Lo imperdonable es la falta de elegancia

Eran tiempos del Plan V. El círculo rojo, que había acompañado a Macri a Casa Rosada, empezaba a creer que Vidal era una mejor opción para enfrentar a un peronismo que iba a tener en la crisis económica un inmejorable eje de campaña.

Hola, ¿cómo estás? Espero que bien. El frío y la cuarentena ponen a prueba hasta la psiquis más robusta. Por eso desde Cenital esperamos ser un bálsamo aunque sea momentáneo contra la angustia y la desesperanza. 

La irremediable impopularidad de la cuarentena

“Cuándo hacer el cambio: marcar la política pública y cambiar el humor social o percibir el humor social y acompañarlo. La ciudad piensa esto segundo y lo tenemos medido. Si hacemos más estricta la cuarentena, la gente no lo va a aceptar y vamos a perder autoridad para lo que viene; tenemos que esperar que nos pidan volver a fase 1”. La reflexión pertenece a un alto funcionario del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y fue replicada conceptualmente por el ministro Fernán Quirós en la reunión que mantuvo el sábado con sus pares de Nación y Provincia. Quirós, en privado, lo niega. En conversaciones con sus pares del GCBA sostiene que CABA tiene una dinámica de contagios que le permite tener la situación “relativamente contenida”.

Sin embargo, el índice de positividad de la Capital está en niveles que deberían preocupar a cualquiera que no tenga como objetivo inmediato padecer situaciones que hasta el momento sólo vimos por televisión. Los funcionarios porteños formulan una hipótesis que matiza esos números: las exigencias que, hasta hace una semana, tenía Nación para caracterizar un caso sospechoso. “Si nos dejaran hisopar a los asintómaticos el número bajaría mucho”, aseguran ante #OffTheRecord.

En Provincia la situación tampoco mejora demasiado. Las circulación en municipios del conurbano es mucho más alta de lo que debería ser tolerable para los intendentes; el transporte público circula con gente parada y sin tapabocas. Una digresión conceptual: la diferencia entre la circulación de un comerciante que necesita trabajar no es homologable a habilitar una actividad de ocio en el distrito más rico del país. Explicar lo obvio en un país con los índices de la Argentina debería ser declarado trabajo insalubre. 

Kicillof tiene más estímulos que Larreta para pedir restricciones: con el 46% de las camas de terapia intensivas ocupadas y a un crecimiento diario del 2%, de mantenerse esta tendencia se le saturarían en menos de un mes. La tendencia, claro, es difícil que continúe así. O no se toman medidas y se acelera, o se revisan las flexibilizaciones en el AMBA y puede ralentizarse. En CABA el virus circula a mayor velocidad que en Provincia y la capacidad de las UTI alcanza para unas semanas más que en territorio bonaerense. El Gobernador tiene otros problemas. Algunos de sus colaboradores sostienen que los bonaerenses se infectan por culpa de los porteños. En el mundo del tráfico de drogas hay una máxima grabada en letra de molde: no hay que consumir de la que se vende. 

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Con este escenario se reunieron ayer por la tarde Quirós y Gollan con la tutela de Ginés González García. Acordaron unificar comunicación y estrategias para bajar la tensión de las últimas semanas. “No es un buen mensaje para la gente”, reconocieron desde ambos lados de la General Paz. El último episodio había sido un llamado entre Quirós y Kicillof en el que se expusieron algunas diferencias respecto a la proyección de contagios. Las autoridades se van a tomar hasta el jueves o viernes para ver la evolución de los casos y allí determinar una casi segura vuelta atrás en la circulación del transporte y la flexibilización de algunas actividades. Larreta le prometió al Presidente evaluar los permisos a los runners. Lo que ocurrió en Berlín le da una herramienta narrativa al AMBA: encerraron en sus casas por 14 días a toda una manzana por 50 casos positivos. Rebrotes en Irán y en China desnudan las dificultades de la reapertura.

