de los que descreen de la idea de un futuro que promete cosas mejores.

Bueno, mejor pasemos a revisar algunos de los temas de política internacional.

EL MUNDO ESTA SEMANA

En Brasil, Jair Bolsonaro presenta un plan de vacunación sin fecha de inicio y desata críticas. En Cuba, el gobierno se prepara para desplegar una nueva política monetaria a partir del primero de enero mientras en Estados Unidos los republicanos radicalizan su pelea legal por el resultado electoral de noviembre.

En Cenital nos importa que entiendas. Por eso nos propusimos contar de manera sencilla una realidad compleja. Si te gusta lo que hacemos, ayudanos a seguir. Sumate a nuestro círculo de Mejores amigos.

Además, la carta de Evo Morales a Alberto Fernandez y un podcast de Michelle Obama.

TURISMO DE LAS VACUNAS EN BRASIL

Me encantaría poder hablarte de otra cosa que no sean las vacunas, es algo que deseo más que vos, pero es imposible. Mientras el tema esté en boca de todos, la propuesta es traerte algunos enfoques políticos sobre el asunto. La semana pasada hablamos sobre el impacto de la aprobación de la vacuna en Reino Unido en las negociaciones sobre el Brexit y ahora quiero contarte cómo el tema golpea en la política brasileña. 

No es nuevo que el mal manejo de la emergencia sanitaria en Brasil enfrenta al gobierno nacional con los gobiernos locales pero la tensión entre el presidente Jair Bolsonaro y el gobernador de San Pablo, João Doria, alcanzó su pico más alto en los útlimos días, cuando Doria anunció que iba a importar, fabricar y hasta aplicar las vacunas sin importarle lo que decidiera el gobierno federal. 

Ya hablamos en este newsletter de la “diplomacia de las vacunas”, también del “nacionalismo de las vacunas”, pero Brasil sumó un nuevo concepto: el turismo de las vacunas. ¿Qué es lo que pasó? Doria dijo que “todo brasileño que esté en San Pablo podrá vacunarse sin mostrar su residencia. San Pablo es parte de Brasil, no puede darle la espalda a ningún brasileño”. Esto encendió las señales de alerta debido a que, ante la ausencia de una campaña nacional de vacunación, muchos brasileños de otros estados podrían viajar a este estado para recibir su dosis. 

Por supuesto, la actitud de Doria tiene más de cálculo político que de amor ciudadano. El gobernador de San Pablo perfila como presidenciable para el 2022 por eso ha optado por usar el impulso que su partido ha sabido cosechar en las últimas elecciones municipales, para así discutir con Bolsonaro a fin de posicionarse como el actor racional en medio de tanto caos. 

En el medio está también la opinión pública. El sábado se complicó todo cuando Folha, sacó una editorial pidiendo una política de vacunación urgente. “¡Basta de la negligencia homicida de Bolsonaro!”, tituló uno de los medios más importantes del país. Y siguió diciendo que “la estupidez asesina del presidente Jair Bolsonaro ante la pandemia del coronavirus ha traspasado todos los límites”. Muy sereno el debate, sí.

A todo esto, según una encuesta publicada ayer, la aprobación del gobierno de Jair Bolsonaro se mantiene en un 37%, el mismo nivel registrado en agosto y el mayor desde que llegó al poder en 2019. La socióloga de la Universidad Federal de San Pablo Esther Solano explica este fenómeno acá

El artículo cuenta que ha habido un cambio de estrategia comunicacional que corrió a sus hijos del espacio público y que ha domesticado a un Bolsonaro que está más moderado que en los inicios de su presidencia además de que su popularidad aumentó entre los más pobres a causa de las ayuda de emergencia.

Por supuesto, esto tiene su impacto en la sociedad. Según una encuesta de Datafolha, existe un número creciente de personas que no quieren vacunarse contra coronavirus. Mientras en agosto solo el 9% reveló que no quería la dosis, la semana pasada este número trepó al 22%.

