La semana económica, en números

Se despertó la inflación. El IPC marcó un aumento del 3,8% mensual para octubre, el registro más alto desde noviembre del año pasado. Alimentos (frutas y verduras), indumentaria y combustibles, los principales rubros con alzas. Además, el salto en los precios se tradujo en una caída del poder adquisitivo de los salarios.

Una semana donde se publicaron muy pocos indicadores, aunque hubo uno muy relevante. El INDEC difundió el IPC de octubre, que a pesar de que se esperaba que diera más alto (el Relevamiento de Expectativas del Mercado –REM- la había estimado en 3,2%), sorprendió por su magnitud. La inflación mensual fue del 3,8% (+1 p.p. respecto del mes anterior), siendo la más elevada desde noviembre del año pasado. En el acumulado del año, la inflación se ubicó en 26,9%, mientras que en términos anuales fue de 37,2%. Como se ve en el gráfico, la inflación muestra una tendencia alcista desde el inicio de la pandemia, con un salto importante en el último mes.

Inflación mensual

Fuente: INDEC

Al desagregar por divisiones, se observa que los principales aumentos se dieron en Indumentaria (+6,2%), Alimentos y Bebidas (+4,8%), Mantenimiento del Hogar (+4,5%) y Transporte (+4,2%).

Divisiones del IPC (% mensual)

Fuente: INDEC

Por el lado de alimentos y bebidas, el factor principal que estuvo por detrás de los aumentos fue la actualización de Precios Máximos (programa iniciado en la pandemia, que regula los precios los alimentos, bebidas, productos de perfumería y limpieza más consumidos), que en los primeros días de octubre tuvo una actualización del 3% promedio. En lo que respecta al transporte, la suba se explica fundamentalmente por el aumento de las naftas, que en promedio fue del 3,5% (sumado a un efecto arrastre por la suba de septiembre). En cambio, los rubros de menores aumentos fueron Educación (+0,1% mensual) y Comunicación (-0,1% mensual), tras el congelamiento y la declaración de servicios esenciales a la telefonía, cable e internet.

Al analizar la inflación en términos anuales, si bien en octubre se frenó el proceso de desinflación, se espera que el año termine con una inflación en torno al 38%, lo cual sería una baja muy significativa en relación a fines del año pasado (unos 15 puntos porcentuales menos). De todas maneras, el gran desafío parece ser lo que vaya a suceder el año próximo, ya que al comparar la proyección oficial que figura en el Presupuesto 2021 con la que estima el mercado (ver REM citado previamente), se observa una divergencia de 20 puntos porcentuales entre ambas para diciembre del año próximo.

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Inflación real y proyección oficial vs mercado (en % anual)

La gran divergencia se explica fundamentalmente por lo que el gobierno espera que suceda con el tipo de cambio oficial, cuyo aumento proyectado es del 25% anual, mientras que el mercado espera que haya una nueva devaluación del dólar, dado que estima una suba del 49% anual.

Salarios (septiembre)

Esta semana también se publicó la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), que se define como aquella sujeta a aportes del sistema jubilatorio que perciben los trabajadores en relación de dependencia. La misma se ubicó en $61.900, marcando un incremento del 1,9% mensual y del 36% anual, con lo cual en ambos casos perdió contra la inflación. En efecto, el salario en términos reales muestra una contracción del 6% anual, aunque todavía se ubica por encima de fines del año pasado, el nivel más bajo de la década.

Evolución de la RIPTE en términos reales

Me dedico a estudiar la macroeconomía argentina, algo que en este país debe ser similar a tener un doctorado en física molecular. Soy magister en Desarrollo Económico en la UNSAM y estoy haciendo el Doctorado homónimo en la UNQUI. Padre de gemelas y docente universitario.