Exploración off-shore, evaluaciones de impacto ambiental y transición energética

Exploración off-shore. Evaluaciones de impacto ambiental. El debate ambiente-desarrollo en loop. Un plan de transición energética.

¡Hola! ¿Cómo estás?

Tanto tiempo. Espero que hayas arrancado bien el año y que ni el calor ni el virus te impidan bajar un cambio. La que parece no calmarse más es la agenda ambiental. Ni el descanso de fin de año me respeta. Así que vamos a tratar de retomar la discusión de los últimos días aprovechando que ya pasó bastante agua debajo del puente a ver si nos permite analizar con más distancia lo ocurrido.

Exploración off-shore en el Atlántico

El 30 de diciembre se publicó en el boletín oficial la aprobación por parte del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación (MAyDS) del proyecto de exploración sísmica presentado por la empresa de mayoría estatal Equinor, de origen noruego.

A partir de esta publicación, empezó a haber mucho ruido en redes, se convocó a un “Atlanticazo” por un “mar libre de petroleras” y volvió el eterno debate ambiente-desarrollo en su máxima intensidad.

El intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, de Juntos por el Cambio, es uno de los que se manifestó en contra de las actividades de exploración, y presentó una acción para detenerlo en la Justicia provincial. Por su parte, la Justicia Federal tramita un amparo que presentó un vecino y una organización de vecinos autoconvocados.

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Como para dar cuenta de cómo va a seguir de candente este debate: hace algunos días también YPF presentó su Estudio de Impacto Ambiental (EsIA) para explorar el CAN 102.

¿Qué había pasado antes?

En 2018 el presidente Mauricio Macri llamó a licitación para adjudicar permisos de exploración hidrocarburífera en el Mar Argentino. Al año siguiente se otorgó la concesión de 18 áreas que abarcan unos 200.000 km2.

De las empresas adjudicadas, Equinor es la que avanzó con más rapidez. La empresa noruega tiene ocho permisos de exploración distribuidos en el norte y sur del Mar Argentino. En algunos, asociada a YPF, en otros con YPF y Shell y en otros sin socios por ahora. La primera campaña será sobre las áreas denominadas CAN 100 y 108, ubicadas a 307 kilómetros frente a la ciudad de Mar del Plata. Y la segunda sobre el área CAN 114, que está a 443 kilómetros de la costa.

A mediados de 2020, entonces, Equinor presentó su EsIA para avanzar con el permiso de exploración en estas tres áreas.

La instancia de Audiencia pública

En el marco de la Evaluación de Impacto del proyecto de Equinor, en julio 2021 se realizó una audiencia pública en la cual participaron unas 500 personas, con una gran mayoría de presentaciones en contra de la actividad. Acá la podés ver completa. El cierre estuvo a cargo del secretario de Cambio Climático, Rodrigo Rodríguez Tornquist, quien sostuvo que no se aprobarán más permisos para la exploración de hidrocarburos hasta que no haya un plan oficial de todo el gobierno para la transición energética. A principios de diciembre de 2021 el secretario renunció y aún no hay reemplazo para su cargo.

Siempre es difícil la evaluación de este tipo de instancias. Por cómo suelen plantearse, el incentivo a participar está principalmente en quienes se oponen a los proyectos en cuestión. ¿Tal vez se podría trasladar la discusión de Twitter a la instancia «formal» que representa la audiencia pública? 

La instancia de la audiencia es obligatoria en el marco de la Evaluación de Impacto Ambiental y si bien no es vinculante, sí el Estado debe comunicar sus consideraciones respecto de las opiniones y los argumentos allí vertidos. 

Después de la Audiencia sucedieron todas las internas de la COP que ya te había contado en este news, pero se resume en que no hay un plan de transición consensuado por todas las áreas de gobierno.

Entonces, después de esta audiencia pública, no hubo más noticias hasta que el 30/12 salió la aprobación en el boletín oficial. 

Parte del conflicto ya lo contó Juanma Telechea en este Rollover. Lo que me parece relevante sumar es el funcionamiento de las evaluaciones de impacto ambiental (EIA).

¿Cómo funcionan las evaluaciones de impacto ambiental?

Leí por ahí varios “los pagan las empresas por eso siempre les dan bien”. Bueno, no es tan así. 