QUÉ PASA EN CUBA

Mientras en Argentina el Congreso daba media sanción al proyecto de legalización del aborto, en Cuba (primer país en legalizar la interrupción voluntaria del embarzo en América Latina hace más de medio siglo atrás) el presidente Miguel Díaz-Canel anunciaba un «proceso de unificación monetaria y cambiaria» como una forma de ordenar la economía del país.

Cualquiera que haya estado alguna vez en La Habana conoce bien el tema de las dos monedas. Una es el peso cubano, al que no tiene acceso el turista. Bueno, me dirás que vos sí, que fuiste a comer a un paladar, con unos amigos cubanos, un plato espectacular por menos de un dólar, pero sabemos que esa no es la regla. Otra es el peso convertible cubano, más conocido como CUC, que equivale a un dólar y que fue creado en los años noventa como moneda para turistas y también para el intercambio en el comercio exterior, entre otras cosas. 

El anuncio fue difundido en tele al mejor estilo cubano. De un lado, Raúl Castro enfundado en uniforme militar, del otro Díaz-Canel con una camisa blanca, leyendo con pompa un anuncio del que no se podía correr ni una coma, ambos sentados detrás de un pesado escritorio de madera, delante de unas plantas de color verde intenso y al costado de una la bandera nacional. Escenario austero y un mensaje conciso y concreto, como todo en Cuba, que no esquivó anunciar los riesgos que podría desencadenar esta medida: la amenaza inflacionaria. 

El anuncio llega en el mismo momento en que el gobierno intenta desactivar el rebote internacional que tuvieron una serie de protestas encabezadas por un una red de activistas, artistas y periodistas menores de 40 años, conocidos como el Movimiento San Isidro (esta nota de BBC Mundo explica quiénes son), que pedían la liberación del rapero Denis Solís después de que denunciara la inspección ilegal en su casa. 

La denuncia de este sector opositor es la siempre: protestan contra las políticas represivas del gobierno y contra la libertad de expresión (esta nota del El País lo cuenta bien). La lectura del oficialismo también es la siempre: denuncian que Solís estaba vinculado a grupos terroristas en los Estados Unidos que lo que buscan es desestabilizar el país (esta nota de Cubadebate desarrolla esta posición). Nada nuevo en los argumentos, sí en los hechos: una protesta que inicialmente encontró un canal de diálogo entre gobierno y manifestantes aunque eso duró poco. Sobre los cambios sociales que han tenido lugar en la isla en las últimas décadas, pueden leer este artículo publicado en la revista Nueva Sociedad

Ahora, ¿cómo se vincula una cosa con otra? Una colega cubana que trabaja para una agencia internacional de noticias me cuenta, desde La Habana, que “el anuncio de la unificación monetaria apagó el tema San Isidro”, aunque también me explica que las protestas han tenido más repercusión fuera que dentro del país “porque es un fenómeno más vinculado a las redes sociales y en Cuba no todos tienen acceso a internet”, además del factor demográfico que hace de Cuba uno de los países más envejecidos de América Latina y, por lo tanto, menos vinculado al tema redes sociales. También señala que en los últimos días fue el propio gobierno el que llevó el tema a la televisión nacional y ahí muchos de los que no estaban al tanto comenzaron a enterarse del asunto desde la mirada oficial, es decir, la lectura que el Movimiento San Isidro (MSI) “forma parte de un guión de golpe blando” de los Estados Unidos en Cuba.

Otro de los puntos de contacto entre una cosa y otra es que una de las demandas de este movimiento era el cierre de las tiendas de Monedas Libremente Convertibles (MLC). ¿Qué es esto? Son locales comerciales que empezaron a funcionar a mediados de año donde se venden productos en dólares o, como sostuvo el presidente cubano, una medida que tiene como objetivo captar las divisas que el país necesita en momentos que se ha frenado el turismo, principal fuente de ingresos. Desde el MSI consideran que «las tiendas en MLC son una injusticia, un clasismo, un apartheid». 

