Primavera de fútbol

Conmebol propone septiembre, la AFA pide un mes más. La relación de Alfonsín con Independiente.

Hola, ¿cómo estamos?

Todavía hay días en que escucho su voz. Esquinas de Buenos Aires donde giro y espero encontrarlo. Mails de hace siete años que me resuelven dudas de ahora. Pensamientos que asumo como propios, pero que se los afané. Todos los 9 de julio son días en que me río y lloro en silencio. El Topo López fue mi maestro: un periodista impresionante, un amigo único y una especie de papá maravilloso.

Una noche, en Brasil, me preguntó si íbamos a salir campeones, nos dimos un abrazo, se subió a un taxi y no lo vi más. Al otro día, Chiquito Romero fue héroe, pero ya no teníamos al cronista que mejor contaba a la Selección argentina. Esta semana se cumplieron seis años de ese maldito día que intenté explicar acá.

El Topo –periodista de Olé, La Red, As y Sport– publicó en Argentina la primera entrevista que se le hizo a Lionel Messi. El 10 tenía 16 años. Desde ahí, mantuvieron una relación muy cercana. Aquí pueden leerla: lado A y lado B. En su enorme carrera como comunicador, entrevistó a Cruyff, a Maradona, a Guardiola y a quien fuera. En todos lados estuvo porque pocos tipos adoraban el oficio de periodista como él. Búsquenlo, no pueden perdérselo. 

Perdón por tomarme este atrevimiento, pero este newsletter va dedicado al Topo.  

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Primavera de fútbol

La competencia para convertirse en la persona que anuncie el regreso del fútbol en Argentina es un tema de moretones. Matías Lammens y Nicolás Russo estuvieron entre los pocos que se animaron a poner fechas. Víctor Blanco y Marcelo Tinelli han dado pistas, sin precisiones. Alberto Fernández, Ginés González García y Marcelo Gallardo han opinado en público.

Desde que brotó la pandemia, la AFA mantuvo una línea: si el Gobierno y la Conmebol no dan el ok, la pelota no rueda. El 16 de junio, Chiqui Tapia sumó otras dos condiciones: estar en fase 4 e igualdad de condiciones para todos los equipos a la hora de cuidarse de la enfermedad –esto incluye una puntual referencia a los futbolistas del ascenso y el uso del transporte público para ir a entrenarse–. Lo complejo del segundo aspecto es tener el capital para poder bancar a todas las categorías. Pero algo cambió los últimos días. Tras el anuncio de que el Brasileirao comenzará el 9 de agosto, el órgano sudamericano empezó a moverse para la vuelta de la Libertadores y de la Sudamericana. Eso agita nuestra casa.

El Consejo de Conmebol se reunió ayer en Asunción. La primera propuesta de calendario para la Copa es reanudar a mitad de septiembre. Otra es el 22. Desde Argentina, eso se observa con malos ojos: la FIFA recomienda sesenta días de preparación y no hay ninguna posibilidad de que las prácticas resurjan la semana que viene. Sin embargo, la fecha tentativa incomoda a la AFA: es que Boca, River y Racing presionan desde sus dirigentes, sus entrenadores y sus jugadores por el temor a quedar en una desigualdad muy grande frente a sus colegas brasileños –Flamengo se entrena hace dos meses, esta semana perdió por penales contra Fluminense la final del torneo Carioca, por lo que la diferencia de rodaje es evidente–.

La situación de Argentina no es única: Venezuela, Colombia, Chile y Bolivia la comparten. Distinto es en Paraguay, Uruguay, Brasil y Perú, donde los equipos ya se ejercitan. El mismo combo opera de cara a las Eliminatorias para el Mundial de Qatar. Todos coinciden que la síntesis de pensamientos será septiembre con fútbol para todos lados.

Hay veces en que las federaciones de fútbol se comportan de la misma manera que los países. No siempre es así. Sirve para graficar esto el ejemplo de que la ONU tiene 193 afiliados contra 211 que posee la FIFA. Las relaciones entre la AFA y la CBF (Brasil) no mantienen las mismas tensiones que Alberto Fernández y Jair Bolsonaro. Pese a la negativa de Tapia frente a la propuesta de Conmebol, la conversación todavía es fluida y se llegará a un acuerdo.

