398.220 votos

¡Hola! Qué lindo reencontrarnos. Y especialmente qué lindo sábado tenemos por delante. Aprovechemos. Además, desde mañana tempranito ya volveremos a escuchar en televisión el glorioso “espacio cedido por la Dirección Nacional Electoral”, con los spots de nuestros candidatos y candidatas para las PASO de dentro de un mes. ¿Qué más pedirle a un fin de semana?

Igual algunas previews ya tuvimos…

El de Randazzo ideado por Ramiro Agulla anticipó un domingo de creatividad electoral

Y Los Simpson anticiparon todo lo demás. 

Este año viene con algunas novedades en las reglas electorales que pueden provocar sorpresas. La que me interesa mirar hoy es una modificación en la forma de votar en la Ciudad de Buenos Aires, que este año va a sumar a unas 400.000 personas al padrón electoral porteño. Nada más ni nada menos que un 16% de votantes más. Son los y las ciudadanos extranjeros mayores de 16 años, con DNI argentino y residencia porteña, que desde esta elección estarán automáticamente empadronados para elegir cargos locales en CABA.

Hasta ahora, esas personas podían votar pero primero debían empadronarse. Ese paso previo funcionaba, en los hechos, como un obstáculo a la participación. En 2019, por ejemplo, sólo estaban anotados 21.000 extranjeros. Este año, de manera automática, serán veinte veces más: 398.220.

La modificación en el Código Electoral de la Ciudad fue una discusión que inició, cuando era legislador porteño el hoy ministro Juan Cabandié, y que se terminó efectivizando durante el mandato porteño de otra legisladora de La Cámpora: Paula Penacca, actual diputada nacional. Es decir que al kirchnerismo porteño le importa particularmente esta decisión, y ello es porque tiene expectativas de crecer electoralmente gracias a esos votos. “En las mesas de migrantes nosotros arrasamos siempre. Nos va muy bien. Tenemos una construcción fuerte en villas de zona sur de la Ciudad, que es importante y constante todo el año y en gran medida está orientada al migrante”, describió un integrante del equipo de la campaña porteña del Frente de Todos. Por ejemplo, en las últimas PASO, en la Villa 20 y en Lugano 1 y 2, la diferencia en favor de Alberto Fernández sobre Mauricio Macri fue de 47,11% a 31,5%. En la categoría Jefe de Gobierno, el resultado fue de 45% a 32,9% en favor de Matías Lammens.

Esos números se ampliaron en el barrio Carlos Mugica (ex villa 31-31 bis), donde la boleta de Alberto Fernández registró la máxima diferencia sobre Macri en toda la Ciudad en las últimas PASO: 50,9 puntos de diferencia. En las escuelas Bandera Argentina, Carlos Mugica y Filii Dei el FDT se quedó con el 67,74% de los votos y Juntos por el Cambio con el 16,84%. Para la categoría local el resultado fue de 63,7% para Lammens sobre 16,9% de Horacio Rodríguez Larreta.

Según el Código Electoral porteño, los extranjeros con residencia permanente pueden elegir cargos locales. Eso significa que este año podrán elegir para la Legislatura local. Una elección clave en la que Larreta buscará quedarse con los dos tercios (está a un escaño de conseguirlo) y en la que el FDT intentará evitar ese dominio amplísimo, que dejaría en las solas manos del jefe de Gobierno cualquier decisión de gestión.

Para que tengas una dimensión de la importancia de sumar 398.220 votantes en CABA, valen algunas comparaciones: Palermo, el barrio con mayor cantidad de ciudadanos habilitados para sufragar, tenía hace dos años 212.000 votantes.

Otro dato de contexto: cada legislador porteño necesita aproximadamente unos 90.000 votos para ser electo.

Según un cálculo del Centro de Estudios Sociales para el Desarrollo Territorial, que cruzó datos del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad, del Renaper y de Migraciones, los nuevos votantes son oriundos de Bolivia (unos 65.400); Paraguay (54.800); Perú (41.500); Uruguay (23.300); España (12.900); Italia (11.900);  China (10.900); Brasil (6.900); Chile (6.500); Colombia (6.300); Venezuela (5.000) y Corea del Sur (5.000), entre otros. Para que sepan que este año podrán ejercer su derecho al voto sin obstáculos, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad ya inició una campaña de difusión. Su titular hasta el jueves pasado, Alejandro Amor, es primer candidato en la boleta del FDT para la Legislatura y es una de las fortalezas del espacio para apelar al sector. “Él trabajó muchísimo con los migrantes”, destacan en el comando de campaña.

A eso se le sumará la segmentación específica de la campaña para esos votantes. En 2019, Lammens tuvo piezas de comunicación enfocadas en ellos. Esta vez también habrá contenido y discurso especial para el sector.

Aun así y a pesar de la cantidad tremenda de votantes que se sumarán (¡16% del padrón!) en el centro de campaña del FDT no creen que esto por sí solo dé vuelta la elección en la Legislatura. “Por dos motivos: ellos (Juntos por el Cambio) también juegan. Y además hay que ver cuántos de los 400.000 realmente votan”, explican.

Por eso, los objetivos de esta campaña, para la boleta que lidera Leandro Santoro en el tramo nacional y Amor en el porteño, son: llegar al 30% de los votos locales, aumentar el bloque en la Legislatura (algo factible porque se renueva la elección de 2017, cuando el peronismo sacó el 24% de los votos), tratar de meter 4 diputados nacionales (ponen en juego 3) y que Larreta no alcance los dos tercios de los legisladores porteños.

Desde hoy, cuando termine el acto de lanzamiento en Costa Salguero, empezarán también a verse las mesas proselitistas en las calles de la Ciudad. Quedan 36 días.

Antes de despedirme, una recomendación de series por partida doble: mi favorita de todos los tiempos, de todas las series, de lo que se produjo y producirá: The Good Wife. Y si ya la viste, su secuela: The Good Fight. No puedo parar de verla y de amarla. Está en Amazon pero sino la encontrás por ahí.

Nos vemos en 14 días. Y acordate que si te copa lo que hacemos en Cenital, siempre podés sumarte acá.

¡Besos!

NBG