Pocas nueces

Riquelme llamó a Massa para la vuelta del fútbol, pero no avanza.

Hola, ¿cómo estamos?

Por un estadio gigante o por un crack o por un relato: nos volvemos fanas del fútbol por algo de eso. Mis abuelos poblaron mi niñez de narrativa con olor a pasto. Uno de ellos, León, es bostero. Recuerdo estar en su casa, en Ciudadela, y que me hablara de lo increíble que había sido Silvio Marzolini, lateral izquierdo irrepetible de Boca. Ayer, el mito falleció. Vistió la casaca xeneize durante trece años y ganó siete títulos, uno como entrenador, años después.

El capítulo 2 del documental El fútbol es historia se llama “Los mejores” y hay hermosas imágenes y testimonios sobre este defensor que jugó los Mundiales de 1962 y de 1966. Esta entrevista en El Gráfico es fantástica. Este perfil de La Nación también ayuda a conocerlo. 

Pero si realmente quieren saber quién fue agarren el teléfono y llamen a sus abuelos. Sean del club que sean: en esa época, según dicen, había menos mezquindades y hasta los de River aplaudían a los de Boca. Son días en que los más grandes tendrán que seguir cuidándose: poder escuchar una leyenda es un buen mimo para todos.  

Pocas nueces: la realidad vs la política

La situación del barrio San Jorge de San Fernando es uno de los temas por los que le suele preguntar Juan Román Riquelme a Sergio Massa. Hace años que, cuando el 10 ve algo en la zona que no le gusta, consulta por qué está así. La relación se forjó por ser vecinos, por el gusto por el fútbol y el afecto de ambos por Tigre. Ni muy fluida ni de dependencia. La publicación del fixture de la Copa Libertadores puso en alerta a los cinco equipos argentinos que participan del torneo que recomenzaría el 15 de septiembre. Marcelo Gallardo había dialogado con Alberto Fernández, Sebastián Beccacece con Ginés González García y había ruido por la falta de movimiento de Boca. El fin de semana pasado, Román habló con el presidente de la Cámara de Diputados para saber cuándo se definiría la vuelta a los entrenamientos. Movimientos casi protocolares: por ahora, nadie le saca la decisión a la AFA. 

En Cenital nos importa que entiendas. Por eso nos propusimos contar de manera sencilla una realidad compleja. Si te gusta lo que hacemos, ayudanos a seguir. Sumate a nuestro círculo de Mejores amigos.

La conversación entre Riquelme y Massa se divulgó básicamente de ambas partes: no les importaba que fuera pública. Jorge Amor Ameal conoce al ex intendente de Tigre porque sus parejas son amigas hace años y ya habían mantenido conversaciones. El presidente de Boca ha militado en el peronismo del sur de Buenos Aires, con una estrecha relación con la familia Mussi -desde 1987, padre e hijo conducen la intendencia de Berazategui-. Durante la última campaña electoral del club de la Ribera, el macrismo, personificado en el candidato Cristian Gribaudo, operaba contra la lista ganadora sugiriendo que era armada por el diputado. Bastante lejos estaba de eso. El 10 ha repetido en público y en privado que él es un aprendiz de la política. Su nombre ganó, claro, la votación, pero él no quiso ser el principal mandatario porque asegura que tiene que prepararse. Pero antes de entrar en el juego, fue de las pocas veces que llegó a consultar en las altas esferas lo que más temor le generaba: en el poder, muchos aprietes se juegan en la cancha judicial y, pese a que no tenía ninguna causa que le preocupara, esa duda pesaba a la hora de involucrar a su familia en un juego, a veces, algo perverso. Sólo eso: para el resto, se acomodó en su quinta, que es el manejo del fútbol con los colegas que eligió. 

Boca es uno de los gigantes desesperados que aprieta por el retorno al fútbol. River y Racing se paran en el mismo lugar. La frase se repite como leitmotiv: “Los brasileños nos van a sacar ventaja”. Desde la AFA, por primera vez, admiten que los clubes andan divididos en cuanto a la opinión sobre la vuelta a los entrenamientos en el medio de la pandemia. Sí empieza a haber desesperación en los dueños de los derechos televisivos: esta semana, fueron ellos quienes filtraron el fixture de la Liga Profesional de Fútbol.

