Karina Milei, la reina de un mundo perdido

La hermana de Javier oficia de jefa de campaña y de operadora del armado nacional del líder de los libertarios. Retrato de una mujer de la cual no se sabe mucho, pero ostenta la voz de mando en La Libertad Avanza.

A veces, administrar el éxito es lo más difícil. Si hubo un momento alto para Javier Milei fue entre septiembre y noviembre de 2021. El corto pero intenso período entre sus dos actos en Parque Lezama –donde hizo su lanzamiento y cierre de campaña a diputado nacional por La Libertad Avanza (LLA)–, y el Luna Park, donde festejó el 17% de los votos que sacó en la Ciudad de Buenos Aires, que le permitió entrar al Congreso Nacional junto Victoria Villarruel y meter 5 legisladores porteños. Todo era sorpresa, euforia y la promesa de una revolución anti-casta. De ser un puñado de locos gritando libertad pasaron a ser mirados por todos los sectores como una amenaza real a las estructuras tradicionales de la política. ¿Qué pasó en esos dos meses? Karina Milei, la hermana del economista que estuvo más horas frente a las cámaras de televisión desde 2018, pasó al mando de la campaña. Cuando llegaste a acariciar el león, es el momento de pedirle algo a cambio: un nuevo objetivo, la presidencial de 2023. 

A partir de ahí, el armado nacional lo ejerció ella. Es responsable de su comunicación, su imagen, su agenda, la administración de sus bienes, que no le falte nada, su estado de ánimo y su articulación política en las provincias. Algunos dicen “ella es la que manda”, otros dicen “él maneja todo”. En el juego de las cartas, los Milei se usan como comodín. Y dejan que crezca una narración mística y ambigua acerca de su relación. Eso no tapa el resultado de los candidatos aliados de LLA en las provincias: muy inferior al esperado. ¿De quién es la culpa? ¿Se podía sostener esa sensación de euforia de 2021?

Quién es la mujer a la que Javier llama “El jefe”, en masculino, porque así representa más autoridad; cómo se maneja la encargada de armar las alianzas en las provincias; cómo ejerce el poder político que ostenta; y cómo la ve el círculo íntimo del líder de los hastiados, los que estuvieron cerca de El León y fueron expulsados, y cómo la definen sus enemigos. Quién es la mujer que acompaña o impulsa el lento y sinuoso camino de la construcción (o demolición) del armado nacional. Intentaremos rodearla, porque llegar a ella parece imposible. Está blindada. 

La familia Milei.

Los datos

Karina Elizabeth Milei es dos años y medio menor que su hermano, pisa los 50. Nació en la Ciudad de Buenos Aires y se crió en el barrio de Villa Devoto. Tiene ojos grandes, almendrados, y celestes. Su pelo, abundante, es de un rubio Susana Giménez. Fue al tradicional colegio católico Cardenal Copello. Es licenciada en Relaciones Públicas por la UADE. Estudió pastelería y es artista de cuadros con onda bricolage: soles y lunas, siluetas de madera, canastos. Siempre que se la ve está vestida de negro.

Antes de ser la jefa de comunicación de la campaña presidencial de su hermano era quien le manejaba los bienes y la agenda de consultor económico. También tuvo una gomería con una socia, y trabajó en el sector privado. No está casada, al igual que Javier. No tiene hijos, al igual que Javier. Pero ambos tienen “hijos perrunos”. En el caso de él, tiene cinco; ella, uno solo, un pastor suizo llamado Aarón.

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Vive en Vicente López, en una torre frente al río sobre avenida del Libertador, cerca de sus padres. Es la responsable de que se reconciliaran con el presidenciable después de una década sin hablarse, Milei (h) llegó a decir en televisión que sus padres estaban muertos para él. Ella siempre fue la que intercedía y mediaba entre las disputas familiares. Norberto, el papá, quería que Javier fuera arquero de fútbol, y lo hizo, jugó algunos partidos en Chacarita, pero colgó los guantes y desató la guerra. Milei (p) le hizo la vida imposible a Milei (h) cuando quiso seguir su propio camino, estudiar Economía. Durante la pandemia, fue ella la que acercó posiciones.