Aclaración de vestuario: Tapia pasó una semana compleja luego de que Jorge Lanata lo acusara por televisión de tener viajes secretos en avión. En el seno de los señalamientos, aparece Pablo Toviggino, secretario ejecutivo de AFA, a quien otro dirigente describe como el Marcos Peña de Chiqui. Ambos han comentado que durante años fueron espiados ilegalmente. Entre tanta cloaca que se anda destapando en los últimos días quiero traer algo a lo que nunca entendí por qué no se le dio importancia. Durante el Mundial de Rusia 2018, cuando se desparramaban audios repletos de fake news, Javier Mascherano dio una conferencia de prensa y dejó una frase muy ignorada en esos días: “No sé si nos pinchan los teléfonos”.

Alfonsín y el Rojo

La vuelta de la democracia en Argentina tuvo al radicalismo ganando las elecciones y a Independiente obteniendo sus últimas Copa Libertadores y Copa Intercontinental. El miércoles se cumplieron 31 años del trapaso del bastón y la banda presidencial a Carlos Menem. La fecha es solo una excusa para continuar un ciclo que intenta pensar la relación entre sentimiento y el poder. Raúl Alfonsín desarrolló una relación con Independiente profunda, respetuosa y familiar. Ningún testimonio ha dado ni una pista de que se haya intentado meter en un terreno que no le era propio. Siempre intentó ser un hincha más. 

  • Nadie en la familia Alfonsín puede determinar las causas de por qué Rául Serafín, padre del ex presidente, se convirtió en hincha de Independiente. De cualquier manera, es un sentimiento que ha poblado a la familia: “De los 25 nietos, todos somos de Independiente”, precisa Francisco. Claro que esa no es la única identidad: también todos son radicales. Uno de los voceros del dirigente era hincha de Racing y cada vez que iba a Chascomús a ver su jefe algún nieto aparecía vestido de rojo para hacerlo sentir visitante. Dos pertenencias que comparten los colores: cuenta la leyenda que, al asumir en la Casa Rosada, pidió que todas las flores fueran rojas y blancas.
  • Por 1945, Alfonsín era un estudiante del secundario del Liceo Militar. Ahí cumplió funciones de puntero derecho, aunque él mismo aclaró en la revista El Gráfico que no era un jugador destacado y que también podía pararse atrás. El escritor David Viñas era el wing izquierdo de aquel equipo. En alguna etapa, el arquero del conjunto fue Leopoldo Galtieri y de defensor jugó Roberto Viola. Según le contó Viñas al periodista Martín Zubieta en el libro Decíamos ayer, en aquellos picados, muchas veces, la función de árbitro la asumía Jorge Rafael Videla. También hincha de Independiente.
Documental “Raúl, la democracia desde adentro” (2019)
  • Supo existir una marca de cigarrillos llamada 43. Para el campeonato de 1938, la empresa había inventado un premio para el futbolista que marcara esa cantidad de goles en una temporada. En un partido contra Lanús, el paraguayo Arsenio Erico, máximo anotador de la historia del torneo de Primera de nuestro país, llegó a esa cantidad. Lo gracioso fue que al llegar a esa cifra, empezó a pasársela a sus compañeros para no superarla y no perder el reconocimiento. Independiente terminó venciendo 8-2 esa jornada. No era muy común viajar desde Chascomús a Avellaneda en ese momento. No obstante, tal como le relató al periodista José Luis Barrio en una entrevista en El Gráfico, el niño Raúl, de 11 años, palpitó esa tarde en la cancha, con un tío suyo y vio a uno de los grandes mitos de la pelota.
  • Invitado por la dirigencia de Independiente, Alfonsín llegó el 26 de junio de 1984 a la Doble Visera para dar el puntapié inicial de la semifinal de la Copa Libertadores, contra Universidad Católica. Hacía un frío infernal y el presidente sólo pasó por el vestuario para saludar y darle aliento a sus jugadores. “Es un gusto estar acá, ojalá ganemos”, les dijo, según recuerda Claudio Marangoni, a quien todavía le sorprende que el jefe de Estado se haya detenido a darle la mano, uno por uno, a todos los futbolistas, al cuerpo técnico, a los médicos y a los auxiliares que había. Con goles de Sergio Bufarini y de Jorge Burruchaga, Independiente se impuso 2-1 y pasó a la final.
  • El Rojo le ganó la final de la Libertadores de aquel año al Gremio y conquistó el derecho de ir a la Intercontinental contra Liverpool. No fue un partido fácil. Para el 9 de diciembre de 1984, Argentina mantenía deterioradas las relaciones diplomáticas con el Reino Unido. El partido, por más que fuera en Tokio, conllevaba sus riesgos. El canciller Dante Caputo no consideraba apropiado que se jugara. Alfonsín le encomendó viajar a Japón y trabajar con las embajadas para que todo saliera bien. Antes de que la delegación partiera, el mandatario se comunicó con Pedro Iso, su par en el club de Avellaneda, y le manifestó: «Expongan toda la firmeza, pero demostrando que no somos agresores. No es cuestión de que se tomen revancha de Malvinas”. Tras el triunfo 1-0, con gol de José Percudani, el presidente recibió al plantel para felicitarlos.
Raúl Alfonsín con Ricardo Bochini y el DT, José Pastoriza.
  • Ricardo Bochini es el gran ídolo de Independiente y uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol argentino. Recuerda que aquella noche en la Casa Rosada, cuando se acercó a saludarlo, ocurrió algo muy simpático. Le dijo: “Señor presidente” y Alfonsín lo interrumpió. “Por favor, maestro, usted simplemente dígame Raúl, porque para mí usted es un ídolo”. El lazo se volvió tan fraternal que dos meses antes de que Alfonsín entregara el mando, Bochini decidió ir a la Quinta de Olivos para apoyarlo en un momento muy difícil. “Para mí era un fenómeno, un hombre correcto, fue el que peleó por la vuelta de la democracia, después de los militares. Fue uno de los mejores presidentes que yo, desde que empecé a votar, vi”, reflexiona hoy el Bocha. 
  • Se toparon de nuevo cuando Argentina ganó el Mundial de 1986. De ese día, se recuerda un gesto particular de Alfonsín: no salió al balcón con los futbolistas. No quería se interpretara que hacía demagogia a partir del triunfo. Jorge Valdano, uno de los campeones, me cuenta: “Recuerdo la vuelta del 86. Nos saludó, nos invitó al balcón y desapareció de la escena. Fue la demostración de que un gesto vale más que un discurso. Me gustó mucho su actitud porque siempre es tentador políticamente pegarse a la gloria”.
  • Como casi todos los presidentes desde la vuelta de la democracia, Alfonsín convivió con Julio Grondona como titular de la AFA e inclusive hay versiones que aseveran que respaldó su continuidad en 1983. Independiente resultó un tema de conversación entre ellos. Según la biografía de Oscar Muiño, existió una comida en la que el presidente radical quiso convencer a Don Julio de que fuera candidato a intendente de Avellaneda. Pillo, como siempre, el ferretero de Sarandí habló toda la cena y no dejó meter bocado a nadie. Supuestamente, fue una manera elegante de no dar lugar a algo a lo que se negaría.
  • El 15 de julio del 2000, Alfonsín concurrió con sus hijos y sus nietos a ver la última fecha del Clausura. Independiente venció 2-1 a Belgrano, con goles del Rolfi Montenegro y de Diego Forlán. Se había sacado una platea común y se había comido una hamburguesa hasta que los dirigentes del Rojo se dieron cuenta de que estaba ahí y le pidieron que se desplazara al palco. Él rechazó varias veces la propuesta hasta que ya no tuvo margen. Aquel día fue entrevistado por el programa El Aguante, hablando de su pasión por el club.     