Al preguntarle a la colega cubana cómo está el clima social, me dice que está tranquilo en las calles pero que existe mucha incertidumbre sobre el futuro en un país donde el fantasma de la crisis de los noventa, más conocido como “período especial”, nunca terminó de borrarse del recuerdo de las personas mayores de 60 años, es decir de más de ese 20% de la población.

En las próximas semanas y hasta el primero de enero, cuando comienza a aplicarse esta nueva política monetaria en la isla, habrá que tener la mirada atenta en los movimientos políticos que puedan llegar a darse en Cuba, en un contexto social en el cual cualquier chispa puede encender el bosque. 

NO ES TRUMP, SON LOS REPUBLICANOS

Mientras hoy Estados Unidos empieza a aplicar la vacuna después de conseguir su aprobación, el presidente Trump sigue pataleando ante la nada después de que la Corte Suprema rechazara la demanda de Texas para desconocer los resultados electorales. Pero el punto distinto que veremos esta semana es que consigue apoyo del Partido Republicano en esta pelea. 

Una franja cada vez mayor se está uniendo a su causa en una dinámica que genera preocupación sobre el respeto del partido a los principios democráticos básicos. ¿Qué es lo que pasó? 106 miembros republicanos del Congreso y 18 fiscales generales estatales están pidiendo a la Corte Suprema que revoque la elección.

Esta nota de The Atlantic (en inglés pero con el traductor de Google va bien) explica el tema.

RETROSPECTIVA

CARTA DE EVO MORALES

Esta foto la saqué hace un mes en el paso fronterizo de La Quiaca. Se ve al presidente argentino señalando a un periodista con quien había estado conversando la noche anterior. Lo apunta con el dedo, hace una broma que solo ellos entienden, Morales se ríe. Unos minutos después, Evo cruzaría a pie la frontera en compañía de Alberto Fernández después de once meses de refugio en Argentina. En esa despedida Morales le agradeció a Fernández por “salvarle la vida”.

El sábado pasado, desde Cochabamba, el expresidente envió una carta de agradecimiento al gobierno argentino por su tiempo en Buenos Aires al cumplirse un mes de su partida. “Nunca olvidaré la solidaridad del pueblo argentino que ahora también es mi pueblo”, termina. La pueden leer acá.

TODO OCIO ES POLÍTICO

Antes que nada quiero decir que esta foto de Michelle Obama es increíble. Tal vez ya lo conocés porque tiene unos meses pero, en el caso que no, es bueno que sepas que la ex primera dama tiene su propio podcast que –atención con lo que sigue– lo describe como un podcast que no es político. Creo que lo más potente que tiene esta propuesta es entender cómo hacer política por otros medios. 

Así que, si sabés algo de inglés, podés escuchar a Michelle Obama hablando con tres amigas sobre la amistad entre las mujeres, con una ex compañera de trabajo sobre el crecimiento profesional o con su madre sobre la maternidad en The Michelle Obama Podcast.

Para arrancar (o en el caso que solo quieras escuchar uno porque tampoco tanto amor por Michelle) te sugiero que escuches este episodio, una conversación con el ex presidente Obama.

HASTA LUEGO 

Y bien amigos, nos volvemos encontrar el lunes que viene. Ya sabés que me podés escribir a este correo que te estaré leyendo, tardo un poco en responder pero contesto.

Te mando un fuerte abrazo,

Ayelén

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Soy periodista especializada en política internacional. Estudié Ciencia Política (UBA) y tengo un máster en Periodismo (UTDT). Viví un tiempo en Caracas, Madrid y Londres. Co-conduzco la Edición Internacional del noticiero de TV Pública y soy columnista en la semana en la Edición Central. Produzco y conduzco el podcast de análisis político de la revista Nueva Sociedad y escribo en distintos medios como Le Monde Diplomatique. Tengo tres obsesiones políticas: Bolivia, Brasil y Venezuela.