Estados Unidos se abre a la reforma policial

La ola de protestas posterior al asesinato de George Floyd está dejando huellas. Demócratas y Republicanos presentaron proyectos para abordar la brutalidad policial en el Congreso.

La muerte de George Floyd provocó que el racismo se metiera de lleno en la campaña electoral de noviembre. Tanto Demócratas como Republicanos buscan capitalizar una posible respuesta a la violencia institucional a través de propuestas de reformas policiales presentadas recientemente en el Congreso. 

Capitalizar el enojo

El asesinato de Floyd el pasado 25 de mayo cometido por el policía Derek Chauvin generó fuertes movilizaciones en todo el país y puso en la agenda de campaña la denuncia sobre el racismo y la necesidad de avanzar en una reforma policial. El asesinato del afroestadounidense denunciado por haber querido usar un billete falso de 20 dólares, expuso que su homicidio no fue una excepción sino que más bien se enmarca en una regla, en la cual los asesinatos de personas de color en manos de efectivos blancos se repiten sin ningún tipo de consecuencia judicial. 

“Ahora es el momento para la justicia racial», sostuvo el candidato demócrata, Joe Biden, a través de un video que grabó tras el asesinato de Floyd. Entre las primeras medidas que se decidieron en el ala Demócrata estuvo la de presentar un proyecto de reforma policial en la Cámara de Representantes, donde ese Partido tiene mayoría. De hecho, al presentarlo la presidenta de ese órgano legislativo, Nancy Pelosi, junto a otros diputados se arrodillaron en señal de apoyo a la causa en una imagen que recorrió el mundo. El proyecto ya recibió la aprobación de los legisladores en la Cámara baja esta semana, aunque la tiene más complicada en el Senado.

En respuesta a la decisión demócrata, fue el propio Donald Trump primero quien emitió una orden Ejecutiva para hacer una reforma policial, que tiene entre sus principales ítems mayor subvenciones para los policías que no cometan delitos. «Tenemos que encontrar un terreno común», aseguró el mandatario quien además afirmó que no piensa “desmantelar y disolver los departamentos de policía». A la par, esta semana los republicanos sufrieron el primer revés en la presentación de su proyecto en el Senado, donde el legislador Tim Scott, el único senador republicano afroestadounidense, intentó introducir un texto que no recibió el aval para ser tratado en la Cámara Alta.

“Los demócratas en la Cámara de Representantes y los republicanos en el Senado están impulsando distintas leyes para la reforma policial. Las elecciones están jugando un rol, ninguno de los dos le quiere dar al otro partido el haber llevado a cabo algún tipo de reforma en este contexto”, explica en diálogo con Cenital, el investigador de Conicet y profesor de Teoría Política de la Universidad de San Martín (UNSAM), Martín Plot.

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¿Qué proponen los proyectos?

En Estados Unidos hay distintas fuerzas policiales de acuerdo a su dependencia. Están las fuerzas a nivel nacional, como puede ser la Oficina Federal de Investigación (FBI), entre otras, y están las que dependen de los estados, las de los condados y las municipales. Por eso es que en Mineápolis hayan prohibido recientemente el estrangulamiento como técnica de detención y que no ocurra lo mismo en otras partes del país.

A grandes rasgos los proyectos de ambas fuerzas comparten algunos puntos sobre la reforma policial. Tanto el proyecto demócrata, que fue aprobado en Representantes, como la iniciativa republicana, que no tuvo quórum esta semana, establecen mayor control en el accionar policial como la obligatoriedad de las cámaras en los uniformes para filmar, o incluso la creación de una base de datos donde se pueda conocer si el efectivo cometió algún delito. La mayor diferencia radica en la discusión sobre lo que se conoce como inmunidad calificada, por la cual en la década del ‘60 la Corte Suprema estableció la protección de los efectivos para no enfrentarse a demandas o indemnizaciones por su accionar.  

“La inmunidad calificada básicamente le da un cheque en blanco a la policía en cuestión de reparaciones cuando la víctima hace una juicio por daños y perjuicios más bien civil, penalmente un 1% de los asesinatos cometidos por la policía va a juicio penal. La práctica los exime y los protege. Con esta doctrina de la Corte Suprema son exceptuados en la mayoría de las causas”, explica Plot acerca del punto central, que la Justicia ya adelantó que se niega a tratar y la cual los republicanos no pretenden modificar. 

