Feliz día, trabajadoras y trabajadores

Un pequeño resumen de qué se conmemora y los festejos durante el primer gobierno peronista. No es el mejor momento del mundo para les trabajadores. Principalmente por una pandemia que, según la OIT, va a dejar a la mitad de la población mundial sin trabajo.

Buen día.

Hoy no hacemos actualización de noticias porque es el Día Internacional de los trabajadores y las trabajadoras. Nos parece bien descansar porque, finalmente, es un derecho.  

Un pequeño resumen de qué se conmemora y los festejos durante el primer gobierno peronista. No es el mejor momento del mundo para les trabajadores. Principalmente por una pandemia que, según la OIT, va a dejar a la mitad de la población mundial sin trabajo.

Antes del coronavirus el mundo tampoco era color de rosas para quienes trabajan. «Hay una guerra de clases, de acuerdo, pero es la mía, la de los ricos, la que está haciendo esa guerra, y vamos ganando”, dijo alguna vez el multimillonario Warren Buffet. Razón no le faltaba.

Ayer, Daniel Santoro y Pedro Saborido charlaron en un vivo de Instagram sobre la gráfica que conmemoró el día del trabajo durante el siglo XX, en Argentina, EEUU y la URSS. La imagen del trabajador: el obrero fabril. Ese modelo de trabajador fue en la Unión Soviética el minero Aleksei Stajanov, que batió el récord de extracción de carbón y se convirtió en un héroe nacional, hasta ser tapa de la revista Time. 

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Nuestra realidad es un poco distinta. 

“El trabajo entendido como empleo para toda la vida no va a volver”. La frase es del sociólogo español Jorge Moruno, en el libro La fábrica del emprendedor. Es apenas uno de tantos ensayos sobre las nuevas formas de trabajo con las que convivimos. Y que dificultan la “identidad trabajadora” como una cosa única y homogénea. Sobre esta idea hay quizás millones de libros. Les recomiendo uno sencillo para pasar el fin de semana: Chavs, la demonización de la clase obrera, de Owen Jones. Ambos se consiguen o me preguntan.

Desde hace semanas convivimos con la idea de “actividades esenciales”, por la pandemia. Pero no es la primera vez que se piensa. En 2013 un artículo del antropólogo David Graeber, Bullshit jobs, provocó cierto revuelo: se preguntaba por trabajos absurdos, que no satisfacen ninguna necesidad ni a quienes los hacen (aquí su traducción al español, luego se convirtió en un libro).

No es todo desazón. La pandemia puso en valor trabajos esenciales: el desafío, cuando pase, es convertir los aplausos en beneficios concretos, como salarios, leyes, protección. A las que cuidan, por ejemplo. “Los trabajadores deben tener más voz; los ricos, pagar más impuestos”, dijo Piketty el año pasado en una entrevista. 

Pero es fin de semana largo y hace muchos días que estamos de cuarentena. Podemos seguir con el tema pero viendo películas o series:  

  • I, Daniel Blake, de Ken Loach (de quien hay que ver todas). Está en Netflix. Si no hay tiempo, la conferencia de prensa en Cannes resume el problema que plantea. 
  • Los lunes al sol es un clásico cuando se habla de películas sobre trabajadores. Tiene un tópico recurrente: el trabajador desempleado que finge salir a trabajar. Como en El adversario, de Emmanuel Carrère (tiene libro y película y se basa en un hecho real) cuyo protagonista casualmente finge trabajar en un organismo que estamos mencionando mucho: la OMS.
  • Quizás La huelga, una de las primeras películas de Eisenstein, no sea un gran plan de viernes pero al menos es buen momento para ver la escena final nuevamente.
  • Recomendar The Wire es como recomendarles que tomen agua. Pero ya que hablamos del mundo del trabajo la segunda temporada, sobre el sindicato portuario de Baltimore, es para llorar (esta semblanza de Frank Sobotka es brillante).

Es 1° de mayo, una fecha muy importante: hace 20 años se estrenó Gladiador.

Nos encontramos el lunes. Descansen.

Tomás

Soy politólogo de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y director de la agencia de comunicación Monteagudo. Soy co editor del sitio Artepolítica. Nací en Olavarría, una metrópoli del centro de la provincia de Buenos Aires. Vi muchas veces Gladiador.