La película Raúl, la democracia desde adentro, dirigida por Christian Rémoli y Juan Baldana (laburada periodísticamente por Martín Waisman –pieza clave de nuestro querido Cenital–), es muy recomendable. Dentro de poco podrán verla en Canal 9 en formato de serie.

La milanesa de los fondos buitres y Berlusconi

El martes por la mañana, el entrenador Stefano Pioli se sirvió un café, vio La Gazzeta dello Sport y masticó bronca. En la tapa, una foto del alemán Ralf Rangnick y un título: “Está hecho”. Por la tarde, jugaría contra Juventus, que desfilaba hacia lo que todo indica que será su novena Serie A seguida. A los ocho minutos del segundo tiempo, ya perdía 2-0, con un gol del recontra carajo de Adrien Rabiot y uno de Cristiano Ronaldo. Le quedaban sus últimos cuarenta minutos como director deportivo de AC Milan. Estaba en el diario y en el resultado.

Pero el fútbol siempre tiene lugar para lo ilógico. El defensor Leonardo Bonucci estiró el codo de más, el VAR, penal y media hora después los milaneses lo habían dado vuelta 4-2. “Si hubiera estado aquí desde el primer día, ganábamos el Scudetto”, declaró Zlatan Ibrahimovic, que durante el segundo semestre de 2019 jugó en Los Ángeles Galaxy, de donde se despidió socarronamente: “Me voy, ya pueden volver a ver béisbol”. Eso fue solo un detalle.

