Un país intenso

Duhalde y el paso del tiempo. El DNU de las telcos y sus alcances. Los mensajes de Horacio Rodríguez Larreta para adentro y afuera de su espacio anticipan la pelea por las listas. Darío Nieto en el laberinto de su teléfono. Diferencias en el oficialismo postergan el tratamiento de la reforma judicial. Detalles de la nueva gestión en Energía.

Hola, ¿cómo estás? Espero que bien y no como yo: todavía trato de entender qué pasó entre Neymar y Maluma y si la pelea fue real o una movida para promocionar vayaunoasaberqué. Me disculpo por el arranque alternativo, pero me mortifica lo suficiente como para contarlo, pero no tanto como para googlearlo. En fin. 

Duhalde y el paso del tiempo 

La primera vez que Eduardo Duhalde le manifestó su preocupación a Alberto Fernández sobre un posible golpe fue hace tres meses. El ex Presidente sostenía en aquel momento -y lo sigue pensando- que hay en marcha un intento destituyente por parte de “la oficialidad joven” que ve en el peronismo albertista algunas reminiscencias comunistas. 

Duhalde le trasladó al Presidente que este plan ya tenía a su reemplazo, al ministro de Economía y a la pata peronista: Juan José Gómez Centurión, José Luis Espert y Sergio Berni respectivamente. Es redundante aclarar que Fernández no le dio demasiada importancia al anuncio y el Cabezón lo debe haber sentido, porque días después le manifestó la misma hipótesis a Cristina Kirchner y Agustín Rossi que se sorprendieron en la misma medida. 

El Presidente, ante la duda, había consultado informalmente a su ministro de Defensa que le acercó la versión al jefe del Estado Mayor Conjunto, Juan Martín Paleo, quien le dijo que les había costado muchos años sacarse la etiqueta de golpistas y que los soldados jóvenes eran quienes más estaban comprometidos con la democracia.

Sin intenciones de ser indulgente, el problema de Duhalde parece habitar más en el deterioro al que todos estamos expuestos producto del paso del tiempo que con movidas destituyentes. 

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Venezuela, Venezuela, Venezuela

El Presidente anunció la conversión de los servicios de provisión de internet, telefonía celular y televisión paga en «servicios públicos en competencia».

¿Qué significa que algo sea un servicio público? Si bien los jueces y profesores de derecho administrativo suelen tener desacuerdos, se pueden decir algunas cosas. La idea que más me gustó entre las que escuché es de Carlos Balbín, quien fuera el primer Procurador del Tesoro designado durante el gobierno de Mauricio Macri. Balbín sostiene que designar una actividad como servicio público es una decisión instrumental que el Estado tiene a disposición para garantizar derechos fundamentales. 

¿Y qué implica que una actividad sea servicio público? Aún entre las opiniones divergentes, algunos puntos son de consenso. El Estado tiene mayores potestades regulatorias sobre los servicios públicos que sobre la mayoría de las actividades económicas como, digamos, la venta de golosinas. Otra: los prestatarios de un servicio público están sujetos a obligaciones. Como mínimo, respetar los principios de igualdad y de continuidad. Es decir, ofrecer el servicio, en las mismas condiciones, a cualquiera que lo solicite y garantizar que esté disponible. A su vez, haciendo caso al criterio de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, establece una obligación en cabeza del Estado de expandir el alcance de dichos servicios para que estén disponibles para la mayor cantidad posible de ciudadanos.

Qué es y qué no es servicio público es una decisión normativa, ninguna actividad lo es en sí misma y no se relaciona directamente con la importancia de la misma para las personas. Por volver al contraejemplo: difícilmente alguna actividad sea más esencial que la provisión de alimentos y, sin embargo, se presta en Argentina en condiciones de mercado. Actividades estratégicas que requieren de grandes inversiones o son proclives a la concentración suelen requerir mayores regulaciones para beneficiar a los consumidores y para llegar a quienes los criterios de mera rentabilidad podrían excluir del acceso. 