Karina, que tiene un palco en el estadio de Boca, siempre fue una especie de porrista de su hermano. En 2018 fue actriz de una obra de teatro que él estrenó en el 2018 en el Teatro Picadilly. “El Consultorio de Milei”, la tenía como co-protagonista, y también aparecía Carlos Maslatón hacia el final con unas pancartas y cantaba en contra del gasto público, junto con otros amigos libertarios. Lilia Lemoine, asesora de imagen de Milei y cosplayer, hizo algunos de los trajes y el maquillaje. La obra la produjo Nito Artaza, pero se pelearon un año después, en 2019, y la levantó de cartel.

El mito

En la política o en el juego, marear al adversario es una estrategia. ¿Quién tiene el comodín? O, en criollo, quién tiene el mango. «Uno siempre tiene que tener a alguien a quien reportar, en mi caso yo reporto a mi hermana», le dijo Javier a Eduardo Feinmann en mayo de 2022. Así, la idea de que Karina era la mandamás se instalaba desde Milei mismo.

«La conocí en la campaña 2021, es una persona de bajo perfil, no se muestra, pero yo inmediatamente empecé a ver que manejaba todo», dice Maslatón un domingo de junio en el café del Hotel Alvear. ¿Qué cosa es el todo?, le preguntó Cenital. «Absolutamente todo, la persona que autorizaba que suceda tal o cual cosa, y la dice como una orden. Y tenía un dominio sobre Milei total».

Maslatón, el ahora expulsado del entorno, era parte del primer círculo político de Milei. «Él me llamó para colaborar en la campaña 2021, era una especie de maestro de ceremonias de los actos». En esos dos de Parque Lezama de 2021 vio que la hermana era la que ejecutaba algunas decisiones. «Desde hoy el himno no se canta, así lo quiere Milei», le dijo al broker, que sabe de la interna libertaria en relación a los signos patrios. Lo que antes era una deliberación en conjunto de los compañeros de Javier, él detectó que pasaban a ser órdenes de ella y de los nuevos nombres que se acercaban. En el entorno de Karina no recuerdan la situación y no tienen la bajada de línea de Javier de no cantar el himno. 

En esos actos en el anfiteatro de San Telmo, que estaban llenos de gente, había banderas partidarias de los liberales, antiaborto y amarillas con la silueta de un león. También celeste y blancas, la de la Patria. Sobre el escenario siempre estaba el mismo grupito que lo acompaña: Maslatón; Ramiro Marra y Eugenio Casielles, sus primeros armadores políticos; Marco Urtubey, el hijo del exgobernador salteño; algunos influencers libertarios; y ella, casi escondida, al margen. Eso estaba por cambiar. Karina desarrolló una estrategia: centralizar todo el discurso en su hermano y armar una comunicación donde la imagen sea él, y nadie más. Lo convence. «Yo soy un rock star, yo llego último, en auto, y entro por el medio entre toda la gente, haciendo pogo». Como si fuera el Diego, Javier habló de sí mismo en tercera persona, y convirtió el Parque Lezama en su Nápoles imaginario. Y así fue. En lugar de oír el grito sagrado, los simpatizantes libertarios lo escucharon cantar: «Por favor, no huyan de mí, yo soy el rey de un mundo perdido. Soy el rey y te destrozaré, toda la casta es de mi apetito». 

La imagen del león también la pensó ella. “Panic show”, esa canción que La Renga escribió como una fábula política, se convirtió en sátira. La imagen estaba creada: ya sin los trajes de economista, Milei estaba en campera de cuero, transpirado y excitado, gritando que él era el león. Nadie más. No pudo seguir cantándola, pero ya era tarde para detener a sus seguidores. Lo mismo pasó con “Se viene el estallido” de Bersuit Vergarabat. Las vaciaron del sentido original, tergiversaron la revolución y se las reapropiaron.

Javier Milei y su hermana Karina detrás, cuando viajaron a Tucumán para apoyar a su candidato a gobernador Ricardo Bussi en mayo pasado.