Lo de Pioli no emergió de la nada. A mediados de 2018, el tribunal de Justicia de la ciudad china Shenzen decretó la bancarrota de Jie Ande, la corporación de Yonghong Li. Un año antes, el grupo empresario le había comprado el AC Milan a Finivest, patrimonio de Silvio Berlusconi, líder de los rojinegros durante 31 años –bajo su gestión, ganó 5 Champions Leagues, 8 Scudettos y 3 Mundiales de Clubes–, primer ministro de Italia en tres ocasiones (de 1994 a 1995, de 2001 a 2006, de 2008 a 2011, estos últimos años con caída de la economía del país a un ritmo promedio de 5% anual). Ante la falta de solvencia, Yonghong Li recurrió al fondo Elliot Management para hacerle frente a sus deudas. 

La cifra superaba los 300 millones de euros y, al no poder cumplir una cuota de 32 millones, la corporación con origen estadounidense se quedó con el Milan. El nombre del nuevo dueño sonará bastante conocido en Argentina: Paul Singer, el buitre con el que el país terminó en la Justicia internacional por no llegar a un acuerdo. Esta cadena nacional de Cristina Fernández de Kirchner explica el conflicto, luego de que el juez Thomas Griesa fallara contra nuestro país. En abril de 2016, Mauricio Macri trazó su modo de terminar el conflicto, acordando, pagando y abriéndose paso para adquirir nuevas deudas. Este trabajo de Juan Manuel Telechea y de Nicolás Todesca es muy claro.  

El principal activo de Elliot Management en Italia era Telecom. El único dato que se tenía sobre la relación de Singer con el fútbol consistía en que su hijo Gordon era hincha del Arsenal. El club londinense también es de propietarios estadounidenses. Su dueño es Stan Kroenke, mandamás de Los Angeles Rams de la NFL y de los Colorados Rapids de la MLS. A ese modelo le apuntaron: contrataron a Ivan Gazidis, ex CEO del Arsenal, quien antes había tomado la decisión de que Arsene Wenger dejara el cargo de entrenador después de 22 años. La llegada del griego desató la guerra.

¿Era esperable que al empresario poseedor de un fondo buitre y a un gerente les importara poco la historia del club a la hora de gestionar? En marzo de 2020, inauguraron sus planes: echaron al director deportivo Zvonimir Boban, enganche que llevó a Croacia al tercer puesto del Mundial 1998 y pieza fundamental del equipo conducido por Fabio Capello que en 1994 goleó 4-0 al Barcelona de Johan Cruyff (con Romario, Guardiola y Stoichov entre los titulares) y obtuvo la Champions League. De los históricos, en la dirección de fútbol, solo quedó Paolo Maldini, vencedor de cinco Champions, hijo de Cesare Maldini, ganador de una Champions. Es decir, la familia más prestigiosa del AC Milan. “No sé si hay espacio para mí en el club”, declaró esta semana, luego de ver avanzadas las operaciones secretas para sacar a Pioli. El suelo empezó a temblar.

Rangnick tiene 62 años, pero desde 2015 goza de un reconocimiento muy válido: obró como el cerebro del RB Leipzig, que en 2009 fue transferido a la empresa de bebidas energizantes Red Bull y que en 2016 consiguió el ascenso a la Bundesliga. Se desempeñó como su entrenador hasta 2019, cuando pasó a ejercer como director deportivo, cediéndole el puesto a Julian Nagelsman, una de las grandes revelaciones, que en este 2020 expuso su talento dejando afuera de los octavos de final de la Champions League al Tottenham de Mourinho.

En el medio, también tuvo que desempeñar otros puestos en la empresa Red Bull y encabezó la gerencia deportiva del RB Salzburgo de Austria. Todos roles que tarde o temprano abandonará debido a que, según los medios italianos, obviamente agitados por voceros del AC Milan, su futuro está en Italia. La idea de los nuevos dueños es cambiar el modelo de gestión deportiva y, para eso, codician al que ostenta más chapas del momento. Sin importarle que eso choque con las castas rojinegras. Es difícil que eso no ocurra. Pero al menos a Pioli le quedará un café mañana: desde las 16.45, buscando un lugar en la próxima Champions, se enfrentará al Nápoli. 

La Gazzetta ahora titula: “Rangnick, tutto fatto con il Milan? No. Per ora”.