La idea del «servicio público en competencia» estaba recogida en la ley Argentina Digital que la gestión anterior derogó y bajo la cual las empresas privadas realizaron las mayores inversiones en el rubro de telecomunicaciones que fue la licitación de las redes de 4G y el Estado encaró por sí mismo el tendido de 30 mil kilómetros de fibra óptica a lo largo del territorio nacional. La pandemia dejó en evidencia la importancia de garantizar la conectividad, una tarea que, si no se aborda con urgencia, amenaza agravar aún más las desigualdades existentes en el país. 

Argentina deberá en el mediano plazo incorporar la tecnología 5G en sus redes de telecomunicaciones y en el corto mejorar la operación de las tecnologías existentes, ya que la velocidad de internet, tanto fija como móvil, es algo más baja que el promedio internacional. Difícilmente pueda alcanzar esos objetivos si el Estado no participa como un regulador intenso que garantice que las inversiones se realicen y no redunden en precios prohibitivos. Excepto por la inexplicada inclusión de la TV paga en el paquete, parece muy difícil negar la racionalidad de la decisión presidencial.

En un país en el que la mayor parte de los servicios de electricidad, transporte público y telefonía fija son prestados por privados hace más de dos décadas, un grupo de dirigentes –mayoritariamente afincados en una ciudad donde el taxi es considerado un servicio público por la legislación local– vieron en la medida rasgos «venezolanos». Una comparación curiosa con un país donde esta misma semana se intervino al cuarto partido político opositor, el Presidente alentó la posibilidad de comprar misiles balísticos de mediano alcance a la República Islámica de Irán y la inflación se ubicó por encima del 4.000 por ciento anual. 

La noción del «servicio público en competencia», que supone varios jugadores compitiendo para obtener una rentabilidad de la elección del consumidor, parece muy lejana de los ímpetus estatizantes con los que el chavismo abordó conflictos con cualquier tipo de sociedades comerciales –desde distribuidoras de alimentos hasta canales de televisión– y parece más apuntada a regular un mercado que al multimedio que fue el primero en apostar a un mercado masivo de internet de alta velocidad.

Idealmente, la decisión acercará las reglas de los servicios de internet y telefonía celular a los estándares mínimos a los que obliga la Unión Europea a los países miembro, que incluyen transparencia en los contratos y servicio mínimo universal que garantizan el derecho a la conectividad como derecho fundamental. Esto ocurre al tiempo que los estados y la propia Unión garantizan que se realicen las obras de conectividad indispensables para estar a la altura de los desafíos tecnológicos que impone el mundo, a los que en Argentina se agrega el de hacerlo sin avalar aumentos excesivos, en el marco de una economía con un inflación persistentemente alta en términos internacionales.

El nuevo Horacio se construye con el viejo Horacio y no sobre el viejo Horacio

-Se acabó el tiempo de tener un millón de amigos.

Horacio Rodríguez Larreta estrenó la frase en un almuerzo con Diego Santilli, Cristian Ritondo y Álvaro González hace diez días y la repitió hace menos tiempo en un zoom con un grupo reducido de legisladores de todo el país. Las interpretaciones, como suele ocurrir con el mandamás porteño, fueron diversas. “El mensaje de Horacio fue para adentro, por eso salieron a responderle en off desde su entorno a las declaraciones de Patricia”, reflexionan unos. “Tiene que ver con que siente que Alberto, presionado por el kirchnerismo, decidió tensionar más con la Ciudad”, aseguran otros. 

Lo cierto es que a Larreta le incomodan más las tensiones internas que los rigoreos externos, porque con los primeros sabe que tiene que convivir, al menos, hasta pasadas las elecciones del año que viene. E, infelizmente para él, aparecer firmando en soledad el comunicado contra la reforma judicial o ser desautorizado por un CM hacendado, más hábil en esos lotes que en las predicciones electorales. En su interior, el jefe de Gobierno hubiera deseado que este tironeo llegara más cerca de mediados del 2021. Porque, además, esta situación expone algo que, sin quererlo, dejó a la vista su amigo Sergio Massa. “Macri les da instrucciones desde una reposera en Saint-Tropez”, suele repetir el tigrense. Esto, además de recordar el poco apego por el trabajo del ex Presidente, también pone de manifiesto que a Macri, en el PRO –y, por qué no, en JxC– no le hace sombra nadie a la hora de tomar decisiones o marcar posiciones.