En esos meses finales de 2021 ocurrió lo que parecía imposible, en el debate de candidatos en TN, el periodista Mario Massaccesi la sacó al aire menos de un minuto. Es el único video donde se la escucha, dice solo dos frases que quedaron inmortalizadas en YouTube. «Sí, hace caso, es muy aplicado», dice en referencia a su hermano. Marra no puede creer que ella esté hablando a cámaras, ¡cuando se entere Milei! «Les va a costar caro esto», dice ella, en broma y agita el pelo al reírse. A las pocas semanas da una única entrevista, es a Clarín. A los días, Milei va al programa de Viviana Canosa en A24, habla sobre su hermana, y llora con una emoción que le desfigura la cara, como si estuviera evocando a alguien que no está, y dice: “Moisés era un gran líder, pero no era bueno divulgando. Y entonces Dios le mandó a Aarón para que divulgue. Bueno, Kari es Moisés y yo el que divulga, nada más. Soy solo un divulgador”. No pasó mucho tiempo hasta que, ante un Feinmann sorprendido, Javier dijera que si llega a ser presidente en 2023 ella va a ser la Primera Dama.

Puede ser el azar o pueden ser unos genios de la comunicación, pero para crecer a nivel nacional había que crear una mística. Ella ya tenía la imagen que quería para su hermano, ahora venía la coronación en el lanzamiento de la campaña presidencial. Es en los primeros meses de 2022 que la dupla de hermanos rearma su base de operaciones. Se va Maslatón, se va Marra, se va Casielles. Ingresa Sebastián Pareja, quien cumple la tarea de armador provincial. Entra Carlos Kikuchi, un asesor de prensa de Domingo Cavallo durante su período de ministro de Economía de Carlos Saúl, para oficiar como el armador nacional. Ambos responden a ella en el armado político. Ambos forman parte de la Junta Electoral de LLA. Ambos renunciaron a 48 hs del cierre de listas para ser candidatos en PBA. En reemplazo de Kikuchi, Milei anotó a su mamá, Alicia Luján Lucich. Las filas se cierran ahí, herméticas. 

El lanzamiento fue en Gerli, en el estadio de El Porvenir, el 10 de junio de 2022. Se esperaban 15 mil personas, pero fueron dos mil. El conurbano -y luego el país- no son como su Nápoles imaginario. Fue un fracaso, pero logró lo que ella planificó: él, solo, en el escenario. El fuego en las pantallas, el logo del león. La música más fuerte. El pelo. El rockero eufórico. Y la foto final: él la llama al púlpito, la abraza, levantan juntos los brazos en victoria.

Se dice que es tarotista, que está influida por métodos místicos, casi lopezreguianos, que el vínculo con su hermano es demasiado cercano, que es autoritaria. Lo cierto es que nada se sabe porque quienes llegan a ella son pocos, contados con una mano. Lilia, su amiga, la define: “Karina es una mujer espiritual, nada más. Por ser una mujer y tener sensibilidades se la ha tratado de bruja, que es lo que pasa desde la Inquisición. Es una mujer muy empática y sabe escuchar”. Sus enemigos políticos van más allá. Maslatón, por ejemplo: «La dueña real del poder en La Libertad Avanza es ella. Es una persona totalitaria que quiere hacer predominar su voluntad por sobre cualquier sistema de consenso político o humano. Yo la veo fusiladora, inclusive. Creo que tiene capacidad para dar órdenes criminales políticas».

El poder

Ahora, el armado. Su rol es difuso, entre secretaria, jefa de prensa, jefa de campaña, armadora política, asistente personal, y otros etcéteras que se pueden imaginar cuando la estructura es tan pequeña. Es, además, la apoderada del dinero de la campaña, también está en la Junta Electoral con su mamá. Y maneja algunos de sus vínculos en el frente La Libertad Avanza.