¿Se puede pensar en una salida?

El último mes fue de reaperturas generalizadas, una tendencia que también a la Argentina habrá de pesarle en su toma de decisiones. Claro que, si miramos de cerca, no todas son iguales. China esperó a cumplir varios criterios, incluyendo tener quince días sin casos autóctonos, para relajar el confinamiento más estricto del mundo en la provincia de Hubei. Llegó a testear a la totalidad de la población de Wuhan (sí, diez millones de tests), donde se originó el virus, en unos pocos días. En Europa, se esperó a tener una baja sostenida en los nuevos casos para poder comenzar los procesos de reapertura gradual. Las reglas españolas, francesas y británicas enfatizan la capacidad de testeo, rastreo de contactos cercanos y aislamiento. Hasta ahora, imágenes de parques, playas o terrazas de restaurantes llenos de gente no han repercutido en nuevos contagios masivos, aunque no hay acuerdo sobre las causas.

Las reaperturas son menos exitosas en otros lugares donde las presiones sociales, políticas o sobre la economía llevaron a decisiones más tempranas. Nueva York, junto a algunos otros estados costeros, siguió su esquema con una disciplina similar a la europea. No fue el caso de otros estados de la Unión que desatendieron un detallado plan de las autoridades nacionales y forzaron reaperturas rápidas. ¿Resultados? Una recuperación del empleo y del consumo, pero también nuevos picos en varios estados del sur y el oeste, que deberán enfrentar con duras limitaciones sociales y económicas en cuanto a las herramientas disponibles.

En el mundo emergente, México o Brasil, donde el presidente se opuso activamente a las medidas de restricción adoptadas por los estados, encaran la nueva etapa sin que se haya verificado nunca una verdadera reducción de casos a nivel nacional. Por el contrario, continúan en aumento. También Perú e India, que habían privilegiado sus sistemas sanitarios, con medidas estrictas y tempranas y pocos casos registrados, comienzan sus relajamientos en momentos de pico, donde sus países se ubican entre los más infectados del mundo y de la región, respectivamente, asediados por la presión sobre sus economías.

Medidas más acotadas geográficamente, como las adoptadas por India y por la propia China, parecen la marca de la etapa que viene, aunque la salida aparece desigual y –no sorpresivamente– mucho más compleja para los países y regiones empobrecidas que para las demás.

Vicentin y el mundo

El sábado, en una entrevista en El Fin de la Metáfora, el presidente Alberto Fernández señaló entre los motivos para expropiar Vicentín, la posibilidad de su inminente adquisición por parte de un grupo inversor extranjero. La expropiación sería apenas un método, justificado en la poca transparencia de las relaciones que, hasta aquí, vincularon a la empresa y las instituciones públicas. Más allá del método, la intervención pública al rescate de los capitales nacionales ha sido una constante a nivel global durante la pandemia. 

Mucho se comentó de la participación alemana en el paquete accionario de Luftahnsa, a cambio de 9 mil millones de dólares. Allí el estado se autoexcluyó del voto en las decisiones empresarias, excepto en materia de fusiones y adquisiciones. Preservar la empresa como firma alemana. Más desapercibida pasó una operación similar. El Estado ingresó con el 23% del capital accionario en la farmacéutica CureVac, que trabaja en uno de los proyectos más avanzados de vacuna contra la COVID-19, y por la que el gobierno estadounidense había mostrado interés.

Apenas algunos ejemplos, que se replican en Francia, Italia, Estados Unidos y España. Con distintas formas, los países tomaron medidas, a veces por miles de millones de dólares, para defender sus empresas nacionales ante un panorama mundial en el que la competencia interestatal va a afectar, sin dudas, a lo que se produce, y los dilemas de seguridad van a ser igual de importantes que los vinculados a la eficiencia. En un país donde la obtención y el acceso a divisas se presenta como el principal desafío al crecimiento, la pregunta sobre el carácter estratégico de Vicentín es redundante. Más allá de la discusión sobre el método, de haber sido adquirida, la preeminencia del capital extranjero en el sector habría sido abrumadora.