El rol de los sindicatos

Para el sitio Proyecto Marshall, que se especializa en periodismo sobre justicia penal, sin dudas el hecho de que los sindicalistas sean blancos es un impedimento para avanzar en una reforma policial. Bajo el título “Un gran obstáculo para la reforma policial: la blancura de sus jefes sindicales”, los periodistas Eli Hager y Weihua Li presentaron un informe en el cual plantean que de las 15 ciudades donde hay mayoría de efectivos afroestadounidenses, en una sola localidad –Memphis– el líder sindical es negro.

Los periodistas explican que en ciudades como Atlanta, Washington, Nueva Orleans, Houston o Los Ángeles, donde en algunos casos los efectivos que no son blancos llegan a ser más de dos tercios, el representante sindical sí lo es. “La mayoría de la policía no es blanca, pero la persona que representa sus intereses, que habla públicamente por ellos, lo es”, aseguran.

A la par de las protestas por Floyd y la denuncia sobre el racismo en Estados Unidos, también se escuchó la voz de algunos de esos líderes sindicales que cuestionaron las movilizaciones y que defienden a los efectivos que se vieron denunciados por sus prácticas abusivas contra los afroamericanos. Uno de los más llamativos fue el caso del presidente de la Federación de Oficiales de Policía de Minneapolis, donde fue asesinado Floyd, quien tildó a la víctima de ser “un violento criminal”. Por eso, se plantea la necesidad de que las personas de color cuenten con representantes que velen por sus derechos.

El impacto electoral

“Claramente tenemos en la Casa Blanca a un presidente que no tiene intención de mejorar la situación. A pesar de que no fue él quien creó el racismo, es un mandatario que se ha encargado de motivarlo e incentivar a las personas para que tengan esas conductas racistas. Hoy vemos las protestas demandando soluciones y el presidente se ha encargado de reprimirlos en vez de tratar de buscar un tipo de solución, eso lo va a afectar en las elecciones”, afirma en conversación con Cenital la vocera del Partido Demócrata de Florida, Luisana Pérez Fernández, sobre la votación presidencial del 3 de noviembre. 

Fernández detalla la reforma policial demócrata, que plantea entre otras cosas contar con una base pública sobre el accionar de los efectivos, pero además sostiene que también tiene que ir acompañado de una modificación en lo judicial. “El plan contempla lo que están pidiendo en las calles”, explica la vocera, y da un ejemplo de cómo la denuncia de racismo se metió de lleno en las elecciones al contar la elección del candidato al Senado en Kentucky, Charles Booker. El legislador afroestadounidense no era favorito para ganar las primarias, pero su fuerte denuncia sobre el reciente homicidio de Breonna Taylor, quien fue asesinada por policías en su propia casa, logró que se convirtiera en el candidato con más cantidad de apoyo.

“Estamos con una epidermitis racial brutal en Estados Unidos, que es el fondo de todo. Lo que pasó con Floyd fue destapar una botella que se llama discriminación racial, un tema no resuelto en la historia de este país. La sociedad norteamericana sigue siendo una sociedad profundamente racista”, explica a Cenital, el analista y Consultor Político Javier Maza.

El asesor destaca que las protestas lograron replanteamientos hasta en los lugares menos pensados, como la decisión de Disney de modificar sus parques y dar mayor énfasis a la historia que tiene como protagonista a una princesa afroestadounidense, entre otras marcas que modificaron sus históricos anuncios. 

Sin dudas, el asesinato de Floyd y a los pocos días el homicidio de otro joven afroestadounidense, Rayshard Brooks, en manos de policías, destapó una ola de denuncias que impactan de lleno en la elección que se realizará en cinco meses. Sin olvidar que la pandemia, por la cual Estados Unidos se convirtió en el país con mayor contagios y muertos del mundo, opacó los números en las encuestas que dan a Biden una ventaja de entre unos 8 y 10 puntos por sobre Trump. Nada está dicho de todas maneras.  Números similares se manejaban en la campaña de 2016, y fue el actual mandatario quien se quedó con la victoria. Cinco meses parecen poco, pero pueden ser suficientes para modificar el rumbo de un país.

Soy periodista de política internacional. Me interesa lo que pasa en Latinoamérica, Medio Oriente y el Magreb. Hago radio en Nacional AM870 y Futurock. Soy del rojo por herencia familiar y de Colo Colo por amor, voy en bici a todos lados y me malhumoro cuando se me pincha una rueda.