Entre despidos y denuncias: el futuro incierto de los Parques Nacionales

Una de las cosas más lindas de Argentina es el paisaje: los bosques, lagos, montañas, ríos, desiertos, sierras, glaciares, cataratas y más. Muchas de estas cosas se encuentran en parques nacionales o en áreas protegidas que visitan miles de personas de distintos países. 

Los paisajes y ecosistemas, junto con su flora y fauna, son bienes comunes, públicos y colectivos. Por lo cual, le corresponde al Estado administrarlos y protegerlos. Algunas áreas, por sus características, beneficios y valores que brindan, requieren más cuidados que otras, y en Argentina el organismo encargado de hacerlo es la Administración de Parques Nacionales (APN). 

Hoy vamos a conversar sobre su nueva gestión, que llegó con algunas controversias a partir del arribo de Javier Milei al poder: despidos, aumentos de tarifas y una denuncia de corrupción. También hablaremos sobre la importancia de gobernar nuestras áreas protegidas y patrimonios naturales y sobre qué tan crucial es el turismo naturaleza para Argentina. 

Nuevo presidente con prontuario 

Después de cuatro meses de permanecer acéfalo de su máxima autoridad, el Gobierno nacional designó a Cristian Larsen como el nuevo presidente de la APN. Abogado especializado en derecho tributario, Cristian se desempeñó como director y auditor interno en Radio y Televisión Argentina (RTA) junto a su exsuegro y actual diputado nacional Hernán Lombardi. Además, trabajó en la campaña presidencial de la actual ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. También fue designado como vicepresidente del organismo el empresario agropecuario Marcelo Forgione. Según se observa en su currículum, no cuenta con experiencia en el ámbito público ni en la conservación ambiental, al igual que quien preside. 

En abril de 2023, el nuevo presidente de Parques Nacionales fue denunciado penalmente por la Oficina Anticorrupción por presuntas irregularidades en su gestión previa en RTA. Se le acusa haber infringido el Código de Ética para la Función Pública. La denuncia no fue un impedimento para que Larsen asumiera en Parques Nacionales. 

La casta son los guardaparques

A fines de marzo, 80 trabajadores de los parques nacionales fueron despedidos. Este organismo, que depende del Estado nacional, tiene a su cargo 55 áreas protegidas en todo el país, en el continente y en el mar. Esto hace un total de 18 millones de hectáreas y 2.300 empleados. Trabajadores afirman que no hubo revisiones de contratos ni evaluaciones de desempeño, y todo indica que habrá más cesantías. 

Según denunciaron los trabajadores, las nuevas autoridades ya admitieron que la intención es llegar a diciembre de 2024 con el 50% del personal. 

Dependen de la institución: guardaparques, brigadistas de incendios, profesionales técnicos y administrativos. Todos ellos cumplen roles importantes para la conservación, el turismo sostenible y la educación ambiental. 

Estamos hablando de un organismo con más de 120 años que no solo preserva el patrimonio, apaga incendios y ejerce la custodia de cada área protegida, sino que es un organismo científico-técnico.

El rol que tienen los brigadistas, por ejemplo, es importante no solo en la época de incendios, sino en el trabajo de prevención durante el año. Además, es necesario el rol de educadores, investigadores, especialistas, geógrafos, meteorólogos y una diversidad de técnicos que hacen a la gestión de estas áreas y al cumplimiento de la Ley de Parques Nacionales. 

Sin el personal adecuado se pone en riesgo, entre otras cosas, la capacidad de los distintos parques para permanecer abiertos y dar atención a la población que los visita durante todo el año, lo cual impacta negativamente en el turismo local. Algo de esto se pudo ver en Semana Santa en el Parque Nacional El Chaltén, donde varios senderos tuvieron que cerrarse por falta de personal. 

Habrás escuchado también del accidente que sufrió una joven alemana en San Juan hace unas semanas. En esta nota, Analía, geóloga que intervino en el operativo de búsqueda, menciona que por una decisión política los montañistas que debían registrar las entradas y salidas del sendero donde falleció la extranjera ya no realizan sus actividades. 

¿Cuántos empleados debería tener Parques Nacionales?

Tal como lo menciona el biólogo Claudio Chehebar en sus redes sociales, en octubre de 2022 la prestigiosa revista científica “Nature-Sustainability” publicó un importante artículo sobre este tema: “El personal de las áreas protegidas y el número de guardabosques son insuficientes para cumplir con las expectativas globales”. Lo escribieron 18 autores de 5 continentes, varios de ellos con prolongadas y muy reconocidas trayectorias en la temática.

Este estudio –en concordancia con otras estimaciones internacionales– recomienda un mínimo de un empleado por cada 1.330 hectáreas. En APN, hay un empleado cada 2.174 hectáreas. En otras palabras, para cumplir con la recomendación, APN debería tener 3.760 empleados, un 63% más que los 2.300 actuales. Recomienda también un mínimo de un guardaparque por cada 2.590 hectáreas cuando en APN hay un guardaparque por cada 9.091 hectáreas. Para cumplir con la recomendación, APN debería tener 1.930, un 250% más que los 550 actuales.