Empecemos por desmenuzar. La EIA es el proceso más amplio donde también se incluye la audiencia pública, por ejemplo. También dentro de la EIA aparece el requerimiento de la presentación de un Estudio de Impacto Ambiental por parte de la empresa interesada previo al comienzo de cualquier actividad.

Este estudio es realizado por un profesional matriculado, por ejemplo yo que soy Lic. en Ciencias Ambientales. Dependiendo de la complejidad del proyecto en cuestión pueden involucrarse especialistas de áreas específicas pertinentes.

Los EsIA suelen ser documentos hiper largos y complejos (una vez me mostraron la de la mina Alumbrera y eran como 7 tomos de expediente). Para lo que nos compete, lo importante es saber que, entre otras cosas, consta de:

  • la línea de base ambiental (una descripción de las condiciones ambientales previas a la actividad)
  • el marco legal en el cual se inscribe 
  • la identificación y valoración de los potenciales impactos ambientales y sociales que el proyecto puede causar 
  • el Plan de Gestión Ambiental a través del cual se abordarán esos potenciales impactos

Es decir, el estudio debe identificar todos los posibles impactos ambientales de su proyecto y explicar cómo los va a prevenir o resolver. Por ejemplo, este recorte de la tabla es un resumen del EsIA de Equinor.

Los estudios pueden ser realizados por profesionales independientes, consultoras o empleados de las mismas empresas. Suele suceder que las empresas más grandes tienen áreas de sustentabilidad permanentes, mientras que las más chicas tercerizan. En este caso, el EsIA fue realizado por la consultora Serman & Asociados S.A. Según consta en la página, la misma cuenta con certificaciones ISO e IRAM. Acá podés ver un resumen del estudio.

Luego, la empresa presenta el EsIA a la autoridad ambiental correspondiente que va a evaluar si aprueba, pide cambios o rechaza la evaluación. Esto va cambiando según cada actividad; en cuestiones mineras son las autoridades provinciales las que evalúan los EsIA. En este caso fue potestad del Ministerio Nacional de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MAyDS), quien, luego de analizar el EsIA presentado en agosto de 2020, habiendo pedido información adicional y dando participación a otros organismos pertinentes, el 30 de diciembre de 2021 lo dio por aprobado.

Solo a título de que tengamos idea de los diferentes actores intervinientes, según consta en el Boletín Oficial, se expidieron o emitieron informe técnico respecto del EsIA: la Dirección de Exploración y Producción de la Secretaría de Energía; la Dirección de Planificación Pesquera del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca; el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero; la Dirección de Biodiversidad (MAyDS); la Dirección de Gestión Ambiental del Agua y los Ecosistemas acuáticos (MAyDS); la Dirección de Sustancias y Productos Químicos (MAyDS); la Prefectura Naval Argentina y el Departamento de Propagación Acústica de la Armada.

De esta manera vemos que hay muchos actores involucrados en la preparación y la evaluación del EsIA. Cabe preguntarse, obviamente, por las capacidades técnicas y humanas de evaluar este tipo de estudios y controlar las actividades y los programas de gestión ambiental. Pero a la vez, hay un poco de una dinámica del huevo y la gallina entre la demanda y la oferta de la capacidad de control de estas actividades. 

En la nota de Abro Hilo que voy a compartir más abajo, se sugiere la posibilidad de crear un ente autárquico que pueda realizar los estudios, “de manera de aportar legitimidad y credibilidad al público en lo que respecta a las salvaguardas ambientales”. Puede ser una opción, aunque antes de seguir acumulando capas geológicas en el Estado, empezaría por jerarquizar el MAyDS.

En sentido contrario, el artículo 9 de la resolución que aprueba el EsIA determina que el control y fiscalización del cumplimiento de la presente Declaración de Impacto Ambiental y su correspondiente Plan de Gestión Ambiental será realizado por la Secretaría de Energía del Ministerio de Economía. 

Lo local y lo global

Ahora bien, este tipo de estudios son útiles para sopesar los riesgos locales. En este caso, por ejemplo, la potencialidad de derrames o la afectación a la fauna marina. Y luego evaluar si el Plan de Gestión Ambiental propuesto es adecuado para manejarlos. 