«Ella toma las decisiones de la agenda, es la agente de prensa de él, pero después Milei le dice acá no ceno, acá no voy y en el medio de la nada la deja bailando sola», dice a Cenital el ahora ex candidato a gobernador de Neuquén, Carlos Eguía, un par de días después del editorial radial donde lo defenestró. Ahí, además de varios adjetivos descalificativos (o descriptivos), expuso que Kikuchi y Julio Serna (otro de los misteriosos armadores políticos) le pidieron algunos de los cargos de asesores de mayor rango. Es decir, de las 10 bancas que Eguía ganó en la Legislatura neuquina, alguno de los asesores no sean del equipo local y sean del nacional. «De los más caros, encima. Y yo le dije que nos la pasábamos hablando de casta, de los ñoquis, y me pedían esto. Los saqué cagando. Yo siempre tuve una relación bárbara con Karina, es una mujer normal, pero me cayó mal que después me llamara para minimizarlo», agregó. La relación se rompió, La Libertad Avanza lleva ahora otro sello provincial y Eguía quedó escupiendo fuego. 

Pero no es sólo en Neuquén el problema. En provincia de Buenos Aires se daba por (casi) confirmado a Guillermo Britos como candidato a gobernador y a último momento lo rechazó. En Salta, Uturbey salió séptimo, en Santa Fe hubo mucha polémica por el ida y vuelta de nombres. En La Rioja, Martín Menem tuvo magro resultados, como en Río Negro. En Córdoba hay una gran disputa: algunos militantes con antigüedad querían usar el sello de LLA y otros se inscribieron antes para bloquear candidaturas. Ni para la capital ni para la provincia Milei dio su apoyo oficial a ninguna de las listas. En Mendoza, el legislador José María Videla Sáenz, cercano a Alfredo Cornejo, salió al cruce en la elección de los candidatos: «No creemos que tenga que haber algún líder o pariente de un líder que elija desde Buenos Aires a los candidatos mendocinos”. En Tucumán, Ricardo Bussi, el hijo del represor, sacó el 3% de los votos, 10 puntos menos que en la elección pasada.

Los hermanos Milei y su armado nacional, en marzo de 2023.

Desde Tierra del Fuego, Santiago Pauli, apoderado nacional de la alianza LLA en representación de su partido fueguino Republicanos Unidos, confirma que del armado siempre habló con ella: «No es una persona cerrada para hablar con sus socios electorales». Fue con ella que organizó el viaje de Javier a Ushuaia, donde se sacó esa foto viralizada en la que se lo ve como un rockstar rodeado de gente sobre la avenida San Martín. Desde Buenos Aires, los resultados que obtuvo la candidata y pastora Andrea Almirón de Pauli fueron leídos como una derrota aplastante, pero ellos lo festejaron. «Sí, debería haber sacado más votos porque Milei vino a Ushuaia, estuvo un rato, y subió unos videos a Instagram, puede ser, pero creo que hay falsas expectativas desde su entorno. No podíamos sacar el mismo porcentaje que mide él como candidato presidencial». El vínculo entre las fuerzas sigue siendo bueno, y Pauli la tiene de interlocutora a Karina, porque rápidamente se dio cuenta que todo el equipo responde a ella. «A mí me gusta hablar con quien toma las decisiones. Yo no sé cómo se organizan entre ellos dos para la toma real de las decisiones, pero noté que todas las personas que deciden terminan charlando con ella».

«Lo que Karina y Kikuchi armaron es un plan para explotar la figura de Milei partiendo de un mecanismo de acción que no es el normal en la política», dice Maslatón, ya en clara enemistad con la hermana. La forma tradicional es la de fortalecer la militancia y que de ahí salga un armado de candidatos nacionales orgánicos. «Pero la hermana me dice que no, que no va a ser así. Te digo cómo piensa, ella dice: yo tengo la figura, soy dueña de la figura, la que controla la figura, entonces vamos a hacer un negocio que puede ser político y económico. Yo creo que está haciendo un negocio económico, el candidato es el que ponga la plata, porque yo te estoy prestando la figura, la boleta, el nombre y el logo». Él dice que sería pecar de inocente creer que esto se lleva a cabo sin el visto bueno o anuencia de Milei.

