Tenemos que hablar de Villa

Esta semana no se puede hablar de otra cosa que la segunda denuncia de violencia de género que recibió el goleador de Boca. ¿Tenemos que hacernos algunas preguntas?

Hola, ¿cómo estamos?

(Vuelvo a presentarme. Mi nombre es Ezequiel, tengo 31 años y me dicen Zequi. Soy varón, heterosexual, cis. Toda la vida fui a la cancha y jugué torneos amateurs. Hace poco llevé a mi hijo a ver un campeonato de unos amigos y me di cuenta que algunos valores de esos escenarios son el mal. Todavía no logré desprenderme del todo de los conceptos de que perder es de cagón, de algún odio hacia el rival y de que cada tanto se me escape un “hijo de puta” en la cancha. 

Una tarde de tribuna, en el final de mi adolescencia, mi papá me marcó que la canción que estaba cantando era el relato de un homicidio y que había una familia detrás de eso, no pude hacer el clic sobre algunos comportamientos. El fútbol es un estadio en donde juegan la moral, la política y la ideología. 

Creo que tenemos que sentarnos a pensar.)

¿Sabemos todos y todas acá que Sebastián Villa está denunciado por abuso sexual e intento de femicidio?

En Cenital nos importa que entiendas. Por eso nos propusimos contar de manera sencilla una realidad compleja. Si te gusta lo que hacemos, ayudanos a seguir. Sumate a nuestro círculo de Mejores amigos.

¿Que tiene otra causa en curso, elevada a juicio oral, por violencia de género?

¿Lo sabemos porque es jugador de Boca?

Si fuera de otro club, ¿nos hubiéramos enterado?

Si ejerciera otra profesión, ¿sería más o menos criticado? ¿Podría seguir trabajando si no jugara a la pelota?

¿Tenemos derecho a decir cualquier hipótesis que se nos pase por la cabeza con tal de que siga o no jugando?

Que posea un muy buen pasar económico por ser futbolista, ¿justifica la hipótesis de que la denuncia sea solo para sacarle plata? 

¿Es distinto (más o menos grave) que sean dos denuncias, en vez de una sola?

Que por ser jugador de Boca sea famoso, ¿habilita la hipótesis de que la denuncia sea solo para ganar fama?

Que la oposición en Boca esté ligada al Poder Judicial, ¿habilita la hipótesis del oficialismo del club de que la denuncia sea una operación desestabilizadora?

¿Aunque sea una hipótesis que ignore a las víctimas?

¿Aunque cualquiera de esas hipótesis banalice un cuerpo lastimado o una identidad vulnerada?

¿Qué entramado hay en nuestra cabeza para que el primer reflejo sea decir que la víctima miente?

La violencia de género mata, ¿importa? ¿A quién? ¿A quién no le importan esas muertes?

¿O que pensemos que se orquesta para perjudicar a Boca?

¿La hinchada de Racing, que fustigó al jugador, hubiera reaccionado de la misma manera si fuera un futbolista denunciado que vistiera su camiseta?

¿Estuvo bien el cantito en el estadio de Lanús de “Tomala vos, damela mí, el que no salta, es un violín”?

¿Puede Villa, por más o menos culpable que sea, ser víctima de un sistema de discriminación que se personifica en los gritos racistas que recibe?

La platea de Boca que gritó su penal convertido y lo aplaudió, ¿avala automáticamente una violación? ¿Se puede separar el gol del goleador?

¿Por qué Boca debería separar a Villa hasta que se resuelva la cuestión?

¿Para qué sirve un protocolo de género?

En una Justicia patriarcal, que no toma en serio a las denuncias, ¿se degrada el principio de inocencia?

¿Por qué el plantel profesional de Boca nunca pasó por un taller de igualdad de género?

¿Por qué el plantel de Racing gambetea la responsabilidad del taller de género dispuesto obligatoriamente por la Ley Micaela en la provincia de Buenos Aires?

¿Por qué ocurre el mismo escenario en casi todos los clubes?

¿Es culpa de los y las dirigentes? ¿De los y las asociadas? ¿Y los jugadores? 

¿Nunca dicen nada los jugadores?

¿Hay una casta de futbolistas? 

¿Hay tanto cagazo por romper un pacto de complicidad?

¿Por qué si posan con tanto cartel de violencia de género siempre callan?

¿Por qué Riquelme aboga públicamente por la teoría de que la violencia es parte del ámbito privado?

¿Por qué sería un gran deportista profesional un ser humano que no responde al criterio básico del cuidado de los y las otras?

Si Riquelme no fuera la conducción de Boca, ¿diría lo mismo?

Si fuera cualquier otro dirigente del fútbol argentino que no hubiera sido ídolo, ¿se lo dejarían pasar tan cómodamente?

¿Por qué Riquelme nunca participó de un taller de género y aun así declara públicamente?

Riquelme, que es padre de una mujer, ¿diría lo mismo si la denunciante fuera su hija?

¿Riquelme salió a limpiar la imagen de Boca o la de Villa?

¿Puede un ídolo mear fuera del tarro y continuar siendo ídolo?

Que no haya una sola mujer en el Consejo de Fútbol de Boca, ¿incide en la forma en que se decide?

¿Las áreas de género poseen un poder real o son una pantalla?  

¿Es una provocación o una convicción o una distracción de parte de las redes sociales de Boca desearle feliz cumpleaños a Villa en el medio de esta situación?

¿Por qué no lo hicieron cuando el jugador se encontraba en un conflicto contractual con la institución?

Penalizando a las personas, ¿la estructura se mueve o queda intacta? ¿Sirve el ejemplo? ¿Es como la Justicia, se sienta precedente?

¿Es cómplice un entrenador que dispone en el once titular tres jugadores que tuvieron causas de violencia de género?

¿Qué pueden hacer los y las fanáticas de Boca o del fútbol que quieren un mundo distinto?

¿Por qué el Manchester United y la Premier League hicieron algo diferente a Boca y a la AFA?

Desde 2015, el año de #NiUnaMenos, hasta la fecha, hay 28 futbolistas en Argentina denunciados por abuso o violencia de género, ¿qué hicimos para modificarlo? ¿Hay más casos?

¿Por qué estamos hablando sobre esto?

¿Cuántas vidas se pueden salvar si hablamos y nos preguntamos más sobre la violencia hacia las mujeres, lesbianas, gays y disidencias?

Leeré tus respuestas. 

Abrazo grande,

Zequi

Soy periodista desde 2009, aunque pasé mi vida en redacciones con mi padre. Cubrí un Mundial, tres Copa América y vi partidos en cuatro continentes diferentes. Soy de la Generación de los Messis, porque tengo 29 y no vi a Maradona. Desde niño, pienso que a las mujeres les tendría que gustar el fútbol: por suerte, es la era del fútbol femenino y en diez años, no tengo dudas, tendremos estadios llenos.