Sin embargo, nada dice respecto de la percepción de los riesgos y cuánto riesgo estamos dispuestos a correr. Necesitamos energía y estos proyectos constituyen riesgos ambientales, eso son datos inevitables. Dar cuenta de la necesidad energética y del riesgo ambiental es el primer paso ineludible para cada una de estas discusiones. En ese sentido, tanto aceptar cualquier nivel de riesgo como no aceptar ninguno son posiciones absurdas.

Luego, hay otras dos cuestiones que los EsIA no resuelven. La primera tiene que ver con que no miden el impacto acumulado de los diversos proyectos que podrían aprobarse en la zona. Y la segunda tiene que ver con que no tienen en cuenta los impactos globales. Por eso el énfasis del exsecretario de Cambio Climático y de muchas organizaciones ambientales en el plan de transición energética.

Y acá es donde se tensiona lo que decíamos antes de “necesitamos energía”. Está claro que sí, pero ¿energía de qué fuentes? y ¿en el marco de qué plan? Entendiendo que el cambio climático es una realidad ineludible y que la transición energética es algo que indiscutiblemente está ocurriendo a nivel global, la necesidad de un plan de gobierno, de Estado, que dé cuenta de cómo vamos a descarbonizar la economía argentina es imperiosa. 

Es más que plausible pensar que, frente al escaso acompañamiento del mundo desarrollado, la crisis económica, la participación de YPF y los actores económicos vinculados, Argentina apueste a explotar sus recursos hidrocarburíferos. E incluso tiene sentido usar el gas como insumo para la transición energética (ya que, dentro de los combustibles fósiles es mucho más limpio que el carbón, que aún explica el 28% de la generación de energía a nivel mundial). 

Ahora, hablábamos en el news anterior de la dificultad del desarrollo y la generación de nuevas capacidades productivas, la acumulación de capacidades tecnológicas y la creación de sectores exportadores. Esto vale como argumento para aprovechar todas las capacidades y recursos que tenemos, pero también como alarma para encarar con urgencia la estrategia de largo plazo para un desarrollo argentino bajo en emisiones. Esto permitiría orientar la investigación, la elección de carreras profesionales, los fondos públicos, las inversiones privadas, la política industrial y tantas otras decisiones que hacen a una transición energética exitosa.

Para profundizar en esta línea, te recomiendo esta nota de Ana Aneise y Delfina Godfrid para Abro Hilo.

Comunicar con responsabilidad

Si bien siempre hablamos de la responsabilidad primaria del Estado en informar, explicar, ser claro en las decisiones y las estrategias, también es importante que los actores que se oponen a ciertos proyectos lo hagan con honestidad intelectual, debatiendo argumentos y dando cuenta de que la solución es, en algún lugar, intermedio, y tensionar para siempre no va a funcionar. Sobre todo habida cuenta de la potencia que ha adquirido el movimiento ambiental en el último tiempo.

Por ejemplo, circuló un video de una organización ambiental muy conocida donde se hablaba de que las plataformas se iban a ver desde la costa marplatense. Obviando el punto de que por el momento lo único que está en discusión es la exploración, es muy fácil googlear cuánto es la distancia máxima que podemos llegar a ver y en ningún caso llega a los 300 km que es la distancia que habría entre las plataformas y la costa de Mar del Plata. De la misma manera, la foto o las performances de personas empetroladas en la playa sirven para llamar la atención, pero no para dar un debate serio sobre la transición energética.

Estas discusiones van a determinar nuestro futuro, es importante darlas con la responsabilidad que merecen.

Iba a hablar también de incendios, ola de calor y cambio climático, pero se me hizo largo. Pero no me quiero ir sin recomendarte que, sobre todo lo que sucede con la energía, sigas a Nicolás Gandini, este hilo de Lucas Figueroa sobre prevención de incendios forestales y a Leandro Díaz como especialista en cambio climático.

Por último, te dejo esta foto del camino costero del Parque Nacional Tierra del Fuego donde estuve estos días. Lo recomiendo infinito.

Te mando un abrazo, nos leemos en dos semanas.

Eli

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Foto principal: quedigital.com.ar

Soy licenciada en Ciencias Ambientales, magíster en Políticas Públicas y becaria doctoral en Ciencia Política en la UNSAM. En todos los ámbitos que puedo me dedico a sumergirme en los dilemas que nos presenta el desarrollo sustentable, uno de los mayores desafíos que enfrentamos en este siglo.