La Conmebol se mantuvo firme en la semana de regreso de la Libertadores. Sería el inicio del dominó: tras el anuncio continental, la AFA envió al Ministerio de Salud su protocolo para la reinstalación de la actividad. Chiqui Tapia y González García conversan asiduamente y coinciden en que este no es el momento para retomar la marcha. Ambos, incluso, persuadieron a Matías Lammens de esto. La entidad con sede en Viamonte militó para que la Copa se jugara en octubre. Perdió en la votación interna. El impacto la golpeó con fuerza. 

Sin embargo, un dato clave modificó el escenario: tras confirmarse casos de coronavirus en los planteles de Guaraní, de 12 de octubre y de San Lorenzo, el Torneo Apertura de Paraguay, que iba a relanzarse ayer, se aplazó hasta nuevo aviso. En Brasil, con la reanudación del Brasileirao desde el 9 de agosto, hay discusiones parecidas. Un entrenador dudaba: “¿Qué pasa si hay planteles enteros que se infectan? ¿Nos sacan los puntos? ¿Pero cómo nos van a sacar los puntos por tener jugadores enfermos?”. 

Quizás, la realidad termine definiendo más que la política.    

Quién es el puto amo

Hace tiempo que Pep Guardiola ya no se viste como oficinista, pero habló en la sala de prensa del predio del Manchester City como si fuera un gerente de la corporación de Sheik Mansour, viceprimer ministro de Emiratos Árabes y miembro de la familia real de Abu Dhabi. Recién había salido el fallo del TAS (Tribunal Arbitral du Sport) en el que se le modificaba a la entidad inglesa la prohibición de participar de la próxima Champions League por violar el Fair Play Financiero. La resolución indicaba que era excesivo el castigo y que no había pruebas suficientes como para aseverar que entre 2013 y 2017 la institución infló sus ingresos por marketing para lavar dinero. Rabioso, el entrenador disparó: “La gente que dijo que hacíamos trampa mintió. Ahora estamos increíblemente felices porque hemos podido defender lo que hacemos en el campo ante la justicia deportiva”.

El City no fue excluido de la Champions, pero sí sancionado: deberá pagar 10 millones de euros.

Quedarse fuera de la Champions suponía, en principio, la salida de Raheem Sterling y de Kevin de Bruyne, que buscarían nuevos horizontes. Sería un problema, lógico, para el proyecto. En enero de 2018, Guardiola admitió que la principal razón por la que estaba en esa ciudad de insoportable lluvia y aguanieve era la presencia en la dirigencia de sus amigos Ferrán Soriano y Txiki Begiristain. El primero fue la cabeza del proyecto en Barcelona. El segundo formó parte de esa etapa y, además, fue compañero suyo en el Barcelona Dream Team de Johan Cruyff. Los dos integran el armado del City Football Group, una corporación de nueve equipos en el mundo. Respaldados siempre por el jeque. Aun así, pocas veces se vio a un entrenador defender la presunta honestidad de una empresa de esa manera.

El enojo de Guardiola le apuntaba a varios colegas. Que salieron a responderle. Uno fue Jurgen Klopp: “Me alegra que el City pueda jugar la Champions. Será mejor hacia el año que viene que los dos disputemos la misma cantidad de partidos. Pero el lunes fue un mal día para el fútbol. Creo que el Reglamento del Juego Limpio Financiero de la UEFA es una buena idea y que está ahí para proteger a los equipos y a la competición, porque es justo que los clubes no puedan gastar sin límite”.

A José Mourinho estos cruces le parecen orgásmicos. Desde el Tottenham, lanzó: “Esta decisión es desgraciada. Porque si el City no es culpable, que lo hayan castigado con diez millones es un desastre. Si no eres culpable no deberían castigarte con nada. No digo que el City sea culpable de nada. Solo digo que si no son culpables no deberían condenarlos a pagar una multa millonaria”.   

Cuenta un jugador de aquel brillante plantel del Barcelona que pocas veces lo vio tan sacado a Pep como en los días de la semifinal del 2010 contra Inter. Las peleas entre los dos entrenadores no sólo han dado bellísimo fútbol, sino una de las mejores piezas narrativas que se hicieron en una conferencia de prensa, en la Champions de 2011: “No sé cuál es la cámara de José. Supongo que son todas. Mañana, a las 8:45, nos enfrentamos aquí en el campo. Afuera del campo, ya ha ganado. Durante toda la temporada y en el futuro. Le regalo su Champions particular fuera del campo. Ganaremos o perderemos, pero ganará siempre él. En esta sala, él es el puto amo”.