Su teoría de la franquicia ya es conocida. Eguía la confirma cuando decidió romper: hay que pagarles todo para que viajen, muestren su apoyo, usar su marca, escuchar una charla o para sacarse una foto con él. Pero el rédito para los candidatos provinciales no parece suficiente. Entonces, después de varias semanas de crisis interna en LLA por el desempeño mediocre en las elecciones locales en lo que va del año, sumado a un armado de listas legislativas y en PBA lejos de ser competitivas, se impone una pregunta: ¿era parte de la estrategia político-comercial el efecto del desinfle de las últimas semanas? 

Sergio Morresi, politólogo e investigador del Conicet especializado en el estudio del campo de la derecha en Argentina, mencionó que la estrategia de conducción que implementaron Karina y Kikuchi fue la de buscar aliados en las provincias con dos características: que aportaran votos sin la necesidad de que desde la estructura nacional se les dé más que la foto; y que tengan amplitud de ideas. «En cada provincia buscaron el que midiera mejor y primaron distintos perfiles, en algunas el independiente anti-establishment, en otros la derecha más tradicional reaccionaria y en otras provincias partidos menores que ya tienen representantes. La estrategia no dio buenos resultados, pero no la cambiaron». Para el doctor en Ciencias Políticas, esas decisiones son de Javier, y algunas de esas candidaturas, como la de Bussi y Menem, responden a sus vínculos personales, más allá de lo que planificaron los armadores.

Para otros, el giro más extremo a la derecha está vinculado más a esas alianzas electorales, por ejemplo al que imprime su compañera de fórmula Victoria Villaruel, que a una cuestión ideológica pura de los Milei.

«El protagonismo de Kikuchi y Karina en el armado de Milei coincide bastante con la salida de Maslatón, autodenominado ‘puntero’ político del candidato, y una voz dialoguista con respecto al oficialismo y al peronismo en general», dice Lucas Reydó, miembro investigador del Laboratorio de Estudios sobre Democracia y Autoritarismos (LEDA) de la Unsam. «Si bien el discurso de Milei ya había encontrado sus exabruptos previos a este cambio (que van desde su característica violencia discursiva hasta las declaraciones en torno a la ‘libertad de morirse de hambre’), el nuevo armado consolidó posicionamientos de extrema derecha que quizás antes buscaban disimularse».  

El armado político por franquicias peca de cortoplacista -no puede durar más que una elección- y parece inocente como el objetivo final de esta dupla de hermanos. Salvo que la personalidad mesiánica de Javier, y el deseo de su hermana por satisfacerlo, sea la razón final. No sería extraño en política, pero sí particular.

La política

Su ejercicio del poder no está en duda, más allá de que sea de ella o no la palabra final de las decisiones. Sin embargo, en cuanto al rumbo político de LLA, las dudas toman otra contextura.

“Querer escindirme de mi hermana es un delirio. Yo hago lo que hago porque está mi hermana conmigo. Una de las cosas que me parece infinitamente valiosas de hacer política es que puedo trabajar todos los días con mi hermana. Es el mayor activo que tiene la política para mí», dijo Milei en Radio Mitre el 14 de junio de 2022.

En los entrevistados se repite una misma idea: «Karina no tiene formación política», dice Milei, o incluso Eguía: «Ella no entiende nada de política. Creo que si le preguntás qué es una Leliq o Lebac no tiene idea».

Lo mismo dice Lilia Lemoine, la cosplayer que le dio el look de «superhéroe» a Javier, integrante del círculo chico y amiga personal de los dos. «Ella no viene de la política, ni yo, ni Milei, ni ninguno. Estamos aprendiendo en el camino», le dice a Cenital. Para Lilia, una especie de sombra rumbia de Javier e influencer libertaria, a Karina le tocó tapar los agujeros del jefe de campaña de 2021, que para ella “fue un desastre, y ahora le tocó acompañar a los armadores políticos, sin ser ella una mujer que se dedicara a la política. A veces a uno lo tildan de autoritario porque tiene que tomar decisiones, y más si quien toma las decisiones es una mujer».