Seguramente exista mucho por mejorar en Parques Nacionales, y es cierto que cada país tiene sus particularidades y realidades económicas que le permite cumplir en mayor o menor medida con ciertos estándares internacionales de conservación. Sin embargo, es fundamental tener una visión clara de hacia dónde queremos ir, evitando retroceder y desestimando los avances ya logrados. 

Paremos la pelota: importancia de las áreas protegidas

Las áreas naturales protegidas son clave para conservar la diversidad biológica y cultural a largo plazo, y además nos brindan bienes y servicios ecosistémicos esenciales para la vida: entre ellos, ayudan a regular el clima, permiten el desarrollo de actividades turísticas y recreativas sostenibles impulsando el desarrollo social y económico local y regional, y ofrecen valores culturales, emocionales y espirituales gracias a nuestra relación con los ecosistemas, entre muchos otros. 

En resumen, las áreas protegidas no solo preservan la naturaleza, sino que también mejoran nuestra calidad de vida de muchas maneras y a través del turismo impulsan el desarrollo. 

Otras áreas (o vidas) que requieren una protección absoluta son los monumentos naturales. Si, monumentos vivos. Loco y triste, ¿no? ¿Mi preferido? El Yaguareté.

En nuestro país se lo considera en peligro crítico porque enfrenta un riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre en un futuro inmediato. Las principales causas son la destrucción y degradación de ambientes, la caza furtiva y la escasez de presas naturales.

Turismo de naturaleza: segmento estratégico para Argentina

El turismo es un sector productivo de servicios con fuerte presencia en las economías regionales, estratégico para la actividad económica, el empleo y la generación de divisas.

El turismo de naturaleza es uno de los segmentos de mayor crecimiento a nivel global, y la pandemia de COVID-19 reforzó aún más esa tendencia, en la que los destinos naturales, los espacios abiertos y las experiencias en ámbitos silvestres –que permiten a una población urbana reconectar con la naturaleza– ocupan un lugar central en la preferencia de los viajeros.

En particular, el turismo de naturaleza es estratégico porque genera mayores encadenamientos productivos locales porque además de las actividades base de agencias de viaje, transporte, alojamiento y gastronomía, alienta la contratación de guías, excursiones, servicios especiales, etc.

Ayuda a preservar especies, ecorregiones y ambientes silvestres generando ingresos a partir de la protección ambiental. Dicho sea de paso, la semana pasada por orden del Gobierno aumentaron un 300% las entradas a los parques nacionales, tanto para residentes, no residentes, como para extranjeros. 

Según un Informe del 2023 del ex Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, en el año 2022, los turistas de naturaleza que visitaron la Argentina presentaron una estadía promedio de 17,7 noches y un gasto promedio diario por turista de US$ 79.

Las actividades de turismo de naturaleza han tenido una participación significativa en el país a lo largo de los años. En promedio, 1 de cada 5 turistas no residentes que visitaron Argentina en base a la Encuesta de Turismo Internacional (ETI) realizaron algún tipo de actividad relacionada (turismo aventura, actividades en la nieve, senderismo, visita a parques nacionales, etc.). En el año 2022, su participación fue del 31,9% del total de turistas.

Argentina: potencia de naturaleza mundial

Pocos países ofrecen paisajes tan espectaculares y variados como el nuestro. Se pueden hacer mil viajes por Argentina y nunca terminar de conocerla. 

Por toda esta riqueza el turismo de naturaleza explica gran parte de la actividad turística de Argentina: Iguazú, el glaciar Perito Moreno, Península Valdés, la Patagonia, Tierra del Fuego, la quebrada de Humahuaca, son algunos de los principales destinos elegidos cada año por los viajeros internacionales, que consideran que la oferta de naturaleza es uno de los principales motivos para visitar la Argentina. 

“Hay quien atraviesa un bosque y sólo ve leña para el fuego” (León Tolstói)

“Cuando creás un parque nacional, en realidad estás creando cargos públicos, seguís aumentando la estructura estatal en la cual se le paga al militante con una función pública. Y no se asegura ni la preservación del medio ambiente, ni se asegura la integridad territorial del país”, dijo la vicepresidenta Victoria Villarruel en plena campaña presidencial.

No sorprende entonces los despidos en la APN. Según la lógica liberal administrar áreas protegidas son un peso para el Estado, y cuanto menos intervenga, mejor. Pero el mercado no puede proteger al yaguareté ni asegurarse que se preserven los glaciares. 

Para la sociedad argentina, Parques Nacionales representa soberanía, turismo, conservación, producción de conocimiento científico y educación ambiental integral.

Pensando en el desarrollo sostenible, es importante impulsar el turismo naturaleza en todo el país, con un fuerte foco en el desarrollo de territorios y comunidades y en la mejora de las prácticas turísticas para garantizar un turismo responsable que celebre la naturaleza, la biodiversidad y la identidad de cada región de la Argentina.