Lo imperdonable es la falta de elegancia

Eran tiempos del Plan V. El círculo rojo, que había acompañado a Mauricio Macri a Casa Rosada, empezaba a creer que María Eugenia Vidal era una mejor opción para enfrentar a un peronismo que iba a tener en la crisis económica un inmejorable eje de campaña. El juez de Morón, Néstor Barral, en una causa que en la que investigaba delitos comunes, se choca con una desgrabación de una escucha en la que unos ex comisarios se proponían caminar a Vidal y su entonces ministro de Seguridad, Cristian Ritondo. Barral se lo cuenta a Ritondo y eso derivó en una áspera conversación primero con Macri y luego con Gustavo Arribas.

Tal vez por estos antecedentes –a los que luego se les sumaría la carpeta de la gobernadora en el caso del falso abogado Marcelo D’Alessio– es que tanto Vidal como Ritondo tomaron la decisión y –a menos que medie algún cambio de último momento– se van a constituir como querellantes en la causa de espionaje que tramita en Lomas de Zamora. Vidal además comparte abogado con Rodríguez Larreta. No son los únicos: Emilio Monzó y Nicolás Massot recorrerán el mismo camino. Entre ellos también comparten abogados. 

Por su parte, los vínculos del presunto jefe de este esquema de espionaje ilegal, Alan Ruiz, no terminan en la AFI y se remontan al año 2007 en La Pampa cuando Carlos Tierno logró acceder a la municipalidad de Santa Rosa. Tierno duró lo mismo que la cuarentena: 87 días. Desde ese entonces, el vínculo de Ruiz –que trabajó en la campaña para el fugaz intendente y cuando este conservador del interior ejerció las tareas de ministro de Seguridad– se consolidó con una dirigente de proyección nacional que siempre se preocupó mucho por las campañas de Tierno: Patricia Bullrich. La titular del PRO dice en privado que es hombre de Eugenio Burzaco. La tiene difícil: si bien es cierto que Ruiz perteneció a la Metropolitana, desde fines de 2015 pasó a reportar directamente a La Piba con diversos cargos en el ministerio de Seguridad. Es más: fuentes con acceso al expediente aseguran que hay ingresos de Leandro Araque, subalterno de Ruiz, a la cartera que comandaba Bullrich.

Bonus track

  • MeLiberé de un problema. El juez Sebastián Casanello archivó la causa contra Mercado Libre por defraudación contra la administración pública. Lo hizo luego del dictamen del fiscal Carlos Rívolo que tuvo un rasgo atípico: fue muy duro con la denuncia de su colega Guillermo Marijuan.
  • El tema Vicentin trajo algunos cortocircuitos internos: no es la primera vez que CFK advierte que un ministro deja trascender erróneamente por los medios que las decisiones que traen ruido en la opinión pública tienen por detrás la autoría intelectual de la vice.

Antes del libro, te quiero recordar que –producto de la situación global y del rubro en particular, pero también del ethos de Cenital– abrimos la posibilidad de que seas parte del proyecto a través del sistema de apoyo económico para poder seguir creciendo.

La recomendación de hoy es ¿Qué es la justicia? de Hans Kelsen.

Ojalá hayas disfrutado de este correo tanto como yo. Estoy muy agradecido por tu amistad que, aunque sea espectral, para mí no tiene precio.

Iván

Es director de un medio que pensó para leer a los periodistas que escriben en él. Sus momentos preferidos son los cierres de listas, el día de las elecciones y las finales en Madrid. Además de River, podría tener un tatuaje de Messi y el Indio, pero no le gustan los tatuajes. Le hubiera encantado ser diplomático. Los de Internacionales dicen que es un conservador popular.