Guardiola, de quien sabemos que es lector de Rodolfo Walsh y de Operación Masacre, armó aquellas palabras con su amigo -y magnífico escritor- David Trueba. 

La conferencia de Mourinho, después de aquella rueda que ganaron los catalanes, también es impactante.    

Qué es el Fair Play Financiero

Fue en 2009. La UEFA, preocupada por el desembarco de chinos, de yanquis, de árabes y de rusos en el fútbol europeo, impulsó la reglamentación para evitar que el lavado de dinero hiciera la diferencia deportiva. En 2003, el arribo de Roman Abramovich al Chelsea cambió la paridad en la Premier League. Señalado por utilizar dinero de las empresas petroleras que habían sido de la URSS, revolucionó el club de Londres: hasta su aparición, habían ganado un solo campeonato. Ahora, cinco.

Los tres puntos básicos que plantea el Fair Play Financiero son:

  • Los clubes que se clasifiquen a competiciones europeas deben acreditar que no tienen deudas con jugadores, con clubes o con autoridades tributarias.
  • Se puede gastar solamente cinco millones más de los que se ingresa.
  • Los ingresos se deben justificar.

Ya en 2014, el Manchester City había sido penalizado por violar el Fair Play y, junto a PSG, se les impuso abonar 60 millones de euros. Para la Champions, se les permitió inscribir 21 de 25 futbolistas posibles.

En 2015, hubo diez equipos sancionados, entre los que se encontraban Inter y Roma. Los milaneses fueron multados con 20 millones y los de la capital de Italia con 6 millones. La diferencia radicó en que los romanos sí jugaban una copa internacional y la tuvieron que llevar adelante con 22 jugadores.

A Barcelona le tocó en 2015: en el mercado de mitad de año, contrató a Arda Turan y a Aleix Vidal. Hasta enero de 2016, no pudieron debutar, ya que el club purgaba una sanción. Situación semejante vivió en la misma época el Atlético Madrid: en una investigación sobre 183 casos entre inferiores y mayores, violaba los artículos en 65 de los casos. 

Este video explica simpáticamente la normativa.

Málaga: cómo terminó el primer Fair Play Financiero

La jueza acusó al jeque qatarí Abdullah al Thani de administración desleal, apropiación indebida y blanqueo de capitales. Así lo sacó del juego. Fue en febrero y él, un mes antes, había declarado: “El Málaga no es mi juguete, es mi vida”. En 2010, por 36 millones de euros y haciéndose cargo de una deuda de 14 millones, había adquirido el club de la costa de España. Acarició al cielo en la temporada 2012-2013: cuartos de final de la Champions League, perdiendo en una serie palo y palo contra el Borussia Dortmund de Jurgen Klopp que avanzó hasta la final. Isco, Javier Saviola, Julio Baptista, Martín Demichelis, Willy Caballero, Roque Santa Cruz y Diego Lugano eran apenas algunas piezas de un plantel que brillaba de la mano de Manuel Pellegrini. Había obtenido el pasaporte, el año anterior, con Ruud Van Nisterloy como figura estelar.

El quiebre fue en el segundo semestre del 2013: el equipo había sacado boleto a la Europa League. La UEFA aplicó el Fair Play Financiero y lo sancionó marginándolo de la competición. Los clubes croatas Hajduk Split y Osijek, los rumanos Rapid de Bucarest y Dinamo Bucarest y el serbio Partizan cayeron en la volteada. Michel Platini, titular de la entidad europea, había determinado que era tiempo de hacer cumplir las deudas: Málaga le debía dinero a Hacienda, a sus empleados y a sus proveedores. Abdullah al Thani, sobrino del emir de Qatar, dueño de agencias de viajes y de empresas de telefonía móvil, vicepresidente del banco de Doha, no pudo resistir, se enojó y expulsó a su gerente general. “No pondré un dólar más acá”, le gritó a la prensa. 