El chino que no quiere ir a trabajar

En diciembre, un viejo socio del Espanyol que veía imposible zafar del quinto descenso en la historia escribió una carta dirigida a la ciudad de Guangdong y pedía: “Necesitamos un doble de usted aquí”. Chen Yansheng, un señor de 50 años fanático del té, adicto al uso de proverbios y de metáforas, respondió: “La distancia no existe porque mi corazón está ahí con vosotros”.

Días más tarde, invirtió 40 millones de euros en el mercado de pases para que se salvara el equipo que adquirió en 2016. La temporada anterior, se habían clasificado a la Europa League, de la que los eliminaron en los dieciseisavos de final contra Wolverhampton. Cuatro entrenadores no pudieron salvarlo. “La mayor responsabilidad es mía. Esto es muy doloroso”, dijo el magnate desde Asia por videoconferencia.

Yansheng llegó al puesto 250 de las personas más ricas de China por ser la cabeza de Rastar Group, cuyo principal activo es la confección de mini autos conducidos a control remoto. Sí: son los que hacen esos insólitos Audi para infantes ricos. Las fortunas generadas le permitieron ser accionista de la cadena de televisión Hunan. No hay registros de que antes de su llegada al Espanyol le interesara el fútbol. Alguien podría decir que tampoco hay huellas en la actualidad.

Le entregó a Francisco Rufete el control del plantel. El objetivo presupuestario era mejorar la temporada anterior y pasar de la Europa League a la Champions. Salió todo mal. No pudo mantener al ex director técnico Rubí, quien se fue a Betis, luego de que Quique Setién dejara el cargo y los sevillanos le ofrecieran una fortuna contra la que no podían competir –tampoco le fue bien y al mando de los verde y blanco ahora está Manuel Pellegrini–. Su hueco costó: pasaron por el banco David Gallego, Pablo Machín y Abelardo. De principio a fin, los catalanes se instalaron como últimos de la tabla.

Tras echar al último técnico, el director deportivo tuvo que dar la cara. El miércoles, cuando el árbitro finalizó el partido y Espanyol descendió tras perder en Camp Nou, Lionel Messi giró y se acercó al banco visitante a saludar al entrenador rival: ahí estaba Rufete, quien planea conducir la vuelta de los pericos a la Primera División. Hasta que Yansheng se canse y decida algún día participar. O no: en definitiva, el club es suyo y hace lo que quiere. Pese a que en el predio de entrenamiento Dani Jarque hayan aparecido banderas gigantes con las siguientes inscripciones, un poco más formales que un insulto directo, pero no por eso menos dolorosas:

  • Cerrad al salir
  • Sois la vergüenza de 120 años de historia.
  • Sinvergüenzas fuera de aquí.
  • Ya no sois bienvenidos.

Pizza post cancha

  • “Con la capacidad intelectual desarrollada, un jugador es más propenso a tomar buenas decisiones”. De Ezequiel Unsain, arquero de Defensa y Justicia. Esta entrevista que le hace Ariel Ruya en La Nación vale mucho la pena.
  • Xavi Hernández explica el fútbol como si fuera Albert Einstein y la teoría de la relatividad. Su discurso es una maravilla. Acá, un resumen magnífico que da sobre su ideología. Esta entrevista que el periodista Diego Torres le realizó en 2018 es el abc de la pelota.
  • Italia 90. El campeón sin corona. Un recorrido por aquel subcampeonato del mundo con más de 15 entrevistas exclusivas, imágenes inéditas, crónicas de la época y más. Conduce el gran Sebastián Varela del Río. Lo pueden encontrar en DeporTV, TV Pública o en Cine.ar.
  • El martes se estrenará la mini serie de Flamengo campeón de la Libertadores 2019. Serán seis capítulos y se podrán seguir en el facebook de Conmebol Libertadores. Es un lujo.

Esto fue todo.

No dejen de colgar las banderas de sus equipos de los balcones de sus casas. Me hacen sentir menos solo.

Abrazo grande,

Zequi 

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Soy periodista desde 2009, aunque pasé mi vida en redacciones con mi padre. Cubrí un Mundial, tres Copa América y vi partidos en cuatro continentes diferentes. Soy de la Generación de los Messis, porque tengo 29 y no vi a Maradona. Desde niño, pienso que a las mujeres les tendría que gustar el fútbol: por suerte, es la era del fútbol femenino y en diez años, no tengo dudas, tendremos estadios llenos.