Son pocas las mujeres libertarias que toman relevancia pública. Es un movimiento político casi de exclusividad masculina. Hay una necesidad de que haya más participación femenina, pero no tanto por su aporte sino por la formalidad del armado de listas que obliga a una paridad de género. Una de ellas es Delfina Ezeiza, de 19 años, una militante de Juventud Libertaria que se hizo conocida en internet por dar clases para insultar a legisladoras jóvenes kirchneristas. «A mí no me preocupa, veo que cada vez se vienen a afiliar más chicas. Pero sí le encuentro un sentido en el beneficio, ya que la participación de las mujeres en política ha sido captada mayormente por sectores de izquierda y por el feminismo radical». 

Otra de las jóvenes libertarias que habló de Karina fue Mila Zurbriggen, una de las militantes que se fue de La Libertad Avanza después de denunciar que Milei no le daba espacio a las militantes y que los espacios de oportunidad se los daban a «mujeres rubias que muestran todo el día su cuerpo». La fundadora de Juventud Provida Latinoaméricana le dijo a Cenital que Karina es buena y respuestuosa, pero que de un momento para el otro te deja de hablar sin explicar los motivos. «Lo que sí me di cuenta es que mucha gente de Javier se fue quedando afuera del círculo y cada vez hay más gente de Karina», dijo la líder de la agrupación La Generación Libertaria.

Melina Vázquez, socióloga e investigadora en Conicet, está estudiando las juventudes libertarias. En sus entrevistas, Karina Milei prácticamente no es nombrada, no está en el radar como una referente de las militancias. Sí se repite el «faltan minas» que preocupa a influencers o referentes partidarios. «Ella es una figura visible e invisible al mismo tiempo, porque está ahí en los actos pero está por lo bajo. No la reconozco en los testimonios de los militantes como una referente, como sí es Milei. De hecho, le hacen bastantes críticas, algunos dicen que les está jugando en contra, pero ella es secundaria respecto de la identificación con Milei, no la veo hablada como alguien que representa sus ideas sino como una figura de armadora medio desdibujada en términos políticos».

Foto: Pedro Pérez

Una armadora política que, al parecer, no sabe nada de política, no tiene contacto con la militancia, no tiene una formación ideológica, pero le es funcional al hermano. Como dice Morresi: «Políticamente no pareciera una actriz relevante en el perfil ideológico, es un marco de cariño fraterno de contención y que le permite también a Milei decir que estas decisiones se toman pero no es él el responsable, es su entorno».

El futuro

¿Qué pasaría con Karina si Javier Milei fuera presidente? Sería la primera vez que una hermana ejerciera el rol de Primera Dama. Una que estaría tomando decisiones políticas reales, pero corrida de las responsabilidades que adquiere un funcionario público.

Entre las declaraciones de Javier sobre la venta de órganos, la dolarización, el derecho a la muerte de los pobres, y el amor por sus perros, el mito creció. El de su hermana, la oculta detrás de sus espaldas, también. Que es espiritista o tarotista son algunas de las cosas. «Los perros son el eje de su vida», dice Maslatón, ya declarado enemigo. «Él se pone loco con el tema de los perros, la muerte de Conan no está blanqueada por él, siempre habla en presente, para él Conan vive porque lo clonó tres veces. Ella también es así, habla con los perros muertos. Le mandan mensajes que ella deduce, inventa y transmite. Algunos me han dicho que el tema conmigo fue resultante de un acto de espiritismo». Desde su entorno lo desmienten: «es ridículo» o «es una locura», señalan.

Si la respuesta a la crisis argentina proviene de una evocación al pasado más oscuro, a personas que en vez de mostrarse transparentes se ocultan bajo un manto de misterio (no del bueno) el futuro parece poco prometedor. Serán semanas decisivas para observar la movilidad de las cinturas políticas de los Milei. ¿Será una aventura de una elección, un negocio para toda la vida o una propuesta seria que pueda sortear las lógicas de la política? El Jefe, por ahora, domó al león, pero aún le falta conquistar el resto del reino.

Neuquina por nacimiento y amor eterno. Periodista de las de escribir: en diario, revistas y web. Editora en Cenital. Autora de "Brilla la luz para ellas. Una historia de las mujeres en el rock argentino" y de "Entre dos ríos". Tiene tatuada la lengua de los Rolling Stones.