Con inflación a la baja y dólar planchado, Caputo arranca el tarifazo

En una primera ronda, los usuarios residenciales sin subsidios de AMBA tendrán que pagar aumentos de entre 350 y 460% en la tarifa de gas. En invierno volverá a subir. ¿Pueden los bolsillos soportar estos valores?

Confiado en que mantendrá el sendero de desinflación en abril a fuerza de ajuste fiscal, candado monetario y dólar planchado, el Gobierno oficializó un aumento en las facturas de gas en todo el país con sabor a tarifazo. En el área metropolitana, los incrementos son, en una primera ronda, de entre 350 y 460% para usuarios residenciales sin subsidios. En las zonas frías, el incremento sería mayor, aunque se aplanaría en los meses de invierno. Y un aumento en los cargos fijos golpeará con más fuerza en los sectores de ingresos bajos, aunque tendrán un bloque de consumo subsidiado.

Hasta hoy, el Ministerio de Economía, a cargo de Luis Caputo, dosificaba la quita de subsidios y la actualización tarifaria (que no son necesariamente lo mismo) en los servicios públicos para mostrar que, mes a mes, la inflación baja desde aquel 25,5% de diciembre post devaluación y caída del muro de precios regulados. Llegó al 13,2% de febrero gracias a la ortodoxia fiscal y monetaria, al ancla cambiaria, al rezago y la potencia desigual en las negociaciones paritarias en un ciclo recesivo y a un modesto trabajo en la micro, con reuniones con supermercados y empresarios para bajar promociones y convencerlos de que el dólar no se moverá con brusquedad. Para marzo, los consultores esperan un IPC de entre 12 y 13%, que ratificaría el sendero a la baja.

Ahora, el inicio del ciclo de aumentos en la factura de gas pondrá a prueba esa estrategia. La suba inicial es fuerte: en los segmentos de ingresos medios y altos -con subsidios acotados y sin subsidios-, el gas mayorista (PIST, o Punto de Ingreso al Sistema de Transporte) pasará de 0,70 dólar por millón de BTU a u$s 2,94 dólares, más los nuevos cargos por transporte y distribución. Según la Secretaría de Energía, un consumo mensual promedio de 102 metros cúbicos abonará una factura de casi $25.000 en los segmentos medios y altos y de $15.800 en los sectores de ingresos bajos. Pero, para el invierno, entre mayo y septiembre, el gas subirá a u$s 4,50 dólares. Es un incremento del 540% en el insumo. En los segmentos medios y bajos, el incremento será menor. A eso se agregarán indexaciones mensuales por precios mayoristas y salarios para el transporte y la distribución. Por eso, las estimaciones de consultores privados se estiran hasta 700% de aumento.

En la premisa del ajuste clásico con el que el Gobierno nacional espera bajar la inflación -a partir del ancla fiscal y la monetaria-, la suba de tarifas era impostergable. Caputo necesita bajar los subsidios, que significan gastos por entre 1,5 y 2 puntos del PBI. En el área metropolitana se sumarán, más temprano que tarde, los aumentos en transporte y agua, que recalentarán los precios en el corto plazo. Según la consultora Analytica, el tarifazo oficializado este miércoles agregará al índice de inflación de abril entre 2 y 2,5 puntos porcentuales. Difícil, así, que el IPC de este mes llegue al dígito que ansía el Gobierno.

Las anclas

La comunicación del Ministerio de Economía es por X. Días atrás, Federico Furiase, asesor de Caputo que lo acompañó en su consultora Anker, celebró el “anclaje de expectativas” que, a su juicio, demostraba un posteo del tuitero sin cartera Osvaldo “Beto” Mendeleiev. El usuario anónimo -uno de los comunicadores favoritos del gobierno libertario- relataba una visita a un supermercado Coto en la que no encontró más promociones del tipo 3×2 y, en cambio, notó rebajas de 25 al 40% en cada unidad de algunos productos. Para Furiase, se trata de una “señal de credibilidad en la triple ancla fiscal, monetaria y cambiaria en la que se basa el programa económico”.

En Cenital nos importa que entiendas. Por eso nos propusimos contar de manera sencilla una realidad compleja. Si te gusta lo que hacemos, ayudanos a seguir. Sumate a nuestro círculo de Mejores amigos.

El ancla fiscal y el ancla monetaria son fuertes. El ajuste recesivo quita espaldas para que los consumidores soporten aumentos. “Con la política fiscal y monetaria que están sosteniendo, la inflación sin duda va a seguir en baja”, afirmó a Cenital María Castiglioni, economista de C&T Consultores.

Ricardo Delgado, de Analytica, siembra una duda: el ajuste podrá sostenerse mientras la sociedad acompañe y, en su opinión, el nivel de empleo será un termómetro. “El empleo es, hoy, el disciplinador social. Si se desploma la actividad y se mantiene el apretón monetario, la inflación va a ceder, pero con una mayor caída en la actividad económica. La pregunta es hasta dónde es sostenible destruir actividad y empleo para bajar la inflación”, aseguró en diálogo con este medio. “La caída de este trimestre, del 6%, es muy parecida a la de la crisis de 2001”, comparó.

Pero los mercados acompañan y festejan, mientras apuestan al carry trade. Eso le da margen al Gobierno para sostener el ancla cambiaria, a pesar del encarecimiento en dólares del país. Porque la brecha está en mínimos y los dólares paralelos no presionan al tipo de cambio oficial. La cosecha gruesa, descuentan los analistas, se liquidará a estos valores. Especialistas del agro coinciden en que los productores comenzarán por vender el maíz y aguantarán la soja lo más que puedan, pero no mucho.

“Con el esquema 80/20, los productores recibirán unos 900 pesos y deberán liquidar para pagar deudas y comprar insumos para la próxima campaña”, afirmó para esta nota Sebastián Menescaldi, director de Eco Go. Si bien la soja perdió un 30% de valor en el último año, los mercados de futuros auguran precios más bajos a fin de año, lo cual incentivaría la liquidación temprana. “El ‘dólar 80/20’, con este crawling de 2% mensual, será un problema, pero recién a partir de junio”, sostuvo. Castiglioni también descarta una devaluación brusca: “No vemos una devaluación en el próximo trimestre, porque se iría a inflación e impactaría en tarifas, alimentos y otros rubros”, afirmó.

La vigencia del cepo cambiario quita presión al precio del dólar y le permitirá al Gobierno mantener el ancla cambiaria. Para los analistas, la inflación volvería a valores de un dígito mensual hacia mayo o junio. “Pero será un dígito alto, como el que tenía Sergio Massa al final de su mandato”, dijo Delgado. Para Analytica, el IPC estaría en torno al 5% mensual en el último trimestre. Es probable que Javier Milei lo celebre como un numerazo.

Periodista especializado en Economía. Pasó por La Nación, Bae, El Cronista y TN. Actualmente es columnista en Mejor País, en Radio Con Vos.