Sin embargo, hay algo muy evidente, pero poco explorado en este debate a cielo abierto que se da en la oposición. Patricia Bullrich, mujer de armas tomar, en todos los sentidos y pasajes de su historia política, cree que puede ser ella. En sus intervenciones hay ataques furibundos al gobierno nacional y la figura de CFK, pero muchas menos defensas al ex Presidente. Es más: el contenido del zoom que mantuvo hace días con Ernesto Sanz, tuvo mucho más de crítica que de autocrítica: marcó –marcaron– errores de Alfonso Prat-Gay, Mario Quintana, Gustavo Lopetegui, Nicolás Dujovne, Rogelio Frigerio y del propio Macri. 

El tipo se come al cuco porque lo banca un puntero matón

“Darío Nieto, jefe de Martinengo recibía de la nombrada estos informes,

convirtiéndose así en un canal subsidiario; pero no por eso menos importante, de la transmisión de la información producida en violación a la Ley de inteligencia por los imputados Saez y Araque, principalmente. A su vez, se ha probado, a pesar de que la nombrada lo ha negado en su indagatoria, que los informes remitidos por Saez y Araque los envió a Darío Nieto”. Si bien en términos lombrosianos es verosímil que el secretario privado de Macri no tuviera relación alguna con el espionaje, para la justicia hay suficiente prueba que acredita lo contrario.

En las últimas horas, Nieto publicó en su cuenta de Twitter: “Esta es una de las fotos de la pericia de mi celular. Muestra que el 27/06 a las 15:33 hs —fecha en la que el celular ya estaba en manos del juzgado y de la fiscalía— hubo un supuesto intercambio de mensajes entre mi teléfono y el de Silvia Majdalani. Es decir, DOS DÍAS DESPUÉS del allanamiento y secuestro de mi celular alguien quiere simular un intercambio de mensajes míos con la ex número 2 de la AFI”. 

El descargo de Nieto es lógico y su búsqueda también: que su celular no pueda ser tomado como prueba. Sin embargo, la estrategia se encuentra con dos obstáculos. Uno, técnico: no hay indicios de adulteración de la prueba y eso lo puede determinar hasta un perito de parte. El otro, político: va a ser difícil convencer a quien conozca a los actores involucrados que los fiscales Santiago Eyherabide y Cecilia Incardona, enfrentados con el anterior juez de la causa, Federico Villena, por sus modos reñidos con el respeto a los procedimientos, puedan ser acusados de tener intencionalidades non sanctas. 

En sus primeras apariciones públicas, Nieto insistió con narrar la primera mitad de su perfil, aquel que lo llevaba desde comprarle rompecabezas de 500 piezas a Antonia hasta ropa interior al ex Presidente en sus viajes. Sin embargo, las sesudas recomendaciones para suspender el viaje a Paraguay –¿cuál habrá sido el motivo por el que Macri no podía esperar unas pocas semanas?– o el poroteo en el caso Vicentín, muestran a un hombre hiperactivo y de ascendencia sobre las tareas políticas más delicadas del líder del PRO. 

A última hora de ayer, el periodista Ariel Zak anticipó que la Cámara Federal de La Plata –la misma que apartó a Villena– confirmó la resolución por la cual le rechazaron la eximición de prisión. En el texto recuerdan que se atrincheró en su auto y que ahora está imputado y citado a indagatoria. 

Un mes clave para el oficialismo

La reforma judicial nació huérfana. Marcela Losardo, que amagó con defenderla en público, se queja en privado de su soledad y la falta de compromiso del resto de los funcionarios que participaron más activamente del texto. A esta diferencia interministerial se le sumó otra con el kirchnerismo. Algunas notas del fin de semana intentaron despegar al Presidente de la cláusula Parrilli y sugirieron un malestar de la ministra de Justicia con la movida que desató los peores temores de la prensa libre. “Es raro, porque Marcela lo sabía y estuvo presente cuando Oscar lo mencionó en comisión”, recordaban en el Instituto Patria donde además le reclaman falta de brío a la defensa de la iniciativa.