Cuatro años más tarde, tras su mejor década en la historia, bajaba a la segunda división. El sueño empezaba a desmoronarse. Agotado, al Thani le cedió parte de sus acciones a la cadena hotelera Blue Bay. Una deuda de cien millones de dólares latía y hacía falta que alguien se hiciera cargo de los gastos urgentes. Al terminar esos pagos, pasó lo que nadie jamás entendió: el jeque decidió que hasta ahí habían llegado y excluyó a la empresa turística de la conducción.

El descenso le generó otra complicación: la Liga Smart Bank ejerce un control riguroso del Fair Play. Los equipos, al descender, son obligados a reducir sus inversiones, debido a que acotan sus ingresos por televisión, por patrocinadores o por ticketing. Al Thani se sintió cada vez más defraudado por el continente al que llegó para hacer circular capital y para acumular fama. En su gestión, cambió 17 asesores cercanos, repletos de polémica: desde Richard Shaheen, un americano que armó un calendario para que los empleados pasearan a su perro, pasando por la tuitera Belén Álvarez o por el mítico Fernando Hierro. 

Su último entrenador fue Víctor Sánchez de Amo. En enero, convocó a una conferencia de prensa para romper relaciones: “Nos mintió en todo. De principio a fin”. El jeque mandó a echarlo y la jugada se le enturbió. El plantel dijo que apoyaba incondicionalmente al entrenador. En algunas disputas, la violencia política desde hace tiempo no es tan física como virtual. 

«Estoy sufriendo un delito contra mi intimidad. Me están pidiendo dinero, están intentando chantajearme y he decidido denunciar a todo aquel que distribuya el vídeo en redes sociales o en WhatsApps privados”, escribió Sánchez de Amo en sus redes sociales, luego de que circulara un video suyo masturbándose por muchos celulares de España. Al Thani sabía que eran sus últimos días en el club, pero a alguien iba a llevarse consigo. Ahora, está en el puesto número 15 de la Liga Smartbank, a tres puntos del descenso a la tercera categoría.

En 2019, el jeque dio una de sus últimas entrevistas: “Perdí 200 millones de euros, pero ahora quiero salvar a mi Málaga”. La Justicia española ya no le dará la chance. 

Aclaración de vestuario: La FIFA dictaminó esta semana que el brasileño Rony no podrá jugar los próximos cuatro meses en el Palmeiras. El extremo regresó en 2018 del Albirex de Niigata de Japón al Athletico Paranaense. La rompió y ahora fue contratado por el club de Sao Paulo. El problema es que los japoneses habían puesto una cláusula que marcaba que, en caso de ser vendido nuevamente, merecían una compensación. No se la dieron. Entonces, multa de 10 millones de reales y exclusión del jugador. 

Antonio Conte: en Inter, el último revolucionario

Habían pasado ya 31 años de su primer paso en el profesionalismo cuando llegó a Londres. Había jugado una final de un Mundial y reunía 21 títulos: nunca había ejercido fuera de Italia. Suena lógico en un territorio donde, ahora, 16 de los 20 entrenadores son italianos. Sin embargo, en 2016, después de conducir a la Selección de su país en la Eurocopa, en la que venció a España en octavos y tropezó contra Alemania por penales en cuartos, se sentía vacío: necesitaba el día a día. No sabía que el conjunto que dejó acabaría quedándose fuera de la Copa de Rusia. Lo llamó Roman Abramovich y viajó a Chelsea. Ahí, escuchó la pregunta de la periodista y se rió:

  • ¿Cree que saben los jugadores lo que les espera?
  • Solo conozco el verbo trabajar, trabajar y trabajar.

Al mes, tuvo que cambiar la metodología. A Conte le fascinaba un ejercicio: 10 vs 0. Circular la pelota, trabajar las posiciones, ganar espaldas, lograr amplitud. Sin rival. Notaba que al plantel esa historia no les atrapaba. El anterior en su cargo había sido Mourinho, que había desbarrancado hacia los últimos puestos de la Premier. Otro estilo de prácticas, poco físico y mucho juego. El italiano, aún así, negoció un poco. Hasta ahí. El esquema lo mantuvo y modificó algunas cosas. Salió campeón de la liga y de la FA Cup y logró enhebrar una digna serie de Champions League contra Barcelona, pero Lionel Messi transcurría una de sus noches escandalosas en las que nada tiene sentido (va acá, no se la pierdan). Igual, todavía los directivos de Chelsea aseguran que fue el entrenador más maleducado que tuvieron. La mala relación lo eyectó del cargo.

