¿Qué pasa en Formosa con el coronavirus?

La provincia gobernada por Gildo Insfrán es una de las dos que no cuenta con pacientes con COVID-19 pero hay quienes denuncian el ocultamiento de datos. Los números de dengue.

«Formosa miente y esconde sus datos sobre coronavirus», denunció días atrás el director de la Central de Emergencias Médicas del Ministerio de Salud Pública del Chaco, Nicolás Ivancovich, en un programa televisivo. Las declaraciones de la autoridad sanitaria pusieron en debate el ocultamiento de datos epidemiológicos en Formosa donde no hay registrados pacientes afectados con COVID-19. Otro que se sumó a las críticas fue el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales: «No sé cómo les da cero casos. Tenemos submediciones, subregistros, porque no tenemos la capacidad de hacer el testeo universal»

Hasta el momento, el total de casos confirmados en Argentina es de 4.783, de los cuales 249 fallecieron en todo el país. Respecto a los confirmados, el 19% son importados, 43% son contactos estrechos de casos confirmados, y el 28% son casos de circulación comunitaria y el resto se encuentra en investigación epidemiológica.

Al ser consultado por Cenital, el presidente de la Sociedad Argentina de Infectología, Omar Sued, plantea que la ausencia de casos se debe a que «había poco turismo, se cerraron a tiempo las fronteras y no llegó gente con la infección». De esta manera, considera que «es menos probable haya un subdiagnóstico porque en este momento se está haciendo el diagnóstico no solo en las personas que vienen afuera sino en todas las neumonías y en todo el personal de salud que tenga fiebre».

«Las críticas son por desconocimiento, en una provincia relativamente chica con 600 mil habitantes nos conocemos y esto no puede ocultarse. Es tratar de tapar el sol con el dedo, es imposible. Es una cuestión aleatoria porque hemos tenido personas que han viajado a Europa, le hicimos el seguimiento y dieron negativo. Hay un sistema de salud que está preparado para hacer rápidamente la vigilancia y si surgiera alguna duda hacemos la prueba en laboratorio en 24 horas», afirma el director de Epidemiología de Formosa y director del Hospital Central, Mario Romero Bruno.

Controlavirus

Se comenzó con los controles de temperatura en las fronteras a cargo de la policía provincial, gendarmería nacional y personal del ministerio de Desarrollo Humano (la cartera de Salud de Formosa) días antes a que se declarara el 19 de marzo el aislamiento social preventivo y obligatorio a nivel nacional. «Después de que se declara la situación de emergencia sanitaria nacional empezamos a fortalecer esos controles y fueron más estrictos. Establecimos un corredor sanitario controlado y toda persona que ingresa a Formosa que no esté contemplada en las excepciones previstas en el inciso 6 el DNU deben guardar aislamiento preventivo obligatorio notificado por escrito», señala el ministro de Gobierno, Jorge González.

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A cualquier persona que cruce la frontera provincial se la somete a un control de temperatura, se le notifica que debe guardar aislamiento obligatorio por 14 días y es acompañada hasta el domicilio donde debe hacerlo. En caso de tener síntomas, es trasladada a la Unidad de Pronta Atención de la Contingencias, correspondiente al ministerio de Desarrollo Humano, para ser aislada en un establecimiento médico y se le toma la muestra para analizar si da positivo de COVID-19. A aquellos que ingresaron a territorio formoseño sin síntomas se le realizan dos tipos de controles diarios: uno telefónico para saber cómo se encuentra el estado de salud -si presentó algún síntoma como fiebre o complicaciones respiratorias- y otro que son visitas aleatorias en su domicilio declarado para realizar la cuarentena por parte de la policía de la provincia con personal del ministerio de Desarrollo Humano. Si la persona no se encuentra en el domicilio, se le solicita a la Justicia la orden de detención.

Según Bruno, «hasta ahora han tenido 15 o 16 pacientes cuyas pruebas han sido negativas y pacientes en cuarentena con fiebre pero que han sido por otro motivo». Si bien espera que esta situación se mantenga para que la infección no se disemine, el presidente de la Sociedad Argentina de Infectología afirma que provincias como Formosa y Catamarca «siempre van a estar en riesgo porque el país no es cerrado, las fronteras no están totalmente clausuradas y siempre están las posibilidad de penetración. Por ejemplo Formosa desde Chaco, Catamarca desde alguna otra provincia o desde Chile».