Este run run internista no debería hacer olvidar lo evidente: a la reforma la presentó el propio Presidente y es una de sus principales promesas de campaña. Perfectible o no, necesaria o postergable, un proyecto al que le puso el cuerpo el jefe de Estado debería merecer una larga fila de ministros dispuestos a defenderlo. Si bien es cierto que cierta narrativa autocomplaciente le hizo daño a un sector de la oposición y le obstruyó el proceso de humildad y autocrítica que tenía que hacer frente a la sociedad para recrearse, no es menos atendible que el Gobierno no tiene demasiado lugar para otro traspié como con Vicentín, por un rasgo tan curioso como indiscutible: al oficialismo le cuesta mucho más capitalizar los éxitos que padecer los errores. 

En los últimos entra la política energética, sobre la cual venimos advirtiendo en este espacio desde mediados de enero. El alejamiento de un Sergio Lanziani que había perdido padrinazgo político a semanas de haber asumido sólo se demoró por la pandemia y la falta de claridad en su reemplazante. La ascendencia de Martín Guzmán sobre la etapa que viene empezó a materializarse con esta decisión y continuará con orientaciones más precisas en la política monetaria. Titular de la comisión de Energía en Diputados, y diseñado políticamente en el PJ neuquino, Darío Martínez asumió el lugar que dejó vacante Lanziani luego de una danza de nombres en la que participaron activamente desde Economía en contacto permanente con la jefatura de bloque del oficialismo en la Cámara Baja. Cercano a Máximo Kirchner y de buen trato con Sergio Massa, Martínez cultivó una relación con Alberto Fernández en una visita a su provincia durante la campaña de 2019 cuando el hoy Presidente no era ni siquiera candidato. Estuvo mucho tiempo enfrentado con Parrilli a quien hoy lo une una relación sólo cordial. El fetiche de las palabras. 

Martínez deberá articular entre las distintas visiones que hay en el oficialismo, aunque ya se puede anticipar un mejor diálogo con su jefe Guzmán, el ministro Matías Kulfas o el CEO de YPF, Sergio Affronti, que con el titular de la petrolera, Guillermo Nielsen, o el interventor del ENARGAS, Federico Bernal.

Bonus track:

  • Ayer comenzó la Convención Nacional Republicana, en la que Donald Trump se convertirá formalmente en el candidato del partido a la presidencia de los Estados Unidos. Con el discurso de Mike Pompeo, la convención marca la primera vez que un Secretario de Estado, encargado de la representación de los Estados Unidos ante el mundo, pronuncie un discurso en un evento partidario. Entre los doce principales oradores que van a intervenir en el evento, seis se apellidan Trump. Hace pocos meses, con las elecciones argentinas, estaba de moda hablar de un supuesto eje populista en el continente. Curiosamente, todos los analistas ponían al presidente estadounidense en el bloque de enfrente.
  • La Ciudad cree que “lo peor ya pasó” y que de aquí en adelante comenzará “una baja lenta y progresiva durante uno o dos meses”. El pico promedio de los últimos siete días fue el 5 de agosto con 1350 casos y ahora el distrito se encuentra entre 900 y 1000, también en promedio. Continuarán las reaperturas.
  • Hubo consultas de las autoridades políticas de Uruguay al ministerio de Economía y el BCRA de aquel país sobre las posibles consecuencias de no abrir el turismo a países limítrofes. “Podemos tolerarlo”, fue la respuesta informal. ¿Temporada sin argentinos en Punta? 😱

Antes del libro, te quiero recordar que –producto de la situación global y del rubro en particular, pero también del ethos de Cenital– abrimos la posibilidad de que seas parte del proyecto a través del sistema de apoyo económico para poder seguir creciendo. Ya entregamos las primeras becas y medias becas para estudiar idiomas en el CUI y próximamente vamos a continuar con más beneficios.

La recomendación de hoy es Ubik de Philip Dick.

Ojalá hayas disfrutado de este correo tanto como yo. Estoy muy agradecido por tu amistad que, aunque sea espectral, para mí no tiene precio.

Iván

Soy director de un medio que pensé para leer a los periodistas que escriben en él. Mis momentos preferidos son los cierres de listas, el día de las elecciones y las finales en Madrid. Además de River, podría tener un tatuaje de Messi y el Indio, pero no me gustan los tatuajes. Me hubiera encantado ser diplomático. Los de Internacionales dicen que soy un conservador popular.