Jorge Valdano dijo en 2013 que Guardiola era el último gran revolucionario del fútbol. En Italia, ese espacio se lo guardan a Conte. Es que en 2010, tras arribar a Juventus -club donde ganó la Champions League y la Copa Intercontinental, a River, en 1996- pensaba poner un 4-4-2. Algo no le cuadraba y pateó el tablero: 3-5-2. Recuperó en el fútbol italiano la línea de tres: Barzagli, Bonucci y Chiellini. El mediocampo le resolvía todos los problemas: Andrea Pirlo ordenaba, Arturo Vidal intensificaba y Paul Pogba (también Claudio Marchisio) daba las clases de magia. Carlos Tevez era uno de los delanteros. Al 10 de Boca lo llamó apenas se instaló en Chelsea para incorporarlo, pero no pudo: días más tarde, a Bombonera llena, lo presentaban, después de haber jugado la final de la Champions y de haber regresado a la Selección argentina en la Copa América de 2015.

Tras Inglaterra, emigró a casa. El holding chino Suning ya había comprado Inter y prometía armar un gran plantel. Conte se empoderó en Milán con la metodología al palo: 3-4-1-2, equipo ofensivo, presión alta y una tendencia impactante a cambiar la zona de ataque en un parpadeo. En el libro La Metamorfosis, del periodista Martí Perarnau, sobre el ciclo de Guardiola en Manchester City, el entrenador catalán define en una entrevista: “Conte practica un juego de posición muy diferente al mío, pero es juego de posición y lo hace muy bien”.   

Aunque en Chelsea había usado un solo centrodelantero y a pesar de que su llegada se dio a la par de la pelea de Mauro Icardi con la dirigencia del club, apostó a los dos nueves. Inter compró justo a Romeu Lukaku y a Lautaro Martínez. Desde ahí, armó el equipo que hoy le respira en la nuca a Juventus. Tres centrales -el eslovaco Milan Škriniar, Andrea Ranocchia y Alessandro Bastoni- que con pase fuerte y al ras intentan romper líneas haciéndoles llegar la pelota a los dos postes que aguantan de espaldas. La clave está en el despegue de las cinco piezas restantes: con el danés Christian Eriksen y el croata Marcelo Brozovic apareciendo de frente siempre para convertir. El recambio, en ataque, no es un punto menor: Alexis Sánchez.

Inter va. Los de Turín le llevan seis puntos, con cinco fechas todavía por disputarse. Mañana, a las 16.45, le tocará Roma. El equipo de Cristiano Ronaldo, el lunes, se chocará contra Lazio, otra de las perlas del torneo. La Serie A se convirtió en el torneo de Europa con final más picante. Todos quieren complicarle a Juventus la chance de ganar su noveno Scudetto seguido. 

Estos videos están muy buenos para entender el estilo del Inter: 

Pizza post cancha

  • Pensamientos y pasiones se mezclan en Ensayos cuervos, donde el escritor Pablo Artecona relata historias cuervas. Pocos clubes con historias más míticas que San Lorenzo. Vale la pena.
  • Pepe Sand cumplió ayer 40 años. Renovó su contrato en Lanús para seguir jugando. Aquí un video de sus más de 120 goles en el Granate.
  • Caño, pase y aplauso del Cholo Simeone contra Guardiola y Vaquero en el Barcelona. Impresionante.

Esto fue todo. 

Mañana es un nuevo aniversario de la muerte de Roberto Fontanarrosa. Los últimos vermicellis es un cuentazo. 

Abrazo,

Zequi

PD: Si te gusta lo que hacemos en Cenital, recordá que con tu aporte podemos seguir creciendo y haciendo periodismo de calidad.

Soy periodista desde 2009, aunque pasé mi vida en redacciones con mi padre. Cubrí un Mundial, tres Copa América y vi partidos en cuatro continentes diferentes. Soy de la Generación de los Messis, porque tengo 29 y no vi a Maradona. Desde niño, pienso que a las mujeres les tendría que gustar el fútbol: por suerte, es la era del fútbol femenino y en diez años, no tengo dudas, tendremos estadios llenos.