¿Y el dengue?

«Los que somos creyentes decimos que es una bendición de Dios, pero a Dios hay que ayudarlo con políticas públicas», reflexiona el ministro de Gobierno provincial y aclara que Formosa tiene «un sistema de salud con complejidad creciente con toda la provincia atendida, lo que implica un tremendo esfuerzo financiero y presupuestario por parte del Estado».

La referencia es porque de acuerdo a cifras difundidas por el ministerio de Salud Pública de Paraguay, en los últimos meses, se confirmaron 40.205 casos y fueron notificados otros 176.577 sospechosos según reportes a nivel país. El número de víctimas por dengue asciende a 59. Con esa explosión de casos vecinos, Formosa tiene 3241 casos confirmados de dengue, según la Dirección de Epidemiología provincial; la Ciudad de Buenos Aires, por citar un distrito con fronteras menos problemáticas y con un PBI per cápita privilegiado -aunque con una población casi cinco veces mayor- registra casi 6 mil según el último parte del Boletín Epidemiológico porteño.

«Tenemos al lado el foco infeccioso de América Latina que es Paraguay y el mosquito pasa la frontera sin hacer migraciones. ¿Cómo explicas que tengamos menos casos que Buenos Aires? Son modelos políticos distintos. Allá mucha gente no sabe que existe el dengue, en cambio a un niño o niña de Formosa de 8 años si le preguntás te va a explicar qué es y los métodos para la prevención porque lo explicamos en las escuelas», remarca González.

Formosa presenta transmisión comunitaria del DEN 4, uno de los serotipos del dengue, en Formosa, Clorinda, Laguna Blanca y algunas localidades sobre la ruta 86. Sin bien la provincia ha tenido unos pocos casos importados de DEN 1 y DEN 2, el director del Hospital Central precisa que «el 70% de los casos son autóctonos en esas localidades, en el resto de la provincia no hubo reportes». Hasta el momento se registró un caso de muerte por dengue probable y existe un paciente por dengue grave. «Tenemos una circulación de un virus que anteriormente no lo habíamos tenido porque antes había circulado el tipo 1 y eso hace que las personas que hayan tenido antecedentes lo pone en mayor riesgo», argumenta Bruno.

En cuanto a las acciones del gobierno provincial para controlar al dengue, el médico epidemiólogo señala que hay fuertes trabajos de descacharrizdo y fumigaciones domiciliarias y espacios abiertos desde hace varios años. «Tenemos máquinas de todo tipo con personal entrenado pero lógicamente al ser frontera nos toca esta situación. Le estamos haciendo frente a una situación muy grave en toda América y en Paraguay sobretodo», enfatiza.

Investigaciones sobre el caso

En su tesis doctoral «Régimen político, Estado y políticas públicas: el rol de los gabinetes en el desarrollo de capacidad estatales», Mariana Chudnovsky analiza la distribución de los establecimientos de salud en cada una de las provincias, donde el sector público provincial y el subsistema privado asumen distinta participación según los casos. «En Formosa, el 52,5% son provinciales y el 47,5% son privados. Por último, se observa que entre los establecimientos de salud, hay más centros de salud sin internación que con internación que dependen del nivel provincial», señala. Y agrega que «al menos en cuanto a la cantidad de camas cada mil habitantes, el sector provincial supera al privado».

Entre el 2000 y 2004 reportó casos de dengue y logró disminuir progresivamente hasta 2009, cuando en Chaco se registraron más de 11 mil casos ese año. «Esta información permite afirmar que, en primer lugar, la historia de la evolución del dengue reportado en la provincia de Formosa indica una progresiva solución del problema», afirma la tesis doctoral. De modo que «independientemente de aquello que explique el inicio del brote, la propagación del mismo aparece sumamente controlada en cada uno de los episodios reportados».

«El bajo número de casos notificados de dengue en Formosa puede responder al resultado de actividades previas al brote, planificadas y ejecutadas por esas provincias en campañas de concientización y lucha contra la fiebre amarilla, enfermedad que comparte el vector con el dengue (Kremer 2009). Este tipo de explicaciones se vincula a la efectiva implementación de políticas públicas y a tareas coordinadas de prevención en estadios tempranos del desarrollo de la enfermedad», concluye Chudnovsky.